De Libros

 

El fantasma de la Inquisición española

 

José Carlos Martín de la Hoz aborda la Inquisición medieval, el problema judaizante y morisco,y el desarrollo de la moderna Inquisición en Castilla

 

 

17/02/20 | José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

Dentro de la colección “Sin complejos” de la renovada editorial Sekotia, el historiador José Carlos Martín de la Hoz ha tenido el humor, y la valentía, de ofrecer una enésima aportación al tema de la Inquisición española, el mantra que no pocos utilizan para hablar de una Iglesia que existió y que ya no existe, para deslegitimar a una Iglesia que ya no existe con la que muchas veces tampoco existió.

Y digo que ha tenido la valentía porque, tal y como se demuestra de forma divulgativa en este libro, de no muchas páginas pero de sólido contenido, respecto a la cuestión de la Inquisición moderna –Castilla no tuvo Inquisición medieval- se ha avanzado mucho en la investigación documental. Algo que se ha hecho desde muy variados frentes disciplinares y académicos.

 

Revisión de la historia

Muestra de ello es la bibliografía final que el autor ha tenido a bien ofrecernos. Solo indicaré respecto a la calidad de las investigaciones, por poner un ejemplo, la línea de trabajo de mi admirado profesor José Antonio Escudero y su escuela.

Con lo que las ideas están muy claras respecto a la naturaleza de este tribunal, los procesos, el perfil de los acusados, reos y condenados, las argumentaciones, sus protagonistas, su relación con el brazo secular.

El acierto de este libro se suma a esta corriente historiográfica de revisión de la historia, también de España, y de deslegitimación de leyendas negras. Sin caer en la apología de las leyendas rosas, por supuesto.

Un primer dato de este libro es la personalidad intelectual de su autor. Don José Carlos Martín de la Hoz, sacerdote de acreditadas y actuales lecturas, además de sus responsabilidades con las causas de los santos, es una de las referencias actuales ineludibles en el estudio de la Historia de la Iglesia.

Su pertenencia a varios grupos de investigación –por ejemplo el dedicado a los teólogos españoles que escribieron sobre economía- y sus constantes publicaciones le avalan. Pero una de las claves más interesantes de su magisterio es la de la perspectiva desde la que aborda la historia de la Iglesia, la matriz de la confianza como criterio hermenéutico.

Bien pronto leemos en el libro que “la tesis sería que la Inquisición es el paso de un modelo de confianza a un modelo de desconfianza, y a lo largo de la historia, un error teológico del que la Iglesia ha pedido perdón y del que ha aprendido que no se puede usar nunca de la violencia para defender la fe”.

 

El problema de la Iglesia del siglo XXI

Claro que el historiador está especialmente preparado para analizar no solo el pasado también el presente. Por eso, y aunque el presente no es materia objeto de estudio en el libro, es interesante señalar que, nuestro autor, afirma, párrafos atrás, que “si ahora nos preguntásemos cual es el problema más acuciante al que se enfrenta la Iglesia del comienzo del siglo XXI, la respuesta sería la de devolver a la Iglesia la credibilidad y la confianza de la que habitualmente había gozado a los largo de la historia, desde los orígenes hasta nuestros días”.

El libro arranca de una interesante exposición sobre cómo se defendió la fe a lo largo de los primeros siglos. Luego se aborda el origen de la Inquisición medieval, para posteriormente adentrarse con el problema judaizante y del morisco y el nacimiento y desarrollo de la moderna Inquisición en Castilla.

Cómo era su proceder, cuáles sus garantías, cómo influyó en el siglo de Oro, cómo evolucionó y cómo y cuándo desapareció, son cuestiones que se abordan en este tratado. Además el autor añade algunos curiosos capítulos como el dedicado al caso Servet, la Censura francesa y la Enciclopedia, la caza de brujas, la abolición de la esclavitud o el regalismo.

Como curiosidad podemos recordar que, según los datos ofrecidos en el libro, desde 1530 a 1700 la Inquisición española pudo llevar adelante unos cien mil procesos, de los cuales el 1,8% terminaron en una condena de muerte y la entrega al reo al brazo secular para su ejecución. Las tres cuartas partes de los procesos hispano-inquisitoriales tuvieron lugar de 1478 a 1540.

Como diría san Bernardo: “Es de alabar el celo de aquellos católicos en la defensa de la fe; pero su proceder no es digo de loa ni de imitación, porque la fe se ha de persuadir con razones, no imponer por fuerza”.

 

 

 

 

 

José Carlos Martín de la Hoz,
Inquisición sin complejos.
Sekotia