Política

 

La eliminación de la “demanda social” de la Ley Celaá desplazará a los padres

 

El presidente de Educatio Servanda explica por qué se eliminará la enseñanza concertada y la educación especial

 

 

21 octubre, 2020 | ForumLibertas.com


 

 

 

 

 

Juan Carlos Corvera, presidente de la Fundación Educatio Servanda, que gestiona los centros de educación Juan Pablo II, ha explicado en un vídeo por qué el artículo de la Ley de Educación (Conocida como “Ley Celaá”) eliminará la enseñanza concertada y la educación especial.

¿Por qué eliminar la “demanda social” es lo peor de la Ley Celaá?, para Corvera, es así como el Gobierno “elimina la capacidad de que la administración tenga que escuchar el deseo de los padres sobre la elección de centro”

Lo que sucede en la actualidad es que la administración abre las plazas y escucha a los padres. Y después, en función de su petición y las plazas posibles que hay en cada centro, hace las asignaciones y la distribución de las mismas.

“Lo que quiere la ministra -prosigue- es eliminar esta posibilidad y que las voces de las familias no sean tenidas en cuenta. Y que por lo tanto el único criterio de distribución de nuestros hijos de los alumnos en los centros sea el que el Gobierno determine”.

El presidente de Educatio Servanda explica los riesgos de esa posibilidad que contiene la Ley Celaá, ya que “la determinación del Gobierno va a ser siempre un colegio estatal primeramente y a medida que las familias no tengan capacidad de elegir otro tipos de escuelas las escuelas tendrán que ir cerrando porque no habrán alumnos“.

 

 

De hecho, una de las cosas que caracteriza la Ley Celaá es su sesgo político y el escaso papel de las familias en su construcción.

La comunidad educativa criticó, a través de sus enmiendas, que se margina al castellano y a la asignatura de Religión, que se promueve el derecho a la educación o al principio de participación pero se deja de lado la libertad de enseñanza (tal como marca la Constitución), que se limita el derecho de las familias a elegir la educación que quieren para sus hijos, que se elimina la referencia a la “demanda social” (que es el principio inspirador de los sistemas democráticos), que falta financiación o que se ignora al profesorado, entre otras cuestiones.

Dicha ley no solo no resuelve algunos de los graves problemas de nuestro sistema educativo, sino que en algunos aspectos los profundiza. Por su parte, la titular de Educación sostiene que “es un proyecto de ley progresista que conecta con las corrientes educativas en Europa y en la ONU. Es un proyecto de ley del siglo XXI”.