De Libros

 

El teatro como género de resistencia

 

El autor francés Fabrice Hadjadj reflexiona sobre el proyecto tecnológico posmoderno y la negación de misterio carnal y de lo humano

 

 

02/12/19 | José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

Un nuevo Fabrice Hadjadj que dará gusto al paladar de los lectores de este autor francés, prolífico donde los haya, que se ha caracterizado por revitalizar la literatura y el pensamiento católico. Y lo ha hecho en continuidad, también de estilo, con la gran literatura católica francesa de siglos pasados.

Ahora nos ofrece una nueva aportación con un añadido género literario, el teatro. Su pensamiento a través de la encarnación verbal de personajes en conversación. Un pensamiento sobre algo trascendental para el futuro de la humanidad, el posthumanismo.

Una sencilla obra de teatro que se puede representar en muy diversos ámbitos, que no necesita de mucho aparto de tramoya y que se convierte en un foro de propuesta y resistencia.

 

Sebastián Montiel

Hay que agradecer, también, la cuidada traducción de Sebastián Montiel, que ya ha demostrado el rigor de sus trabajos en la editorial Nuevo Inicio, por cierto, una editorial que cuenta en su catálogo con algunas de las grandes obras de Hadjadj.

Mientras asistimos a la progresiva desaparición de los géneros literarios que tienden a fusionarse y confundirse, también contemplamos la desaparición de la diferencia de sexos, como si de una metáfora de relación entre vida y gramática se tratara.

Plantear las grandes cuestiones del futuro de la humanidad en clave teatral permite no solo pensar el futuro sino contemplar visualmente un escenario de ficción científica que nos interpela. Quizá haya que relacionar esta “Juana” con títulos como “Objeto perdido-¿somos una especie inacabada?”, de Michel Houellebecq, y de los anteriores de Hadjadj “Masacre de los Inocentes: Escenas domésticas y trágicas” y “Pasifae, o como convertirse en la madre del Minotauro”.

 

Lo que está en juego es lo humano

Como afirma el autor, el proyecto tecnológico posmoderno es la negación de misterio carnal; una programación que es contra-anunciación. La maternidad, la vida, las relaciones entre humanos, el valor de la carne, el cuerpo, el sexo, están en juego. Por lo tanto, lo que está en juego es lo humano, la persona y, por ende, la humanidad.

De ahí que los diálogos entre Joan, Corolla 47, Vito 633, las inserciones de anuncios publicitarios, las reflexiones sobre el ambiente, el mundo, el mundo espiritual y el mundo material, la distinción entre ángeles y hombres, el pecado, las formas nuevas de gracia, el cosmos post-tecnológico, supongan una interpelación a la conciencia actual, en particular aquella que proclama a Dios creador y a Cristo redentor. Creación y redención, los grandes temas de fondo en este universo figurado que está a las puertas de nuestro desaliento.

Dice la protagonista, la cajera de un universo sin contacto humano, la mujer embarazada: “Él no necesitaba decirme/ Que estaba allí conmigo/ Que estaba allí por mí./ Yo oía su voz lo sabía./ lo sabía mejor que si me lo hubiera explicado con palabras grandilocuentes./ Su presencia lo decía sin que nada se dijera,/ Su presencia como brazos que te envuelven y que te estrechan en su pecho/”. En hebreo, el término rahamin se refriere simultáneamente a las entrañas femeninas y a la misericordia divina. Esperanza, al fin y al cabo.

 

 

 

 

 

Fabrice Hadjadj,
Juana y los poshumanos o el sexo del ángel,
Homo Legens.