Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 759

4 de jul. 2020

 

1. Angola: se consuma un importante cisma en la Iglesia Universal del Reino de Dios.

2. Una ex adepta de la Iglesia de la Unificación narra su paso por la secta.

3. México: los testigos de Jehová participan en sus reuniones a través de Internet.

4. España: juzgan a un responsable de los testigos de Jehová por abusos sexuales a una menor.

5. Un importante dirigente de los mormones, hospitalizado.

6. Un cineasta francés estrena una película sobre el vudú y los zombis en Haití.

7. España: prisión para una red de explotación sexual de nigerianas amenazadas con el vudú.

8. Argentina: la permanencia de los negocios de santería durante el confinamiento por coronavirus.

9. Dos sacerdotes de la santería cubana visitarán tiendas esotéricas de España.

10. España: detienen por segunda vez a un osteópata por abusos sexuales.

 

 

1. Angola: se consuma un importante cisma en la Iglesia Universal del Reino de Dios.

FUENTE: Noticias RTV

 

 

El pasado 22 de junio, un grupo de obispos y pastores de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) en Angola tomaron el control de los 35 templos de la secta –conocida en muchos países por su lema “Pare de Sufrir”– en Luanda y unos 50 en otras provincias del país, como Lunda-Norte, Huambo, Benguela, Malanje y Cafunfo. Lo cuenta Nacho Vega en Noticias RTV. Estos dirigentes angoleños de la IURD declararon una ruptura con la central de Brasil. Es un movimiento sin precedentes, que comenzó en noviembre de 2019, con el lanzamiento de un manifiesto que criticaba el liderazgo brasileño de la secta.

Una nueva organización tras la ruptura

En una nota oficial, la IURD de Angola declaró que algunos templos en el país fueron invadidos “por un grupo de ex pastores que estaban desconectados de la institución por prácticas y desviaciones de la conducta moral y, en algunos casos, criminales y contrarios a los principios. Los cristianos exigieron un ministro de adoración”.

La secta dice en el documento que los ex pastores presuntamente usaron la violencia y llevaron a cabo “ataques xenófobos”, además de atacar a pastores, esposas y funcionarios de pastores “con el objetivo de tomar a la Iglesia por asalto, con propósitos turbios”. La IURD está dirigida por el brasileño Edir Macedo (su fundador) y hoy tiene 10.000 templos repartidos en más de 100 países. Asegura reunir 500.000 adeptos en Angola. El control de la IURD en Angola ahora será asumido, según el grupo rebelde, por el “obispo” Valente Bezerra Luiz, hasta ahora vicepresidente de la secta, y se llamará “Iglesia Universal de Angola”. Los disidentes dicen que ya poseen el 42 % de los templos.

Las acusaciones a la central brasileña

Los obispos y pastores angoleños acusan a los líderes brasileños de la IURD de evasión de divisas, expatriación ilícita de capital, racismo, discriminación, abuso de autoridad, de imponer la práctica de la vasectomía a los pastores y de entrometerse en su vida conyugal. También se quejan de los privilegios otorgados a los obispos brasileños y pidieron una mayor apreciación del episcopado angoleño de la secta. El manifiesto, que fue preparado en noviembre y firmado por 320 obispos y pastores, fue enviado al principal líder de la IURD en el país, el obispo brasileño Honorilton Gonçalves, ex vicepresidente de TV Record, propiedad de Macedo, el líder supremo de la secta.

Los responsables locales de la secta en Angola dicen que no han sido atendidos. En el manifiesto pedían a los líderes brasileños de la IURD que abandonaran el país para que la institución fuera administrada sólo por angoleños. Dinis Bundo, identificado como un trabajador de la IURD y portavoz del grupo rebelde, se quejó de los beneficios para los líderes brasileños. Según él, las mejores iglesias siempre se han asignado a los brasileños, que también se beneficiarían de buenos salarios y automóviles modernos.

Discriminación hacia los africanos

Bundo dijo que, además de las 35 iglesias en Luanda, los manifestantes comenzaron a controlar otras 18 iglesias en Benguela, 14 en Malanje, 10 en Huambo y 8 en Luanda-Norte. El grupo también tomó el control de la Catedral de Morro Bento y el Cenáculo do Patriota, los principales centros religiosos de la institución en Luanda. En algunos templos hubo resistencia. Los pastores angoleños llevaron las llaves de los establecimientos y, en medio de discusiones y empujones, los responsables hasta ese momento fueron expulsados.

En una nota enviada a la prensa, el cuerpo de pastores denunció “actos de arbitrariedad” que estaban siendo practicados por la dirección de la IURD en Angola. Según se puede leer en ella, el obispo Honorilton Gonçalves persigue, castiga e intimida a los obispos y pastores angoleños. Además de la vasectomía impuesta a los pastores, las religiosas están siendo obligadas a abortar, según la nota.

Entre otras quejas, el documento también denuncia la “falsificación de las actas de elección de los órganos rectores de la IURD”, la emisión de documentos con plenos poderes a los ciudadanos brasileños para ejercer actos reservados a la asamblea general, la prohibición de que los pastores tengan acceso al entrenamiento académico-científico y técnico-profesional, irregularidades en el pago de la seguridad social para pastores y falta de proyecto de desarrollo pastoral en entrenamiento teológico específico.

Respuesta institucional

Por el contrario, la nota de la IURD afirma que los invasores difunden “mentiras absurdas, como esta acusación de racismo”, para confundir a la sociedad angoleña. “Es suficiente asistir a cualquier servicio de la Universal, en cualquier país del mundo, para demostrar que los obispos, pastores y fieles son de todos los orígenes y tonos de piel, de todas las clases sociales. En Angola, de los 512 pastores, 419 son angoleños, 24 son mozambiqueños, cuatro vinieron de Santo Tomé y Príncipe y sólo 65 son brasileños”, dice la institución.

El supuesto requisito obligatorio para los pastores de someterse a una cirugía de vasectomía, según la IURD, es un ejemplo de noticias falsas “fácilmente negables por el hecho de que muchos obispos y pastores de la Universal, en todos los niveles de la jerarquía de la Iglesia, tienen hijos”. Lo que la secta alienta, según la nota, “es la planificación familiar, discutida responsablemente por cada pareja”.

Y concluye: “aclaramos que, respetando la unidad de doctrina de fe que une a la Iglesia Universal del Reino de Dios en los 127 países donde está presente, en los cinco continentes, la Universal de cada nación tiene plena autonomía administrativa para avanzar y resolver sus problemas locales, siempre observando las leyes y tradiciones. Lo que se espera es que las autoridades restablezcan urgentemente el orden legal y puedan garantizar que la Universal continúe salvando vidas y proporcionando ayuda humanitaria en Angola, como lo ha hecho durante 28 años”.

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2. Una ex adepta de la Iglesia de la Unificación narra su paso por la secta.

FUENTE: Telemundo

 

 

Yolande Brener es una mujer de 55 años que se involucró en una secta conocida como la Iglesia de la Unificación, en donde contrajo matrimonio con un extraño y perteneció a este grupo durante varios años con la promesa de que iba a ser feliz, según informa Telemundo. La mujer relató su historia al medio británico The Sun, donde confesó que su vida era como la de cualquier otra chica a los 15 años, cuando su hermano Adam comenzó a presentar síntomas de esquizofrenia.

Las secuelas de la enfermedad de su hermano comenzaron a provocar problemas de ansiedad en ella, por lo que se encontraba en un momento muy vulnerable en julio de 1990, cuando conoció a un hombre llamado Andreas, durante una entrevista para una película en la que estaba trabajando. “Andreas me mostró un video sobre la lucha que los humanos tienen para ser felices en el mundo moderno, que resonó en mí, y quería escuchar más. No me di cuenta en ese momento, pero el centro era una forma de reclutar personas para la Iglesia de la Unificación, una secta religiosa que contaba con cinco millones de miembros en su apogeo”, reveló al sitio.

Una semana después, Yolande se reunió con una mujer llamada Eva, que le prometió que la enfermedad de su hermano se curaría si ella dedicaba su vida a las enseñanzas del grupo, por lo que la mujer decidió dejar a su familia y amigos para mudarse a un departamento de la iglesia en Londres. “Suena loco, pero creía que estas personas tenían las respuestas que necesitaba. Incluso me afeité la cabeza después de que me dijeron que los malos espíritus se aferran al cabello de una persona”, señaló.

A pesar de que una amiga y un ex novio trataron de convencerla de abandonar este grupo, Brener decidió mudarse a Nueva York como parte de una misión para reclutar más personas. En ese entonces, la mujer supo que el líder de la iglesia, el reverendo Sun Myung Moon, planeaba hacer una celebración masiva de bodas en Seúl, Corea. Yolande iba a participar en esta ceremonia y se iba a casar con un hombre elegido por el reverendo, que era una de las características de la secta.

“Sentí un destello de miedo cuando vi su fotografía, este hombre era un extraño, ¿cómo podría casarme con él? Pero traté de convencerme, diciéndome a mí misma que era lo que Dios quería”, expresó. Brener se casó con Gabriel, un hombre de Ecuador, cuatro días después de conocerse, en una boda masiva con otras 30.000 parejas. Al volver a Nueva York, les prohibieron vivir juntos, ya que no se les permitiría tener relaciones sexuales.

La pareja tuvo dos hijos, pero en el año 2002, cuando Gabriel se separó de su esposa por no ser “suficientemente amorosa”, ella pudo abandonar la iglesia y llevar a sus niños con ella. “En 2005 nos separamos legalmente y nos divorciamos en 2006. Aunque la iglesia no interfirió con nuestra separación, los miembros de la iglesia me contactaron varias veces, pidiéndome que asistieran mis hijos, pero la mayoría me rechazaron”, dijo.

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3. México: los testigos de Jehová participan en sus reuniones a través de Internet.

FUENTE: Expreso

 

 

Clara Casanova Kim forma parte de una congregación de los testigos de Jehová en Ciudad de México. Actualmente tiene 79 años de edad, es originaria de Obregón (Sonora, México), y dado a que no se han continuado las reuniones presenciales, aprendió a usar la aplicación Zoom en su tablet. “Todos los testigos de Jehová nos estamos reuniendo por Zoom, las que teníamos normalmente pues ahora las llevamos así, hacen la pregunta y el que quiera saca la manita y le apachurras unos puntitos que hay ahí. El que dirige ve quienes levantan la manita, prende uno el micrófono y da el comentario”.

“Todos lo oímos. Yo lo uso en la tablet, la ocupo porque veo mejor porque está más grande, este telefonito está chiquito”, detalló Clara sobre su adaptación con la aplicación, con la cual añadió no batallar tanto, pues su congregación desde antes la había preparado, según informa Daviana Ley en el medio mexicano Expreso.

Dada la contingencia sanitaria por covid-19, ella no ha salido de su departamento porque siempre ha sido alérgica, además de contar presión alta recurrente; sus medicamentos se los consigue uno de sus hijos, y cuando los recibe, inmediatamente desinfecta todo. Expresó que no es lo mismo mantenerse en línea que asistir en persona a las reuniones, pues ya estaba acostumbrada a poder abrazar a sus amistades y familiares cercanos que también asisten, pero añadió que ha tenido que adaptarse para seguir aprendiendo la palabra de Dios.

“No es lo mismo el tener contacto con la persona que a la de lejos, pero por las circunstancias tenemos que ajustarnos, cambiar la mentalidad y ni modo, así está la situación ahorita, hay que aceptarla y sacar el mayor provecho, adaptarnos”. “Mientras la organización no nos diga que salgamos, no salimos, aunque las autoridades digan que ya se puede, nosotros no lo hacemos todavía, tenemos que esperar a ver evidencias de que de veras se está controlando esto para salir”, añadió.

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4. España: juzgan a un responsable de los testigos de Jehová por abusos sexuales a una menor.

FUENTE: Efe

 

 

Un responsable de los testigos de Jehová enfrenta 30 años de cárcel y 20.000 euros de indemnización por haber agredido sexualmente a la hija de 14 años de su compañero de piso, cuya familia profesaba la misma fe y con quien mantenía una relación de amistad. Según informa la agencia Efe, el juicio contra Saturnino B., que ostenta un importante cargo en la congregación de los testigos de Jehová, se celebró el pasado 29 de junio en la sección 6ª de la Audiencia de Barcelona, donde está imputado por dos delitos continuados de agresión sexual a menor, que supuestamente cometió entre 2017 y 2018.

Los hechos se remontan a las vacaciones escolares de Navidad de 2017, cuando la víctima, que reside en Suiza con su madre, acudió a Barcelona para visitar a su padre, que tenía alquilada una habitación en el inmueble del presunto agresor, de 71 años.

De acuerdo con la Fiscalía, una de las noches, Saturnino entró en la habitación donde dormía sola la menor y, “animado de un propósito de satisfacer sus más bajos instintos”, la agarró por la muñeca, la inmovilizó y abusó de ella, que intentó resistirse pese a estar “sorprendida y aterrorizada”. El supuesto abusador, tras practicarle sexo oral, le habría pedido que no dijera nada a nadie y, pasados unos tres días, de madrugada, volvió a cometer los mismos abusos “causando daño en la niña”, que trataba de oponerse a la agresión “con toda su energía”.

Este mismo episodio se habría repetido también en julio de 2018, cuando la víctima regresó a Barcelona para pasar las vacaciones con su padre y en cuyo mes el acusado habría abusado de la menor en al menos dos ocasiones. Tal como ha relatado la propia víctima, siguiendo el mismo ‘modus operandi’, el acusado habría vuelto a entrar en la habitación de la joven y habría abusado sexualmente de ella sin que, según la fiscal, “pudiera reaccionar ante el miedo y la ansiedad que la situación y la conducta prepotente del procesado le producían”.

Finalmente, el 27 de julio de 2018 y después acompañarla al hospital para que la asistieran por una crisis de ansiedad, la habría dirigido hasta una furgoneta estacionada en un párking y, en el asiento trasero, la habría manoseado y vuelto a abusar de ella. El conjunto de estos sucesos produjo crisis de angustia y ansiedad en la joven, que llegó a necesitar tratamiento psicológico para superar lo sucedido, tal como han corroborado peritos médicos, una de las cuales ha asegurado que la vio “asustada”.

Durante la sesión del pasado 29 de junio, el acusado ha negado todos los cargos y ha aseverado que la menor se inventó las acusaciones inducida por sus padres debido a una deuda económica que mantenían con él y a que no la empadronó en su domicilio. “No he hecho nunca las cosas de las que se me acusan”, ha aseverado Saturnino, quien ha negado en rotundo haber tocado alguna vez a la joven “por debajo de la cintura” pese a reconocer que en alguna ocasión se habían abrazado o besado para “saludarse”.

Por eso, ha dicho, se sentía “culpable”, ya que, “para los testigos de Jehová es un pecado grave porque es sexualmente moral”, lo que explicaría, ha aseverado, por qué pidió disculpas a la madre de la víctima a través de whatsapp. A preguntas de la fiscal y la acusación particular, ha insistido en que no hizo “nada” y que sólo pidió “disculpas” por haberla abrazado y por las acusaciones dado que es, ha garantizado, un “hombre humilde”.

Por su parte, la víctima ha asegurado que Saturnino era como un “abuelo” para ella y que la agredió sexualmente en algunas ocasiones aprovechando las noches en las que dormía sola en una habitación sin cerrojo, lo que todavía hoy le produce “ansiedad” y reiteradas pesadillas en las que sueña que él la persigue. También ha negado que exista alguna deuda económica ya que, ha indicado, siempre le devolvió el importe en efectivo de los vuelos que el agresor le pagó y ha admitido que si no contó lo sucedido antes a su familia fue por “miedo”.

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5. Un importante dirigente de los mormones, hospitalizado.

FUENTE: La Verdad

 

 

Medios estadounidenses informaron sobre la hospitalización de Jeffrey R. Holland, un líder de alto rango de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), aunque de momento se desconocen los motivos. De acuerdo con Eric Hawkins, portavoz de la iglesia, Holland ha estado hospitalizado desde la mediados de junio, tras varios días de presentar síntomas de una enfermedad, y aclaró que el religioso ya se sometió a la prueba de Covid-19, de la que resultó negativo. Lo leemos en el medio mexicano La Verdad.

Holland, de 79 años, fue presidente de la Brigham Young University (BYU) de 1980 a 1989, cuando fue convocado para formar parte de la IJSUD como autoridad general. Es miembro del Quórum de los Doce Apóstoles desde el 23 de junio de 1994, y ha viajado por todo el mundo para representar a la iglesia y ministrar a sus miembros y a otros.

Nacido en St. George (Utah, EE.UU.), tiene títulos de licenciatura y maestría en la BYU y maestrías y doctorados de Yale. Antes de asumir el cargo de presidente de la BYU, fue decano del Colegio de Educación Religiosa de la universidad y comisionado de educación de la IJSUD. También jugó un papel en la relación naciente de la iglesia con la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) cuando lanzó un proyecto para volver a pintar y hacer otras mejoras en las oficinas históricas del NAACP en Jacksonville, Mississippi.

La conferencia más reciente de Holland para la IJSUD se tituló “Un brillo perfecto de esperanza” (A perfect Brightness of Hope). Dijo que si él y su esposa, Patricia, hubieran estado vivos en el momento de la Primera Visión de José Smith en 1820, habrían estado buscando la doctrina de los templos y el matrimonio eterno que los Santos de los Últimos Días creen que fue parte de la restauración resultante de la iglesia de Jesucristo.

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6. Un cineasta francés estrena una película sobre el vudú y los zombis en Haití.

FUENTE: Página 12

 

 

Son los años 60 en Haití: un hombre, Clairvius Narcisse, muere en la calle, pero será resucitado como zombie. En la actualidad su nieta, Mélissa, ingresa en una escuela de élite en Francia gracias a las condecoraciones de su padre, un militar que se enfrentó a la dictadura de Duvalier. Entre estas dos historias, el director Bertrand Bonello (Saint Laurent, De la guerra) construye una película de contrastes en Zombie Child (que se puede alquilar online en Google Play y ITunes): un particular relato de iniciación adolescente, cruzado por la memoria del colonialismo francés en tierras lejanas y un presente donde conviven la modernidad, atavismos ocultos, la política y los privilegios de raza y de clase. Lo cuenta Diego Brodersen en el medio argentino Página 12.

Como suele hacerlo todos los días, el hombre sale de su casa, sin saber que la noche anterior, en el mayor de los secretos, alguien desperdigó dentro de sus zapatos un polvo blanco, cocinado y molido a partir de los ingredientes más extraños. A poco de caminar algunos metros, la tos comienza a afilar sus garras en la garganta y un extraño sopor hace que el equilibrio sea imposible de sostener. El hombre muere, solo, en medio de la calle y horas más tarde el cortejo fúnebre lo acompaña a su destino final. Que no será tal: amparados por la noche, un grupo de personas desentierra el cadáver viviente y lo lleva a la rastra a una plantación, donde deberá trabajar como cautivo durante el resto de su existencia.

El hombre tiene un nombre, Clairvius Narcisse, pero a partir de ese momento ya no es un hombre en todo derecho: se ha transformado en un zombi, un muerto vivo, alguien incapaz de recordar absolutamente nada de su pasado o de vencer las cadenas de una voluntad invisible. El lugar es Haití y el año 1962, según afirma una placa al comienzo de Zombie Child. El más reciente largometraje del francés Bertrand Bonello es una relectura del inmortal mito de la cultura vudú que, alejada de la reconstrucción de los undead encarada por George A. Romero en su infinitamente influyente La noche de los muertos vivientes, les devuelve su entidad primigenia de esclavos.

No se trata de una película de terror, al menos en los términos regulares afianzados a lo largo de la historia del género. En cambio, el director de Nocturama y De la guerra construye un particular relato de iniciación adolescente, cruzado por la memoria del colonialismo francés en tierras lejanas y “exóticas” y un presente donde conviven la modernidad con atavismos ocultos a la mayoría. El de Bonello es un film que –fiel a su costumbre de alterar formatos y sistemas narrativos reconocibles– describe las vidas de un grupo de estudiantes secundarias en una institución educativa de elite cuyas vidas se ven alteradas a partir de la llegada de Mélissa (Wislanda Louimat), una chica negra de origen haitiano, hija de una prominente militante anti dictadura en tiempos de François Duvalier. Y nieta de Clairvius Narcisse, el zombi.

Zombie Child viaja del presente al pasado y viceversa, alternando la historia de Mélissa con la de Clairvius, cuya zombificación comienza a descascararse cuando prueba un prohibido trozo de carne cocido por sus amos. Clairvius Narcisse existió fuera de la pantalla y la historia oficial marca su primer deceso en 1962, el segundo 32 más tarde, en 1994, después de ser hallado en estado de estupor en los campos de su ciudad natal a comienzos de los 80. Es imposible saber cuánto de mito y cuánto de realidad hay en esa historia, pero su nombre ya había aparecido en un film previo, La serpiente y el arcoiris (1987), dirigida por Wes Craven y basada en el libro homónimo del antropólogo canadiense Wade Davis.

Mientras tanto, en la escuela de señoritas –fundada nada menos que por Napoleón Bonaparte– cada una de las alumnas debe demostrar antes del ingreso que algún miembro de su familia recibió la mayor de las distinciones del estado francés: la Legión de Honor. No es casual entonces que la mayoría de las muchachas tengan la piel relucientemente blanca, aunque alguna estudiante asiática o negra, como la propia Mélissa, reflejan indirectamente el alcance que alguna vez tuvo el imperio francés alrededor del mundo. En África, en Asia, en América.

Las clases de historia recorren el concepto de liberalismo en el siglo XIX y una idea francesa por excelencia: la revolución moderna. Entre timbre y timbre, Fanny (Louise Labeque) se hace amiga de Mélissa y tiene toda la intención de obtener su ingreso en su pequeña logia literaria, una excusa para reunirse por las noches en un aula desierta y compartir deseos y temores, amparadas por las tenues luces de las velas y una botella de gin pasada de mano en mano. De superar la prueba, Mélissa ingresará en el conciliábulo, que se convertirá de esa forma en un quinteto.

En la conferencia de prensa del Festival de Cannes, donde la película tuvo su lanzamiento mundial hace trece meses, Bertrand Bonello declaró que la primera idea para la película surgió “hace quince años. En aquel entonces, por razones personales, me interesé mucho por Haití y comencé a leer libros sobre la historia del país. Libros periodísticos, etnológicos. Cuando uno lee sobre Haití se llega muy rápidamente al vudú y de allí a los zombis hay un paso. Existe una idea fuerte detrás de la historia, que es la esclavitud y las cuestiones ligadas a la misma. Pero debía encontrar un punto de vista por una razón sencilla: soy francés. Por lo tanto, la película no podía transcurrir solamente en Haití y debía hallar un punto de vista francés”.

La canción de nuestros muertos

“Escucha, mundo blanco / mi rugido zombi / Escucha mi mar silencioso / Oh, triste canción de nuestros muertos / Tú eres mi destino, mi África / Mi sangre derramada, mi corazón épico”. El poema abre la película, en blanco sobre negro. Esas mismas estrofas serán más tarde la llave de entrada de Mélissa al cónclave. Bonello homenajea a la Carrie depalmiana, en cámara lenta pero sin humillaciones, mientras las chicas se secan, se cambian, se peinan, se pintan. Algunas noches más tarde, de la nada y como si nada, la chica negra le dirá a su amiga blanca “te voy a comer”, una frase cuya aparente literalidad no logra esconder otras posibles interpretaciones.

El estudio, el aburrimiento de una vida de encierro, sólo ofrece para Fanny un resquicio de esperanza: ese noviecito de verano que la visita en sueños y a quien le escribe cartas apasionadas, desesperadas incluso, con un estilo barroco que conjura otros romances literarios, como una madalena de papel y tinta. Mientras tanto, en el pasado, Clairvius camina algo atontado –pero con un albedrío recientemente recuperado–, manteniéndose a distancia de las miradas, observando desde lejos a su viuda.

La atmosférica y misteriosa banda de sonido, compuesta por el mismo Bonello, lo acompaña con insistencia arrítmica, alejada de lo tenebroso pero con un aliento inquietante. El director echa mano a un viejo recurso fotográfico, la noche americana, para transformar los planos filmados durante el día en imágenes nocturnas, dotándolas de un hálito fantasmagórico, fuera de este mundo.

El zombi de Bonello no tiene ningún parentesco con los muertos vivos come-cerebros de Romero; es un primo lejano de los cuerpos zombificados de Yo caminé con un zombie (1943), la obra maestra de Jacques Tourneur. Los movimientos de su cuerpo pueden provocar miedo y horror –así lo demuestran los sepultureros que lo observan sentado frente a su propia tumba, como quien vuelve a su casa natal después de mucho tiempo–, pero también una infinita tristeza. El sincretismo haitiano, mixtura de cristianismo y prácticas religiosas del África occidental, es anterior a la invención del cine, pero dio origen a uno de los mitos más duraderos de la gran pantalla.

Entrevistado por la revista especializada Film Comment, Bonello confesó que no fue sencillo rodar las escenas en Haití: cuando una persona blanca se aparece con la intención de filmar una película sobre el vudú se encienden todas las alarmas. Sin embargo, para el realizador era obligatorio viajar hacia el lugar. “Si no lo hacía en Haití, para mí las escenas perderían su esencia. Es algo del orden de lo ético, de lo político”.

En cuanto a la estructura general de la historia, el concepto siempre fue “contar dos historias simples: una sobre un hombre que es enterrado en su tumba y que vuelve a la vida como esclavo; la otra, acerca de la tristeza de una adolescente. Siento que, cuando pones una historia junto a la otra, eso abre muchas puertas y agrega niveles. La película se va poniendo cada vez más compleja. Como realizador, me gustan esos contrastes: entre el presente y 1962, entre Francia y Haití, entre algo oscuro y algo luminoso. Pero también entre las chicas, que hablan un montón, y los hombres haitianos que no lo hacen en lo más mínimo. Cada vez más me gusta que mis películas ofrezcan contrastes. Al mismo tiempo, uno podría pensar que las escenas en Haití vienen de la cabeza de la muchacha. Existe esa tradición de relatar historias oralmente. Tal vez ella escuchó esos relatos de boca de su madre o su abuela y lo que vemos es en realidad la manera en la cual ella imagina que ocurrió todo”.

Bonello se refiere, desde luego, a Mélissa. Para Fanny, todo aquello que tenga que ver con el vudú es distante, extraño, desconocido. Pero será la noticia de que su nueva amiga tiene una tía viviendo en Francia, Katy, lo que disparará los tramos finales de la película, desenlace incluido. La tía Katy es una mambo y, según la protagonista puede averiguar en Wikipedia, ese es el más alto rango al que puede acceder una sacerdotisa en la religión vudú. ¿Acaso Katy pueda recomponer su corazón roto de amor con una ceremonia mágica? Los mil euros que conforman la oferta parecen difíciles de resistir, rompiendo la negativa inicial de la mujer, quien se apura en aclarar que el vudú es “una fuerza interior, una comunidad”, no un acto de hechicería ni, mucho menos, un juego.

Vudú y rock and roll

La llegada a la morada de la Tía Katy altera la banda sonora de Zombie Child, que además de las composiciones incidentales de Bonello está atravesada por los temas del rapero belga-congolés Damso. La dueña de la morada escucha en silencio la música y la letra de “Papa Legba”, canción de la compositora y cantante (y sacerdotisa) de origen haitiano Moonlight Benjamin, una mezcla de vudú y rock and roll, según la definición de la propia artista. Lo que sigue no es conveniente revelarlo aquí, pero el pasado y el presente, el aquí y el Más Allá, nuestra realidad y aquellas otras hasta entonces desconocidas se unirán momentáneamente en un vórtice poderoso.

Bonello apoya finalmente una pierna en los confines del género, pero manteniendo la otra del otro lado de la frontera. “Cuando era adolescente miraba un montón de películas de género”, afirmó el cineasta en la mencionada entrevista. “George Romero, John Carpenter, David Cronenberg. Toda la gente de ese período, desde finales de los 70 a comienzos de los 80. Me encantaban esas películas, pero cuando volví a verlas tiempo después me di cuenta de que no sólo eran muy buenas, sino que tenían una dimensión política que se ha perdido en el cine de género de un tiempo a esta parte. Eran films tiránicos y esos directores usaban el cine para hablarnos sobre sus miedos en el mundo. Por eso creo que el cine de género está volviendo: es una manera de hablar sobre los miedos usando el cine del miedo, por llamarlo de alguna manera”.

Más allá del vudú y de los zombis, el pasado que siempre retorna (que nunca deja de hacerlo) es entonces uno de los temas esenciales de Zombie Child. Como lo era en Caché, la película de Michael Haneke. Pero Bonello rápidamente se saca de encima ciertas pretensiones como cineasta. “No quiero dar lecciones ni nada por el estilo, porque ese no es mi lugar. No comienzo las películas con grandes ideas, sólo pienso en los detalles. Zombie Child es, en realidad, un film sobre la transmisión de la libertad: ¿cómo darle esa idea a la generación siguiente y qué hacer con nuestra historia? ¿Cómo contar esa historia? ¿Se puede contar de una manera lineal? Para mí, la parte política de la película está presente en esas preguntas. No se trata de decir ‘Francia se ha portado mal’. Ese no es mi objetivo. No estoy aquí para eso. La pregunta es sencilla: ¿qué hacemos con nuestra propia historia?”.

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7. España: prisión para una red de explotación sexual de nigerianas amenazadas con el vudú.

FUENTE: Europa Press

 

 

El Tribunal Supremo de España ha confirmado la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a penas de entre 19 y 2 años de cárcel a los cinco integrantes de una red de trata de mujeres con fines de explotación sexual, delitos que padecieron dos jóvenes nigerianas trasladadas por ellos de Benin City a Bilbao tras un penoso viaje por África y el Mediterráneo y después de ser explotadas en otros países de la Unión Europea.

La sentencia de la Sala Segunda (de lo Penal) del Supremo, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que esta organización engañó a al menos cinco mujeres –dos constan como víctimas y otras tres, inicialmente identificadas por fuerzas policiales, están en paradero desconocido– con la promesa de un trabajo en Europa y bajo amenaza del rito vudú para que abandonasen la precaria situación que tenían en Nigeria y se pusieran en sus manos.

Tras hacerlas cruzar África a pie y en camión, las trasladaron a Libia y en la costa de Trípoli, fueron embarcadas en pateras camino del continente y recogidas en un campamento de refugiados de Sicilia para a partir de ahí exigirles el pago de la deuda contraída, unos 40.000 euros, coaccionándolas para ejercer la prostitución para beneficio económico de todo el grupo.

Las dos víctimas identificadas en este procedimiento coincidieron en un piso de Bilbao, ciudad donde debían ejercer la prostitución para el grupo, y donde pusieron fin a su situación con ayuda del cliente de una de ellas, que las apartó de la red y la acompañó en su denuncia. La otra no llegó a denunciar, pero sí prestó testimonio en el juicio y el tribunal la ha considerado víctima igualmente de la red.

Los recursos de casación presentados por tres de los condenados por la Audiencia Nacional se dedican en parte a cuestionar precisamente a esta última, dado que, tal y como admite el tribunal, “no consta” que en sus declaraciones policiales o judiciales contara que haya prestado declaración formal ni en sede policial ni judicial relatando las circunstancias de su salida de Nigeria y posterior traslado a Bilbao para ejercer la prostitución. No obstante, considera que la sentencia se basa en “indicios relevantes, suficientes y relacionados con prueba directa” para concluir que así fue.

“Bajo los efectos del miedo”

Para empezar, los magistrados se apoyan en el testimonio que prestó la denunciante, “un relato coherente, detallado y convincente de cómo se desarrollan los hechos” y que así se recoge en la sentencia de la Audiencia Nacional. La otra joven, apunta el tribunal, “seguía bajo los efectos del miedo” que los condenados le producían, “temor que se extiende a su familia residente en Nigeria”, de ahí que los magistrados contemplen “ambas declaraciones bajo el mismo prisma de credibilidad, pero desde diferentes perspectivas, por la personalidad y estado anímico de una y otra”.

“Resulta evidente que en este tipo de delitos existan especiales dificultades para que las víctimas expongan todo lo que ha ocurrido, ya que la situación que han vivido, las posibles amenazas que sufren con respecto a ellas o la creencia de que las que les efectúan de que actuarán contra sus familiares en el país de origen les dificulta que puedan contar lo ocurrido e implicar directamente a sus captores y explotadores”, explica la sentencia del Supremo.

La protección de las víctimas de trata merece plena justificación para el alto tribunal, pues el objetivo es “salvaguardar los derechos humanos, evitar una mayor victimización y animarlas a actuar como testigos en los procesos penales contra los autores”. “Resultaría manifiestamente contradictorio con este objetivo que la propia posibilidad de obtener los beneficios legales que tutelan a las víctimas se transmutase en una causa de invalidez probatoria de sus declaraciones inculpatorias”, apunta.

El alto tribunal subraya la “violencia” e “intimidación constante” a las que fueron sometidas las víctimas y mencionan también la utilización contra ellas del rito vudú, lo que les generaba “un estado de intenso temor y les hacía sentirse vinculadas a los acusados para no sufrir, ni ellas ni sus familiares, las consecuencias”. Todo ello unido al “engaño, abuso de situación de necesidad o de superioridad o vulnerabilidad de la víctima”, que en este caso también se cumplen.

Los magistrados también han tenido en cuenta el testimonio que prestó el cliente de una de las víctimas que las “rescató en Bilbao”, quien contó el “sórdido ambiente en que se hallaban las dos muchachas de su misma nacionalidad nigeriana” y las “alojó en su domicilio y convenció para que, al menos la primera, denunciara los hechos”.

Igualmente, se apoyan en la declaración de uno de los policías que atendió a la segunda víctima, ya que fue “testigo directo del estado anímico” de la joven cuando llegó a comisaría, del “miedo que tenía a hablar con ellos, de cómo al enseñarle una foto” de la cabecilla extraída de su perfil de Facebook “se derrumbó, comenzó a llorar y debido al miedo que padecía, se cerró en banda y no quiso seguir hablando con ellos”.

Además, para la sentencia también se han tenido en cuenta otras pruebas materiales como fotografías de las dos jóvenes juntas, de ahí que deduzcan los magistrados que ambas hicieron el camino desde su país de origen y que estuvieron en el mismo piso en Bilbao bajo amenaza de la red. La principal condenada también guardaba fotos de las dos en su teléfono móvil, así como de “otras chicas a quienes, a pesar de facilitarles la condición de testigos protegidos, no ha sido posible localizar” pese a los “esfuerzos policiales”.

Detalles de las condenas

Así, la Sala de lo Penal del Supremo, en una sentencia del que ha sido ponente el magistrado Vicente Madro, confirma la condena de 18 años de cárcel a Ebiuwa Ogbeifun por dos delitos de trata de mujeres con fines de explotación sexual en concurso medial con un delito de prostitución. Considera probado que ella, bajo el sobrenombre de 'Juliet', se encargó de los traslados de las mujeres y recibía beneficios de su prostitución. Se le impone un año de cárcel más por la documentación falsa que fue hallada en su poder cuando la detuvieron.

La misma pena de 18 años se impone a Paplo Lawrence, el hombre que se encargó de recibir a las víctimas en Madrid y custodiarlas hasta Bilbao, donde siguieron siendo explotadas. Tanto él como 'Juliet' negaron los hechos en el juicio y se desvincularon de cualquier actividad relacionada con la trata de mujeres, aunque las víctimas les señalaron sin lugar a dudas. Menos condena afrontarán los otros tres acusados –Fred Okome (seis años), Godwin Othaleyemi (dos años y medio) y Abieyua Ero (dos años)–, quienes admitieron sus distintos roles en la organización liderada por 'Juliet' y se les ha aplicado la atenuante de reconocimiento tardío de los hechos.

Según el Supremo, esta organización de trata de mujeres venía funcionando al menos desde 2015, con asunción de distintos roles, y sus miembros –los acusados y otros no identificados– “urdieron una red para de manera reiterada utilizar a jóvenes traídas a Europa bajo falsas promesas de conseguir un trabajo lícito que les permitiera abonar el dinero invertido en su traslado desde Nigeria y una cantidad suplementaria mayor”.

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8. Argentina: la permanencia de los negocios de santería durante el confinamiento por coronavirus.

FUENTE: El Cordillerano

 

 

La santería ofrece un oasis espiritual para aquellos que encuentran resguardo en la fe, según explica Christian Masello en el medio argentino El Cordillerano. Al principio de la reapertura comercial, durante la pandemia, cuando la modalidad a utilizar fue la de delivery, varios establecimientos reanudaron sus labores, sobre todo los gastronómicos. También locales de venta de indumentaria, con el mismo método, volvieron al ruedo.

Que alguien pidiera media docena de empanadas y una botella de gaseosa resultaba lo más normal del mundo. Que hubiera quien solicitara que le llevaran determinado modelo de zapatos en “x” número, en principio, podía llegar a sonar extraño, pero uno se acostumbra con rapidez a las nuevas realidades impuestas por la propagación del coronavirus. Ahora bien, que mediante el teléfono se procuraran tres estampitas, dos velas y la imagen de un santo… es algo más difícil de imaginar, pero, en cuestiones de fe, todo es válido.

La santería El Ángel, una postal característica de Bariloche, frente a la Catedral, comenzó a funcionar de esa manera cuando la cuarentena se aflojó un poco la corbata. Su propietario, Ricardo Riccio, explicó que en ese momento, las ventas fueron de un quince por ciento de lo que, hasta la llegada del coronavirus, era habitual. Con el permiso de abrir las puertas comerciales durante cinco horas, el porcentaje se duplicó, y, con el actual horario, la situación mejoró bastante, aunque los números todavía estén lejanos a los previos.

La esposa de Ricardo, Norma Cángaro, estaba siempre en el establecimiento, junto a las empleadas, mientras que el hombre se dedicaba a la parte administrativa. Hoy ninguno de los dos pasa por el local; cumplen con la recomendación de no hacerlo por ser mayores de 60 años. Riccio hizo una excepción para conversar con El Cordillerano. Así, comentó las medidas de seguridad incorporadas: alcohol en gel apenas se ingresa, una mampara que protege a la empleada, desinfección completa con lavandina a cada hora, y se atiende de acuerdo al número de documento, es decir a pares los martes, jueves y sábados, e impares lunes, miércoles y viernes.

Además, se sugiere a los clientes que realicen sus pedidos por teléfono, con anterioridad, para, al llegar, no tener que aguardar afuera si hay más gente en el negocio. El sitio es pequeño y variopinto, repleto de todo tipo de objetos. Están las clásicas velas, cadenitas, biblias, pero también CDs, cartas de tarot, elefantitos “llama dinero” y un largo etcétera. Ante tal variedad, los valores son muy diversos. Están las estampitas de unos pocos pesos hasta figuras importadas de resina que cuestan alrededor de 6.000.

Y, justamente, en la adquisición de productos está uno de los inconvenientes que trajo a nivel comercial el COVID-19. “Los mayoristas estuvieron dos meses cerrados, y cuando ellos abrieron las fábricas no lo hicieron”, contó Ricardo. Sucede que la mayor parte de los sitios de manufactura se encuentra en el Gran Buenos Aires, una de las zonas bajo la lupa en estos tiempos. “Además, los importadores están con dificultades serias”, agregó el propietario, lo que obstaculiza el arribo desde el exterior. En este punto, cabe mencionar que varias de las figuras a la venta son italianas, y que también se ofrecen artículos chinos.

“Si no se puede comprar, resulta imposible vender”, aseguró el hombre, con la vista en lo que puede suceder si la situación sigue como hasta ahora. La problemática alcanza a los libros, que también forman parte de la oferta del lugar. “Hay editoriales católicas que están con grandes inconvenientes”, indicó Ricardo, y citó como ejemplo a la emblemática San Pablo, especializada en literatura cristiana.

Riccio, al opinar del presente económico del centro barilochense, expresó: “Toda esta zona depende del turismo; el futuro es negro. Nosotros somos agradecidos porque tenemos mucha clientela local, pero este invierno va a ser muy complicado”. “Cada vez que tenemos una crisis, de cualquier tipo, nos aferramos a lo espiritual, en busca de una respuesta”, señaló, con respecto a la razón por la que las personas buscan cierta esperanza a través de objetos religiosos.

“Si estás enfermo, vas al médico; pero también le pedís a Dios que te ayude”, ejemplificó. Y, justamente, el presente hace que San Pantaleón sea uno de los santos más requeridos, ya que es considerado el patrono de los médicos y enfermos. Claro que, si bien las crisis provocan el despertar de la fe, también es cierto que, cuando son causadas por problemas monetarios, o están relacionadas con ellos (como sucede en la actualidad), por más deseos de acompañar con compras ese sentir religioso, la cosa se complica. “En forma paralela a la espiritualidad, corre la parte económica, que hace que la gente tenga menos dinero para gastar”, afirmó Ricardo.

El hombre explicó que la clientela del negocio conforma un abanico amplio, ya que hay mujeres y hombres, grandes y jóvenes, por más que los preconceptos tiendan a imaginar que solo los miembros de la tercera edad, en especial mujeres, son los que compran en este tipo de establecimientos. En cuanto a la importancia que tiene, para la gente que acude al local, aquello que adquiere, Riccio resaltó: “La persona que viene aquí no compra una vela por el objeto en sí, se trata de un símbolo, de algo que utiliza para pedir y agradecer”.

En busca de la luz

El origen de este negocio de santería encierra una historia peculiar. Norma y Ricardo eran porteños, aunque vivían en Lincoln, Provincia de Buenos Aires. En determinado momento, posaron sus ojos en el sur. Tenían familiares en Bariloche y decidieron mudarse a la ciudad. A los pocos meses, la madre de Norma falleció, lo que la llevó a volcarse en lecturas espirituales como salvavidas en el dolor. Y, de la nada, tuvo una especie de revelación: “Me desperté, me senté en la cama y dije: ‘Tengo que poner una santería’”, contó por teléfono desde su casa. Luego vio el local en alquiler, frente a la Catedral, y notó que todo cerraba.

Aunque reconoció que la religión siempre estuvo presente en su vida (ella y su marido son católicos), sentenció: “Jamás había imaginado abrir una santería; no tenía idea en qué me metía, este es un negocio muy amplio”. A medida que la gente le solicitaba cosas, ella las incorporaba. Así, reconoce que en la actualidad la demanda lleva a vender productos otrora inimaginables: “Vivimos una época de mucha apertura, y soy respetuosa de otras creencias, porque en definitiva Dios es el mismo, y hay muchos caminos que nos llevan a Él, siempre a través del bien; no importa de qué credo se trate. Por eso nos abrimos a ofrecer otro tipo de objetos para conectar con lo espiritual”, dijo.

Sobre qué es lo que más se vende, la mujer no dudó: “Las velas, que representan la luz, el Espíritu Santo, la llama de Dios. La gente prende una, reza frente a ella y siente que hace algo concreto; representa la fe de la persona”. Si en un primer momento, el dolor por el duelo que trajo la pérdida de su mamá la llevó a una espiritualidad que derivó en la apertura del local (el 11 de febrero se cumplieron veinticinco años de la inauguración), hoy se siente útil y agradecida, a partir del granito de arena que significa su aporte para la vivencia de aquellos que acuden a la santería: “Sin olvidar que vivimos de esto, porque es un negocio, lo mejor es darle una esperanza a la gente, poder ayudarla a tener fe durante un momento difícil, guiarla en lo que puede hacerle bien. Más allá de vender, hay que escuchar, brindar una palabra de aliento”, completó.

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9. Dos sacerdotes de la santería cubana visitarán tiendas esotéricas de España.

FUENTE: Columna Cero

 

 

El Templo Esotérico Nalex (Las Rozas, España) será pionero en la Comunidad de Madrid en llevar a dos sacerdotes de la santería cubana (“babalawos”) para ponerlos, del 8 al 11 de julio, a disposición del público madrileño. Lo cuenta Rubén Serrano Calvo en el medio digital español Columna Cero. El babalawo (padre de los secretos) es el rango máximo del mundo esotérico y de la religión yoruba, auténtico intérprete de la palabra de Orula. Es el poseedor de todos los secretos de esta fe milenaria y único autorizado para la interpretación del oráculo de Ifa, el más complejo de los sistemas adivinatorios de la religión yoruba y uno de los más complejos del mundo.

La santería en Cuba ha ganado seguidores profusamente y se sabe que el 80 por ciento de la población cubana practica o acude a recibir la asistencia de los sacerdotes de la santería. Los cultos sincréticos, llegados a Cuba con los esclavos africanos en la época colonial, se trasmiten por tradición oral de una generación a otra a través de rezos, ritos, conjuros, fórmulas mágicas, refranes, bailes, cantos, sacrificios y liturgias.

En España, la santería también está presente desde hace décadas, teniendo sobre todo en la adivinación una de sus principales prácticas. Es por eso que desde el Templo Esotérico Nalex han querido traer a estos dos sacerdotes para que puedan realizar en dicho establecimiento “consultas, amarres, rituales, limpiezas, entrega de guerreros y mano de Orula”, según han explicado a Columna Cero los propietarios Nalex.

Los babalawos tan sólo estarán 4 días en Madrid, ya que su objetivo es acercarse también a otras regiones españolas. “Pero Nalex ha conseguido que hagan parada en Las Rozas, para todos los que quieran conocer su futuro”, señalaron. Para ser atendidos por estos sacerdotes, es imprescindible solicitar cita previa.

Un establecimiento con sólo unos meses

El Templo Esotérico Nalex, en la madrileña localidad de Las Rozas, es una tienda regentada por dos jóvenes emprendedores de esta localidad de tan sólo 19 y 23 años. Nalex se dedica a la venta detallista de todo tipo de artículos esotéricos, relacionados con el mundo del tarot, la videncia y la adivinación, y aseguran contar con grandes profesionales del esoterismo, al que consideran “un mundo lleno de incógnitas”.

Lo esotérico está de moda. Y estos jóvenes han querido aprovechar este boom con la puesta en marcha de una tienda esotérica en Las Rozas de Madrid, en la que además proporcionan empleo a 3 personas, tal como explicaba Carlos Sánchez Narros el pasado mes de febrero en Columna Cero. El establecimiento está dedicado a la venta de artículos esotéricos y religiosos, así como a la lectura de tarot y rituales. Además, cuenta con la visita, dos veces al mes, del maestro Joao, un vidente que se ha hecho popular en la televisión de España.

Se trata así de “dar respuesta a una necesidad que está aflorando en los últimos años en la sociedad, en donde hay un despertar espiritual y la gente siente con más fuerza su fe, pero también busca volver a las raíces y a rituales relacionados con otras culturas y con antiguas civilizaciones, y cuya premisa principal es alcanzar salud y el bienestar”, señalaron los promotores de esta iniciativa. “La idea surgió en mayo del pasado año”, explicaron a Columna Cero, “cuando sentimos la necesidad de contribuir con nuestro país de alguna manera, y no se nos ocurrió mejor forma que la de dar empleo”. Así nació Producciones Nalex SL, la empresa que está detrás del Templo Esotérico Nalex.

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10. España: detienen por segunda vez a un osteópata por abusos sexuales.

FUENTE: Varios medios

 

 

La Guardia Civil ha localizado a cuatro víctimas que presuntamente sufrieron abusos sexuales por parte de un osteópata detenido el pasado mes de febrero en Burgos. El arrestado aprovechaba las sesiones de masaje, con las que aseguraba paliar determinadas dolencias, para abusar de sus pacientes. Según leemos en Metrópoli Abierta, las víctimas tienen edades comprendidas entre los 46 y los 59 años y proceden de las provincias de Barcelona, Vizcaya y Burgos.

La investigación se inició tras una denuncia presentada por una mujer en la que relataba haber sufrido tocamientos íntimos sin su consentimiento cuando asistió a unas sesiones grupales de yoga y osteopatía que el hombre ofrecía en su domicilio de Burgos. Tras contratar una consulta particular, el hombre supuestamente abusó de ella durante los masajes con los que paliaría determinadas dolencias que padecía la mujer.

El detenido se anunciaba como especialista en terapias corporales, quiromasaje y masajes terapéuticos, con titulación obtenida en Sudamérica, para ejercer estas técnicas. Organizaba y llevaba a cabo talleres y clases grupales de yoga y relajación, desplazándose a otros lugares donde era requerido o en su propio consultorio. La Guardia Civil no descarta la aparición de nuevos casos, ya que los investigadores sospechan que puede haber más víctimas.

Una nueva detención

Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de la localidad burgalesa de Villarcayo ordenó el pasado 25 de junio la detención del investigado por, supuestamente, cometer abusos sexuales contra varias mujeres que acudían a la consulta de osteopatía que tenía en su propio domicilio o a las clases de yoga que impartía como contratado por distintos ayuntamientos próximos a su lugar de residencia. El arresto se hizo efectivo el 28 de junio por la tarde por agentes de la Guardia Civil, según el Diario de Castilla y León.

El sospechoso, según detalla el comunicado que remitió el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, ya fue arrestado en febrero tras ser denunciado por una mujer que relató los tocamientos de contenido sexual que sufrió en una sesión de masaje con fines terapéuticos. Tras prestar declaración, el hombre quedó en libertad investigado en una causa por abuso sexual. La investigación desarrollada durante estos meses ha revelado la existencia de al menos ocho posibles víctimas y la entidad de los abusos que pudieron sufrir.

Por tal motivo, la magistrada instructora, que recientemente había autorizado una entrada y registro en el domicilio del investigado, ordenó este jueves su detención por los indicios existentes contra él como supuesto autor de un delito de abusos sexuales previsto en el artículo 181.4 Código Penal y castigado con la pena de prisión de cuatro a diez años, así como de seis delitos de abusos sexuales previstos en el artículo 181.1 del Código Penal y castigados con la pena de prisión de uno a tres años.

Tras su detención, fue puesto a disposición judicial, para volver a tomarle declaración en relación a los nuevos hechos conocidos, y se convocó una comparecencia para decidir si ingresa en prisión o no, o si se acuerdan otras medidas cautelares. No se descarta la existencia de más víctimas que por miedo o desconocimiento no hayan denunciado.

Nuevas víctimas y denuncias

A finales de febrero se produjo la primera denuncia contra el osteópata E.P.J. por un posible delito de abusos sexuales cometido contra una mujer de 50 años, con residencia en Barcelona. La difusión de su caso llevó a una cascada de cuatro denuncias más entre marzo y abril. Tras el registro de la vivienda del investigado el pasado 11 de junio, la Guardia Civil hizo un llamamiento a nuevas víctimas y una más dio el paso adelante hasta sumar un total de seis, aunque no se descarta que puedan aparecer más.

Asimismo, se ha sumado a la acusación el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León. En la mañana del pasado 29 de junio y tras tomarle declaración durante cerca de media hora en presencia del fiscal, la jueza del Número 1 de Villarcayo decretó un auto de prisión provisional comunicada y sin fianza que condujo al investigado al penal de Burgos, tal como informa el Diario de Burgos.

La situación judicial del osteópata se ha complicado especialmente por la última denuncia, presentada por una mujer de 58 años, residente en una provincia de Castilla y León que pasa sus vacaciones en Merindades. En ella la juez aprecia indicios de la comisión de un delito de abusos sexuales previsto en el artículo 181.4 Código Penal, es decir, en su grado máximo, al haberse supuestamente producido «acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías». Por este delito podría ser castigado con una pena de entre 4 y 10 años de prisión, mientras que la juez aprecia otros cinco delitos de abusos sexuales previstos en el artículo 181.1 del Código Penal por atentar contra la libertad o indemnidad sexual de seis personas, lo que le puede acarrear penas de 1 a tres años de prisión por cada uno.

Prisión por la gravedad de sus delitos

La jueza tomó la decisión de encarcelarle ante «la gravedad de los delitos por los que le investiga y la pena que llevan aparejada en caso de condena, así como por el riesgo de fuga del investigado por su falta de arraigo laboral y familiar». Su defensa, en cambio, insistió en su inocencia y calificó la medida de prisión como «desproporcionada», al descartar el riesgo de fuga por carecer de medios económicos y no haberlo hecho en los últimos meses, a pesar de que ya fue detenido a finales de febrero. El osteópata se ratificó en que seguía el «protocolo».

El auto pone contra las cuerdas a este hombre, que daba clases de yoga en varios puntos de la comarca y se anunciaba como especialista en terapias corporales, quiromasaje y masajes terapéuticos, dado que si fuera puesto en libertad provisional en cualquier momento de la instrucción del caso, tiene prohibido residir o acudir a Quintana de Valdivielso, donde ahora tiene fijada su residencia. Asimismo, se le prohíbe aproximarse a menos de 500 metros o comunicarse con las denunciantes, vinculadas o residentes en diferentes municipios de Las Merindades, desde la propia Merindad de Valdivielso al área de influencia del Valle de Valdebezana o la Merindad de Valdeporres.

La mayoría de los hechos se cometieron en el gabinete que el investigado tiene en Quintana. Todas las mujeres relataron situaciones muy similares, dado que, a pesar de sufrir dolores en diferentes partes del cuerpo, como cervicales, espalda o gemelos, de los que esperaban mejorar con sus masajes, salieron de allí con tocamientos en pechos y genitales. En varios casos también les indicó que tenían «retención de líquidos» y ese fue el argumento para justificar un masaje completo. Asimismo, las víctimas, todas entre 46 y 59 años de edad, señalaron en sus denuncias que se sintieron bloqueadas o paralizadas.

Sin embargo, el acusado defiende su inocencia y que los hechos ocurridos son «inciertos». Su abogado, Luis Collado Chomón, sostiene que su cliente «es inocente y se aclarará todo con la sentencia que emitan los juzgados». En su declaración en el Juzgado de Villarcayo, el profesional aseguró que «no se ha salido del protocolo de las terapias». Su abogado explicó hace unos días que «hay una relación llamativa entre las diferentes partes del cuerpo y una serie de lesiones». Asimismo, insistió en que «no se deben de realizar juicios paralelos» y pidió «respeto a la presunción de inocencia» de su defendido.

La historia de una víctima

A Inmaculada S.B., de 48 años de edad, no se le olvida lo ocurrido el 22 de junio de 2019, porque acababa de regresar a Valdenoceda, donde veranea desde hace 25 años, tras pasar parte de sus vacaciones en la playa. Quería recuperar el tono muscular antes de retomar el trabajo en Vizcaya y sus rutinas deportivas. Llamó a su fisioterapeuta en Villarcayo y a varios más de la comarca. Todos estaban ocupados y se decantó por E.P.J., porque la víspera había tratado a su marido de una lesión en el cuello con muy buenos resultados. Ella salió del gabinete que el osteópata tiene en Quintana de Valdivielso con una «gran tensión», sin mejorar en nada su situación física y sintiendo que la habían manoseado, no masajeado.

En cuanto leyó el pasado 3 de marzo la denuncia por abusos sexuales que una mujer de Barcelona había interpuesto contra el investigado decidió «no dejarla sola». Pasó todo el día llorando, angustiada, pensando en si actuar o «no hacer nada por apoyar a esa mujer». Regresaron los recuerdos de su infancia, cuando asegura que también sufrió abusos sexuales entre los 6 y los 13 años y no lo desveló hasta ser adulta. Consultó con varios profesionales si los tocamientos que había sufrido en los pechos bajo el sujetador eran propios de un masaje osteopático y le confirmaron sus sospechas: «Bajo ningún concepto hay que tocar los pechos en una sesión de osteopatía». El 4 de marzo dio un paso adelante y presentó su denuncia en el Juzgado de Villarcayo. Ahora ha sabido que otras tres mujeres más lo han hecho tras ella. Asegura no conocerlas.

«Sabía que esa mujer decía la verdad cuando denunció que le había tocado los pechos y los genitales y pensé que nadie la iba a creer», relata. «Sabía que era cierto, porque yo lo había vivido» y eso la llevó a llamar a la Guardia Civil de manera anónima. Me explicaron que tenía que denunciar. «No denuncié cuando era una niña y esta vez quise actuar para apoyar a la primera denunciante y tratar de evitar que este profesional siga trabajando», señala.

Por su experiencia deportiva y su trabajo ha ido casi cada semana a realizarse masajes. Lo primero que le llamó la atención fue cómo el denunciado la observaba cuando se retiraba la ropa. Después, ya durante el masaje siguió mirando sus genitales insistentemente e incluso recostaba su cuerpo sobre el suyo, según ha explicado a DB. Quedarse en ropa interior es habitual en un masaje, pero el profesional retira la vista en el momento de desvestirse. «No le sé poner palabras, me sentí fatal. No me había sentido así en la vida», recuerda. Al mismo tiempo, admite que «puede resultar difícil de creer que «una mujer de 48 años no sepa reaccionar ante una situación así». Ni ella misma se lo explica, pero otras denunciantes, todas entre los 46 y los 59 años, también manifestaron haberse quedado bloqueadas.

Convencidos de que hay más. Desde la Comandancia de la Guardia Civil señalaban esta semana que «esperamos y deseamos que vayan saliendo nuevas denuncias». «Animamos a todos las posibles víctimas que vean que no están solas, que hay más casos», continuaron. La difusión de la primera denuncia a principios de marzo buscaba ese efecto llamada y nuevamente se busca ahora con la difusión del registro realizado en el domicilio del investigado el pasado 11 de junio.

El Diario de Burgos ha podido saber que hay mujeres que denunciarían lo que les ocurrió, pero no quieren verse involucradas en un proceso judicial. Otras lo están valorando seriamente. Desde la Guardia Civil aseguran tener «fundadas sospechas de que hay más casos». Pueden llamar al 947 24 41 44 (extensión 6090265).

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.