Fiestas religiosas

 

San Agustín, buscador incansable de la verdad

 

San Agustín (354-430) nació en Tagaste (África del Norte). Murió en Hipona (en el noreste de Argelia), ciudad de la que fue obispo. Desde su juventud estuvo animado por la búsqueda de la verdad.

 

 

20 ago 2020, 09:01 | La Croix


 

 

 

 

 

Recibió de su madre, Mónica, una educación cristiana que abandonó durante su juventud. Efectivamente, no quería una religión que no fuera también expresión de la razón, es decir, de la verdad. A los 17 años, Agustín se fue a estudiar retórica a Cartago (en la actual Túnez). A los 29 años conoció a Fausto, que estaba difundiendo el maniqueísmo, un sincretismo inspirado en el zoroastrismo, el budismo y el cristianismo. Seducido por la elocuencia de Fausto, Agustín se acercó a él aunque, en su continua búsqueda de la verdad, su religión no le convencía plenamente. Al final se alejó de Fausto y abandonó Cartago para ir a Roma. Ambrosio, obispo de Milán, le invitó a enseñar retórica en esta ciudad. Agustín comprendió rápidamente que, al contrario de Fausto, este hombre unía elocuencia a verdad. Abandonó definitivamente a los maniqueos y empezó a reflexionar sobre el bautismo.

Sin embargo, aún tenía dudas entre casarse o consagrarse totalmente a Dios en el celibato. En esa época vivía con una mujer con la que tuvo un hijo, Adeodato. En el año 386, en un pequeño jardín de Milán, tuvo lugar el combate decisivo. Comprendió entonces que Dios se había acercado a él y su voluntad se convierte: «Pues de tal modo me convertiste a ti, que ya ni buscaba esposa ni esperanza alguna de este mundo» (VIII, XII, 30). A los 31 años dimitió de su cargo de rétor. Recibió el bautismo en Milán, junto a su hijo Adeodato, durante la vigilia pascual del año 387. Ya obispo de Hipona, comprende que aún no ha acabado de convertirse: hay que reconocerse, cada día, "pecador en camino", hasta entrar en la vida eterna. Agustín murió con esta actitud de humildad, vivida día  a día.

 

Imagen: Ary Scheffer, San Agustín y santa Mónica, 1858.