Sociedad y Familia

 

“No hablo, pero sueño y quiero despertar mañana”: la entrevista de El País a Francisco Luzón contraria a la eutanasia

 

Francisco Luzón es un exbanquero, enfermo de ELA y presidente de la fundación homónima que asegura “Amaré la vida hasta el último segundo”

 

 

2 julio, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

El pasado 23 de junio El País publicó una entrevista en su versión impresa con Francisco Luzón, un exbanquero, enfermo de ELA y presidente de la fundación homónima que, según él mismo afirma en la entrevista: “No hablo, no puedo oler, no me muevo, pero sueño y quiero despertar mañana”.

El diario El País se caracteriza por su postura beligerante en frente de la postura pro vida: favorable al aborto y a la eutanasia. En los últimos tiempos parte de su contenido desarrolla una estrategia para promocionar la eutanasia debido a que el PSOE está promocionando un proyecto de Ley en favor de legislar la eutanasia en España.

La entrevista no pasaría de ser otra entrevista en la que El País muestra ejemplos de personas que, en circunstancias extremas, piden tener acceso a la eutanasia legal, si no fuera porque, en este caso, el entrevistado hace un canto a la vida y a la dignidad de su estado a pesar de sus circunstancias.

 

“No soy un hombre desesperado”, afirma Francisco Luzón

En la entrevista, a la pregunta del periodista “¿Qué es la esperanza para un hombre desesperado”, Luzón afirma que “La esperanza es el sueño del hombre despierto. Sueño con que la ELA sea curable y, mientras, que los enfermos sean tratados con la dignidad que merece la persona en el tramo final de su vida. No soy un hombre desesperado“.

La entrevista prosigue:

P. ¿A qué credo o clavo se agarra para abrir los ojos cada día?

R. Creo en Dios. Me parece que el cosmos y la vida sin él no tienen sentido. Cada mañana agradezco a Dios el nuevo día.

P. ¿Para qué sirve el dinero cuando no sirve de nada?

R. No es cierto. Ahí está el caso de Amancio Ortega y el mío. He creado una Fundación para ayudar a mis compañeros con ELA. El dinero es como el estiércol: de nada sirve si no se esparce.

El periodista le interroga sobre si, en su estado, hay placeres en su vida: “Pocos. Disfruto del disfrute de los míos. Sin ellos no viviría” y añade: La vida es amor. No como, no hablo, no huelo, no me muevo, pero amo y sueño. Amaré la vida hasta el último segundo”.

“Ha elegido vivir -afirma el periodista-. Podía no haberse hecho la traqueostomía y acabar con su sufrimiento, pero, ¿le gustaría, simplemente, no despertar mañana?”: “Siempre quiero despertar mañana. Plantaría un árbol aunque el mundo se acabara mañana”, afirma Luzón.