Iglesia-Estado

 

Piden acabar con el delito de blasfemia, que en España no existe

 

El actor Willy Toledo está acusado de ofender a los sentimientos religiosos por sus publicaciones en Facebook

 

 

25/02/20


 

 

 

 

El Grupo Parlamentario de la Izquierda Confederal en el Senado va a presentar una iniciativa dirigida a acabar con el delito de blasfemias en el Código Penal. Esta propuesta parte después de que el actor, Willy Toledo, comparecería hace unos días en los juzgados de Madrid acusado por un delito contra la libertad de conciencia y de ofensa a los sentimientos religiosos. La acusación pide 22 meses de multa para él, mientras que la Fiscalía y su defensa solicitan la libre absolución.

El actor declaró a su salida de los juzgados que le parecía "aberrante" que en el siglo XXI se le juzgara por "blasfemar", de igual modo que le parecía "aberrante" que se acusara a una persona por decir "Viva Franco". "Otra cosa es que digan vamos a matar rojos, o negros, esto sí es un delito".

 

Dejó de ser delito en 1988

La asociación Abogados Cristianos sigue manteniendo la denuncia que interpuso contra el actor por publicar este comentario, en Facebook, en julio de 2017: "Yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María".

Especialistas en derecho eclesiástico consultados por Religión Confidencial, recuerdan que el delito de blasfemia no existe en el ordenamiento jurídico español, que a partir de 1988 dejó de ser delito en España.

 

Delito de escarnio

No obstante, el artículo 209 del Código Penal de 1973 contemplaba el delito de escarnio "de la religión católica o de confesión reconocida legalmente", que recoge también la ley de Libertad Religiosa.

Dicho artículo prevé que incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.

Respecto a los comentarios contra los sentimientos religiosos a los que incurrió Willy Toledo, el fiscal pidió en 2018 el archivo del caso al sostener que los comentarios del actor "pueden ser considerados de dudoso gusto" o "irrespetuosos" con los que "profesan la religión católica, pero no puede mantenerse que constituyan un delito de escarnio".

"Nos encontramos ante expresiones que, si bien pueden resultar malsonantes, incluso ofender a algunas personas, están amparadas por la libertad de expresión, máxime en el contexto de crítica política en el que son pronunciadas. Si todas las expresiones que ofenden a alguien fueran constitutivas de delito, habría más personas dentro de las prisiones que fuera", ha declarado el abogado de Willy Toledo, Endika Zulueta.