Cáritas | Acción social • 19/05/2020

 

Ningún corazón se queda sin hogar

 

Treinta Cáritas Diocesanas se unen para mostrarlo a través de un emotivo vídeo

 

 

 


 

 

 

 

 

De la noche a la mañana nos dijeron que las cuatro paredes y el techo de nuestras casas iban a ser los límites de nuestro quehacer diario. Un día todo cambió. Todo y para todos.

Pero, ¿qué iba a pasar entonces con aquellas personas que no tienen un hogar? ¿Qué sería de aquellas que iban a tener que pasar el confinamiento en su chabola? ¿De aquellas personas a las que el techo de su cajero, su soportal o su estación ya no iba a poder ser el techo que contemplaran antes de dormirse? ¿Qué iba a ser de aquellas que no tenían paredes que protegieran ni tiempo para estar en la calle y buscarse la vida? Muchas de estas preguntas venían de corazones con rostro y nombre propio. Fue así como comenzó una oportunidad de ser Buena Nueva para las personas sin hogar. Iniciamos entonces un día a día que no dependía de cifras, escaladas, pero sí de corazón y procesos acompañados.

Este virus que ha venido a acampar entre nosotros ha encontrado que en Cáritas ningún corazón se queda sin hogar. Y es que siempre hay corazones dispuestos a reinventarse, preparados para arriesgarse y raudos para darse a quien más lo necesita.

Un día, entre desinfección y desinfección, un grupo de técnicos y técnicas de distintos programas de personas sin hogar confinado en un grupo de WhatsApp, unido en su momento por El Escorial y capitaneado por la tierra de El Cid, nos dijimos ¿y si le damos visibilidad a esto? ¿y si nos juntamos y le ponemos coreografía a una bonita canción? A la invitación hubo muchas respuestas, todas ellas «ilusionantes» e ilusionadas. Como resultado, muchas Cáritas han roto su rutina para hacer algo nuevo y disfrutar con su gente más cercana. Pero también les ha conectado con otra mucha, de otros lugares lejano; les ha convertido en protagonistas y capaces de lanzar a nuestro país un mensaje lleno de vida y alegría.

Más de 30 Cáritas Diocesanas  hemos inspirado el aire de toda nuestra gente para así insuflar en muchos corazones la esperanza de una vida digna. Más de 30 programas de personas sin hogar han puesto arte y corazón demostrando una vez más que “con tu puedo y con mi quiero, vamos juntos compañero”.  Su fruto, ¡el vídeo que puedes disfrutar a continuación!