Servicio diario - 18 de marzo de 2020


 

Papa Francisco: La misericordia, “centro del cristianismo”
Larissa I. López

San José: El Papa llama a rezar el Rosario a las 21 horas
Larissa I. López

Francisco a ‘La Repubblica’: “He pedido al Señor que detuviera la epidemia”
Anne Kurian

“24 horas para el Señor”: Invitación del Papa a la oración personal o comunitaria
Larissa I. López

La “reciprocidad de la misericordia”, perdonar para ser perdonados – Catequesis completa
Larissa I. López

Venezuela: Los obispos recomiendan seguir la celebración de la Misa online
Redacción

Santa Marta: “Nuestro Dios es cercano y nos pide que estemos cerca unos de otros”
Rosa Die Alcolea

#YoMeQuedoEnCasa: Festival virtual de artistas católicos internacionales
Rosa Die Alcolea

Campaña de Caritas Madrid: “Quiero ser tu vecino de apoyo”
Rosa Die Alcolea

España y Latinoamérica: “Ser portadores de la ternura de Dios”
Larissa I. López

Rep. Democrática del Congo: Card. Tagle enviado especial al Congreso Eucarístico Nacional
Christian Vallejo

“Abrir la puerta de la misericordia a todos”
Larissa I. López

Card. Sturla, nuevo miembro de la comisión para la Administración del Patrimonio de la Santa Sede
Christian Vallejo

Siete visitas virtuales a los Museos Vaticanos desde casa
Redacción

Monseñor Felipe Arizmendi: “Coronavirus, o nuestra fragilidad”
Felipe Arizmendi Esquivel

San José, 19 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

La misericordia, “centro del cristianismo”

Palabras en español
(zenit – 18 marzo 2020).- “Del Señor aprendemos a ser misericordiosos, pues Él nos precede y nos perdona antes; y al experimentar su perdón en nosotros, somos capaces de perdonar. La misericordia está al centro del cristianismo, y es la meta de todo camino espiritual; es uno de los frutos más bellos de la caridad, que nos hace libres y felices”.

Estas palabras han sido pronunciadas por el Papa Francisco hoy, 18 de marzo de 2020, en la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico y transmitida en streaming, como medida de medida adoptada por el Vaticano para evitar aglomeraciones en la plaza de San Pedro y frenar los contagios del Covid-19.

Durante la misma, el Santo Padre retomó la serie de catequesis sobre las bienaventuranzas. En concreto sobre la quinta beatitud: “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7).

 

Reciprocidad de la misericordia

En esta bienaventuranza, explicó Francisco, “coinciden la causa y el fruto de la misma. Aquellos que ejercitan la misericordia serán ‘misericordiados’”. Y resaltó que este tema del perdón recíproco “está presente en toda la enseñanza del Señor, de modo particular, en la oración del padrenuestro en la que pedimos: ‘Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden’”.

Del mismo modo, el Papa subrayó que existen dos elementos inseparables, el perdón recibido y el perdón que se ofrece: “El hecho de la reciprocidad de la misericordia indica que tenemos que cambiar de perspectiva; no podemos denegar el perdón a quien nos ha ofendido, por muy difícil que sea, porque necesitamos recordar que sólo “perdonando a los demás, somos perdonados por Dios”.

 

 

 

 

San José: Francisco llama a rezar el Rosario a las 21 horas

Especialmente por los enfermos y sus cuidadores

(zenit – 18 marzo 2020).- Mañana, 19 de marzo, fiesta de San José, el Papa Francisco invita a los italianos a rezar el Rosario a las 21 horas, fiesta de san José, y a pedir especialmente por los enfermos de coronavirus y por los que “arriesgan sus vidas” para curarlos.

Este llamado fue realizado hoy, 18 de marzo de 2020, durante la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico y transmitida en streaming debido a la situación de emergencia por el virus Covid-19.

 

Rosario en el día de san José

Al final de la audiencia, en su saludo dirigido a los ancianos, enfermos, los jóvenes y los recién casados, Francisco recordó que, efectivamente, mañana se celebra festividad de san José. Sobre él, destacó: “En la vida, el trabajo, la familia, la alegría y el dolor siempre buscó y amó al Señor, haciéndose acreedor de la alabanza de las Escrituras como hombre justo y sabio” e invitó a invocarlo “siempre, especialmente en tiempos difíciles, y encomendad vuestra existencia a este gran santo.”.

Después, el Papa se unió al llamamiento de los obispos italianos que en esta “emergencia sanitaria han promovido un momento de oración por todo el país”. Así, sostuvo que todos los fieles, familias y comunidades religiosas permanezcan “unidos espiritualmente mañana a las 21 en el rezo del Rosario, con los Misterios Luminosos”.

 

Petición especial a la Virgen

“Al rostro luminoso y transfigurado de Cristo y a su Corazón nos conduce María, Madre de Dios, Salud de los enfermos, a quien nos dirigimos con el rezo del Rosario, bajo la mirada amorosa de san José, Custodio de la Sagrada Familia y de nuestras familias”, continuó el Santo Padre.

“Y le pedimos que proteja de forma especial a nuestra familia, a nuestros familiares, en particular a los enfermos y a las personas que los atienden: los médicos, los enfermeros, las enfermeras, los voluntarios que arriesgan sus vidas en este servicio”, concluyó.

En la catequesis de hoy el Santo Padre reflexionó sobre la quinta bienaventuranza: “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7). Así, resaltó la reciprocidad de la misericordia: “No podemos denegar el perdón a quien nos ha ofendido, por muy difícil que sea, porque necesitamos recordar que solo ‘perdonando a los demás, somos perdonados por Dios’”.

 

 

 

 

El Papa a ‘La Repubblica’: “He pedido al Señor que detuviera la epidemia”

Invita a redescubrir las pequeñas atenciones cotidianas           

(zenit – 18 marzo 2020)-. “He pedido al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. He orado por esto”, confió el Papa Francisco en una entrevista con el diario italiano La Repubblica este 18 de marzo de 2020, tres días después de hacer una peregrinación en Roma, mientras los países se atrincheran ante la propagación del coronavirus Covid-19. Recomienda a las familias confinadas “atención y paciencia”.

El Papa se desplazó a Santa María Mayor el 15 de marzo para rezar a la Virgen María y luego a la Vía del Corso, a la iglesia de San Marcelino para rezar al Cristo.

En este período en que muchos están confinados a sus casas, indica al periódico italiano según una síntesis de Vatican News, “debemos redescubrir la concreción de las pequeñas cosas, de las pequeñas atenciones que hay que tener hacia quienes están cerca, parientes, amigos. Entender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro”. “No desperdiciar estos días difíciles”, exhorta.

Y el Pontífice –respondiendo al vaticanista Paolo Rodari– cita ejemplos: “gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión, que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica… Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros”.

 

Lenguaje hecho de gestos concretos

En un mundo en el que a veces vivimos en “una comunicación entre nosotros solo virtual”, invita a “descubrir una nueva cercanía”, “una relación concreta hecha de atención y paciencia”. “A menudo las familias en casa comen juntas en un gran silencio que no viene dado por una escucha mutua, sino por el hecho de que los padres ven la televisión mientras comen y sus hijos están en sus teléfonos móviles. Parece que son muchos monjes aislados unos de otros “.

“Escucharnos es importante porque entendemos qué necesita cada uno, sus necesidades, cansancios, deseos”, insiste el Santo Padre, alentando a proteger el “lenguaje hecho de gestos concretos”, lenguaje en el que “el dolor de estos días debe abrirse”.

 

Encontrar la fuerza en el amor

El Papa Francisco dirige un pensamiento especial a los cuidadores y las familias de los enfermos: “Agradezco a los que se gastan de esta manera por los demás”. También llama a estar cerca de los que han perdido a un ser querido, acompañándolos “de todas las maneras posibles”.

Incluso para el que no ha encontrado a Dios, Francisco afirma, “quien no tienen el don de la fe, puede encontrar su camino allí, en las cosas buenas en las que cree: puede encontrar la fuerza en el amor a sus hijos, a su familia, a sus hermanos”. Uno puede decir: “‘No puedo rezar porque no creo’. Pero al mismo tiempo, sin embargo, puede creer en el amor de la gente que le rodea y allí encontrar la esperanza”.

 

 

 

 

“24 horas para el Señor”: Invitación del Papa a la oración personal o comunitaria

Iniciativa cuaresmal de penitencia

(zenit – 18 marzo 2020).- Dada la cercanía de la iniciativa “24 horas para el Señor”, celebrada el 20 y 21 de marzo de 2020, el Papa Francisco invitó a todos a unirse a ella, comunitariamente, si es posible, y a través de la oración personal aquellos que se encuentren confinados a causa del coronavirus.

Para el Santo Padre, se trata de una cita “importante de la Cuaresma para rezar y acercarse al sacramento de la reconciliación”, explicó hoy, 18 de marzo de 2020, durante la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico debido a la situación de emergencia por el Covid-19.

“Lamentablemente, en Roma, Italia y otros países esta iniciativa no podrá llevarse a cabo en las formas habituales debido a la emergencia del coronavirus”, expresó Francisco refiriéndose al hecho de que en muchos países las personas se encuentran aisladas en sus casas para evitar nuevas infecciones.

 

Acercarse a la misericordia de Dios

No obstante, también indicó que en todas las demás partes del mundo “esta hermosa tradición continuará” y animó a los fieles de esos lugares “a acercarse a la misericordia de Dios en la confesión de manera sincera y a rezar especialmente por aquellos que están siendo probados por la pandemia”.

“Donde no sea posible celebrar las 24 horas para el Señor, estoy seguro de que este momento penitencial puede ser vivido a través de la oración personal”, concluyó el Obispo de Roma.

En la catequesis de hoy, el Santo Padre reflexionó en torno a la quinta bienaventuranza: “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7). De este modo, subrayó que “la misericordia está al centro del cristianismo y es la meta de todo camino espiritual; es uno de los frutos más bellos de la caridad, que nos hace libres y felices”.

 

 

 

 

La “reciprocidad de la misericordia”, perdonar para ser perdonados –  Catequesis completa

Ciclo de las bienaventuranzas
(zenit – 18 marzo 2020).- El Papa Francisco habló sobre la “reciprocidad de la misericordia”: “Vivimos de misericordia y no podemos permitirnos estar sin misericordia: es como el aire que respiramos. Somos demasiado pobres para poner las condiciones, necesitamos perdonar, porque necesitamos ser perdonados”.

Hoy, 18 de marzo de 2020, el Santo Padre celebró la audiencia general prosiguiendo con el ciclo sobre las bienaventuranzas. En esta ocasión, centró su reflexión en la quinta: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos hallarán misericordia” (Mt 5, 7).

Por segunda vez, la audiencia general ha tenido lugar a puerta cerrada en la biblioteca del Palacio Apostólico. Francisco se ha reunido junto a los sacerdotes traductores frente a las cámaras que emitían en directo, vía streaming, la catequesis.

 

Ser “misericordiados”

En primer lugar, el Papa subrayó la particularidad de esta bienaventuranza “es la única en la que coinciden la causa y el fruto de la felicidad, la misericordia. Los que ejercen la misericordia encontrarán misericordia, serán ‘misericordiados”.

Es sobre todo es en el Padrenuestro donde pedimos: “’Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden’ (Mt 6,12); y esta petición es la única que se recoge al final: ‘Porque si vosotros perdonáis a los demás sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas’”, indicó el Pontífice.

 

“Perdonando se es perdonado”

Para el Obispos de Roma “el perdón dado y el perdón recibido” son inseparables: “Este hecho de la reciprocidad de la misericordia indica que necesitamos invertir la perspectiva. Solos no podemos, hace falta la gracia de Dios, tenemos que pedirla. Porque si la quinta bienaventuranza promete que se encontrará la misericordia y en el Padrenuestro pedimos el perdón de las deudas, significa que somos esencialmente deudores y necesitamos encontrar misericordia”.

En esta línea, señaló que es preciso recordar que es necesario perdonar, el perdón y la paciencia: “Este es el secreto de la misericordia: perdonando se es perdonado. Por eso Dios nos precede y nos perdona primero (cf. Rom 5:8). Recibiendo su perdón, nosotros a nuestra vez nos volvemos capaces de perdonar”.

 

Mensaje de misericordia

Y esta misericordia, efectivamente, proviene de Dios Padre: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6,36), pues “cuanto más se acepta el amor del Padre, más se ama (cf. CIC, 2842)”, puntualizó. Y agregó que “la misericordia no es una dimensión entre otras, sino el centro de la vida cristiana: no hay cristianismo sin misericordia”.

El Papa Francisco también rememoró cómo la misericordia fue el tema elegido en su primer Ángelus como Sucesor de Pedro: “ese día sentí con tanta fuerza que ese es el mensaje que debo dar, como obispo de Roma: misericordia, misericordia, por favor, perdón”.

A continuación, sigue la catequesis completa del Papa.

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Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy hablaremos de la quinta bienaventuranza, que dice: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos hallarán misericordia» (Mt 5, 7). En esta bienaventuranza hay una particularidad: es la única en la que coinciden la causa y el fruto de la felicidad, la misericordia. Los que ejercen la misericordia encontrarán misericordia, serán «misericordiados».

Este tema de la reciprocidad del perdón no sólo está presente en esta bienaventuranza, sino que es recurrente en el Evangelio. ¿Y cómo podría ser de otra manera? ¡La misericordia es el corazón mismo de Dios! Jesús dice: «No juzguéis y no seréis juzgados; no condéneis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados» (Lc 6, 37). Siempre la misma reciprocidad. Y la Carta de Santiago afirma que «la misericordia se siente superior al juicio » (2:13).

Pero sobre todo es en el Padrenuestro donde pedimos: «Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mt 6,12); y esta petición es la única que se recoge al final: «Porque si vosotros perdonáis a los demás sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas» (Mt 6,14-15; cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2838).

Hay dos cosas que no se pueden separar: el perdón dado y el perdón recibido. Pero para muchas personas es difícil, no pueden perdonar. Muchas veces el mal recibido es tan grande que ser capaz de perdonar parece como escalar una montaña muy alta: un esfuerzo enorme; y uno piensa: no se puede, esto no se puede. Este hecho de la reciprocidad de la misericordia indica que necesitamos invertir la perspectiva. Solos no podemos, hace falta la gracia de Dios, tenemos que pedirla. Porque si la quinta bienaventuranza promete que se encontrará la misericordia y en el Padrenuestro pedimos el perdón de las deudas, significa que somos esencialmente deudores y necesitamos encontrar misericordia.

Todos somos deudores. Todos. Con Dios, que es tan generoso, y con nuestros hermanos. Toda persona sabe que no es el padre o la madre que debería ser, el esposo o la esposa, el hermano o la hermana que debería ser. Todos estamos “en déficit” en la vida. Y necesitamos misericordia. Sabemos que también nosotros hemos obrado mal, siempre le falta algo al bien que deberíamos haber hecho.

¡Pero precisamente esta pobreza nuestra se convierte en la fuerza para perdonar! Somos deudores , y si, como hemos escuchado al principio, nos medimos con la medida con la que medimos a los demás (cf. Lc 6,38), entonces nos conviene ensanchar la medida y perdonar las deudas, perdonar. Cada uno debe recordar que necesita perdonar, que necesita perdón y que necesita paciencia; este es el secreto de la misericordia: perdonando se es perdonado. Por eso Dios nos precede y nos perdona primero (cf. Rom 5:8). Recibiendo su perdón, nosotros a nuestra vez nos volvemos capaces de perdonar. Así, nuestra miseria y nuestra falta de justicia se convierten en oportunidades para abrirnos al Reino de los cielos, a una medida más grande, la medida de Dios, que es misericordia.

¿De dónde viene nuestra misericordia? Jesús nos dijo: «Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6,36). Cuanto más se acepta el amor del Padre, más se ama (cf. CIC, 2842). La misericordia no es una dimensión entre otras, sino el centro de la vida cristiana: no hay cristianismo sin misericordia (1) Si todo nuestro cristianismo no nos lleva a la misericordia, nos hemos equivocado de camino, porque la misericordia es la única meta verdadera de todo camino espiritual. Es uno de los frutos más bellos de la caridad (CIC, 1829).

Recuerdo que este tema fue el elegido desde el primer ángelus que tuve que decir como Papa: la misericordia. Y se me quedó grabado, como un mensaje que como Papa debía dar siempre, un mensaje que debe ser cotidiano: la misericordia. Recuerdo que ese día también tuve la actitud algo «desvergonzada» de hacer publicidad a un libro sobre la misericordia, recién publicado por el cardenal Kasper. Y ese día sentí con tanta fuerza que ese es el mensaje que debo dar, como obispo de Roma: misericordia, misericordia, por favor, perdón.

La misericordia de Dios es nuestra liberación y nuestra felicidad. Vivimos de misericordia y no podemos permitirnos estar sin misericordia: es como el aire que respiramos. Somos demasiado pobres para poner las condiciones, necesitamos perdonar, porque necesitamos ser perdonados. ¡Gracias!

  1. San Juan Pablo II Enc. Dives in misericordia (30 de noviembre de 1980); Bula Misericordiae Vultus (11 de abril de 2015) Cart. Apostólica. Misericordia et misera (20 noviembre 2016)

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

Venezuela: Los obispos recomiendan seguir la celebración de la Misa online

Será una iniciativa diaria
(zenit – 18 marzo 2020).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a través de su departamento de comunicación, ofrece información acerca de los medios de comunicación digitales y convencionales que transmitirán, a nivel nacional, la Santa Misa en vivo, así como adoraciones eucarísticas y el rezo del Rosario, entre otras formas de oración.

Asimismo, a través de un comunicado, la CEV informa de que desde ayer, día 17 de marzo de 2020, se inició la transmisión en vivo de la Eucaristía a través de la página oficial en Facebook.

Esta iniciativa se llevará a cabo diariamente a las 7:30 horas, y en este caso, la celebración fue presidida por Mons. José Trinidad Fernández, obispo auxiliar de Caracas y secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana.

A continuación, las diferentes opciones de transmisión de las misas a través de medios de comunicación y redes sociales:

 

Vía: Facebook live:

Eucaristía todos los días a las 7:30 am

 

Arquidiócesis de Caracas

Unión Radio 90.3 FM

Eucaristía los domingos a las 5 am /7 am /10 pm

Radio María Venezuela1450 AM

Eucaristía de lunes a viernes a las 5 pm

Sábados: 1 pm

Domingos: 11 am / 4 pm

Vale TV

Eucaristía todos los domingos a las 8:30 am

TV Familia

Eucaristías de lunes a viernes 8 am/ 6 pm /11:20 pm

Domingos: 12 am

 

Arquidiócesis de Coro

Radio Guadalupana 105.1 FM

Eucaristía todos los días a las 6 pm

Arquidiócesis de Calabozo

Radio Señal 94.5 FM

Eucaristía todos los domingos a las 5 pm

 

Arquidiócesis de Ciudad Bolívar

Ecos de Asís 89.1 FM

Lunes a sábados: 7 am.

Domingos: 9 am / 7 pm

Capital 99.9 FM

Domingos: 9 am.

Radio Selva 88.9 FM y Caicara Digital 90.1

Domingos: 7 am.

Mahanaim 100.7 FM

Domingos: 8 am.

 

Arquidiócesis de Valencia

Radio la Voz de Dios 97.5 FM

Eucaristía todos los domingos a las 11 am

 

Arquidiócesis de Maracaibo

Canal ONCE del Zulia

Domingos: 7 am / 12:30 am / 6 pm.

 

Arquidiócesis de Mérida

Televisora Andina de Mérida

Lunes a sábados: 5 pm.

Domingos: 11 am.

Éxitos 100.9 FM:

Domingo: 11 am

Radio Occidente 1100 AM Tovar:

Domingo: 10 am. / 7 pm

Radio Paraíso 100.7 FM Timotes:

Domingo 10 am. / 7 pm

Radio Jornalera 88.5 FM: Domingo 11 am.

Libertad 90.5 FM: Domingo 10 am.

Gente Laboriosa 104.1 FM: Domingo 11 am.

Arcángel FM: Domingo 11 am.

Santo Cristo Stereo FM: Domingo 11 am.

 

Diócesis de El Vigía-San Carlos del Zulia

Vía: Periscope y twitter @dioelvigiascz

Eucaristía todos los dias 5 pm

Hora Santa jueves 4 pm

 

Diócesis de Punto Fijo

Radio Kayros 106.3 FM

Eucaristía todos los días a las 11 am

Retrasmisión 6 pm

 

Diócesis de Puerto Cabello

Radio Stereo Mar 93.9 FM

Eucaristía todos los domingos a las 8 am

 

Diócesis de San Cristóbal

Radio Natividad 95.7 y 101.7 FM

Eucaristías diarias a las 7 am y 7 pm

Canal YouTube: Radio Natividad.

Eucaristías diarias a las 7 am y 7 pm

 

Diócesis de Valle de la Pascua

Radio Mega Latina 97.9 FM

Todos los domingos 10 am

Retransmisión 6 pm

Radio Guaribeña 104.1 FM

Eucaristía todos los domingos a las 9 am

Radio Mágica 100.1 FM (Zaraza)

Eucaristía todos los domingos a las 6 am

 

Diócesis de Guasdualito

Radio Fe y Alegría101.1 FM

Eucaristía todos los domingos desde la Catedral a las 10 am

Radio Fe y Alegría106.1 FM

Eucaristía todos los domingos desde El Nula a las 11 am

Radio Elorza 93.7 FM

Eucaristía todos los domingos a las 10:30 am

 

Diócesis de San Carlos

Radio Pastoreña 89.7 FM

Eucaristía todos los domingos a las 9 am

Retransmisión 6 pm

 

Vicariato Apostólico de Tucupita

Radio Orinoco 92.9 FM

Eucaristía todos los domingos a las 10 am

 

Diócesis de Trujillo

Radio Paz Trujillo 98.9 FM

Eucaristía de lunes a sábado 6 pm

Domingos 11:00 am / 5 pm

 

Diócesis de El Tigre

Antorcha TV

Domingos: 11 am. / 5 pm.

Ecos de Asís La Franciscana 98.5 FM

Lunes a sábados: 5 pm.

Domingos: 8:30am. / 12 am. / 5 pm.

Conver

Conver Canal YouTube y @CONVER_medios en Instagram

Eucaristía de lunes a domingo: 5:30 pm.

Radio Fe y Alegría

Eucaristía de Lunes a Sábado 5 pm

Eucaristía todos los domingos a nivel nacional a las 7 am / 3 pm / 7 pm

Rosario de Lunes a Domingo a las 9 pm/ retransmisión a las 5 am

 

 

 

 

Santa Marta: “Nuestro Dios es cercano y nos pide que estemos cerca unos de otros”

Encomienda a todos los difuntos
(zenit – 18 marzo 2020).-  “Recemos hoy por los difuntos, aquellos que a causa del virus han perdido la vida –ha pedido el Papa–; de manera especial, me gustaría que rezáramos por los trabajadores de salud que han muerto en estos días. Han donado sus vidas al servicio de los enfermos”.

Este martes, 18 de marzo de 2020, el Santo Padre ha invocado a todos los difuntos a causa del Coronavirus en la intención de oración en la Eucaristía, celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta.

Reflexionando sobre la lecturas propuestas para este miércoles de la III Semana de Cuaresma, Francisco ha señalado que nuestro Dios “es el Dios de la cercanía, es un Dios cercano, que camina con su pueblo”, y que “hace las prescripciones, las escribe con sus propias manos en la piedra, se las da a Moisés, pero no deja las prescripciones y se va: camina, está cerca”, y observa: “¿Qué nación tiene un Dios tan cercano? El nuestro es un Dios de la cercanía”.

 

Estar cerca unos de otros

En este contexto, el Pontífice señala que “Nuestro Dios es cercano” y “nos pide que estemos cerca unos de otros, no que nos alejemos unos de otros”. Y en este momento de crisis por la pandemia que estamos viviendo, ha aclarado, “esta cercanía nos pide que la manifestemos más, que la mostremos más”.

“No podemos, quizás, acercarnos físicamente por miedo al contagio, pero sí, podemos despertar en nosotros una actitud de cercanía entre nosotros: con la oración, con la ayuda, muchas formas de cercanía. ¿Y por qué deberíamos estar cerca el uno del otro? Porque nuestro Dios está cerca, quiso acompañarnos en la vida”, ha asegurado el Santo Padre.

A continuación, sigue la transcripción de la homilía del Papa realizada por la edición italiana de Vatican News.

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Homilía del Santo Padre

El tema de ambas lecturas de hoy es la Ley. La Ley que Dios da a su pueblo. La Ley que el Señor quiso darnos y que Jesús quiso llevar a la más alta perfección. Pero hay una cosa que llama la atención: la forma en que Dios da la Ley. Moisés dice: “Porque ¿qué gran nación tiene a sus dioses tan cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos?”. El Señor da la Ley a su pueblo con una actitud de cercanía. No se trata de prescripciones de un gobernante, que puede estar lejos, o de un dictador… No: es la cercanía; y nosotros sabemos por revelación que es una cercanía paternal, de un padre, que acompaña a su pueblo dándole el don de la Ley. El Dios cercano. “De hecho, ¿qué gran nación tiene a sus dioses tan cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos?”.

Nuestro Dios es el Dios de la cercanía, es un Dios cercano, que camina con su pueblo. Esa imagen en el desierto, en el Éxodo, la nube, la columna de fuego para proteger al pueblo: Él camina con su pueblo. No es un Dios que deja las prescripciones escritas, “y sigue adelante”. Hace las prescripciones, las escribe con sus propias manos en la piedra, se las da a Moisés, pero no deja las prescripciones y se va: camina, está cerca. “¿Qué nación tiene un Dios tan cercano?” Es la cercanía. El nuestro es un Dios de la cercanía.

Y la primera respuesta del hombre, en las primeras páginas de la Biblia, son dos actitudes de no proximidad. Nuestra respuesta siempre es alejarnos, nos alejamos de Dios. Él se acerca y nosotros nos distanciamos. En esas dos primeras páginas, la primera actitud de Adán con su esposa, es esconderse: se esconden de la cercanía de Dios, se avergüenzan, porque han pecado, y el pecado nos lleva a escondernos, a no querer la cercanía. Y muchas veces, se hace una teología sólo pensada “en el juez”, y por eso me escondo: tengo miedo.

La segunda actitud, humana, a la propuesta de esta cercanía de Dios es matar. Mata al hermano. “No soy el guardián de mi hermano”. Dos actitudes que borran toda proximidad. El hombre rechaza la cercanía de Dios, él quiere ser amo de las relaciones y la cercanía siempre trae consigo alguna debilidad. El “Dios cercano” se vuelve débil, y cuanto más cercano se hace, más débil parece. Cuando viene a nosotros, a habitar con nosotros, se hace hombre, uno de nosotros: se hace débil y trae la debilidad hasta la muerte y la muerte más cruel, la muerte de los asesinos, la muerte de los más grandes pecadores. La proximidad humilla a Dios. Se humilla para estar con nosotros, para caminar con nosotros, para ayudarnos.

El “Dios cercano” nos habla de humildad. No es un “gran Dios”, no… No. Está cerca. Está en casa. Y lo vemos en Jesús, Dios hecho hombre, cercano hasta la muerte, con sus discípulos: los acompaña, les enseña, los corrige con amor… Pensemos, por ejemplo, en la cercanía de Jesús a los angustiados discípulos de Emaús: estaban angustiados, fueron derrotados y Él se acerca a ellos lentamente, para hacerles comprender el mensaje de vida, de la resurrección.

Nuestro Dios es cercano y nos pide que estemos cerca unos de otros, no que nos alejemos unos de otros. Y en este momento de crisis por la pandemia que estamos viviendo, esta cercanía nos pide que la manifestemos más, que la mostremos más. No podemos, quizás, acercarnos físicamente por miedo al contagio, pero sí, podemos despertar en nosotros una actitud de cercanía entre nosotros: con la oración, con la ayuda, muchas formas de cercanía. ¿Y por qué deberíamos estar cerca el uno del otro? Porque nuestro Dios está cerca, quiso acompañarnos en la vida. Es el Dios de la cercanía. Por eso no somos personas aisladas: estamos cerca, porque la herencia que hemos recibido del Señor es la cercanía, es decir, el gesto de cercanía.

Pidamos al Señor la gracia de estar cerca unos de otros; no nos escondamos unos de otros; no nos lavemos las manos de los problemas de los demás, como hizo Caín: no. Juntos. Proximidad. Cercanía. “Porque ¿qué gran nación tiene a sus dioses tan cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos?”.

 

 

 

 

#YoMeQuedoEnCasa: Festival virtual de artistas católicos internacionales

Promovido por “Católicos en Red”
(zenit – 18 marzo 2020).- En el marco de la campaña nacional #YoMeQuedoEnCasa, promovida en las redes sociales para frenar los contagios del Coronavirus entre la población, los artistas católicos más conocidos crean el festival de música virtual “Católicos en red”.

Se trata de una serie de conciertos online para “llevar un mensaje de esperanza a quienes se ven obligados a quedarse encerrados en sus hogares por la pandemia”, describen los promotores. En estas dos semanas realizarán conciertos en vivo a través de las redes sociales, lanzando un “mensaje de confianza en Dios en este difícil período”.

A la iniciativa se han sumado conocidos músicos internacionales de la talla de Athenas, César Hidalgo, Aaira, Paola Pablo, Jesús Cabello y Marcelo Olima, entre otros, con el apoyo del Subcomité para jóvenes y niños de la Conferencia Episcopal Española.

Los participantes quieren hacer un llamamiento a los ciudadanos para que sigan las indicaciones de las autoridades civiles y sanitarias ante la amenaza del coronavirus, pero también quieren “transmitir un mensaje de tranquilidad y pedir confianza en Dios” ante la pandemia.

Las actuaciones, que se ofrecerán a través del perfil de cada artista en redes sociales como Instagram, Facebook o YouTube, durarán 30 minutos, comenzando a las 20 horas (hora española) todos los días. La programación del festival se puede consultar en www.catik.org

 

“Católicos en Red”

Gabriel López Santamaría, fundador de “Católicos en Red”, explica a Vatican News que la intención es “acercarnos unos a otros en estos días de confinamiento, hacernos compañía, hacer un momento de alabanza, de oración, de fraternidad, principalmente”.

Así, asegura que se quiere “mostrar esa cercanía de la Iglesia, de cada uno de nosotros como católicos, los templos pueden esta cerrados, pero la Iglesia, que somos todos, sigue abierta” y señala que “gracias a Dios tenemos estos medios de comunicación, como las redes sociales”.

 

Lista de actuaciones

 

 

 

 

Campaña de Caritas Madrid: “Quiero ser tu vecino de apoyo”

“La caridad no cierra”
(zenit – 18 marzo 2020).- Caritas Diocesana de Madrid pone en marcha la campaña “La caridad no cierra. Quiero ser tu vecino de apoyo”, con la que llaman a la “fraternidad cristiana” y la “solidaridad” ante la crisis de contagios por Coronavirus en España, que impide a las personas a salir de casa.

Desde Caritas Diocesana de Madrid, ciudad española con mayor número de infectados por el COVID-19, aseguran que quieren “seguir atendiendo a los más débiles y vulnerables como ‘vecinos de apoyo’ y poner así en valor nuestra identidad cristiana y la fuerza humanizadora del Evangelio”.

La idea es atender a las personas mayores, impedidas, solas o enfermas que se puedan tener cerca, para prestarle ayuda en sus necesidades cotidianas, como por ejemplo, hacer la compra, cocinar, o limpiar la casa.

Para ello, han elaborado un cartel para para que cualquier pueda ofrecerse como vecino o vecina de apoyo. En el rectángulo rojo de la parte de arriba del cartel, el voluntario puede escribir su nombre y algún dato de contacto, colgarlo en su portal y descubrir si hay alguien que le necesita.

“Toma todas las medidas de precaución y ponte en marcha, porque como dice nuestro lema ‘Tu compromiso, mejora el mundo’”, recuerdan los promotores de la iniciativa.

“La Iglesia como Caridad vivida no cierra”, señala José Luis Segovia Bernabé, vicario episcopal para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación. “En estos momentos de crisis como los que estamos viviendo, debemos poner en valor nuestra identidad cristiana y la fuerza humanizadora del Evangelio”.

 

Medidas de prevención

Eva Cruz, directora Cooperación Internacional Cáritas Española, proponer algunas medidas de prevención para el contagio del virus.

  • Concienciar a todo el personal para una correcta protección de ellos mismos, sus familias y todas las personas con las que trabajan a diario, a través de charlas y espacios de sensibilización donde tratan la prevención del coronavirus y cómo actuar en caso de contagio.
  • Si sufre síntomas, la persona tiene la responsabilidad individual de permanecer en espera y proceder con las medidas emitidas por el Ministerio de Sanidad de su país.
  • Disponibilidad en todas las oficinas de Cáritas de alcohol en spray, jabón para lavarse las manos y mascarillas.
  • Cancelación o posposición de reuniones, viajes y actos en grupo. Los centros de estudios por su parte, ofrecerán una formación online, en caso de contar con los medios adecuados.

 

 

 

 

España y Latinoamérica: “Ser portadores de la ternura de Dios”

“En este momento particularmente difícil”
(zenit – 18 marzo 2020).- “Pidamos al Señor que, en este momento particularmente difícil para todos, podamos redescubrir dentro de nosotros su Presencia que nos ama y nos sostiene, y de este modo ser portadores de su ternura a cuantos nos rodean, con obras de cercanía y de bien”.

Esta es la petición pronunciada por el Papa Francisco durante sus palabras a los hispanohablantes, en la audiencia general celebrada hoy, 18 de marzo de 2020, en la biblioteca del Palacio Apostólico.

Francisco también saludó a los peregrinos de lengua española que seguían la audiencia general en streaming, debido a la situación de emergencia por el coronavirus.

La catequesis del Santo Padre versó sobre la quinta bienaventuranza: “Dichosos los misericordiosos”. En ella resaltó el carácter recíproco de la misericordia, pues necesitamos perdonar para ser perdonados por el Señor.

 

 

 

 

Rep. Democrática del Congo: Card. Tagle enviado especial al Congreso Eucarístico Nacional

Por el Santo Padre
(zenit – 18 marzo 2020).- El cardenal Luis Antonio G. Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, será el enviado especial del Papa Francisco a la celebración del Congreso Eucarístico Nacional de la República Democrática del Congo, que se celebrará en Lubumbashi del 7 al 14 de junio de 2020.

Así lo ha comunicado la oficina de prensa de la Santa Sede a fecha de hoy, 18 de marzo de 2020.

 

Congreso Eucarístico Nacional

El 7 de junio comienza con el lanzamiento de actividades preparatorias para el evento que, bajo el lema “Eucaristía y familia”, será una gran oportunidad  para que la Iglesia-Familia en la República Democrática del Congo se una en oración y se renueve espiritualmente.

De este modo, los obispos congoleños invitan a todos los fieles a participar en el evento, así como a toda mujer y hombre de buena voluntad.

Este año se centrará en la familia porque es una de las principales preocupaciones de la Iglesia tanto a nivel universal como local. La Iglesia del Congo quiere, a través de este Congreso, responder al llamamiento hecho por el Papa Francisco al convocar el próximo Mes Misionero Extraordinario.

 

Cardenal Luis Antonio Tagle

Nació en Manila, Filipinas, el 21 de junio de 1957. Es arzobispo emérito de Manila y el actual prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y presidente de Cáritas Internationalis desde el 2015.

Fue ordenado sacerdote católico para la diócesis de Imus el 27 de febrero de 1982. También designado arzobispo de Manila en 2011 y cardenal en el Consistorio del 24 de noviembre de 2012, por el Papa Benedicto XVI.

 

 

 

 

“Abrir la puerta de la misericordia para todos”

El Papa a los fieles árabes    
(zenit – 18 marzo 2020).- “Dios nos abrió la puerta de su misericordia desde que nos creó. Debemos abrir la puerta de la misericordia a todos dentro de nosotros, porque desde ella entra Dios para darnos su perdón y sus bendiciones”, dijo el Santo Padre

Hoy, 18 de marzo de 2020, durante la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa Francisco dirigió un saludo particular a los fieles árabes.

Además, el Papa pidió: “¡Que el Señor os bendiga a todos y “os proteja siempre del maligno!”.

En la catequesis de hoy el Pontífice retomó el ciclo sobre las bienaventuranzas, en concreto sobre la quinta: “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Así, indicó que “la misericordia está al centro del cristianismo y es la meta de todo camino espiritual; es uno de los frutos más bellos de la caridad, que nos hace libres y felices”.

 

 

 

 

Cardenal Sturla, nuevo miembro de la comisión para la Administración del Patrimonio de la Santa Sede

Nombrado por el Papa Francisco
(zenit – 18 marzo 2020).- El Santo Padre ha nombrado al cardenal Daniel Fernando Sturla Berhouet, arzobispo de Montevideo, Uruguay, como nuevo miembro de la comisión cardenalicia para la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).

Así lo ha comunicado hoy, 18 de marzo de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Cardenal Daniel Fernando Sturla

Nació el 4 de julio de 1959 en Montevideo, Uruguay. Es sacerdote salesiano uruguayo y prelado de la Iglesia católica.

Sturla fue ordenado sacerdote el 21 de noviembre de 1987. Ejerció varios cargos en el seno de la congregación salesiana y el 10 de diciembre de 2011 fue nombrado obispo titular de Phelbes y obispo auxiliar de Montevideo.

El 4 de enero de 2015 se anunció su designación como cardenal de la Iglesia católica,​ el segundo uruguayo después de Mons. Antonio María Barbieri. Fue creado cardenal por el Papa Francisco en el consistorio del 14 de febrero de ese mismo año.

 

Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica

Es la oficina de la Curia Romana que se ocupa de las disposiciones de propiedad de la Santa Sede con el fin de proporcionar los fondos necesarios para la romana curia funcionen. Fue establecido por el Papa Pablo VI el 15 de agosto de 1967.

La Sección Ordinaria, una de las dos secciones de APSA, fue transferida a la Secretaría de Economía por Francisco el 8 de julio de 2014. Asimismo, APSA actúa como el Tesoro y banco Central de la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede.

 

 

 

 

Siete visitas virtuales a los Museos Vaticanos desde casa

Emergencia del coronavirus
(zenit – 18 marzo 2020).- Con motivo del cierre temporal al público de los Museos Vaticanos por la emergencia del coronavirus, se pueden realizar siete visitas virtuales a ellos desde casa, tal y como informa Vatican News.

Se podrá contemplar desde casa la belleza de los Museos Vaticanos, ya que las colecciones pontificias siguen estando disponibles con tan solo un clic desde los ordenadores, samrtphones o tablets. El objetivo es no dejar de compartir con los usuarios de todo el mundo sus obras maestras.

Los museos se mantendrán cerrados al público desde el pasado 9 de marzo de 2020 y continuará hasta, al menos, el 3 de abril, al igual que la oficina de excavaciones, el museo de las Villas Pontificias y los centros de museos de las Basílicas Pontificias, indican desde la fuente citada.

 

Siete visitas virtuales

En la página web se ofrecen siete visitas virtuales: de la capilla Sixtina al museo Pío Clementino, del museo Chiaramonti al “Braccio Nuovo”, de las habitaciones de Rafael a la capilla Niccolina y a la Sala de los Claroscuros.

El cibervisitante puede explorar cada uno de estos entornos, moviéndose en todas las direcciones y centrándose incluso en los detalles más pequeños de las obras individuales, reproducidas en alta definición.

Todos los días la cuenta oficial de @vaticamuseums en Instagram ofrece detalles de las obras maestras del Vaticano acompañadas de breves leyendas que ayudan a entender la historia y el significado de numerosas obras, más o menos conocidas.

 

 

 

 

Monseñor Felipe Arizmendi: “Coronavirus, o nuestra fragilidad”

Pandemia del Covid-19
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Incalculables afectaciones está produciendo la pandemia del COVID-19. Hay temor y, sobre todo, incertidumbre ante lo que pueda venir. Los contagios se multiplican y las defunciones aumentan. Todos nos sentimos obligados a cambiar nuestros planes, para adecuarnos a la realidad. Y Dios, ¿dónde está? ¿Qué tiene que ver en todo esto?

Hace más de diez años, cuanto tuvimos la crisis del virus AH1N1, muchísimo menor que la presente, varios no le dieron importancia, calificando lo que decían los medios informativos y los gobiernos como un simple distractor, una jugada política. Sin embargo, las muertes de entonces fueron reales y contantes. En mi anterior diócesis, un hermano religioso, que traía algunos problemas pulmonares, falleció, pues todo se le complicó. Varias personas mayores de edad, y algunas mujeres embarazadas, murieron, por complicaciones que se conjugaron con otras enfermedades que padecían. No de todos los casos se dio información, pero los efectos mortíferos fueron comprobados.

Ahora, no faltan irresponsables que toman a broma la situación y no le dan la importancia que merece. Hay quienes difunden fake news, noticias falsas, que descontrolan y hacen mucho daño a la comunidad. Parecen adolescentes caprichudos, antojadizos e inventivos, que podrían ocupar sus capacidades en cosas más positivas. Con la salud y la vida, no se juega.

Como se han impuesto restricciones para las prácticas religiosas comunitarias, no falta quien adjudica esto a una persecución de la masonería contra la Iglesia… ¡Por favor! Qué poca información tienen. Esto no es un asunto religioso, sino de salud global.

Entonces, ¿Dios nada tiene que ver en esto? Culparlo como si El nos hubiera enviado esta bestia apocalíptica, y como si el ser humano no fuera responsable, es tener la idea de un Dios castigador, vengativo y antihumano. Nada de eso. Dios está en todo, pero nos deja completa libertad. Sin El, no viviríamos. Pero nos hizo capaces de construir este mundo conforme nosotros queramos, aunque nunca está ausente y lejano. Si queremos, podemos dejarnos guiar por su Palabra, y entonces las cosas marcharían mucho mejor. Pero si no le hacemos caso, si endiosamos el dinero, la ciencia, la tecnología, el progreso, el disfrute de todo sin ética, sin moral, sin principios trascendentes, nosotros mismos provocamos el caos. El nos pone en frente el agua y el fuego; nosotros podemos meter la mano a lo que queramos, y hemos de asumir nuestra responsabilidad.

Aumentan los casos de cáncer, no por castigo de Dios, sino por usar tantos químicos, cuando importa más el dinero que la salud. Vino la plaga del VIH no por culpa de Dios, sino por no hacerle caso y llevar una vida inmoral. La droga y el alcohol pueden ser benéficos para la salud y la vida, pero si se consumen en forma indebida, generan daños de todo tipo. No le echemos a Dios las culpas de las que nosotros somos responsables. Si en China, como me afirmó una doctora, quisieron hacer experimentos que se les salieron de control y provocaron este virus, Dios nos asiste y nos acompaña, porque es un buen padre que está cerca de sus hijos aunque se equivoquen, pero la responsabilidad es humana, también si no tomamos las precauciones debidas.

 

PENSAR

En su homilía del pasado Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco dijo:

“Comenzamos la Cuaresma recibiendo las cenizas: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás” (cf. Gn 3,19). El polvo en la cabeza nos devuelve a la tierra, nos recuerda que procedemos de la tierra y que volveremos a la tierra. Es decir, somos débiles, frágiles, mortales. Respecto al correr de los siglos y los milenios, estamos de paso; ante la inmensidad de las galaxias y del espacio, somos diminutos. Somos polvo en el universo. Pero somos el polvo amado por Dios. Al Señor le complació recoger nuestro polvo en sus manos e infundirle su aliento de vida (cf. Gn 2,7). Así que somos polvo precioso, destinado a vivir para siempre. Somos la tierra sobre la que Dios ha vertido su cielo, el polvo que contiene sus sueños. Somos la esperanza de Dios, su tesoro, su gloria.

La ceniza nos recuerda así el trayecto de nuestra existencia: del polvo a la vida. Somos polvo, tierra, arcilla, pero si nos dejamos moldear por las manos de Dios, nos convertimos en una maravilla. Y aún así, especialmente en las dificultades y la soledad, solamente vemos nuestro polvo. Pero el Señor nos anima: lo poco que somos tiene un valor infinito a sus ojos. Ánimo, nacimos para ser amados, nacimos para ser hijos de Dios.

No podemos vivir para ir tras el polvo que se desvanece. Si vivo para las cosas del mundo que pasan, vuelvo al polvo, niego lo que Dios ha hecho en mí. Si vivo sólo para traer algo de dinero a casa y divertirme, para buscar algo de prestigio, para hacer un poco de carrera, vivo del polvo.

Valemos mucho más, vivimos para mucho más: para realizar el sueño de Dios, para amar. Los bienes terrenos que poseemos no nos servirán, son polvo que se desvanece, pero el amor que damos —en la familia, en el trabajo, en la Iglesia, en el mundo— nos salvará, permanecerá para siempre” (26-II-2020).

 

ACTUAR

Oremos mucho al Señor, dueño de la vida y de la historia, que nos ilumine y nos fortalezca con su Espíritu, para volver a lo esencial: dejarnos amar por nuestro Padre Dios, amarlo a El sobre todas las cosas, amarnos unos a otros, evitando dañar a otros con nuestros males y nuestras imprudencias, ayudar a los enfermos, ancianos y más débiles, y acatar las indicaciones que nos vayan dando nuestras autoridades civiles y religiosas. Eso es lo que Dios nos pide en este momento. Y que la Virgen María, auxilio de afligidos y salud de enfermos, nos acompañe con su intercesión.

 

+ Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo Emérito de SCLC

 

 

 

 

San José, 19 de marzo

El santo por antonomasia
“El santo por antonomasia. Esposo virginal de la Virgen María, custodio de la Sagrada Familia, padre y guardián de la Iglesia, abogado de la buena muerte. Proclamado por Pío IX patrono de la Iglesia universal”

Como afirmó san Pedro Crisólogo: “José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes”. Por tanto, no cabe buscar en la fecha de hoy otro modelo más sublime para la vida espiritual que la del Santo Patriarca. Puesto que solo contamos con los someros datos que ofrece el evangelio, habiendo quedado envuelta su gloriosa vida en el silencio, cada uno ha glosado de él matices que le llamaban especialmente la atención. En cualquier santoral se hallan referencias proporcionadas por santos y santas que meditaron en ella y que se han ido transmitiendo a lo largo de los siglos. Es el caso de Tomás de Aquino, Gertrudis, Vicente Ferrer, Bernardo, Brígida de Suecia, Francisco de Sales y Bernardino de Siena. Estos, entre otros, en numerosas ocasiones reflejaron en sus escritos los frutos de su reflexión y predicaron en sus sermones las excelsas virtudes que le adornaron. San Bernardino de Siena manifestó en uno de ellos: “La norma general que regula la concesión de gracias singulares a una criatura racional determinada es la de que, cuando la gracia divina elige a alguien para otorgarle una gracia singular o para ponerle en un estado preferente, le concede todos aquellos carismas que son necesarios para el ministerio que dicha persona ha de desempeñar. Esta norma se ha verificado de un modo excelente en san José, padre putativo de nuestro Señor Jesucristo y verdadero esposo de la Reina del universo y Señora de los ángeles. José fue elegido por el eterno Padre como protector y custodio fiel de sus principales tesoros, esto es, de su Hijo y de su Esposa, y cumplió su oficio con insobornable fidelidad. Por eso le dice el Señor: Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor”.

De este hombre “justo” por antonomasia, “esposo virginal de la Virgen María”, “custodio de la Sagrada Familia” se han enaltecido hasta la saciedad, como se ha dicho, sus incontables virtudes. Junto a las teologales, se hallan arracimadas en su santa vida: fidelidad, inocencia evangélica, fortaleza, docilidad, prontitud, pureza, generosidad, prudencia, disponibilidad, sencillez, templanza, obediencia, pobreza, humildad, discreción, justicia, honestidad, diligencia, paciencia, etc. Estuvo adornado por todas; por tanto, son imposibles de condensar. Y hoy, como antaño, continúan mostrando la grandeza de este “padre y guardián de la Iglesia”, “abogado de la buena muerte”, que vivió cada segundo de su existencia con inquebrantable adecuación de su voluntad a la divina, señalándonos el camino que hemos de seguir.

San Alfonso María de Ligorio ensalzó el trato familiar que tuvo con Jesús, subrayando lo que pudo significar este eminentísimo vínculo entre ambos para la santidad del padre que durante un tiempo le acompañó en la tierra: “José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de vida eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos”.

También los pontífices han quedado conmovidos por el ejemplo del Santo Patriarca. Juan XXIII iniciaba y culminaba su jornada poniéndose bajo su amparo. Lo proclamó patrono del concilio Vaticano II. Pablo VI el 19 de marzo de 1969 manifestó: “San José es la prueba de que para ser buenos y auténticos seguidores de Cristo no se necesitan ‘grandes cosas’, sino que se requieren solamente las virtudes comunes, humanas, sencillas, pero verdaderas y auténticas”. Juan Pablo II le dedicó la exhortación apostólica Redemptoris custos el 15 de agosto de 1989. Y entre otras cosas, en ella calificaba la “fe, sostenida por la oración” como “el tesoro más valioso que san José nos transmite”. Por su parte, a Benedicto XVI le llamó la atención su silencio. Y así, se dirigió a los fieles en uno de sus Ángelus en 2005, diciendo: “¡Dejémonos invadir por el silencio de san José!”. Sixto IV incluyó la fiesta de san José en el Calendario Romano en torno al año 1479. Pío IX lo proclamó Patrono de la Iglesia universal en 1870; León XIII precisó los fundamentos de este patrocinio el 15 de agosto de 1889, y Pío XII en 1955 designó el 1º de mayo como la fiesta de san José obrero.

Los carmelitas han dado siempre gran impulso a la devoción a san José. Quizá por ello, impregnada de este carisma al que se abrazó, la gran santa castellana Teresa de Jesús ha sido una de sus mayores propagadoras. Fue agraciada por él en grave situación de enfermedad, y desde entonces lo tomó como protector. Además, puso bajo su tutela las numerosas fundaciones que instituyó. Decía: “Otros santos parece que tienen especial poder para solucionar ciertos problemas. Pero a san José le ha concedido Dios un gran poder para ayudar en todo”. “Parece que Jesucristo quiere demostrar que así como san José lo trató tan sumamente bien a Él en esta tierra, Él le concede ahora en el cielo todo lo que le pida para nosotros. Pido a todos que hagan la prueba y se darán cuenta de cuán ventajoso es ser devotos de este santo Patriarca”. Durante cuatro décadas, todos los años el 19 de marzo acudía a él puntualmente solicitándole “alguna gracia o favor especial», y siempre le respondió. Por eso insistía: «Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran santo, y verán qué grandes frutos van a conseguir”.

En esta misma línea, Fernando Rielo, fundador de los misioneros identes, también infundió en sus hijos el amor a san José: “Tened mucha devoción a san José, cualquier problema, cualquier cosa, os la concederá: bienes materiales y bienes espirituales, especialmente la santidad […]. Pedidle la conversión de la humanidad, suplicadle la santidad de la Iglesia, rogadle la comunión de todos los cristianos”.