Cáritas | Campaña • 28/04/2020

 

Iglesia por el trabajo decente

 

Unimos nuestra voces para clamar por un trabajo que respeta los derechos y dignifica a las personas

 

 

 


 

 

 

 

Qué es el trabajo decente para Cáritas

Aquel que es expresión de la dignidad esencial de todos, hombres y mujeres, libre de discriminación, pleno en respeto a los derechos y que además de permitir cubrir las necesidades de las familias, impulsa el desarrollo personal y espiritual.

 

 

Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente

En el compromiso por la defensa del Trabajo Decente surge la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), formada por entidades y organizaciones de inspiración cristiana: Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC), Juventud Obrera Cristiana (JOC) y Cáritas, con el objetivo de favorecer dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre una cuestión central para la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y anunciar el concepto de trabajo decente «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

Trabajamos en red para poner en primera línea la importancia y la necesidad de un trabajo decente, lo que supone:

  • Poner en el centro a la persona, rompiendo la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
  • Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo: Distribuir de manera justa y digna el empleo y reconocer socialmente todos los trabajos de cuidado necesarios para la vida humana.
  • Luchar por condiciones dignas de empleo: sin la lucha por la afirmación de los derechos de las personas en el empleo no es posible humanizar el trabajo.
  • Articular de forma humanizadora el trabajo y el descanso.
  • Luchar por la defensa de los derechos humanos y desvincular derechos y empleo.

 

Toda la comunidad cristiana está llamada a visibilizar y denunciar, a través de todos los medios al alcance, la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que ello supone.

Todos podemos hacer algo desde nuestra organizaciones, parroquias o lugares de compromiso.

 

 

Con motivo del 1º de Mayo Iglesia por el Trabajo Decente hace público un manifiesto que reclama:

  • El reconocimiento de un ingreso mínimo garantizado en un programa articulado que integre las políticas sociales en España.
  • El derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, así como el reconocimiento social del trabajo de hogar y de cuidados.
  • La regularización extraordinaria y urgente de los trabajadores y las trabajadoras “sin papeles” y descartados de los derechos de ciudadanía.
  • Un pacto de Estado que, entre otras cuestiones, apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente, piedra angular sobre lo que se sostiene todo lo demás.
  • El fortalecimiento del pilar de los derechos sociales en Europa.

El manifiesto finaliza con una invitación “a las comunidades cristianas a unirnos, desde la distancia física obligatoria, desde nuestras casas, en la celebración y la oración”, y a “participar con creatividad en aquellas acciones que puedan hacer visible la necesidad de un trabajo decente acorde con la dignidad humana”.

 

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