Tribunas

La dignidad reafirmada

 

 

Juan José Corazón Corazón
Sacerdote, Doctor en Derecho Canónico, Doctor en Derecho


 

 

 

 

Cuando parece ya que estamos liberándonos, más o menos, de la pandemia que ha asolado tantos meses al mundo entero, por la caprichosa acción de un virus, que no llegamos a comprender y que ha causado tantos estragos en las vidas de las personas y las familias, tal vez sea un buen momento para hacer balance y considerar que la cuenta de resultados podría ser también positiva.

¡No!, evidentemente, por todo lo que, lamentablemente, hemos perdido, que es mucho, pero sí por lo que a partir de ahora podemos ganar, que es también mucho. Se trata, ni más ni menos, de la reafirmación de nuestra PROPIA DIGNIDAD.

Están siendo tiempos de dura prueba para todos, porque ¿cómo es posible que algo que ni siquiera se ve, pero que está ahí, trastoque de mala manera lo más esencial nuestro que son nuestros derechos y libertades? ¿Cómo puede ser capaz un virus de nada de obligarme a si puedo salir de casa o no; si puedo ir a tal sitio o a tal otro; y, si voy, tengo que ir de un modo o de otro? Etc….

¿Cómo puede sustituir el codo a la mano para saludarnos, cuando el codo no dice nada, que es casi inerte, y en nuestro saludo ofrecemos siempre la mano para manifestar que se la tendemos al otro?

Un virus que nos niega lo más grande que Dios nos ha dado, que es, precisamente, la libertad de darnos a los otros, de lo que Dios mismo sabe mucho, pues Él, que es la libertad plena, se nos da por entero.

Al crearnos libres nos ha dicho: ve donde te dé la gana, cuando te dé la gana, con quien te dé la gana. Eso sí, reconoce que Yo soy Dios y cumple los mandamientos.

Nos encontramos ante una situación muy aprovechable, pues es un importante reto para todas las personas y todas las sociedades en las que vivimos. Se trata ni más ni menos de la reafirmación de nuestra necesidad de los demás y, por tanto, de nuestra libertad, que, al reconocer también la libertad del otro, nos hace desear y proteger, también, los derechos y libertades de los demás.

 

Juan José Corazón Corazón