Servicio diario - 16 de febrero de 2020


 

Ángelus: "Acoger la Ley en el corazón"
Raquel Anillo

Hospital Bambino Gesú: Card. Tagle primero con niños enfermos
Anita Bourdin

China: Nombramiento de obispos, coronavirus, paz y derechos humanos
Anita Bourdin

Beato Lucas Belludi, 17 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

16/02/2020-12:43
Raquel Anillo

Ángelus: "Acoger la Ley en el corazón"

(zenit —16 febrero 2020).- A las 12 del mediodía de hoy, el Santo Padre Francisco se asoma por la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro.

Estas son las palabras del Papa al introducir la oración mariana:

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Palabras del Papa antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy (cf. Mt 5,17-37) está tomado del "Sermón de la Montaña" y trata del cumplimiento de la Ley: cómo debo cumplir la Ley, cómo hacerlo. Jesús quiere ayudar a sus oyentes a tener un acercamiento justo con las prescripciones de los mandamientos dados a Moisés, exhortándo a estar disponibles para Dios que nos educa en la verdadera libertad y responsabilidad a través de la Ley. Se trata de vivirla como un instrumento de libertad. No olvidemos eso: viviendo la Ley como un instrumento de libertad, que me ayuda a ser más libre, que me ayuda a no ser esclavo de las pasiones y del pecado. Pensemos en las guerras, pensemos en las consecuencias de las guerras, pensemos en esa niña que murió congelada en Siria anteayer. Muchas calamidades, muchas. Este es el resultado de las pasiones, y la gente que hace la guerra no sabe cómo dominar sus pasiones. Les hace falta cumplir la Ley. Cuando cedemos a las tentaciones y pasiones, no somos señores y protagonistas de nuestra propia vida, sino que nos volvemos incapaces de manejarla con voluntad y responsabilidad.

El discurso de Jesús está estructurado en cuatro antítesis, expresadas con la fórmula "Habéis comprendido que se dijo... pero yo te digo". Estas antítesis se refieren a otras tantas situaciones de la vida cotidiana: asesinato, adulterio, divorcio y juramentos. Jesús no abolió las prescripciones que se ocupan de estos temas, pero explica su pleno significado e indica el espíritu con el que ...deben ser observadas. Nos anima a pasar de una observancia formal de la Ley a una observancia sustancial, acogiendo la Ley en el corazón, que es el centro de las intenciones, decisiones palabras y gestos de cada uno de nosotros. Del corazón salen las buenas y las malas acciones aceptando la Ley de Dios en nuestros corazones entendemos que, cuando no amamos a nuestro prójimo, uno se mata a sí mismo y a otros hasta cierto punto, porque el odio, la rivalidad y la división matan la caridad fraternal que es la base de las relaciones interpersonales. Y esto se aplica a lo que dije sobre las guerras, porque la lengua mata. Aceptando la Ley de Dios en el corazón se entiende que los deseos tienen que ser guiados, porque no todo lo que deseas lo puedes tener, y no es bueno... ceder a los sentimientos egoístas y posesivos. Cuando uno acepta la Ley de Dios en su corazón, uno entiende que hay que abandonar un estilo de vida hecho de promesas rotas, no mantenida, así como pasar de prohibición del perjurio a la decisión de no jurar en absoluto, asumiendo la actitud de plena sinceridad con todos.

Y Jesús es consciente de que no es fácil vivir los mandamientos de una manera total y tan profundamente. Por esta razón nos ofrece la ayuda de su amor: Vino al mundo no sólo para cumplir la Ley, sino también para darnos su Gracia, para que podamos hacer la voluntad de Dios, amándolo a Él y a nuestros hermanos. ¡Todo, todo lo podemos hacer con la gracia de Dios! De hecho, la santidad no es otra cosa que guardar esta gratuidad que Dios nos ha dado, esta gracia. Se trata de la confianza y confiarnos a Él, a su gracia, a esa gratuidad que nos ha dado y acoger la mano nos tiende constantemente, para que nuestros esfuerzos y nuestro necesario compromiso puedan ser apoyados por su ayuda, llena de bondad y misericordia.

Hoy Jesús nos pide que avancemos en el camino del amor que nos ha mostrado y que comienza desde el corazón. Esta es la manera de vivir como cristianos.

Que la Virgen María nos ayude a seguir el camino trazado por su Hijo, para lograr la verdadera alegría y difundir la justicia y la paz por todas partes.

 

 

 

16/02/2020-17:22
Anita Bourdin

Hospital Bambino Gesú: Card. Tagle primero con niños enfermos

(zenit —16 febrero 2020).- El primer compromiso oficial del cardenal Luis Antonio Tagle en Roma, después de asumir el cargo de prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, fue la visita de niños hospitalizados en el hospital pediátrico "Bambino Gesú" en Roma, que depende del Vaticano, anuncia la agencia misionera del Vaticano Fides, que depende de este dicasterio y, por lo tanto, del cardenal filipino.

La ocasión surgió de la presentación del libro "Los niños son esperanza", un libro en italiano del Papa Francisco dirigido a los niños que acaba de ser publicado en Milán por las ediciones Salani , acompañado de dibujos que los niños del mundo han ofrecido ofrecido al Papa: fue editado por el padre Antonio Spadaro, director de La Civiltá Cattolica.

"Este es un libro que me lleva de vuelta a las raíces de mi familia, cuando por la noche siempre hojeamos las mismas imágenes, con simplicidad y serenidad", explicó el cardenal Tagle a los niños presentes, a los que pidió repetidamente sed "felices" y "confiad en el futuro".

 

Niños de la calle en Manila

Habló de los niños de la ciudad de la que era arzobispo, Manila: "La Iglesia tiene un futuro porque los niños están presentes. En Manila, las jóvenes de la casa para niños de la calle son llamadas "Puente de la vida hacia la esperanza" que el Papa quería visitar por sorpresa durante su visita apostólica, cuando se enteraron de mi partida a Roma, organizaron una fiesta muy sencilla para saludarme, con canciones, bailes, oraciones y muchas lágrimas. Me pidieron que le dijera al Papa Francisco que no olvidara esta casa, que le dijera que vive en esta casa en la memoria de los niños. Las jóvenes han prometido rezar todos los días por mí y creo que la oración de los niños, privados de especulaciones, sin demasiadas palabras, con sonrisas y lágrimas, es la que agrada al Señor".

El cardenal Tagle saludó a los niños presentes y los invitó a sonreír y a mantener una "sonrisa permanente" en sus rostros.

El Papa Francisco hizo una parada inesperada en un centro de niños de la calle en Manila administrado por la Fundación ANAK-Tnk, el viernes 16 de enero de 2015, en el segundo día de su viaje apostólico a Filipinas.

El Papa pasó casi media hora con unos 320 niños que celebraron su visita con canciones y bailes en el patio central.

Si la visita no se planificó en el programa oficial, sin embargo se esperaba: en septiembre pasado, el cardenal Tagle, entonces arzobispo de Manila, le había entregado al Papa Francisco mil mensajes de estos niños para invitarlo.

 

Una fundación al servicio de los niños.

La fundación ANAK-Tnk también envió al Papa un video de cuatro minutos publicado en Youtube titulado "¿Incluso nosotros? Mensaje de los niños no queridos de Manila a su amado Papa Francisco".

Por lo tanto, el Papa recibió y respondió al mensaje, causando una verdadera «euforia» entre los niños de la calle que "estallaron de alegría" cuando lo vieron venir, según un comunicado de prensa de ANAK-Tnk . "Es extraordinario ... incluso lo pude abrazar con fuerza", dijo Alvin, de 10 años.

El cardenal Tagle, que acompañó al Papa, saluda en este evento "el momento más especial del día": «Vi la emoción y el silencio del Santo Padre ante el sufrimiento de estos jóvenes. Un silencio que habla mucho, que vale más que las palabras".

ANAK-Tnk ("Tulay ng Kabataan"), cuyo director es Matthieu Dauchez , sacerdote francés, ayuda a más de 2.800 niños de la calle, niños de barrios marginales, recolectores de trapos y jóvenes discapacitados en 24 centros en Filipinas.

 

 

 

16/02/2020-13:35
Anita Bourdin

China: Nombramiento de obispos, coronavirus, paz y derechos humanos

(zenit — 16 febrero 2020).- La Santa Sede y China reafirman el valor del acuerdo sobre el nombramiento de obispos católicos en China popular, la importancia de la cooperación para erradicar la epidemia de CoV19 y promover la paz y los derechos humanos.

El Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede, y el Sr. Wang Yi, Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de China se reunieron el 14 de febrero de 2020 en Munich (Alemania) con motivo de la Conferencia de Seguridad de Munich 2020 , indica un comunicado de prensa de la Santa Sede, en italiano, este mismo 14 de febrero a las 21 h.

China popular y la Santa Sede han alcanzado un "acuerdo provisional" sobre el nombramiento de obispos, anunció el Vaticano en un comunicado el 22 de septiembre de 2018. Un acuerdo "histórico", después de años de conversaciones, que no es "Político" sino "pastoral".

Esto fue especialmente para evitar que los obispos no estén en comunión con Roma, dijo el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin el mismo año , y reiteró en 2019 la importancia de implementar este acuerdo.

"Durante el encuentro, que tuvo lugar en un ambiente cálido, se ha evocado los contactos entre las dos partes, que se han desarrollado positivamente con el tiempo. En particular, se destacó la importancia del Acuerdo Provisional sobre el Nombramiento de Obispos, firmado el 22 de septiembre de 2018".

También se habló de "renovar la voluntad de continuar el diálogo institucional a nivel bilateral para promover la vida de la Iglesia Católica y el bien del pueblo chino", agregó el comunicado.

Se discutió la epidemia de CoV19: las dos partes expresaron su satisfacción con "los esfuerzos realizados para erradicar la epidemia de coronavirus y la solidaridad con la población afectada".

Con respecto a los derechos humanos, el comunicado de prensa establece que "queríamos una mayor cooperación internacional para promover la convivencia civil y la paz mundial y se intercambiaron consideraciones sobre el diálogo intercultural y los derechos humanos".

 

 

 

16/02/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Lucas Belludi, 17 de febrero

"Este heraldo de san Antonio de Padua engarzó con su vida una hermosa sinfonía de fraternidad y comunión. Tal fue su vínculo con el santo capuchino que fue denominado Lucas de san Antonio. Escribió sus Sermones"

Hoy se celebra a los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María, y también, entre otros, la de este beato.

La vida de un apóstol es una aventura apasionante. Una misteriosa dádiva otorgada al margen de flaquezas y cualidades le hace permeable a la gracia. Lleno de celo apostólico, instado por el Espíritu Santo a compartir su fe con todo aquel que pase por su lado, tiene en sus manos la imponente responsabilidad de influir en la vida de una persona, —porque esa es la voluntad de Dios que lo ha elegido libremente destinándole a dar abundantes frutos (Jn 15, 16-17)—, para que oriente sus pasos hacia Él. Lucas fue uno de los agraciados para seguir a Cristo y hacerlo, además, acompañando a uno de los más estimados santos de la Iglesia: Antonio de Padua. Por si fuera poco, el pistoletazo de salida para su entrega definitiva se lo dio personalmente san Francisco de Asís.

Nació en Padua, Italia, en el seno de la adinerada familia Belludi, a finales del siglo XII o al inicio del XIII. Fue un hombre profundo y sencillo, excelente predicador; poseía una vasta cultura. En 1220 fue cuando se produjo su decisivo encuentro con san Francisco. La presencia en la ciudad del Poverello tenía carácter apostólico. Era una escala que se produjo tras su paso por Oriente y aprovechó su estancia en Padua para fundar un convento cerca de Venecia, que se erigió al lado de la iglesia de Santa María de Arcella. Fue un lugar emblemático, lleno de historia. En el hospicio para los frailes que lo atendían, el santo de Asís —al igual que hizo con una integrante de las Damas Pobres de santa Clara, la beata Elena Enselmini—, impuso a Lucas el hábito que le convertía en miembro de la Orden de los Frailes Menores. Todo parece indicar que su amor por el sacerdocio se lo debió a Francisco que apreció en él las virtudes y disposición requeridas para ello.

Lucas convivió durante siete años, caracterizados por una intensa labor apostólica, oración y penitencia, junto a esa primera comunidad que habitó el convento. Allí escribió los Sermones que eran fruto de su reflexión y profundas vivencias. La divina Providencia quiso que en esa época se encontrara con Antonio. Éste había regresado a Italia en 1227 después de haber predicado en el sur de Francia. Pentecostés de ese año había tenido un peso significativo en la vida de este gran santo capuchino, ya que fue designado ministro provincial del norte de Italia. Lucas estuvo presente en ese capítulo general realizado en La Porciúncula, y ya no se separaría de él. De modo que, ambos, Antonio y él, llevaron el mismo camino. Se convirtió en su brazo derecho, le acompañó a todas partes, y fue testigo de su predicación ante el pontífice Gregorio IX en la Cuaresma de 1227.

Tres años más tarde, siempre unidos en el mismo espíritu, llegaron a la ciudad de Asís en la que se celebró nuevo capítulo general. Fueron instantes plagados de emociones y vivencias espirituales compartidos con numerosos frailes que se hallaban presentes en el traslado del cuerpo de san Francisco. Sus restos se encontraban en la iglesia de san Jorge y descansarían a partir de entonces en la basílica construida en la colina del Paraíso.

La salud de Antonio andaba entonces bastante maltrecha. Su fama de santidad le precedía y las noticias sobre los hechos prodigiosos que se obraban en su presencia habían traspasado fronteras. Nobles y plebeyos se lo disputaban. Al regreso de Asís, el conde Tiso lo acogió en Camposampiero. Lucas, que siempre estaba al lado de Antonio, previniendo su fin dispuso su traslado a Padua. Y fue en Arcella donde le acompañó y le asistió permaneciendo junto a él hasta que exhaló su último aliento el 13 de junio de 1231. El estrecho lazo que vinculó a ambos propiciaría su denominación de "Lucas de san Antonio". Después de la muerte de éste, Lucas fue elegido Ministro provincial en distintas ocasiones. En esa época, el temido Ezzelino II, que ejercía un poder autoritario en la región y oprimía a la Iglesia, tuvo noticias de su valentía porque no dudó en enfrentarse a su lugarteniente Ansedisio denunciando los constantes abusos, crueldades y tropelías del gobernante. El resultado fue el destierro y el embargo de las posesiones de su familia.

Lucas prosiguió trabajando, redactando los Sermones de Antonio que publicó. Además, escribió sus propios Sermones Dominicales junto a diversas obras que en su mayoría aún permanecen inéditas. Testigo privilegiado de las virtudes del santo de Padua, fue promotor de su causa (Antonio fue canonizado a los once meses de su fallecimiento por Gregorio IX) y estuvo también al frente de la construcción de su basílica en esta ciudad. Entonces era provincial y en el transcurso de su misión fue artífice de nuevos conventos. Este hombre humilde y caritativo murió en el hospicio de la Arcella (Padua) el 17 de febrero de 1286. Se dio la circunstancia de que su cuerpo fue enterrado en el mismo sepulcro que inicialmente había acogido el de Antonio, sepultura que se halla en la basílica erigida en su honor. En 1971 sus restos se trasladaron a otra tumba ubicada en el mismo templo. Su culto fue aprobado el 18 de mayo de 1927 por Pío Xl.