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¿Debemos cuestionar el secreto de confesión?

 

Australia acaba de aprobar una ley que obliga a un sacerdote a romper el secreto de confesión en los casos de abuso sexual infantil. Pero para la Iglesia católica el secreto de confesión es una regla absoluta, hasta el punto de que quien la infringe corre el riesgo de excomunión...

 

 

28 sep 2020, 20:13 | La Croix


 

 

 

 

 

Para el derecho francés, el secreto profesional es un deber reservado a los médicos y abogados, pero también a los ministros del culto en el ejercicio de su ministerio. El Código Penal (art. 226-13) reconoce que los ministros del culto, tanto católicos como protestantes, deben mantener en secreto las revelaciones que se les hagan en el ejercicio de su ministerio sacerdotal o en razón de este ministerio, so pena de multa de 15.000 euros y un año de prisión. Pero desde 1992, el Código penal francés prevé que las sanciones previstas en los casos de violación del secreto profesional no se apliquen en las situaciones de maltrato a menores de 15 años.

Para el Código de Derecho Canónico, en cambio, el secreto de confesión es un derecho absoluto para la persona que se confiesa (canon 983). No sufre ninguna excepción, bajo pena de excomunión para quienes la infrinjan (Código de Derecho Canónico canon n. 1388,1 *). El Catequismo de la Iglesia católica explica que «la delicadeza y la grandeza de este ministerio y el respeto debido a las personas» justifican el secreto absoluto de confesión (n° 1467).

Sin embargo, el secreto de confesión está en todas partes y se cuestiona cada vez más. En Francia, tres obispos han sido condenados desde 2001 por no denunciar delitos sexuales. Aunque la información que tenían no la había escuchado en una confesión, el silencio y el secreto que mantuvieron se consideraron intolerables. En Bélgica, en 2015, un sacerdote fue procesado por no revelar las intenciones de suicidio de una persona escuchada en confesión. Y después de este 8 de septiembre en Australia, el silencio de los confesores en los casos de abuso sexual infantil les costará una pena de prisión de tres años.

 

 

Evelyne Montigny y Christel Juquois