Perspectiva de Género

 

Organismos y Gobiernos reaccionan contra las ventajas de transexuales en el deporte

 

La IAAF ha impuesto el tratamiento hormonal a los hombres que digan que se sienten mujeres y el Estado de Connecticut investiga una Ley que permite a los trans competir con mujeres

 

 

4 septiembre, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

 

Las sucesivas polémicas de atletas que nacieron hombres y se han declarado transexuales y compiten con mujeres biológicas está llevando a situación es dantescas en las que chicas naturalmente mujeres se sienten discriminadas por tener que competir con cuerpos de hombres que dicen sentirse mujeres.

La dictadura de la ideología de género que trata de im`poner que uno es lo que se siente y cree ser ha provocado que, incluso en los Juegos Olímpicos, haya atletas que ganan medallas por delante de mujeres biológicas, el desconcierto y la injusticia es total.

Una de esas atletas fue la sudafricana Caster Semenya, que recientemente la IAAF no dejó competir si no accede a tratarse sus hormonas masculinas para competir con mujeres.

En este sentido, José María Odriozola, catedrático de bioquímica y miembro del Consejo Directivo de la IAAF -hasta septiembre-, salió en defensa de la normativa sobre hiperandrogenismo introducida por la IAAF, que afecta a Semenya, ya que “biológicamente es un hombre” y a la hora de competir tiene “una ventaja enorme” sobre sus rivales.

“Ella dice que la IAAF va contra ella, pero las normas son para todos. Su caso viene de los Mundiales de Berlín 2009. Ella tiene cromosomas XY, como los hombres, y luego una serie de controles internos hormonales que hacen que sea hiperandrogénica. No entramos en su denominación como mujer, sino en que biológicamente es un hombre, con características, en algunos aspectos, no totalmente definitorias anatómicamente de hombre, pero tiene una ventaja enorme, por eso hay competiciones de hombres y de mujeres”, declaró a la agencia EFE Odriozola, uno de los promotores de que el tema se tratara en el Consejo Directivo de la IAAF, en el que lleva veinte años.

 

Una injusticia con sus rivales no transexuales

Catedrático -en la actualidad jubilado- en la Universidad Complutense de Madrid, Odriozola recurrió a su antiguo trabajo docente: “A partir de la pubertad los chicos y las chicas se diferencian en función de los niveles de testosterona que su cuerpo secreta. Los chicos se convierten en personas más fuertes, dentro de la campana de Gauss, unos más que otros, y los niveles máximos de testosterona que se suelen ver en mujeres es de dos y pico nanomoles por litro de sangre”.

“La IAAF -señala- ha puesto el límite en 5, más del doble. Semenya tiene más testosterona que la mayoría de los hombres y eso le da una ventaja indudable, a ella y a todas las demás que tienen esas características. El podio del 800 en los Juegos Olímpicos de Río eran tres hiperandrogénicas y había que ver a las otras finalistas poco menos que llorando en la línea de meta porque veían que era imposible luchar contra ellas”.

 

Estados Unidos avanza en la misma dirección

Ahora, Estados Unidos ha abierto una investigación sobre una ley en el estado de Connecticut que permite a las atletas trans competir con el género con el que se identifican en el instituto, según ha informado Associated Press.

Un proceso que se ha abierto a raíz de la denuncia de varias familias cuyas hijas se sienten discriminadas por tener que competir contra deportistas que fueron identificadas como chicos al nacer, pero que hoy se reivindican como chicas. Argumentan que este hecho contradice la ley federal que garantiza la igualdad de oportunidades en el deporte femenino.

La normativa en cuestión realmente sirve para cumplir con la ley estatal de Connecticut contra la discriminación, pues ésta dice que las estudiantes deben ser tratadas en la escuela por el género con el que se identifican. Una norma que solo está presente en 17 de los 51 estados que conforman el país. Sin embargo, es una norma que socava el derecho de las mujeres nacidas biológicamente féminas y que la investigación la lleva a cabo la Oficinal federal de Derechos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos pretende revertir. Una oficina en manos de Roger Severino, asignado por la Administración de Donald Trump.

Tras su llegada, Severino creó la División de Libertad Religiosa y de Conciencia en la Oficina de Derechos Civiles que hará más fácil que médicos, enfermeros y sanitarios rechacen un servicio si va en contra de su conciencia o religión.