Tiempo de cuarentena

 

08/04/2020 | por Grupo Areópago


 

 

 

 

Este tiempo en el que la inmensa mayoría de nosotros tenemos y debemos de quedarnos en casa se ha convertido en un tiempo de actividades y muchas cosas por hacer. A veces llegamos a saturarnos de todo lo que hay pendiente, tareas del teletrabajo, deberes de nuestros hijos, atender a nuestros mayores, ir a comprar a quién le toque y cuando toque o pasear al perro, hacer nuestra tabla de ejercicios para mantenernos en forma; limpiar y ordenar nuestras casas; el tiempo se hace corto.  No solo lo que tenemos ya propio sino lo que nos proponen que es mucho y muy diferente.

Y es que el miedo que tenemos no es a aburrirnos ni a quedarnos en casa; tenemos otro virus que es el miedo que se traduce en muchas preguntas: la incertidumbre de no saber cuándo acabará todo, cuando podremos salir a dar un paseo con libertad, cuando podremos salir a trabajar, cuando podremos ir al colegio o ir a comprar sin tener que medir el tiempo; o cuándo podremos visitar y abrazar a nuestros padres, o disfrutar con nuestra familia o amigos de un rato en el cine, en el parque o tomando algo. Este es el miedo real, que no sabemos cuándo llegaremos al final e incluso cuándo llegará el pico famoso del COVID. Por eso hoy más que nunca se hace necesario quedarse en casa, es una forma de ser generoso con los demás, de cuidarnos unos a otros para vencer este enemigo invisible que ha surgido de repente.

Durante este tiempo muchos padres disfrutan de sus hijos, o los hijos de sus padres, antes con el estrés de vida apenas se veían; durante estos días muchas familias comen juntas, si se puede, o pasan un rato viendo televisión o incluso haciendo ejercicio juntos. Este tiempo de compartir y de vivir en familia. O si no tenemos a nuestra familia cerca, es tiempo de hablar con ellos aunque sea en la distancia, de comunicarnos de preguntarnos como lo llevamos, como estamos, de estar pendientes unos de otros.  Estos días no los vamos a recuperar más, aprovechemos con intensidad los momentos que tengamos de vivir con alegría y esperanza también quedándonos en casa.

 

GRUPO AREÓPAGO