Servicio diario - 22 de enero de 2020


 

Francisco invita a estar abiertos al “don espiritual” de las tradiciones cristianas
Larissa I. López

España: Presentada la nueva sección del Instituto Juan Pablo II en Madrid
Rosa Die Alcolea

Lejano Oriente: Rezar por la paz, el diálogo y la solidaridad “entre las naciones”
Larissa I. López

«Hospitalidad ecuménica» para la unidad del pueblo cristiano – Catequesis completa
Larissa I. López

Santa Inés: El Papa bendice la lana de dos corderos para los Palios
Larissa I. López

Conversión de san Pablo: Su ejemplo sea sustento del anuncio de “la salvación”
Larissa I. López

España y Latinoamérica: Testimoniar “el amor premuroso de Dios por cada persona”
Larissa I. López

Venezuela: Encuentran el cuerpo sin vida de un sacerdote en San Cristóbal
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: El Papa exhorta a ser sensibles a la pobreza y discriminación
Larissa I. López

Acción Católica: La «Caravana de la Paz» rezará el Ángelus con el Papa
Rosa Die Alcolea

Monseñor Felipe Arizmendi: «Fiestas patronales»
Felipe Arizmendi Esquivel

Santa Marianne Cope, 23 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

22/01/2020-09:54
Larissa I. López

Francisco invita a estar abiertos al "don espiritual" de las tradiciones cristianas

(ZENIT — 22 enero 2020).- "Acoger a los cristianos de otras tradiciones significa mostrarles el amor de Dios, pero también acoger lo que Dios ha realizado en sus vidas y dejarnos recibir de las otras comunidades, es lo mismo. Estemos disponibles y abiertos, con el deseo de conocer su experiencia de fe, para vernos enriquecidos por ese don espiritual".

Esta es la petición realizada hoy, 22 de enero de 2020, por el Papa Francisco durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI, en concreto, en sus palabras en español. El Santo Padre reflexionó sobre la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como tema la hospitalidad.

De este modo, remitió a pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra el naufragio de Pablo en Malta. En él, el Apóstol y sus compañeros, así como el resto de la tripulación del barco en el que viajaban estuvieron "a merced del mar embravecido", relató Francisco. No obstante, señaló que el Apóstol Pablo, "desde su experiencia de fe, llama a la confianza en Dios que es para él un Padre amoroso".

Por obra de la providencia todos se salvan y llegan a Malta, donde "saborean el entrañable modo de hacer hospitalidad de los habitantes de la isla", continuó narrando el Papa, subrayando que "es significativo que aquellos hombres que no conocían a Cristo, fueron capaces de manifestar el amor de Dios".

Por su parte, Pablo "les muestra a ellos la misericordia de Dios, curando a los enfermos de la Isla", apuntó el Pontífice.

 

 

 

22/01/2020-20:05
Rosa Die Alcolea

España: Presentada la nueva sección del Instituto Juan Pablo II en Madrid

(ZENIT — 22 enero 2020).- «El Papa Francisco no tenía la intención de suprimir el Instituto anterior, querido por su predecesor, san Juan Pablo II, más bien pensó en acoger plenamente la intuición de Karol Wojtyla, y relanzarla con mejor amplitud de horizontes y compromiso. Se trata, por tanto, de un crecimiento en continuidad», ha pronunciado monseñor Vincenzo Paglia, gran canciller del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, en la presentación de la nueva sección en Madrid.

La presentación de la nueva sección del Instituto ha tenido lugar esta tarde, 22 de enero de 2020, en el Seminario Conciliar de la capital española.

El acto ha contado con la intervención del prefecto de la Congregación para la Educación Católica, cardenal Giuseppe Versaldi; el arzobispo de Madrid y vice gran canciller de la sección, cardenal Carlos Osoro; el presidente de la Universidad Católica San Antonio y vicepresidente ejecutivo de la sección, José Luis Mendoza, y el decano de la sección, Manuel Arroba.

 

«Primer fruto maduro»

Acto seguido, el presidente de la Pontificia Academia para la Vida y gran canciller del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, monseñor Vincenzo Paglia, impartirá la lección inaugural El nuevo Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II.

Mons. Paglia ha indicado que la renovación de esta sede en Madrid es el "primer fruto maduro de la reforma del Instituto querida por el Papa Francisco». El presidente de la Pontificia Academia por la Vida ha expresado que esta «pizca de ambición, purificada de todo espíritu de destrucción y disputa puede convertirse en levadura y sal de una alegre diaconía de la fe».

Además, el obispo italiano ha recordado que «la crisis de la familia, si somos audaces y creativos, puede ser una ocasión para el crecimiento».

Del mismo modo, el gran canciller del Instituto ha reclamado que falta una «reflexión teológica sobre la familia» en el Código de Derecho Canónico. Así, ha añadido que «necesitamos de una nueva reflexión sobre la transmisión de la fe», también sobre la paternidad, la maternidad, la fraternidad... y otras cuestiones que implican a todos los miembros y aspectos de la familia.

«Hacer teología es también hacer misericordia» ha dicho Mons. Paglia, y ha asegurado que «es tan indispensable una doctrina teológica como una pastoral de Iglesia» y que «la inteligencia de la fe y la inteligencia de la realidad viven en plena simbiosis».

 

Universidad Católica de Murcia

Será la Universidad Católica de Murcia (UCAM) la que dirija la administración y dirección académica del nuevo proyecto, cuyo presidente, José Luis Mendoza, —vicepresidente ejecutivo de esta sección— ha narrado que se reunió con el Papa Juan Pablo II, más tarde con Benedicto XVI, y el viernes pasado, la última vez que lo hizo con Francisco. "Servir a la Iglesia es siempre nuestro objetivo final", ha asegurado.

Cardenal Carlos Osoro ha expresado que esta nueva sección surge por iniciativa de la Santa Sede. Así, ha citado al Papa Francisco en la Evangelii Gaudium, haciendo referencia a la misión de la Iglesia en el mundo contemporáneo.

El arzobispo de Madrid ha destacado la fidelidad de la Universidad Católica de Murcia, representada en el acto por José Luis Mendoza, al Papa Francisco, como ya lo hizo anteriormente a Juan Pablo II y Benedicto XVI.

 

«Servir a la Iglesia es nuestro objetivo»

José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica de Murcia, ha presentado a los ponentes, después de haber comenzado la sesión con una oración, invocando al Espíritu Santo. El vicepresidente ejecutivo de la sección ha narrado que se reunió con el Papa Juan Pablo II, más tarde con Benedicto XVI, y el viernes pasado, la última vez que lo hizo con Francisco. "Servir a la Iglesia es siempre nuestro objetivo final", ha asegurado.

"El tema de la familia es preocupación de todos", ha dicho Arroba. Por lo que reclama una actividad académica "inclusiva e incisiva", que "tenga presente la vida real de las familias, a las que intenta prestar este servicio tan delicado, de la caridad intelectual".

Mons. Bernardito Auza, nuncio apostólico en España, ha dedicado unas "palabras de aprecio" por la institución. La familia es el fundamento, es la base de cada sociedad, y también de la Iglesia. Entonces, la salud, "el bienestar de cada sociedad es el bienestar de la familia".

 

Promovido desde la sede central

Tal y como permiten los actuales estatutos, esta nueva sección del instituto en la archidiócesis de Madrid fue promovida desde la Sede Central y aceptada por el cardenal Osoro, por decreto de la Congregación para la Educación Católica el 10 de octubre de 2019. En ella se ofertarán la licenciatura eclesiástica en Teología del Matrimonio y de la Familia y la licenciatura eclesiástica en Ciencias del Matrimonio y de la Familia, cuyos programas se pueden consultar en la web.

Aunque ya existía una sección en Valencia que ha dado grandes frutos, en la capital española se concentra la población universitaria más numerosa, así como el mayor número de instituciones académicas de nivel superior, muchas de ellas ligadas a la Iglesia. Convenía asegurar que, asumiendo un riguroso perfil académico y científico, los títulos eclesiásticos del ámbito del matrimonio y de la familia no quedasen excluidos de la oferta formativa presente en la archidiócesis y en la ciudad.

La apuesta, a partir de ahora, es incentivar una participación plural en la vida de la nueva sección, valorizando lo mejor posible las potencialidades que poseen las realidades académicas ya existentes en la ciudad e implicándolas, desde la variedad de carismas y disciplinas, en el cumplimiento del mandato formulado en el motu proprio fundacional: que el nuevo instituto sea un centro académico de referencia, en el campo de las ciencias relacionadas con el matrimonio y la familia, contribuyendo así a responder a las exigencias actuales de la misión pastoral de la Iglesia.

 

 

 

22/01/2020-10:39
Larissa I. López

Lejano Oriente: Rezar por la paz, el diálogo y la solidaridad "entre las naciones"

(ZENIT — 22 enero 2020).- "Invito a todos a rezar también por la paz, el diálogo y la solidaridad entre las naciones: dones muy necesarios para el mundo de hoy", dijo el Papa Francisco.

Hoy, 22 de enero de 2020, al final de la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI, el Santo Padre recordó que el próximo 25 de enero en Extremo Oriente y en varias otras partes del mundo, "muchos millones de hombres y mujeres celebrarán el año nuevo lunar".

A ellos, Francisco envió su "cordial saludo", deseando en particular que las familias sean, "lugares de educación en las virtudes de la acogida, la sabiduría, el respeto a cada persona y la armonía con la creación".

En la catequesis de hoy, el Papa reflexionó en torno a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en curso del 18 al 25 de enero, que este año trata sobre la hospitalidad, una virtud que el Pontífice define como "ecuménica". Esto significa "reconocer, ante todo, que los demás cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y nuestras hermanas en Cristo".

 

 

 

22/01/2020-11:44
Larissa I. López

«Hospitalidad ecuménica» para la unidad del pueblo cristiano — Catequesis completa

(ZENIT – 22 enero 2020).- Al trabajar juntos por vivir la “hospitalidad ecuménica”, “particularmente con aquellos cuyas vidas son más vulnerables, hará de todos nosotros, los cristianos –protestantes, ortodoxos, católicos, todos los cristianos-  mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido. Nos acercará más a la unidad, que es la voluntad de Dios para nosotros”, indicó el Papa Francisco.

Hoy, 22 de enero de 2020, en el Aula Pablo VI, el Santo Padre ha dedicado la catequesis a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Para ello, citó el pasaje “Nos mostraron una humanidad poco común (Hch 28, 2).

 

Testimonio de la humanidad

Así, Francisco se refirió al relato en el que san Pablo y sus compañeros de viaje, más de 260 personas, naufragaron catorce días a merced del mar tempestuoso. No obstante, ante esta situación dramática, el Apóstol, “inspirado por la fe, les anuncia que Dios no permitirá que pierdan ni un solo cabello”, narró el Papa.

Para él, efectivamente, esta profecía se cumple cuando todos ellos llegan a Malta “sanos y salvos”. Allí reciben “el testimonio de la ‘humanidad poco común’” por parte de un pueblo que aún no conoce la Buena Nueva de Cristo, pero que manifiestan el amor de Dios “en actos concretos de bondad”.

Se trata de una “hospitalidad espontánea” y de una “amabilidad” que “comunican algo del amor de Dios” y que se vieron recompensadas “por los milagros de curación que Dios obra a través de Pablo en la isla”, continuó el Pontífice.

 

Virtud ecuménica

Así, el Obispo de Roma, resaltó la importancia de la hospitalidad, “virtud ecuménica”, que significa “reconocer, ante todo, que los demás cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y nuestras hermanas en Cristo”.

Además, la hospitalidad “no es un acto de generosidad en un solo sentido” y, como los malteses, “somos recompensados porque recibimos lo que el Espíritu Santo ha sembrado en estos hermanos y hermanas nuestros, que se convierte en un regalo también para nosotros porque el Espíritu Santo siembra también su gracia por doquier”, explicó.

 

Hospitalidad con los migrantes

Después, el Papa se refirió a cómo hoy en todo el mundo, las personas migrantes enfrentan viajes arriesgados como el de Pablo y también  se encuentran con la “hostilidad de los seres humanos”: “Son tratados como números y como una amenaza por algunos gobernantes: ¡Hoy! A veces la inhospitalidad los arroja de nuevo como una ola hacia la pobreza o hacia los peligros de los que han huido”, remarcó.

En este sentido el Papa Francisco exhortó a que como cristianos trabajemos “juntos para mostrar a los migrantes el amor de Dios revelado por Jesucristo”, “que no hay solamente hostilidad e indiferencia, sino que cada persona es preciosa para Dios y amada”.

A continuación, sigue la catequesis completa del Santo Padre.

***

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La catequesis de hoy se enmarca en  la semana de oración por la unidad de los cristianos que este año tiene como tema la hospitalidad, partiendo del pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra cómo las comunidades de Malta y Gozo trataron a san Pablo y a sus compañeros de viaje, cuando naufragaron.  A este episodio me referí precisamente en la catequesis de hace dos semanas.

Por lo tanto, recordemos de nuevo la dramática experiencia de ese naufragio. El barco en el que viaja Pablo está a merced de los elementos. Llevan catorce días en el mar, a la deriva, y como no se ven ni el sol ni las estrellas, los viajeros se sienten desorientados, perdidos. El mar se estrella con violencia contra el barco que temen que se rompa por la fuerza de las olas. También les  azotan el viento y la lluvia. La fuerza del mar y de la tormenta es terrible e indiferente al destino de los navegantes: ¡eran más de 260 personas!

Pero Pablo, que sabe que no es así, habla. La fe le dice que su vida está en manos de Dios, que resucitó a Jesús de entre los muertos, y que lo llamó a él, a Pablo, para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Su fe también le dice que Dios, según lo que Jesús reveló, es un Padre amoroso. Por eso Pablo se dirige a sus compañeros de viaje e, inspirado por la fe, les anuncia que Dios no permitirá que pierdan ni un solo cabello.

Esta profecía se cumple cuando el barco encalla en  la costa de Malta y todos los pasajeros pisan la tierra firme sanos y salvos. Y allí experimentan algo nuevo. En contraste con la violencia brutal del mar tempestuoso, reciben el testimonio de la «humanidad poco común» de los isleños. Esta gente, para la que son extranjeros, se muestra atenta a sus necesidades. Encienden un fuego para que se calienten, les dan refugio contra la lluvia y comida. Aunque todavía no han recibido la Buena Nueva de Cristo, manifiestan el amor de Dios en actos concretos de bondad. Efectivamente, la hospitalidad espontánea y la amabilidad comunican algo del amor de Dios. Y la hospitalidad de los isleños malteses se ve recompensada por los milagros de curación que Dios obra a través de Pablo en la isla. La gente de Malta fue, pues, un signo de la Providencia de Dios para el Apóstol; también él fue testigo del amor misericordioso de Dios por ellos.

Queridísimos: la hospitalidad es importante; y es también una importante virtud ecuménica. Significa reconocer, ante todo, que los demás cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y nuestras hermanas en Cristo. Somos hermanos. Alguien os dirá: “Pero ese es protestante, ese es ortodoxo…”. Sí, pero somos hermanos en Cristo. No es un acto de generosidad en un solo sentido, porque cuando somos hospitalarios con otros cristianos los acogemos como un regalo que nos han hecho. Como los malteses, – buenos, estos malteses- somos recompensados porque recibimos lo que el Espíritu Santo ha sembrado en estos hermanos y hermanas nuestros, que se convierte en un regalo también para nosotros porque el Espíritu Santo siembra también su gracia por doquier. Acoger a los cristianos de otra tradición significa, en primer lugar, mostrar el amor de Dios por ellos, porque son hijos de Dios, -hermanos nuestros-  y también recibir lo que Dios ha realizado en sus vidas. La hospitalidad ecuménica requiere la voluntad de escuchar a los otros cristianos, prestando atención a sus historias personales de fe y a la historia de su comunidad, comunidad de fe con otra tradición diferente de la nuestra. La hospitalidad ecuménica implica el deseo de conocer la experiencia que otros cristianos tienen de Dios y la expectativa de recibir los dones espirituales que la acompañan. Y esto es una gracia, descubrir esto es una gracia. Pienso en los tiempos pasados, en mi tierra por ejemplo. Cuando vinieron algunos misioneros evangélicos, un grupito de católicos iba a quemarles las tiendas. Esto no: No es cristiano. Somos hermanos, todos somos hermanos, y debemos ser hospitales unos con otros.

Hoy, el mar en el que naufragaron Pablo y sus compañeros vuelve a ser un lugar peligroso para la vida de otros navegantes. En todo el mundo, los hombres y las mujeres migrantes  enfrentan viajes arriesgados para escapar de la violencia, para escapar de la guerra, para escapar de la pobreza. Como Pablo y sus compañeros experimentan la indiferencia, la hostilidad del desierto, de los ríos, de los mares… Muchas veces no les dejan desembarcar en los puertos. Pero, desgraciadamente, a veces también encuentran la hostilidad mucho peor de los seres humanos. Son explotados  por traficantes criminales: ¡Hoy! Son tratados como números y como una amenaza por algunos gobernantes: ¡Hoy! A veces la inhospitalidad los arroja de nuevo como una ola hacia la pobreza o hacia los peligros de los que han huido.

Nosotros, como cristianos, debemos trabajar juntos para mostrar a los migrantes el amor de Dios revelado por Jesucristo. Podemos y debemos testimoniar que no hay solamente hostilidad e indiferencia, sino que cada persona es preciosa para Dios y amada por Él. Las divisiones que existen todavía entre nosotros nos impiden ser plenamente el signo del amor de Dios por el mundo. Trabajar juntos para vivir la hospitalidad ecuménica, particularmente con aquellos cuyas vidas son más vulnerables, hará de todos nosotros, los cristianos –protestantes, ortodoxos, católicos, todos los cristianos-  mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido. Nos acercará más a la unidad, que es la voluntad de Dios para nosotros.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

22/01/2020-17:11
Larissa I. López

Santa Inés: El Papa bendice la lana de dos corderos para los Palios

(ZENIT — 22 enero 2020).- Como es tradición, en la festividad de santa Inés, celebrada el 21 de enero, el Papa bendijo ayer dos corderos cuya lana será usada para la confección de los Sagrados Palios de este año, informa Vatican News.

Estos Sagrados Palios se entregarán a los arzobispos metropolitanos que han sido nombrados en el periodo 2019/2020 durante la Solemnidad de los santos Pedro y Pablo, el 29 de junio.

 

Ornamentos litúrgicos

Tal y como señala el citado medio vaticano, estos Palios son ornamentos litúrgicos de honor y de jurisdicción. Están formados por una faja de lana blanca ancha, de 4-6 cm, adornada por 6 cruces y dos orlas de seda negra cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros. Las cruces constituyen símbolos de las heridas de Cristo.

Los obispos reciben estos ornamentos en signo de comunión con el Pontífice y de la solicitud pastoral del buen pastor, que lleva las ovejas sobre sus hombros.

En 1978, san Pablo VI limitó la asignación del Palio únicamente al Santo Padre y a los arzobispos metropolitanos y, en 1984, Juan Pablo II decidió que su imposición se realizara el 29 de junio.

 

Tradición en la fiesta de santa Inés

La bendición de los corderos siempre tiene lugar el 21 de enero, en la festividad de Santa Inés. Martirizada en Roma en el año 305, esta virgen y mártir es representada con un cordero, como símbolo de pureza y castidad, indica la misma fuente.

Las dos ovejas son llevadas al Papa en canastas, coronadas con rosas blancas o rojas. Los corderos son criados por los monjes de la Abadía trapense Tre Fontane, situada en Roma. Antes de ser presentados al Santo Padre por los canónicos regulares de Letrán estos son bendecidos en el altar de la basílica dedicada a santa Inés, ubicada al norte de la mencionada ciudad italiana.

Los Palios, por su parte, son tejidos por los benedictinos del Monasterio de Santa Cecilia, en el barrio romano de Trastevere.

 

 

 

22/01/2020-16:30
Larissa I. López

Conversión de san Pablo: Su ejemplo sea sustento del anuncio de "la salvación"

(ZENIT — 22 enero 2020).- "¡Qué el ejemplo del Apóstol de las gentes nos sostenga en la misión de anunciar a todos la salvación de Cristo, dedicándole nuestras mejores energías!".

Este deseo fue manifestado por el Papa Francisco en el Aula Pablo VI, durante la audiencia general celebrada hoy, 22 de enero de 2020, al recordar que el próximo sábado tendrá lugar la fiesta de la conversión de san Pablo.

En concreto, esta petición tuvo lugar en su habitual saludo a los jóvenes, a los enfermos, a los recién casados y a los ancianos al final de la citada audiencia de los miércoles.

La catequesis de Francisco de hoy versó sobre la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. En concreto, remitió al pasaje del naufragio de san Pablo en Malta, "Nos mostraron una humanidad poco común" (Hch 28, 2)

 

 

 

22/01/2020-13:24
Larissa I. López

España y Latinoamérica: Testimoniar "el amor premuroso de Dios por cada persona"

(ZENIT — 22 enero 2020).- "Pidamos al Señor por todos cuantos sufren en el mar tempestuoso del desarraigo y el abandono, y comprometámonos a trabajar juntos, pidiendo al Señor el don de la unidad, de modo que como cristianos testimoniemos el amor premuroso de Dios por cada persona".

Esta es la petición pronunciada por el Papa Francisco durante su saludo dirigido a los hispanohablantes en la audiencia general celebrada hoy, 22 de enero de 2020, en el Aula Pablo VI.

El Papa también saludó a los peregrinos de lengua española procedentes de España y América Latina presentes en la audiencia general.

En la catequesis de hoy, el Santo Padre meditó en torno a la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos, resaltando que el trabajar juntos en la "hospitalidad ecuménica", "hará de todos nosotros, los cristianos —protestantes, ortodoxos, católicos, todos los cristianos- mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido".

 

 

 

22/01/2020-15:14
Rosa Die Alcolea

Venezuela: Encuentran el cuerpo sin vida de un sacerdote en San Cristóbal

(ZENIT — 22 enero 2020).- La Diócesis de San Cristóbal «vive con consternación» el hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote José Manuel Rondón Molina, quien desapareció de manera forzosa desde el pasado jueves 16 de enero, informa la Oficina de Comunicación de dicha diócesis este miércoles, 22 de enero.

"Con dolor y tristeza debo comunicarles que fue hallado el cuerpo sin vida del P. Manuel Rondón. Oremos por él", expresó monseñor Mario Moronta, obispo de esta Iglesia local.

El presbítero, de 47 años, y 14 años de ministerio sacerdotal, actualmente tenía su residencia en las inmediaciones del Convento de las Carmelitas Descalzas en Rubio, vía Bramón, en el Municipio Junín. Asistía espiritualmente a las monjas de clausura con la celebración diaria de la Eucaristía, pero desde el jueves pasado ni las religiosas ni sus familiares sabían nada de él, explican fuentes diocesanas.

Por ello, el obispo Moronta alertó a las autoridades policiales de su desaparición, quienes hallaron su cuerpo abandonado en una zona boscosa de Rubio.

La Iglesia del Táchira repudia este «lamentable hecho», señala la Oficina de Comunicación, y aquellos que cotidianamente se generan en la región. A su vez que, implora a Dios misericordia para los implicados, y por el consuelo de los familiares y amigos del padre Manuel Rondón.

Debido a que el cuerpo sin vida del sacerdote fue hallado en estado de descomposición, luego de la autopsia que se realizará este miércoles "muy probablemente haya que sepultarlo inmediatamente por razones sanitarias y normas de ley", informó el Mons. Moronta.

La diócesis de San Cristóbal informará oportunamente el lugar del sepelio y las respectivas ceremonias religiosas. Asimismo, piden a los fieles acompañar con sus oraciones por el eterno descanso del sacerdote.

 

 

 

22/01/2020-15:59
Larissa I. López

Oriente Medio: El Papa exhorta a ser sensibles a la pobreza y discriminación

(ZENIT — 22 enero 2020).- "Queridos hermanos y hermanas, como cristianos no podemos ser indiferentes al drama de la vieja y nueva pobreza, de la más oscura soledad, del desprecio y de la discriminación", afirmó el Santo Padre.

Hoy, 22 de enero de 2020, durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco saludó a los peregrinos de lengua árabe, en particular a los procedentes de Oriente Medio.

Igualmente, Francisco indicó que "no podemos permanecer insensibles, con el corazón anestesiado, a la miseria de tantos inocentes. Trabajemos juntos para mostrar a todos el amor de Dios revelado por Jesucristo, y esto nos hará mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido".

En su catequesis, el Papa meditó en torno a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año trata el tema de la hospitalidad, a través del pasaje del naufragio de san Pablo en Malta: "Nos mostraron una humanidad poco común" (Hch 28, 2).

 

 

 

22/01/2020-12:37
Rosa Die Alcolea

Acción Católica: La «Caravana de la Paz» rezará el Ángelus con el Papa

(ZENIT — 22 enero 2020).- El próximo domingo, 26 de enero de 2020, los chicos de Acción Católica (ACR) de Roma participarán en la «Caravana de la Paz» con sus educadores y padres, y se unirán al rezo del Ángelus con el Papa Francisco, en la plaza de San Pedro.

El tradicional encuentro, al término del Mes de la Paz, se abrirá a las 8:30 horas con la liturgia eucarística en la iglesia de Santa María en Vallicella (Chiesa Nuova), presidida por el obispo Paolo Selvadagi.

Al final de la celebración, la procesión encabezada por la presidencia diocesana de Acción Católica, bajo el lema «Roma clama por la paz», llegará a la plaza de San Pedro. Allí, participarán en el rezo del Ángelus con el Santo Padre, que escuchará el mensaje que le han dirigido dos niños de movimiento en Roma.

Al final, los participantes se trasladarán en procesión a San Pedro, pasando por los jardines del Castillo de Sant'Angelo y la Via della Conciliazione. Al llegar a la zona reservada de la plaza de San Pedro, la presidenta diocesana Rosa Calabria y los responsables nacionales de la asociación saludarán a los presentes.

 

«¡Roma clama paz!»

El evento se realiza al final del Mes de la Paz, tradicionalmente dedicado por la Acción Católica a la reflexión sobre este tema. Niños y jóvenes de 4 a 14 años de ACR, junto a niños de todas las parroquias, asociaciones, grupos y escuelas no estatales, llevarán su testimonio de paz por las calles de la ciudad con el lema «¡Roma clama paz!».

«Además de hacernos testigos contra toda violencia y opresión —explica el responsable diocesano ACR Chiara Di lanni—, en la 'Caravana de la Paz' de este año estamos llamados a prestar especial atención y cuidado a quienes están cerca de nosotros, en nuestras casas, en nuestras parroquias, en nuestras ciudades».

 

Iniciativa solidaria

«Descubramos junto con nuestros hijos que podemos ser testigos del mensaje de Jesús en todos los ambientes, desde la escuela hasta las pistas de deporte, y que nunca somos demasiado jóvenes para comprometernos con el bien común». De hecho, se apoyará una iniciativa de solidaridad con el evocador eslogan «Plaza de la Paz», con el que se promoverán dos proyectos: uno en apoyo de la comunidad de la aldea de Khushpur en Pakistán y el otro en apoyo de los niños y las familias del distrito de Roysambu en Kenia.

«La Acción Católica que siempre ha estado al servicio de la Iglesia, que siempre ha alineado su camino formativo con las líneas pastorales, este año se ha encontrado en plena sintonía con el camino pastoral diocesano que pide a la diócesis de Roma «Vivir la ciudad con el corazón», añade Rosa Calabria, presidenta del movimiento en Roma.

De hecho, el escenario de este año para la Acción Católica en su conjunto es «Abitare» (vivir), declinado para ACR en el escenario de la «Ciudad».

Este año, también, con ocasión del 50 aniversario de ACR, los chicos son llamados a expresar sus deseos para el futuro de la asociación. «Sus sueños y compromisos se convertirán en la base de un documento programático que se incluirá en el apéndice del Documento de la Asamblea de la Acción Católica de Roma que se votará en febrero próximo y que proporcionará las directrices de nuestra asociación para los próximos tres años», concluye Ivan Mariani, vice-responsable diocesano de ACR.

 

Medidas ecológicas

Finalmente, siguiendo las indicaciones del Papa en su mensaje para la III Jornada Mundial de la Paz, en el que exhorta a una conversión ecológica y reafirma la necesidad de «un cambio de nuestras convicciones y de nuestra mirada, que nos abra más al encuentro con el otro y a la acogida del don de la creación», Acción Católica, este año se propone reducir aún más el impacto ambiental de la «Caravana de la Paz», proponiendo algunas pequeñas medidas: minimice las impresiones en papel, no utilice botellas de plástico, vaya a la Caravana en transporte público y haga pancartas y letreros con materiales reciclados.

Además, como desde hace algunos años, los globos que se lanzarán desde el estudio del Santo Padre serán de material de origen natural, «para que nuestro gesto simbólico de Paz —subraya la asociación— sea tal no sólo hacia los hombres sino también hacia la creación».

 

 

 

22/01/2020-10:41
Felipe Arizmendi Esquivel

Monseñor Felipe Arizmendi: «Fiestas patronales»

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Mi pueblo natal está celebrando sus fiestas a la Virgen de Belén, nuestra patrona. Con tal motivo, hay cosas bellísimas, que no se deben perder, y otras muy lamentables.

La fiesta del pueblo es ocasión para celebrar la fe de nuestros padres y para que las familias se reúnan y convivan alegremente. Vienen los paisanos que radican en los Estados Unidos y refuerzan sus raíces culturales y religiosas. Se espera esta fiesta para bautismos y otros sacramentos. Todo el pueblo coopera con los gastos para cohetes, música, alimentos para los visitantes, celebraciones religiosas y espectáculos. Sobra comida para todos durante cinco días. Vienen los pueblos vecinos en peregrinaciones, como signo de comunión en la fe. El templo de adorna en forma espléndida con orquídeas, tulipanes, anturios y una gran variedad de flores naturales, cultivadas aquí y en otras partes del país por una familia del lugar. Hay mayordomos encargados de organizar todo, elegidos por el pueblo y que asumen su servicio como una forma de pertenencia afectiva al pueblo, aunque radiquen fuera del país. Hay castillos pirotécnicos, jaripeos, conjuntos musicales, artistas que le cantan a la Virgen, bandas de música y mariachis, danzas, mucha participación en las Misas, presencia del obispo diocesano, visita de sacerdotes nativos del lugar y anteriores párrocos, juegos mecánicos, ventas de todo tipo, etc. Se nota que hay dinero, que hay trabajo, que hay estrenos, que hay recursos económicos. Todo esto es muy hermoso y ojalá no se pierda.

Por el lado contrario, ¡cuántos borrachos! Es triste ver a muchos paisanos que se exceden en bebidas embriagantes, que presumen de ofrecer a los visitantes las mejores marcas, que insisten a todos que beban cuanto quieran. Duele mucho ver a jovencitas tomando sin control, junto con muchachos con no siempre buenas intenciones. Presumimos de que la nuestra es una de las mejores fiestas de la región, por la cantidad de cohetes y por los conjuntos musicales. Sin embargo, muchos no se confiesan y su vida no cambia. Cuando pedimos que se destinen algunos de los recursos recaudados para alguna obra social, para ayudar a personas pobres, hay rechazo e incomprensión. Como cuando pedí, en otra parte, a los encargados de las fiestas a la Virgen de la Merced que nos ayudaran con una pequeña cantidad de diez o quince mil pesos para pagar la fianza de un preso y saliera libre, durante años se me criticó y nada hicieron, pero con el tiempo lo asumieron y en la Misa del 24 de septiembre participaban los presos liberados.

Es muy laudable la decisión tomada por la diócesis venezolana de San Cristóbal, con su obispo Mario Moronta, de suspender las tradicionales fiestas en honor del mártir San Sebastián, por los suntuosos gastos que hacen instancias gubernamentales con el pretexto religioso, siendo que hay gravísimas carencias de alimentos, medicinas, electricidad, gas doméstico e incluso de gasolina, siendo un país petrolero, pero mal administrado. Son decisiones extremas, pero dignas de aplauso. Eso es profético; es una denuncia contra el sistema, contra la manipulación de las fiestas religiosas.

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su Carta Aperuit illis sobre el Domingo de la Palabra de Dios, nos advierte: "Es necesario no acostumbrarse nunca a la Palabra de Dios, sino nutrirse de ella para descubrir y vivir en profundidad nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos. La Palabra de Dios nos señala constantemente el amor misericordioso del Padre que pide a sus hijos que vivan en la caridad... Escuchar la Sagrada Escritura para practicar la misericordia: este es un gran desafío para nuestras vidas" (Nos. 12 y 13).

Ya antes, en Evangelii gaudium, nos había dicho: "La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el bienestar personal. Es lo que el Señor reprochaba a los fariseos: «¿Cómo es posible que creáis, vosotros que os glorificáis unos a otros y no os preocupáis por la gloria que sólo viene de Dios?» (Jn 5,44). Es un modo sutil de buscar «sus propios intereses y no los de Cristo Jesús» (Flp2,21). Toma muchas formas, de acuerdo con el tipo de personas y con los estamentos en los que se enquista. Por estar relacionada con el cuidado de la apariencia, no siempre se conecta con pecados públicos, y por fuera todo parece correcto. Pero, si invadiera la Iglesia, sería infinitamente más desastrosa que cualquiera otra mundanidad simplemente moral" (No. 93).

 

ACTUAR

Apreciemos las expresiones populares de nuestra fe, respetémoslas y acompañémoslas, pero ofreciendo siempre la Palabra de Dios en su integridad, para que las fiestas patronales no sean expresión de mundanidad, sino de fe sólida y de solidaridad con los más necesitados.

 

 

 

22/01/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

Santa Marianne Cope, 23 de enero

«Esta heroína de Molokai unió su amor a los enfermos al del padre Damián, que se hallaba gravemente enfermo cuando llegó a la isla. Valiente, generosa y sensible, hizo de aquél mundo de sufrimiento un escenario de paz, belleza y esperanza»

El lamento de los débiles convierten en suyo los santos, desafiando obstáculos y riesgos, con la mirada puesta en Dios y la sensibilidad a flor de piel por toda deficiencia humana, lo que les lleva a actuar con premura en servicio del prójimo. No hay otro modo de transitar si verdaderamente se aspira a la unión con la Santísima Trinidad. Marianne —Bárbara de nombre de pila— emuló al padre Damián de Veuster (san Damián de Molokai) ayudándole, y secundándole de forma admirable en su labor cuando él falleció. De origen alemán —había nacido el 23 de enero de 1838 en Heppenheim, Hessen-Darmstadt, Alemania—, cuando tenía corta edad, sus padres que habían sido agricultores se trasladaron a Útica (Nueva York) y se convirtieron en ciudadanos americanos. Bajo el apellido Cope, Marianne se formó y trabajó como obrera en una fábrica durante más de una década. Poseía muchas cualidades, visión y capacidad organizativa, junto a una incontestable vocación por los desfavorecidos, los enfermos y débiles. Era una adolescente cuando se propuso ingresar en la vida religiosa. Pero tuvo que esperar. Ser la primogénita de una familia con dos discapacitados —ambos progenitores—, y tres pequeños hermanos a su cargo, le impusieron un compás de espera de nueve años, en el transcurso de los cuales aguardó llena de confianza y paciencia, haciendo gala de esa alegría que caracteriza a los apóstoles de Cristo.

A los 24 años se integró en una rama de las Hermanas de San Francisco de Filadelfia. Y dado que el carisma estaba en la enseñanza de los hijos de inmigrantes alemanes —como había sido ella— volvió a sus orígenes aprendiendo alemán y poniéndose al frente de nuevos centros docentes. Activa y clarividente fue un puntal en el gobierno (designada y reelegida superiora) en una época de gran fecundidad apostólica para su comunidad, que impulsó una cincuentena de centros hospitalarios, algunos de los cuales llegaron a gozar de gran prestigio, categoría que ostentan en la actualidad los de Santa Isabel de Útica (1866) y el de San José de Syracuse (1869). Dotados de medios inusuales sumamente apreciados por los ciudadanos, cualquier enfermo, sin distinción alguna, podía acceder a ellos. La sombría apreciación de quienes tienden a buscar lo negativo y congelan el aliento cuando se trata de ensalzar lo positivo perseguía a Marianne, que atendía con exquisita delicadeza a los alcohólicos y a las madres solteras, sin descuidar ni un instante a los más desfavorecidos de la sociedad.

Cuando en 1883 supo que buscaban enfermeras para atender a los leprosos en Hawai, se ofreció sin dudarlo: «No tengo miedo a la enfermedad. Para mí será la alegría más grande servir a los leprosos desterrados...». Superaba el medio centenar de comunidades religiosas que fueron reticentes a esta llamada del rey Kalakaua. Impactada por las deficiencias que halló en la leprosería de Kakaako (Honolulú) modificó sus planes que la hubieran llevado a Syracuse. Su presencia fue una gracia para todos los enfermos. Contó con el apoyo del gobierno que le propuso abrir un hospital general en Maui. Bajo la poderosa convicción: «Solo por Dios», se ocupó de que no les faltase nada ni a los leprosos ni a sus hijos en una admirable labor por la que fue condecorada por el monarca hawaiano.

En 1888 al clausurarse el hospital de Oahu los enfermos tenían que ser asistidos en Molokai. Allí se encontraba el padre Damián. El santo había contraído la lepra en 1884 y cuando llegó Marianne solo le quedaban cinco meses de vida. Ella fue el alma mater de la isla de Kalaupapa durante treinta años en los que se desvivió por los pacientes, que quedaron bajo su amparo tras el fallecimiento del religioso en 1889. Justamente en ese momento le ofrecieron regresar a Syracuse, pero se negó. Y realmente fue una bendición para los enfermos. Hombres, mujeres y niños tuvieron en esta valerosa mujer el consuelo y ayuda que la sociedad les negó. Dio un vuelco al escenario en el que se desenvolvía su drama cotidiano. Y junto con la dignidad de trato que nunca les faltó, convirtió el árido entorno en un vergel cuajado de árboles y delicadas flores que contribuían a sobrellevar tanto sufrimiento. En este paisaje amable que había brotado de su sensibilidad por la belleza, introdujo pulcritud y espacio para la distracción de aquel colectivo. Los niños recibían formación y muestras de ternura a raudales.

La inquietud por todos a quienes llevaba el amor de Dios, se tradujo también en un insistente clamor para que se respetaran los derechos de los menores, petición que fue escuchada por el gobierno. Alzó su voz con fuerza para exigir comida y medicación para los enfermos; hizo construir un hospital para mujeres, e impulsó el «Memorial Hospital» de Maui. Lavanderías, iglesias, colegios, talleres de costura, y manualidades fueron también objeto de su quehacer.

Cuando el escritor Robert L. Stevenson llegó a Hawai y vio la labor que hacía la santa y las religiosas que la secundaban quedó conmovido. Les dejó como obsequio un piano para que la música entrara en tan doloroso ambiente, y además, les dedicó un poema sobre la compasión, cuya conclusión es que «solo un mundo necio puede negar a Dios ». Marianne falleció el 9 de agosto de 1918 cuando tenía 80 años de edad. Con humildad y sencillez había escrito: «No espero un lugar elevado en el cielo. Estaré muy agradecida de tener un rinconcito donde pueda amar a Dios por toda la eternidad». Fue beatificada por Benedicto XVI el 14 de mayo de 2005. Y él mismo la canonizó el 21 de octubre de 2012. El Martirologio la incluye el 9 de agosto, fecha de su muerte, pero en Estados Unidos se la recuerda en el día de hoy.