De Libros

 

Dios no llega nunca con retraso

 

Gabriel Richi, decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, presenta "Meditaciones de Adviento y Navidad", un libro que no se acopla a las modas dominantes

 

 

16/12/19 | José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

Es este un tiempo en el que se añaden a los catálogos editoriales una serie de novedades específicas para estos días santos de Adviento y Navidad. Días cargados de belleza del misterio redentor, de poesía, de lenguaje de Dios que viene y se presenta con el rostro humano de la ternura.

Gabriel Richi Alberti es un destacado teólogo español, profesor de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, ahora decano de su Facultad de Teología. Sus trabajos de mucha calidad científica han versado sobre la eclesiología del Vaticano II. Es uno de los grandes especialistas españoles en la historiografía sobre el Vaticano II.

También ha contribuido a extender el pensamiento cristiano con la introducción en España de uno de los teólogos contemporáneos más interesantes, y menos, quizá hasta ahora, el P. M.-J. Le Guillou, autor citado ampliamente en este trabajo.

 

Comunidad de las Madres Benedictinas

En tres ocasiones, la comunidad de las Madres Benedictinas del Sagrado Corazón, del Priorato de Béthanie, le invitaron a acompañarlas en este tiempo fuerte de la liturgia cristiana. Este libro es, por tanto, el testimonio de las meditaciones que nuestro autor impartió con ese motivo.

Un destacado novelista judío del siglo XX, Isaac Singer, ofreció en una de sus más famosas novelas una especie de profecía inconsciente del misterio de la encarnación, profecía que está presente en no pocas mentes de nuestro tiempo. El protagonista, Grein, se pregunta si se puede amar a Dios, que es como el océano, siendo nosotros gotas de agua. Y formula la gran objeción: “Cuando uno mismo no es más que una gota de agua, resulta difícil enamorarse de un océano; ese era el quid de la cuestión. Lo insignificante solo puede amar aquello que también es insignificante”.

De la mano de la liturgia de estos tiempos de Adviento y Navidad, Gabriel Richi nos ofrece unas sencillas y profundas meditaciones, en las que prima la perspectiva bíblica. Del asombro, el deseo, la capacidad de acogida al misterio de Jesús, el Pobre, que nace para enriquecernos, a las Antífonas de la “O” o a la liturgia de los días 24 y 25, con especial relevancia a la meditación sobre Cristo Pobre, y el significado del don de la pobreza: plenitud, libertad, comunión, alegría y sentido del trabajo.

 

Calado espiritual

Hay en este libro algunas ideas de mucho calado espiritual. Un libro que no se acopla a las modas, incluso espirituales, dominantes. Por ejemplo, la pregunta sobre de qué habla la Iglesia con Cristo que viene. “Todos nosotros, lo sabemos por experiencia, somos capaces de hablar de nuestras flaquezas solo ante quien sabemos que os ama. Solo el amor nos hace capaces de vencer la vergüenza de nuestra debilidad”.

Algunos Padres de la Iglesia se hicieron la pregunta de por qué ocurrió tan tarde la encarnación ¿Por qué discurrió tanto tiempo entre el pecado original y la presencia redentora de Cristo?”. Y la respuesta “Hay una muy bella: Jesucristo vino “tarde” –si usamos como criterio la cronología de la historia, pero no vino con retraso… Pensamos que el Señor no se hace presente, que tarda en llegar a nuestra ida para salvarla… y, sin embargo, el Señor no llega nunca con retraso”.

 

 

 

 

 

 

 

Gabriel Richi Alberti,
A la espera del Pobre. Meditaciones de Adviento y Navidad.
PPC