Cáritas | Cooperación internacional • 20/11/2019

 

Apoyo al proceso de paz en Colombia

 

Cáritas visita los Espacios de Reincorporación de excombatientes del conflicto interno en Colombia

 

 

 


 

 

 

Cuando están a punto de cumplirse tres años de la firma de los Acuerdos de Paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, el proceso de paz en Colombia, aunque lento y con muchas dificultades, avanza.

El Grupo de Trabajo por Colombia, integrado por nueve Cáritas europeas –entre ellas Cáritas Española–, Cáritas de EEUU y Cáritas Colombia, ha visitado dos de los Espacios de Reincorporación a la vida civil de antiguos guerrilleros y guerrilleras, situados en Miravalle y Aguabonita, en el Departamento del Caquetá.

Los Espacios de Reincorporación son núcleos de población en zonas rurales, en los que los excombatientes buscan asentarse y generar ingresos mediante actividades de agricultura, piscicultura o ecoturismo, en muchas ocasiones, en colaboración de las comunidades colindantes. Actualmente, en estos Espacios de Reincorporación permanece casi la mitad de los y las excombatientes, ya que un 50 por ciento han optado por regresar con sus familias o reanudar su proyecto de vida individualmente y alrededor del 10 por ciento restante se desconoce su paradero.

 

Desde estas nuevas localizaciones, se enfrentan a las mismas condiciones de abandono que sufre la población rural en Colombia, limitaciones que están en la raíz del conflicto armado: incumplimientos graves del Estado en la garantía de derechos, tales como el derecho a la educación, salud, agua y saneamiento, acceso a la justicia, propiedad de la tierra o el derecho a un medioambiente sano. Este olvido histórico del mundo rural, facilita que los grupos armados al margen de la ley sigan controlando política y económicamente los territorios y pretendan acallar sistemáticamente a defensores y defensoras de los Derechos Humanos. De ahí que, a pesar de la Paz con las FARC, el Comité Internacional de la Cruz Roja sostenga que en Colombia persisten cinco conflictos armados internos.

Frente a esto, el Acuerdo de Paz es una gran oportunidad para el desarrollo rural y para enfrentar la violencia y la pobreza que sitúa a Colombia como el segundo país más desigual de América Latina. Desde esta convicción, Cáritas Colombia está fortaleciendo las capacidades de la población rural –campesinos y campesinas, indígenas, afrodescendientes– para la exigencia de los compromisos asumidos en el Acuerdo, la defensa de sus derechos y el acceso a los mecanismos de participación e incidencia política.