Cáritas | Acción social • 12/06/2020

 

Cáritas se posiciona ante la desigualdad educativa en tiempos de Coronavirus

 

La educación es la base de las desigualdades, y sobre todo de las oportunidades y de las pobrezas

 

 

 


 

 

 

 

 

Cáritas se posiciona ante la Desigualdad Educativa firmando la Carta abierta a los y las Responsables Políticos: Proteger el Derecho a la Educación frente a la crisis de la Covid-19.

En tiempos como los actuales, en donde necesitamos estar más unidos que nunca, nos hemos puesto de acuerdo a partir de un manifiesto que han firmado más de cien organizaciones de la sociedad civil y 90 personas representativas de ésta, en defensa de una educación equitativa, inclusiva y de calidad para todas las personas frente a la crisis del coronavirus, tanto en nuestro país, como internacionalmente, sobre todo en aquellos países con mayores tasas de pobreza y falta de inversión en educación.

La educación es la base de las desigualdades, y sobre todo de las oportunidades y de las pobrezas, cobrando relieve en momentos de crisis como los actuales en donde se evidencia que el sistema educativo está dañado y necesita de una mayor inversión que, tanto en nuestro país, como en tantos otros, se ha visto mermado paulatinamente y, sobre todo, necesita de respuestas y cambios.

 

La falta de acceso a los centros educativos no tiene repercusiones tan solo en términos de transmisión de conocimientos y mayor riesgo de abandono escolar, sino en otros aspectos vitales en el desarrollo para la infancia y los jóvenes. Esta crisis está sometiendo a una enorme presión a los sistemas educativos y especialmente al alumnado y al personal docente.

El valor imprescindible de la educación que actúa como factor de transmisión de las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social, generación tras generación, hace que las posibilidades de estar en riesgo de pobreza disminuyan en la medida en la que aumenta el nivel educativo de padres y madres.

Además, la educación es la base de la construcción de sociedades basadas en el espíritu crítico y el sentido cívico, todo esto es lo que en estos momentos se ha puesto en evidencia.

En este sentido, la Agenda 2030 sigue estando más vigente que nunca: unidos y unidas, tenemos que hacer todo lo posible para no dejar a nadie atrás.

Como dijo el Papa Francisco el pasado 5 de junio en un Ciberencuentro Mundial de Scholas Occurrentes “La educación escucha, o no educa. Si no escucha, no educa. La educación crea cultura, o no educa. La educación nos enseña a celebrar, o no educa”.

Comencemos escuchando todas estas voces y continuemos con la celebración de que la educación se haga una realidad para todos los niños y niñas del mundo. Se trata, en definitiva, de la necesidad de humanizar el sistema educativo y de que llegue realmente a todos los niños y niñas.