Servicio diario - 22 de septiembre de 2019


 

Ángelus: "Actuar con astucia para asegurarnos la vida eterna"
Raquel Anillo

Día del migrante y del refugiados: El Papa Francisco invita a la misa del 29 de septiembre
Anita Bourdin

"Nueva evangelización": Favorecer el "encuentro"
Anita Bourdin

México: Mons. Armendáriz, nuevo arzobispo metropolitano de Durango
Redacción

San Pío de Pietrelcina, 23 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

22/09/2019-11:21
Raquel Anillo

Ángelus: "Actuar con astucia para asegurarnos la vida eterna"

(ZENIT — 22 septiembre 2019).- El Papa Francisco presidió la oración dominical del Ángelus desde la ventana del despacho del Palacio Apostólico del Vaticano, que da a la Plaza de San Pedro, este domingo 22 de septiembre de 2019.

El Papa señaló que el gerente deshonesto quiere unir la gratitud de los deudores de su amo por un sistema que equivale a corrupción.

El Papa Francisco denuncia regularmente el "flagelo social", las "peores plagas sociales", el "virus", el "cáncer metastásico", la corrupción que socava la economía de las naciones y ataca, y mata, a los más pobres: incluso ve una "forma de blasfemia".

Pero este domingo, también mostró la punta del Evangelio: ¡la corrupción no tiene la última palabra!

En otras palabras, todavía hay tiempo para que los corruptos busquen la vida eterna: "Jesús también indica el propósito final de su exhortación:" Haceos amigos con los ricos, para que os acojan en sus moradas eternas".

¿Cómo? Invitó a la reparación. Sabiendo cómo transformar el dinero en un instrumento de "fraternidad" y "solidaridad", el Papa Francisco responde: "Para acogernos en el Paraíso, si somos capaces de transformar la riqueza en instrumentos de fraternidad y solidaridad, no sólo habrá Dios, sino también aquellos con quienes compartimos, administrándolo bien, lo que el Señor puso en nuestras manos".

AB

 

Palabras del Papa antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La parábola contenida en el Evangelio de este domingo (cf. Le 16,1-13) tiene como protagonista a un administrador astuto y deshonesto que, acusado de haber malgastado los bienes del amo, está a punto de ser despedido. En esta difícil situación, no recrimina, no busca justificaciones ni se deja desanimar, sino que busca una salida para asegurarse un futuro tranquilo. Reacciona primero con lucidez, reconociendo sus propios límites: "excavar, no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza" (v. 3); entonces actúa con astucia, robando a su amo por última vez. De hecho, llama a los deudores y reduce las deudas que tienen con el amo, para hacer amistad con ellos y luego ser recompensado por ellos, esto es, hacerse amigos con la corrupción y obtener gratitud con la corrupción, como lamentablemente sucede hoy.

Jesús presenta este ejemplo no para exhortar a la deshonestidad, sino a la astucia. De hecho subraya: "El maestro alabó a aquel administrador deshonesto, porque había actuado con astucia" (ver 8), es decir, con esa mezcla de inteligencia y astucia que te permite superar situaciones difíciles. La clave de lectura de esta historia está en la invitación de Jesús al final de la parábola: "Haga amigos con el dinero deshonesto, para que cuando estas riquezas fracasen, los reciban en las moradas eternas" (v. 9). Parece un poco confuso pero no lo es, la "riqueza deshonesta" es el dinero -también llamado "estiércol del diablo"- y, en general, los bienes materiales.

La riqueza puede llevar a la construcción de muros, a la creación de divisiones y a la discriminación. Jesús, por el contrario, invita a sus discípulos a invertir el curso: "Háganse amigos con la riqueza". Es una invitación a saber transformar bienes y riquezas en relaciones, porque las personas valen más que las cosas y cuentan más que las riquezas que poseen. En la vida, de hecho, no son los que tienen la riqueza los que dan fruto, sino los que crean y mantiene vivos tantos lazos, tantas relaciones, tantas amistades a través de las diferentes "riquezas", es decir de los diferentes dones con los que Dios los ha dotado. Pero Jesús también indica el propósito último de su exhortación: "Háganse amigos de las riquezas, para que te acojan en las moradas eternas. Si somos capaces de transformar las riquezas en instrumentos de fraternidad y solidaridad, no solo será Dios quien nos acoja en el Paraíso, sino también aquellos con los cuales hemos compartido, administrando bien lo que el Señor ha puesto en nuestras manos.

Hermanos y hermanas esta página del Evangelio hace resonar en nosotros la pregunta del administrador deshonesto expulsado por el patrón: "¿Qué voy a hacer ahora?" (v. 3). Frente a nuestras faltas y a nuestros fallos Jesús nos asegura que siempre estamos a tiempo para sanar el mal hecho con el bien. Quién ha causado lágrimas, haga feliz a alguien; quien ha robado indebidamente, done a quien está en necesidad. Al hacerlo, seremos alabados por el Señor "porque hemos actuado con astucia", es decir, con la sabiduría de aquellos que se reconocen como hijos de Dios y se ponen en juego por el Reino de los Cielos.

Que la Santísima Virgen nos ayude a ser astutos para asegurarnos no el éxito mundano, sino la vida eterna, para que en el momento del juicio final las personas necesitadas a las que hemos ayudado sean testigos de que en ellas hemos visto y servido al Señor en ellos.

 

 

 

22/09/2019-13:59
Anita Bourdin

Día del migrante y del refugiados: El Papa Francisco invita a la misa del 29 de septiembre

(ZENIT — 22 septiembre 2019).- Con motivo del próximo Día del Migrante y el Refugiado, el Papa Francisco invita a rezar por los migrantes y refugiados "de todo el mundo" en la misa que celebrará con este fin, en la Plaza de San Pedro, el próximo domingo. 29 de septiembre de 2019 a las 10:30.

El Papa emitió esta invitación después de la oración dominical del Ángelus, el 22 de septiembre, diciendo: "Celebraré la misa aquí, en la Plaza de San Pedro. Los invito a participar en esta celebración para expresar nuestra cercanía a los migrantes y refugiados de todo el mundo también a través de la oración".

Este será el 105 ° Día Mundial de los Migrantes y Refugiados (GMMR), sobre el tema: "No son solo migrantes".

El Dicasterio Romano para el Servicio Integral de Desarrollo Humano señala que "los migrantes, los refugiados, los desplazados en su propio país y las víctimas de la trata son, en el sentido más amplio, los destinatarios "de este Día", que concierne a todos los habitantes de las periferias existenciales y, en última instancia, nos concierne a todos como individuos y como una sola familia humana", con "nuestro deseo común de construir un mundo mejor".

 

Nuestra Señora del Camino

La celebración eucarística presidida por el Papa Francisco está organizada por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en colaboración con el Departamento de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio Integral de Desarrollo Humano de la Santa Sede, dijo la misma declaración en italiano.

La IEC ha decidido unirse al Santo Padre al invitar a todos los bautizados con todos aquellos que se dedican pastoralmente a favor de los migrantes, refugiados y víctimas de la trata, en Italia y en el extranjero.

La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio Romano ha invitado a diócesis de todo el mundo a rezar con el Papa Francisco, celebrando este día en las catedrales. Recopilará vídeos, fotografías y otros documentos del Día en las diferentes diócesis: pueden enviarlos a este correo electrónico: media@migrants-refugees.va

El dicasterio invoca la intercesión de la Virgen María, bajo la Advocación de "Nuestra Señora del Camino", título del icono que se encuentra en Roma en la iglesia de "Gesú".

 

"No se olviden de rezar por mí"

Después del Ángelus también, el Papa Francisco saludó a "los participantes de la Via Pacis , una carrera que cruzó las calles de Roma esta mañana, para llevar un mensaje de paz, hermandad y especialmente de diálogo entre diferentes culturas y religiones".

Saludó a un "grupo de la misión católica polaca en Alemania; al coro "San Leonardo" de Procida; a los confirmandos de Settimello (Florencia); y a las hermanas Bell'Amore, que celebran el 25 aniversario de su fundación".

El Papa no dejó de pedir a todos que rezaran por él: "Les deseo a todos un buen domingo. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y adiós!"

 

 

 

22/09/2019-15:15
Anita Bourdin

"Nueva evangelización": Favorecer el "encuentro"

(ZENIT — 22 septiembre 2019).- "Encontrar a nuestros contemporáneos para darles a conocer" el amor de Dios: el Papa Francisco indica esta dirección de la cultura del encuentro a los artesanos de la "nueva evangelización".

El Papa Francisco recibió a los participantes del encuentro internacional para los centros académicos y escuelas de la "nueva evangelización" el sábado por la mañana, 21 de septiembre de 2019. El congreso, organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, tuvo como tema: "Iluminar el deseo de conocer a Dios a pesar de las señales que oscurecen su presencia".

Para el Papa Francisco, de hecho, "lo que es el encuentro ayuda a crecer en la fe" y a convertirse en "signos vivos del Amor que estamos anunciando".

Nos invitó a "conocer a nuestros contemporáneos para hacerles conocer su amor", pero "sin pretender tener respuestas inmediatas y sin dar respuestas hechas, sino compartiendo palabras de vida", para permitir Espíritu Santo "que libera el corazón de la esclavitud que lo oprime y lo renueva". El Papa Francisco tomó como ejemplo el episodio evangélico del encuentro del Cristo resucitado con los discípulos de Emaús. Incluso hoy, "Dios está cerca", pero para el hombre contemporáneo es difícil "reconocerlo".

Pero todavía quieren "amar y ser amados, ser aceptados" y "encontrar la paz del corazón y una alegría más duradera que el entretenimiento".

 

 

 

22/09/2019-08:15
Redacción

México: Mons. Armendáriz, nuevo arzobispo metropolitano de Durango

(ZENIT — 22 sept. 2019).- El Santo Padre ha nombrado como arzobispo metropolitano de Durango (México) a Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, hasta ahora obispo de Querétaro (México).

Así lo comunicó ayer, 21 de septiembre de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez

El nuevo arzobispo de Durango nació en Magdalena de Kino, Sonora (México), en 1955. Después de terminar la secundaria, ingresó en el Seminario Menor y más tarde en el Seminario Mayor de Hermosillo y Guadalajara.

En 1982 fue ordenado sacerdote en la archidiócesis de Hermosillo.

Mons. Armendáriz es licenciado en Sagradas Escrituras por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (Italia) y diplomado en Ciencias Bíblico Orientales por el Studium Biblicum Franciscanum, en Jerusalén (Israel).

En 2005 fue nombrado obispo de Matamoros (México) y en 2011 fue trasladado a la diócesis de Querétaro. En la Conferencia del Episcopado Mexicano es presidente de la Comisión de Pastoral Profética para el trienio 2018-2021.

 

 

 

22/09/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

San Pío de Pietrelcina, 23 de septiembre

«Uno de los más conocidos estigmatizados. Sufrió muchas pruebas, pero fue agraciado con numerosos dones y carismas. Es un moderno cirineo que no solo se abrazó a la cruz personalmente, sino que ayudó a otros a portarla»

Francesco Forgione es una de las figuras emblemáticas del siglo xx, extraordinariamente probado y aclamado como santo antes de su muerte. Lo inexplicable tuvo en él a uno de sus insignes representantes. Fue, sin proponérselo, vía de controversia para los incrédulos, de los que eligieron la razón como bandera. Es un instrumento del cielo para mostrar a los reticentes y al resto del mundo la grandeza y el poder infinito del amor de Dios, clave única de tanto misterio acogido sin dudar por los sencillos y humildes de corazón. Un caudal de dones: estigmas, bilocación, curación, profecía, lágrimas, penetración de espíritu, de perfume (sus estigmas olían a flores), etc., fueron llegando a la vida de este capuchino, que solo quiso ser «un fraile que reza», en medio de incontables sufrimientos, sirviéndole como peana para alcanzar la gloria eterna. «Los ángeles solo nos tienen envidia por una cosa: ellos no pueden sufrir por Dios. Solo el sufrimiento nos permite decir con toda seguridad: Dios mío, mirad cómo os amo». Entendió perfectamente las palabras de Cristo: «Casi todos vienen a mí para que les alivie la cruz; son muy pocos los que se me acercan para que les enseñe a llevarla». Este moderno cirineo no vaciló; portó la cruz elegantemente hasta el fin de sus días, unido al Redentor, infundiendo aliento a los demás y ayudándoles a llevar la suya: «Ten por cierto que si a Dios un alma le es grata, más la pondrá a prueba. Por tanto, ¡coraje! y adelante siempre».

Nació en Pietrelcina, Italia, en el seno de una humilde familia, el 25 de mayo de 1887; fue el cuarto de ocho hijos. A los 5 años tuvo la primera aparición del Sagrado Corazón de Jesús, y tiempo después comenzaron las de la Virgen, que perduraron siempre. A esa edad le asaltaron los envites del diablo, que no cesaron de atormentarle a lo largo de su existencia. Su ángel de la guarda, cuya presencia se le hizo patente, le fue asistiendo en su misión. Fue un niño silencioso, disciplinado, tímido, sensible y estudioso. Devotísimo de Jesús y de María, se las ingenió para que el sacristán le permitiese acudir al Sagrario cuando el templo estaba cerrado. Era pequeño cuando por su mediación sanó un niño que tenía malformaciones y al que su madre, desesperada, arrojaba contra el altar. Ingresó con los capuchinos en 1903. La víspera se le apareció la Virgen acompañando a su divino Hijo, quien le animó en el paso que iba a dar poniendo la mano sobre su hombro. En otras visiones terribles de sesgo diabólico había contemplado los sufrimientos que le esperaban, y Cristo le confortó asegurándole que estaría junto a él hasta el fin del mundo. También María le consoló.

Se ordenó en Benevento en 1910 con este sentimiento: «Que yo sea un altar para tu Cruz. Un cáliz de oro para tu sangre». No gozó de buena salud. De pequeño había estado a punto de morir de fiebres tifoideas, y aún así llevó una vida austera, de grandes ayunos y penitencias. Poco después de ordenarse, muy enfermo tuvo que regresar a Pietrelcina para reponerse. Fue de convento en convento y sirvió en filas; seguía sin mejorar. En 1912 este fraile de fuerte carácter y cierta rudeza, pero de inmenso corazón, percibió los primeros signos de los estigmas y, aún fugazmente, el amor místico. En 1916 partió a San Giovanni Rotondo con idea de pasar un tiempo, pero permaneció allí el resto de su vida. En agosto de 1918 experimentó la transverberación, sintiéndola como un dardo de fuego que se le clavaba en el corazón, y en septiembre los estigmas, «visibles y sangrantes» que nunca cesaron.

Había recibido el don de aglutinar en torno a sí a personas que demandaban su consejo espiritual; no las decepcionó. Asistió a todas a través de exhortaciones, diálogos y un sinfín de cartas que cursó hasta que fue vetado por las autoridades eclesiásticas que examinaban concienzudamente su caso. Y es que en 1918, al quedar al descubierto las llagas de Cristo que había recibido en sus manos, pies y costado izquierdo, comenzó otro calvario uniéndose los combates contra el diablo que arremetía contra él casi de continuo. A cada uno se nos concede la gracia que nos basta. Al P. Pío no le faltó tampoco en medio de la estrecha vigilancia a la que fue sometido, sobre todo entre los años 1922 y 1923. El Santo Oficio dudaba de la «sobrenaturalidad de los hechos» y ello le acarreó no pocos sufrimientos. No pudo oficiar misa públicamente ni remitir escrito alguno, de modo que no pudo responder a las misivas que iban llegando al convento. Los numerosos fieles que acudían a sus misas, que duraban horas y en las que mostraba su profunda adoración al misterio del sacrificio del Redentor, no pudieron acompañarle. En 1931 la situación empeoró. La orden dictada era estricta; se redujo a la celebración privada de la misa. Dos años más tarde cesó esta restricción y en 1934 pudo confesar. Atrás quedaba una década de reclusión en su celda, soportando interrogatorios entre las sospechas de sus hermanos, de miembros de la Santa Sede, médicos y otros.

Entretanto, se multiplicaron las conversiones en torno al santo que había llegado a pasar 16 horas diarias en el confesionario; tenía una lista de espera de varios días porque la gente quería ser dirigida por este sacerdote que reprendía con dureza las faltas de amor. Ello se debía, como se viene constatando en este santoral de ZENIT a través de otras vidas que se han ido ofreciendo, por la intensísima pasión por lo divino que inundaba sus entrañas: «Todo se resume en esto: estoy devorado por el amor a Dios y el amor al prójimo. ¿ Cómo es posible ver a Dios que se entristece ante el mal y no entristecerse de igual modo? Yo no soy capaz de algo que no sea tener y querer lo que quiere Dios». En 1940 proyectó la «Casa Alivio del Sufrimiento», inaugurada en 1956. En 1960 fue objeto de nuevas prohibiciones; en 1964 las levantaron. Murió el 23 de septiembre de 1968, tras medio siglo con los estigmas. Juan Pablo II lo beatificó el 2 de mayo de 1999, y lo canonizó el 16 de junio de 2002.