Vaticano

 

Finaliza el viaje del Papa a Rumanía: beatificación de siete obispos mártires del comunismo y perdón a comunidades gitanas

 

"Con gran valentía y fortaleza interior, aceptaron ser sometidos a un encarcelamiento severo, con tal de no negar su pertenencia a su amada Iglesia", dijo Francisco

 

 

03/06/19


 

 

El Papa Francisco ha finalizado su viaje apostólico número 30 a Rumanía. El sábado 1 de junio mantuvo un encuentro con familias y jóvenes y ayer domingo beatificó a siete obispos greco-católicos mártires del comunismo y recibió a varios miembros de la comunidad gitana.

 

Familia de 11 hijos

En la plaza del Palacio de la Cultura, Iasi aclamó a los abuelos Elisabetta e Ioan y a sus 11 hijos: "¡Valientes estos dos!, con sus 11 hijos, todos diferentes, que vinieron de lugares diferentes, pero hoy están todos reunidos, así como hace un tiempo cada domingo por la mañana caminaban todos juntos hacia la Iglesia. La felicidad de los padres de ver a los hijos reunidos. Seguro que hoy en el cielo hay fiesta por ver a tantos hijos que se animaron a estar juntos", dijo el Pontífice.

Y continuó: "Quisiera “robar” nuevamente las palabras a estos abuelos Elisabetta e Ioan. Es lindo ver cuando el amor echa raíces con entrega y compromiso, con trabajo y oración. El amor echó raíces en vosotros y dio mucho fruto".

Francisco animó a todos a no olvidar "lo más hermoso y valioso que aprendiste en el hogar. Es la sabiduría que dan los años: cuando crezcas, no te olvides de tu madre y de tu abuela, y de esa fe sencilla pero robusta que las caracterizaba y que les daba fuerza y tesón para ir adelante y no desfallecer. Como os decía al inicio: la fe no se transmite sólo con palabras sino con gestos, miradas, caricias como la de nuestras madres, abuelas".

 

Beatificación de los siete obispos mártires

En el Campo de la Libertad, situado en la parte oriental de Blaj, se celebró a las 11 de la mañana hora local, el inicio de la divina liturgia con la beatificación de siete obispos mártires greco-católicos: Iuliu Hossu, Vasile Aftenie, Ioan Bălan, Valeriu Traian Frențiu, Ioan Suciu, Tit Liviu Chinezu y Alexandru Rusu que dieron su testimonio durante la dictadura comunista.

Durante la beatificación, el Papa afirmó: "Hermanos y hermanas, vosotros habéis sufrido los discursos y acciones basados en el desprestigio que llevan hasta la expulsión y aniquilación de quien no puede defenderse y hacen callar las voces disonantes. Pensamos de manera particular en los siete obispos greco-católicos que he tenido la alegría de proclamar beatos.  Ante la feroz opresión del régimen, ellos manifestaron una fe y un amor ejemplar hacia su pueblo. Con gran valentía y fortaleza interior, aceptaron ser sometidos a un encarcelamiento severo y a todo tipo de ultrajes, con tal de no negar su pertenencia a su amada Iglesia. Estos pastores, mártires de la fe, han recuperado y dejado al pueblo rumano una preciosa herencia que podemos resumir en dos palabras: libertad y misericordia.

 

Perdón a la comunidad gitana

En la tarde de ayer, el Papa visitó a la comunidad Rom (comunidades gitanas) pueblo con un gran legado histórico y cultural, durante su último día del viaje apostólico a Rumania.

Francisco manifestó un peso que lleva en su corazón: "Es el peso de la discriminación, la segregación y el maltrato que sufren sus comunidades. La historia nos dice que incluso los cristianos, incluso los católicos, no son ajenos a este mal. Me gustaría pedir perdón por esto. Pido perdón -en nombre de la Iglesia, al Señor y a ustedes- por haberlos discriminado, maltratado o mirado mal en el curso de la historia, con la mirada de Caín en vez de con la de Abel, y no haber sido capaces de reconocerlos, apreciarlos y defenderlos en su particularidad. Caín no se preocupa por su hermano. Es con indiferencia como se alimentan los prejuicios y se despiertan los rencores", informa Vatican News.

Las palabras pronunciadas por Francisco en la última cita de su viaje a Rumania, en la que formuló la petición de perdón a las comunidades romaníes por la discriminación sufrida a lo largo de la historia, forman parte de una tradición ya establecida desde hace medio siglo en la Iglesia Católica. "La historia nos dice que incluso los cristianos, incluso los católicos, no son ajenos a ese mal", dijo el Papa para explicar la petición de perdón, afirma Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio de Comunicación del Vaticano.