Cultura

 

Halloween, la fiesta incompatible con el cristianismo

 

El Papa Francisco tilda a esta celebración anticristiana de “cultura negativa sobre la muerte y sobre los muertos”

 

 

6 noviembre, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

 

 

Recientemente se ha celebrado Halloween en diferentes partes del mundo. Se trata de una celebración pagana especialmente afincada en los países anglosajones.

El origen de esta celebración que ensalza la muerte tiene un origen que se remonta a ritos paganos vinculados al ciclo agrícola.

De origen céltico (con la que se celebraba el fin del verano) fue cristianizada como la “Vigilia de todos los espíritus sagrados (All Hallows’ Eve), que enlaza la fiesta de Todos los Santos (1° de noviembre) con la Conmemoración de los difuntos (2 de noviembre).

Sin embargo, con la secularización y la comercialización de la fiesta, especialmente por parte de los Estados Unidos, Halloween se ha convertido en una gran operación comercial y un momento en el cual se provoca miedo o se lo exalta, al igual que los espíritus violentos, la brujería, el satanismo y lo oscuro.

La fiesta tiene un carácter marcadamente subversivo y constituye una cultura del horror en la que la muerte sale de fiesta a las calles. Esta celebración destaca lo oscuro y está íntimamente ligada con lo maligno.


La imagen que representan los santos difuntos difiere considerablemente de la que promueve Halloween de la muerte

 

Es por esa razón que el Halloween es incompatible con una cultura cristiana saneada y con personas que sigan una forma de vida católica.

 

El Papa Francisco tilda Halloween de “cultura negativa sobre la muerte”

Durante la celebración de la fiesta de la comunión de los Santos, tras la oración mariana, el Papa Francisco invitó a “no dejar de hacer una visita al cementerio y una oración, si es posible”, y lamentó que “circulan mensajes de cultura negativa sobre la muerte y sobre los muertos”.

Si no es así, como apunta el Papa, la fiesta de acompañamiento, oración y recuerdo de nuestros seres queridos traspasados, devendría en una inversión de la celebración para definirlos como espíritus malvados.

Francisco recordó que, las dos fiestas, la de los Santos y la de los difuntos, “nos recuerdan el lazo entre la Iglesia de la tierra y la del cielo, entre nosotros y nuestros seres queridos que han pasado a la otra vida”.

Por tanto, el Pontífice pide corregir la “cultura negativa sobre la muerte y sobre los muertos”.