Cáritas | Cooperación internacional • 10/08/2020
Campos de trabajo con jóvenes en Palestina, un especial recuerdo en estos tiempos
Debido a la pandemia mundial este año no ha podido realizarse este proyecto de inmernsión cultural entre jóvenes de nuestras diocesanas y de Palestina
Por Jóvenes Voluntarios en Palestina 2019
No puedes salir de casa, no puedes viajar, no puedes visitar a tu familia ni a tus seres queridos. Seguir formándote es un reto diario, nada te asegura que tus planes sigan adelante. ¿Te suena? Esta ha sido nuestra realidad durante los últimos meses, sin embargo, ha sido y es la realidad de miles y miles de personas justo al otro lado del Mediterráneo.
Hemos visto cómo las malas noticias pasaban de estar en la televisión a poder sentirlas en nuestra propia piel, y durante este tiempo es posible que nos olvidemos de los demás, que prioricemos pensar en nosotros mismos, y sin embargo no hemos podido dejar de acordarnos de nuestros hermanos palestinos. Pensando en cómo estarán, en cómo llevarán una situación que para ellos es doblemente dura. Porque hoy, aun después de todo un año, lo vivido en el campo de trabajo nos sigue acompañando, forma parte de nosotros, y de ninguna manera se queda en dos semanas lejos de casa, sino que nos deja para siempre con otro hogar.
A pesar de que nos hubiera gustado poder seguir con el proyecto como hasta ahora, viajando a Palestina para dar testimonio de lo que hemos vivido, no significa que se haya detenido, no significa que nuestra labor ya no tenga sentido, sino que encontramos nuevas maneras de seguir siendo altavoces para tantas personas que cada vez menos gente quiere escuchar. Personas que son amigas, que tienen nombres y apellidos, y que cuentan con nosotros tanto como nosotros contamos con ellos, ya sea en Palestina, en España, o en cualquier lugar y circunstancia.
Y eso nos mantiene con esperanza, la esperanza que ellos nos enseñaron a tener en todo momento, de la que son testigos y ejemplo, y que nos lleva a seguir adelante con todo lo que nos propongamos. La misma que nos hace ver este parón del mundo no como un obstáculo, sino como una oportunidad para recargar fuerzas, para descubrir nuevas formas de ver las cosas, y que nos hará regresar con muchas más ganas. Porque el confinamiento ha parado muchas cosas, pero no ha conseguido parar nuestro compromiso ni nuestras ganas de seguir avanzando.