Cáritas | Acción social • 17/12/2019

 

Garantizar unas condiciones laborales decentes

 

Experiencia de Cáritas Getafe en la gestión de prácticas no laborales con empresas que defienden los derechos de las personas trabajadoras

 

 

 


 

 

 

Esta experiencia se enmarca dentro del programa de formación de Cáritas Getafe y la idea surge en el equipo de empleo para que, tras sus prácticas de formación, las personas participantes puedan optar a trabajar en las mismas empresas, siempre con un contrato que garantice un empleo digno.

En el caso concreto que contamos hoy, se trata de la realización de prácticas no laborales de camarera de piso, dentro del curso de limpieza en alojamientos turísticos. Dichas prácticas se realizan con hoteles que no tienen subcontratadas ETT ni empresas externas, lo que garantiza unas prácticas acordes a los objetivos que persigue Cáritas.

 

¿Cómo esta buena práctica ha provocado un cambio en el acceso a los derechos de las personas que acompaña Cáritas?

Los y las participantes del curso, ya desde las prácticas, viven cómo es trabajar en una empresa donde no se vulneran los derechos. Cuentan con un cuadrante de trabajo, un salario que respeta el salario mínimo interprofesional y, en resumen, todos los derechos que regula el estatuto de los trabajadores.

Esto permite el contacto con el mundo laboral, difícil en muchas ocasiones para las personas que realizan los cursos, puesto que en algunas situaciones llevan en desempleo o sin actividad laboral durante un período largo de tiempo. Esta experiencia les da ánimo y conocimientos para seguir buscando empresas que respeten los derechos laborales que todas las personas trabajadoras tenemos y les ayuda a saber distinguir aquellas ofertas de empleo que sí les vulneran.

En un comienzo, Cáritas realizaba contactos puntuales con algunas empresas, pero año tras año son más los hoteles de las compañías colaboradoras los que se suman al proyecto, los cuales se gestionan a través de las centrales de dos principales cadenas hoteleras.

 

¿Qué mensaje tenéis para otras diocesanas que quieren duplicar esta buena práctica?

Merece la pena llevar a cabo esta práctica porque incrementa la calidad de las prácticas no laborales y la satisfacción de los/as alumnos/as, así como el acercamiento y el conocimiento de la realidad de la Diocesana y la intervención que realizamos con las personas, lo que además, en alguna ocasión nos ha permitido reducir y/o eliminar los estereotipos que las empresas puedan tener sobre Cáritas.