Cáritas | Campañas • 22 Julio 2019

 

Encontrar para encontrarnos (tercera entrega): el testimonio de Samantha y Sandra que migraron desde Venezuela

 

 

 


 

 

Hoy nos cuentan Samantha y Sandra  como fue experiencia con la exposición y los días en los que han podido contarnos su historia a todos que participamos en la pasada edición de la Escuela de Verano que cada año se organiza para trabajadores y voluntarios de Cáritas. 

 

Exhaustas, cansadas, pero también alegres y satisfechas. Así nos sentimos al cerrar de nuevo la puerta de casa después de ese fin de semana de recreación, donde compartimos recuerdos y experiencias y creamos unas nuevas, y muy buenas. Cuando nos pidieron contar toda nuestra experiencia con este asunto de la promoción, no sabíamos cómo iba a resultar o cómo iban a ser las reacciones, y realmente nos sorprendió gratamente aquel “feedback” o retroalimetación positiva (como si de un proceso orgánico se tratase).

Para nosotras también hubo un buen choque cultural: tener la oportunidad de conocer opiniones, costumbres, y comidas diferentes, que no nos habíamos imaginado. El hecho de desahogarse contando lo que te ha pasado en la vida (como si de una consulta psicológica se tratase) siempre resulta liberador, pero el ambiente que nos envolvió era, con todas sus letras: acogedor e integrador.

Taiye Selasi, una ciudadana del mundo como nosotras, explica que la identidad de una persona se forma a partir de las tres “R’s”: Rituales, relaciones, y restricciones. Este fin de semana nos permitió compartir rituales con la gente de la escuela del verano de Cáritas, y formar nuevas relaciones, y así, colocamos un bloque más en la gran estructura que es nuestra identidad. Y esto también resulta un escalón más en la promoción que resulta en toda nuestra vida.

Sí, estamos sumamente satisfechas con esta experiencia, que con mucho gusto será otro pilar en el que apoyarnos en este viaje que nunca acaba, y que no se detiene por nada ni por nadie.

Samantha y Sandra.