Cáritas | Acción social • 07/05/2020

 

Crear nuevas formas de aprendizaje

 

Cáritas acompaña a niños, niñas y adolescentes durante la crisis del coronavirus para frenar la desigualdad educativa

 

 

Por Nivel Técnico Mixto de Infancia, Adolescencia y Familia, Cáritas Española
©Dibujos realizados por niños, niñas y adolescentes de Cáritas Ávila, Valladolid y Tui Vigo, pero son solo algunos de los muchos ejemplos de cómo están viviendo y sintiendo el confinamiento y lo que queda por venir.
©Cabecera: Dimitri Conejo (Cathopic)


 

 

 

 

 

 

La crisis sanitaria y el confinamiento en que estamos, provoca mucho estrés emocional para gran parte de las familias que acompañamos desde Cáritas. No poder llevar alimentos al hogar o pagar el alquiler de la vivienda, son solo dos de las muchas de las condiciones materiales que preocupan a todas estas personas, algo que de forma directa les impide poder disfrutar de sus hijos e hijas.

Esto, unido al desgaste de las familias según las funciones de crianza –mayor en familias monomarentales o numerosas, al enfrentarse de manera más directa a aspectos que no manejan– y otras situaciones como hábitos o adicciones que ahora se complican, llegan a generar conflictos familiares y un sentimiento de culpa en el progenitor por “no estar a la altura de las circunstancias”. Ante este presente de no saber cómo actuar, muchos padres y madres están acudiendo a Cáritas.

 

“Aprendemos a aprender”, la respuesta de Cáritas

Estamos acompañando a las familias, así como a sus hijos e hijas, con acciones específicas y seguimientos individualizados de forma telefónica, apoyando la labor del profesorado –por tanto, en coordinación con los centros educativos–. También facilitamos kits de cuadernos, folios, bolis… para responder a la demanda de escasez de material escolar y que así, puedan realizar sus tareas.

Pero nuestro apoyo va un paso más lejos del educativo, ya que centramos nuestros esfuerzos también en apoyar emocionalmente a las infancias y adolescentes, ya que en muchos casos solo necesitan espacios de escucha. En la misma línea, y con el objetivo de paliar en cierta parte los sentimientos antes nombrados, desde Cáritas ofrecemos a las familias alternativas e ideas de ocio saludable en el tiempo libre de los hogares, con el objetivo de paliar las sensaciones antes nombradas (técnicas de relajación, habilidades y herramientas parentales, toma de decisiones, apaciguar los conflictos familiares, etc.).

Ahora entendemos, que es más necesario que nunca acompañar a las familias para garantizar que los niños, niñas y adolescentes puedan mantener ciertos hábitos y estructuras necesarias en sus procesos educativos y de autonomía, así como ser un apoyo emocional y de esperanza. Por ello, estamos habilitando medidas de refuerzo individualizadas a distancia y adaptadas a los medios y posibilidades de los niños, niñas y adolescentes. A medio plazo, el análisis de estas medidas ayudará a saber si los jóvenes expresan cómo se sienten y puedan pedir ayuda en caso de necesitarla.

Es fundamental animar a los niños, niñas y adolescentes para que puedan mantener sus rutinas y esfuerzos con motivación y a su vez desarrollen cierta autonomía. El contacto permanente con las familias y nuestro acompañamiento en la responsabilidad parental es, por tanto, algo necesario en estos momentos, ya que ayuda a liberar parte de la presión para aquellos padres y madres, que por trabajo u otros motivos, no pueden pasar tanto tiempo con sus hijos e hijas.

 

Y después de la crisis, ¿qué pasará?

Esperamos que la actual crisis suponga o pueda suponer una oportunidad de futuro para revisar, adaptar y atrevernos a realizar cambios en nuestras estructuras, no solo mentales o de estilo de vida, sino también en el sistema educativo y que como consecuencia produzca un nuevo modelo social. Porque el impacto de esta crisis va a ser importante en adultos, pero no hay que olvidar a los niños, niñas y adolescentes, que verán las consecuencias multiplicadas.

Es necesaria una modificación que contribuya a paliar las desigualdades que nuestros menores sufren, y están sufriendo ahora más que nunca. Desde Cáritas hacemos este llamamiento, porque desatender a la infancia, a la adolescencia y a la Juventus, significa acelerar la Transmisión Intergeneracional de la Pobreza. Ojalá aprendamos y no desaprovechemos esta oportunidad de cambio, porque los más vulnerables son los que más tienen que perder, siempre. Más que nunca, acompañemos y estemos cerca de las familias, de los niños, niñas y jóvenes, de los centros educativos y desde nuestras parroquias. Adelantémonos; hagamos que las familias más vulnerables, y todos estos niños, niñas y jóvenes no dejen de sentir nuestro abrazo.