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Acusan a Macrón de discriminar a los cristianos franceses

 

 

06/05/20


 

 

 

 

Francia prepara su plan de desescalada del coronavirus a partir del 11 de mayo.  Como en nuestro país y en la mayoría de los países europeos, los pequeños negocios irán abriendo poco a poco y con aforo limitado.

Sin embargo, a diferencia de España, que a partir del lunes 11 de mayo las parroquias podrán reiniciar el culto al público (en fases y con el aforo limitado), el país galo ha anunciado que las misas y demás celebraciones públicas se posponen hasta el 2 de junio. Es decir, los últimos en reanudar la vuelta a la nueva normalidad.

Esta decisión del gobierno francés, y en última instancia, del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macrón, ha indignado a varios obispos. Así, por ejemplo, Mons. Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon ha afirmado que esta "prohibición es incomprensible e injusta" y  "una ofensa a los cristianos".

No comprende cómo los franceses van a poder reunirse pero no pueden ir a Misa. El obispo asegura que la Iglesia católica está dispuesta a aplicar "todas las medidas necesarias de higiene y seguridad personal", y además a multiplicar las celebraciones para evitar aglomeraciones excesivas.

"Resulta chocante el tratamiento discriminatorio impuesto, la falta de consideración por los cristianos. La libertad religiosa garantizada por la Constitución es así amordazada, limitada", ha aseverado.

Ante "semejante desprecio", el obispo llama a los cristianos a que hagan oír su voz y protesten por esta medida.

Resulta chocante esta restricción del culto público precisamente cuando Macrón se reunió vía telefónica con los principales líderes religiosos, entre ellos el Papa Francisco, con quien dialogó durante 45 minutos por teléfono el pasado 22 de abril para escuchar su opinión sobre las medidas de aislamiento frente a la pandemia.

No creo que los fieles católicos tomen la calle para protestar por el retraso del culto público al 2 de junio,  - o sí -. Sin embargo, se agradece que varios obispos no se queden de brazos cruzados por lo que consideren una injusticia y discriminación a la libertad religiosa.

 

Zenón de Elea.