Política

 

Frente a los ataques de Bolsonaro, 5 acciones de los pueblos indígenas ante el cambio climático

 

El ejemplo de los aborígenes ofrece respuestas al mundo ante la deforestación, el cambio climático y la inseguridad alimentaria. “Bolsonaro quiere acabar con todo”, denuncian los pueblos de la Amazonia

 

 

17 septiembre, 2019 | Víctor Ruiz


 

 

 

 

 

 

Poco más de ocho meses después de que Jair Bolsonaro accediera a la presidencia de Brasil, más de 500.000 hectáreas de bosque amazónico han sido pasto de las llamas debido a unas políticas medioambientales que ponen en jaque el pulmón natural del planeta.

Ante esta realidad, los aborígenes de las zonas afectadas piden ayuda internacional para salvar su cultura y denuncian que las amenazas para la Amazonia van en aumento por la retórica y política hostiles del presidente de Brasil.

Al mismo tiempo, frente a los ataques de Bolsonaro, los pueblos indígenas proponen 5 acciones para luchar contra el cambio climático, la deforestación y la inseguridad alimentaria.


En poco más de 8 meses, más de 500.000 hectáreas de bosque amazónico han sido pasto de las llamas

 

“Bolsonaro quiere acabar con todo”

Los pueblos de la Amazonia temen que la actual situación de constantes incendios y deforestación acabe con sus tradiciones: “Bolsonaro quiere acabar con todo”, alertan.

En concreto, la tribu Kambeba, que Bolsonaro ha tildado de “zoológico” poblado por “hombres prehistóricos”, contempla cómo la deforestación avanza imparable a ambos lados de la carretera que va de Manaos a Manacapuru, tras un aumento del 270% de las áreas deforestadas en la Amazonia en un año.

“Los indígenas que vivimos cerca de las ciudades tenemos que integrarnos en alguna medida porque si no nos masacrarán, pero nuestro plan es absorber los conocimientos de fuera sin perder nuestra cultura”, señalaba Francisco Uruma Kambeba, cacique de Tururucari-Uka, de 39 años, en declaraciones publicadas por La Vanguardia este domingo, 15 de septiembre.

En sentido contrario, el general Augusto Heleno, ex comandante militar de Amazonia y hombre fuerte del Gobierno brasileño, afirma: “los indios quieren ser brasileños; la idea de que pueden mantener su estilo de vida es una utopía”.

Por su parte, el propio Bolsonaro considera que “las reservas indias hacen inviable la soberanía brasileña”, según llegó a decir en una reunión con los gobernadores de los estados amazónicos la semana pasada.

Desde otra óptica, cabe recordar que el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) manifestaba recientemente su preocupación por la gravedad de la tragedia que constituyen los incendios en la Amazonía: “si la Amazonía sufre, el mundo sufre”, alertaban.


5 acciones indígenas que pueden ayudar al mundo a alcanzar el #HambreCero

 

5 acciones indígenas ante el cambio climático

En cualquier caso, “los pueblos indígenas y sus sistemas alimentarios pueden ofrecer respuestas frente a la inseguridad alimentaria y el cambio climático”; y, al mismo tiempo, “ayudar al mundo a alcanzar el #HambreCero”.

Esas son las conclusiones de un Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicado el pasado 7 de agosto.

Aunque estos pueblos “constituyen sólo el 5% de la población mundial, son, sin embargo, custodios clave del medio ambiente”, cita el informe.

De hecho, “el 28% de la superficie terrestre del planeta, incluidas algunas de las zonas forestales más intactas a nivel ecológico y con mayor biodiversidad, son gestionadas principalmente por pueblos, familias, pequeños campesinos y comunidades locales indígenas”, añade.

Hay que destacar que estos bosques ejercen una función importantísima para “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para la conservación de la biodiversidad”.

El informe considera que Occidente tiene mucho que aprender de estas poblaciones: “los modos de vida de los pueblos indígenas y sus medios de subsistencia pueden enseñarnos mucho sobre la conservación de los recursos naturales, la obtención y la producción de alimentos de manera sostenible y la vida en armonía con la naturaleza”.


La deforestación avanza imparable en la selva del Amazonas; los pueblos indígenas luchan para evitarlo

 

Por todo ello, el informe detalla “cinco de las muchas maneras en que los pueblos indígenas están ayudando al mundo a combatir el cambio climático”, que por su interés reproducimos a continuación:

 

1. Sus prácticas agrícolas tradicionales están mejor adaptadas a un clima cambiante

A lo largo de los siglos, los pueblos indígenas han desarrollado técnicas agrícolas adaptadas a entornos extremos, como las zonas de elevada altitud de los Andes o los pastizales secos de Kenya.

Sus técnicas de eficacia probada, como las terrazas para evitar la erosión del suelo o los huertos flotantes para aprovechar los campos inundados, son muy adecuadas para los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y las variaciones de temperatura provocadas por el cambio climático.

 

2. Conservan y restauran los bosques y los recursos naturales

Los pueblos indígenas se perciben a sí mismos como conectados con la naturaleza y como parte del mismo sistema que el medio ambiente en el que viven.

Han adaptado su estilo de vida para integrarse y respetar su entorno. En las montañas, los sistemas de gestión del paisaje de los pueblos indígenas preservan el suelo, reducen la erosión, conservan el agua y limitan el riesgo de desastres. En los pastizales, las comunidades pastoriles indígenas manejan el pastoreo del ganado vacuno y la agricultura de manera sostenible para preservar la biodiversidad.

En la Amazonía, la biodiversidad de los ecosistemas mejora cuando son habitados por los pueblos indígenas.

 

3. Sus alimentos y tradiciones pueden ayudar a ampliar y diversificar las dietas

En la actualidad, el mundo depende en gran medida de un pequeño conjunto de cultivos básicos. Sólo cinco de ellos –arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo– proporcionan alrededor del 50% de nuestras necesidades de energía alimentaria.

Ricos en cultivos nativos y nutritivos como la quinua y la oca, los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas pueden ayudar al resto de la humanidad a ampliar su limitada base alimentaria para incorporar hierbas, arbustos, cereales, frutas, animales y peces que pueden no ser bien conocidos o utilizados en otras partes del mundo.

 

4. Sus cultivos autóctonos son más resilientes frente al cambio climático.

Debido a que muchos pueblos indígenas viven en ambientes extremos, han elegido cultivos que también se han adaptado a esas condiciones.

Los pueblos indígenas suelen cultivar una variedad de especies nativas y una multitud de variedades que se adaptan mejor a los contextos locales y son a menudo más resilientes a la sequía, la altitud, las inundaciones u otras condiciones extremas. Si se utilizan de forma más extendida en la agricultura, estos cultivos podrían ayudar a aumentar la resiliencia de las explotaciones que ahora deben enfrentarse a un clima cambiante y cada vez más extremo.

 

5. Custodian una gran parte de la biodiversidad del planeta

Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22% de la superficie terrestre del planeta, pero albergan el 80% de su biodiversidad. Preservar esta biodiversidad resulta esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición.

El acervo genético de las especies vegetales y animales se encuentra en todos los biomas terrestres, así como en ríos, lagos y zonas marinas.

Los pueblos indígenas, que viven de forma natural y sostenible, preservan estos espacios, ayudando a mantener la biodiversidad de las plantas y los animales en la naturaleza.

 

Por todo ello, “la FAO considera a los pueblos indígenas como socios inestimables para proporcionar soluciones al cambio climático y crear un mundo sin hambre”.

“Nunca lograremos soluciones a largo plazo para el cambio climático y la seguridad alimentaria y la nutrición sin contar con la ayuda de los pueblos indígenas y sin proteger sus derechos”, concluye el informe.