Servicio diario - 22 de noviembre de 2020


 

ÁNGELUS
Ángelus: Jesús, “pastor lleno de mansedumbre y misericordia”
Raquel Anillo
Palabras antes del Ángelus

ESPIRITUALIDAD
Solemnidad de Cristo Rey
Alejandro Gratacós
Historia y significado

PAPA FRANCISCO
Solemnidad de Cristo Rey: Homilía del Papa Francisco
Larissa I. López
La vida se posee entregándola

ÁNGELUS
Ángelus: Pensamiento por las familias en dificultades
Raquel Anillo
Palabras después después de la oración mariana

JMJ
JMJ 2023: Entrega de la Cruz y el Icono de la Virgen
Larissa I. López
Palabras del Pontífice

PAPA FRANCISCO
Entrevista telefónica con el Papa y el gran Imán de Al-Azhar
Anne Kurian-Montabone
Las religiones “no tienen nada que ver” con la violencia

JMJ
Jornada Mundial de la Juventud: El Papa traslada celebración diocesana al día de Cristo Rey
Larissa I. López
A partir del próximo año

JMJ
Panamá: Delegación en Roma traspasa los símbolos de la JMJ
Larissa I. López
5 estudiantes

IGLESIA Y MUNDO
Serbia: Muerte del patriarca ortodoxo Ireneo
Marina Droujinina
Homenaje de ‘L’Osservatore Romano’

IGLESIA LOCAL
Entrega de símbolos de la JMJ: Video de la arquidiócesis de Panamá
Redacción zenit
El arzobispo junto a jóvenes

TESTIMONIOS
Beata Enrichetta Alfieri, 23 de noviembre
Isabel Orellana Vilches
La ‘mamma’ de los reclusos


 

 

 

Ángelus: Jesús, “pastor lleno de mansedumbre y misericordia”

Palabras antes del Ángelus

noviembre 22, 2020 12:41

Angelus

(zenit – 22 nov. 2020).- A las 12 del mediodía de hoy, 22 de noviembre de 2020, el Santo Padre Francisco se asomó a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

A continuación, siguen las palabras de Francisco, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

***

 

Palabras antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que cierra el año litúrgico, la gran parábola en la que se despliega el misterio de Cristo: todo el año litúrgico. Él es el Alfa y el Omega, el comienzo y el cumplimiento de la historia; y la liturgia de hoy se centra en el “omega”, es decir, en el destino final. El sentido de la historia se comprende teniendo ante nuestros ojos su culminación: el final es también el fin. Y esto es precisamente lo que hace Mateo, en el Evangelio de este domingo (25, 31-46), colocando el discurso de Jesús sobre el juicio universal en el epílogo de su vida terrenal: Él, a quien los hombres están a punto de condenar, es en realidad el juez supremo. En su muerte y resurrección, Jesús se mostrará como el Señor de la historia, el Rey del universo, el Juez de todo. Pero la paradoja cristiana es que el Juez no reviste una realeza temible, sino que es un pastor lleno de mansedumbre y misericordia.

En efecto, Jesús, en esta parábola del juicio final, utiliza la imagen del pastor. Toma las imágenes del profeta Ezequiel, que hablaba de la intervención de Dios en favor del pueblo, contra los malos pastores de Israel (cf. 34, 1-10). Aquellos habían sido crueles, explotadores, prefiriendo alimentarse ellos mismos en lugar del rebaño; por lo tanto, Dios mismo promete cuidar personalmente de su rebaño, defendiéndolo de las injusticias y los abusos. Esta promesa de Dios para su pueblo se cumplió plenamente en Jesucristo, el Pastor, precisamente Él es el Buen Pastor. También Él mismo dice de sí: “Yo soy el buen pastor” (Jn 10, 11.14).

En la página evangélica de hoy, Jesús se identifica no sólo con el rey pastor, sino también con las ovejas perdidas. Podríamos hablar de una “doble identidad”: el rey-pastor, Jesús, se identifica también con las ovejas, es decir, con los hermanos más pequeños y necesitados. Y así indica el criterio del juicio: se efectuará sobre la base del amor concreto dado o negado a estas personas, porque él mismo, el juez, está presente en cada una de ellas. Él es juez, Él es Dios-hombre, pero Él es también el pobre, Él está escondido, está presente en la persona de los pobres que Él menciona precisamente allí. Jesús dice: «En verdad os digo que cuanto hicisteis (o no hicisteis) a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo hicisteis (o no lo hicisteis)» (vv. 40.45). Seremos juzgados por el amor. El juicio será por el amor. No por el sentimiento, no: por las obras, por la compasión que se hace cercanía y ayuda solícita.

¿Yo me acerco a Jesús presente en la persona de los enfermos, de los pobres, de los que sufren, de los presos, de los que tienen hambre y sed de justicia? ¿Me acerco a Jesús presente allí? Esta es la pregunta de hoy.

El Señor, pues, en el fin del mundo, pasará revista a su rebaño, y lo hará no sólo del lado del pastor, sino también del lado de las ovejas, con las que se ha identificado. Y nos preguntará: “¿Has sido un poco pastor, como yo?”. “¿Has sido pastor mío, de mí, que estaba presente en esa gente necesitada, o has sido indiferente?”. Hermanos y hermanas, guardémonos de la lógica de la indiferencia, de lo que viene inmediatamente a la mente: mirar a otra parte cuando vemos un problema. Recordemos la parábola del Buen Samaritano. Aquel pobre hombre, herido por los bandidos, tirado en el suelo, entre la vida y la muerte, estaba allí solo. Pasó un sacerdote, lo vio, y se fue, miró hacia otro lado. Pasó un levita, lo vio y miró hacia otro lado. ¿Soy yo, ante mis hermanos y hermanas necesitados, tan indiferente como este sacerdote, como este levita, y miro a otra parte? Seré juzgado por esto: por cómo me acerqué, por cómo miré a Jesús presente en la necesidad. Esta es la lógica, y no lo digo yo, lo dice Jesús: “Lo que hicisteis a éste, a éste, a éste, me lo habéis hecho a mí. Y lo que no hicisteis a éste, a éste, a éste, a éste, a mí no lo hicisteis, porque yo estaba allí”. Qué Jesús nos enseñe esta lógica, esta lógica de cercanía, de acercarnos a Él, con amor, en la persona de los que más sufren.

Pidamos a la Virgen María que nos enseñe a reinar en el servir. Nuestra Señora, asunta al Cielo, recibió la corona real de su Hijo, porque lo siguió fielmente —es la primera discípula— en el camino del Amor. Aprendamos de ella a entrar desde ahora en el Reino de Dios, por la puerta del servicio humilde y generoso. Y volvamos a casa solamente con esta frase: “Yo estaba presente allí. ¡Gracias!” o si no “Te has olvidado de mí”.

 

 

 

 

Solemnidad de Cristo Rey

Historia y significado

noviembre 22, 2020 08:10

Espiritualidad

(zenit – 21 nov. 2020).- Hoy, la Iglesia celebra la Solemnidad de Cristo Rey, Jesucristo, Rey del Universo, que cierra el Año Litúrgico.

A continuación, ofrecemos un artículo de D. Alejandro Gratacós, sobre el origen y significado de esta festividad.

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1925… el mundo de entreguerras da la espalda a Dios. El laicismo se va imponiendo en varios estados, y la paz no llega, a pesar de los “felices años 20”.

El Papa Pío XI ve clara la causa de esta tensa paz, y dedica su segunda encíclica, titulada Quas Primas (11-12-1925), a abrir una senda para la sociedad de su tiempo… y para los cristianos de todos los tiempos: se trata de la fiesta de Cristo Rey.

La encíclica Quas Primas se redactó, entre otros motivos, con ocasión del XVI centenario del I Concilio de Nicea, que había declarado la cosustancialidad del Hijo con el Padre y había añadido unas palabras en el Credo: “y su reino no tendrá fin”. En efecto, Jesús es Rey. El Reino de Cristo, ésta es la solución: “la paz de Cristo en el reino de Cristo” era uno de los lemas, porque “no hay medio más eficaz para restablecer y vigorizar la paz que procurar la restauración del reinado de Jesucristo” (Quas Primas, n. 1).

¿En qué consistía entonces el Reino de Cristo? En 1925 se veía ante todo como un remedio eficacísimo frente al laicismo que afectaba a la sociedad humana. La fiesta invitaba, entonces, a impulsar a la sociedad a volverse hacia Jesucristo, verdadero Rey, y proclamar el deber de adorar a Cristo también a magistrados y gobernantes.

La fiesta de Cristo Rey se fijó en el último domingo del mes de octubre, el que antecede a la festividad de Todos los Santos.

Años más tarde, en 1969, Pablo VI modificó el nombre de la fiesta y el día de su celebración: pasó a llamarse solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, y su celebración se pasó al último domingo del año litúrgico.

 

El lugar donde Cristo realmente quiere reinar

En el año 2020 las relaciones entre la Iglesia y el Estado han cambiado de matiz, e incluso la imagen del reinado de Cristo en las estructuras temporales nos puede resultar un poco anticuada.

Sin embargo, la fiesta de Jesucristo Rey del universo tiene un sentido aún más profundo. Con esta fiesta, situada al final del año litúrgico, Jesús nos quiere revelar Su último secreto, el mensaje que se deja para los últimos momentos: «el verdadero lugar donde quiero reinar es en tu cabeza, en tu corazón y en tus acciones: quiero reinar en ti». Es, podemos decir de forma figurada, como la última Voluntad del Rey para nosotros.

¿Dónde encontramos este secreto? En las lecturas del Evangelio de las solemnidades de Jesucristo, Rey del universo [1].

Fíjate bien en los tres mensajes:

 

1. Jesús quiere reinar en tus acciones

Es el Evangelio de la Misa de hoy (Mt. 25, 31-46). Jesús nos cuenta cómo será el juicio final (se le escapa otro secreto…): separa a las ovejas de las cabras, a los buenos de los malos. ¿Con qué criterio? Por sus acciones: “porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber… porque cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, conmigo lo hicisteis”.

La pregunta es: ¿quién reina en tus acciones?, ¿sirves a los demás? Porque sólo si sirves, reinas con Jesucristo; ése es el pacto. “No sirve para vivir el que no vive para servir” [2], nos recordaba el Papa hace pocos días, repitiendo la misma frase hasta tres veces. Jesucristo, Rey de tus acciones.

 

2. Jesús viene a reinar en tu inteligencia

Ahora nos vamos al Evangelio de San Juan (Jn. 18, 33b-37). Conversación tensa entre Pilato y Jesús. Pilato no sale de su asombro, porque ve la serenidad de Jesús ante la acusación injusta, ante la sinrazón del pecado… y todo eso, ¡siendo Rey!

¿Qué clase de Rey acepta semejante humillación? Jesucristo, un Rey humilde que ama la Voluntad de su Padre… aunque en ese momento no se pueda entender.

La humildad: una luz en la oscuridad absoluta. Jesucristo, Rey de tu inteligencia, aunque no puedas entender…

 

3.  Tú reinas en el corazón de Jesús

Por último, es Lucas quien nos desvela el tercer mensaje (Lc. 23, 35-43). En el Calvario. Jesús está a punto de morir junto a dos ladrones. En el último suspiro, Dimas le hace una petición al Corazón de Jesús: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino” (Lc. 23, 42)

Jesús se salta todos los protocolos y normas, y canoniza al primer santo de la Iglesia que está a punto de nacer: el primer santo, Dimas el ladrón, porque supo robar el Corazón de Jesucristo con una petición in extremis. Jesucristo, Rey que quiere gobernar en tu corazón, sólo si tú le dejas.

Ya tenemos los tres lugares donde Jesucristo quiere reinar, más que todo el universo junto. Jesús quiere reinar en tus acciones por el servicio, en tu inteligencia por la humildad y en tu corazón por tu amor confiado.

Un Reino por el que vale la pena entregar la vida, ¿verdad?

 

 

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[1] Hemos escogido los Evangelios correspondientes a los ciclos A, B y C de la festividad de Jesucristo, Rey del universo.

[2] Francisco, homilía en la Jornada Mundial de los Pobres, 15-11-2020

 

 

 

 

Solemnidad de Cristo Rey: Homilía del Papa Francisco

La vida se posee entregándola

noviembre 22, 2020 12:23

Papa Francisco

(zenit – 22 nov. 2020)-. El Papa Francisco ha presidido la Misa en la Solemnidad de Cristo Rey, hoy, 22 de noviembre de 2020, a las 10 de la mañana, en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana.

El Sucesor de Pedro considera que para realizar sueños grandes se parte “de las grandes decisiones, remarcando que la vida “es el tiempo de las decisiones firmes, fundamentales, eternas”: “Elecciones banales conducen a una vida banal, entonces, las elecciones grandes hacen grande la vida. En efecto, nosotros nos convertimos en lo que elegimos, para bien y para mal (…). Pero si optamos por Dios “nos volvemos cada día más amados y si elegimos amar nos volvemos felices”, indica.

 

Las obras de misericordia

En su homilía, el Santo Padre se ha referido al Evangelio en el que Jesús “Nos dice que el bien que hagamos a uno de sus hermanos más pequeños —hambrientos, sedientos, extranjeros, pobres, enfermos, encarcelados— se lo haremos a Él (cf. Mt 25,37-40)”.

De este modo, “nos entrega el Señor la lista de los dones que desea para las bodas eternas con nosotros en el Cielo. Son las obras de misericordia, que transforman nuestra vida en eternidad”. Respecto a ellas, Francisco llama a preguntarse si ponemos estas en práctica:”‘Yo estoy ahí’, te dice Jesús, ‘te espero ahí, donde no imaginas y donde quizás ni siquiera quieres mirar, ahí en los pobres’”.

 

Realizar los sueños de Dios

En esta línea, el Papa invita a no renunciar “a los sueños grandes”, pues, “no estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo. Él nos ha hecho capaces de soñar para abrazar la belleza de la vida”.

Y las obras de misericordia son las obras más bellas de la vida, “van al centro de nuestros grandes sueños. Si tienes sueños de gloria verdadera, no de la gloria del mundo que va y viene, sino de la gloria de Dios, este es el camino”, subraya.

“El Señor de la vida nos quiere llenos de vida y nos da el secreto de la vida: esta se posee solamente entregándola. Y esta es una regla de vida: la vida se posee, ahora y eternamente, sólo dándola”, aclara.

 

Obstáculos para las elecciones

A continuación, el Obispo de Roma se refiere a los obstáculos “que vuelven arduas las elecciones”, tales como “el miedo, la inseguridad, los porqués sin respuesta, tantos porqués”. Sin embargo, apunta, “el amor nos pide que vayamos más allá, que no nos quedemos sujetos a los porqués de la vida, esperando que llegue una respuesta del Cielo. La respuesta ha llegado, es la mirada del Padre que nos ama y nos ha enviado el Hijo”.

“El amor nos impulsa a pasar de los porqués al para quién, del por qué vivo al para quién vivo, del por qué me pasa esto al para quién puedo hacer el bien. ¿Para quién? No sólo para mí mismo: la vida ya está llena de decisiones que tomamos mirando nuestro beneficio (…)”, pero “corremos el riesgo de que pasen los años pensando en nosotros mismos sin comenzar a amar”, subraya.

 

Elegir lo que nos hace bien

Por último, el Papa Francisco describe que lo que el Espíritu Santo sugiere al corazón no es “¿qué me apetece hacer?”, sino “¿qué te hace bien?”: “Aquí está la elección de cada día: ¿Qué quiero hacer o qué me hace bien? De esta búsqueda interior pueden nacer elecciones banales o elecciones de vida, depende de nosotros. Miremos a Jesús, pidámosle la valentía de elegir lo que nos hace bien, para seguir sus huellas en el camino del amor, y encontrar la alegría. Para vivir, no para ir tirando”, concluyó.

Al final de la celebración, antes de la bendición, ha tenido lugar el paso de la Cruz y el Icono de María Salus Populi Romani, símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud, desde la representación de la juventud panameña hasta la juventud portuguesa.

A continuación, sigue la homilía completa del Papa Francisco.

***

 

Homilía del Santo Padre

Lo que acabamos de escuchar es la última página del Evangelio de Mateo previa a la Pasión: Jesús, antes de entregarnos su amor en la cruz, nos deja su última voluntad. Nos dice que el bien que hagamos a uno de sus hermanos más pequeños —hambrientos, sedientos, extranjeros, pobres, enfermos, encarcelados— se lo haremos a Él (cf. Mt 25,37-40). Así nos entrega el Señor la lista de los dones que desea para las bodas eternas con nosotros en el Cielo. Son las obras de misericordia, que transforman nuestra vida en eternidad. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Las pongo en práctica? ¿Hago algo por quien lo necesita? ¿O hago el bien sólo a los seres queridos y a los amigos? ¿Ayudo al que no me puede devolver? ¿Soy amigo de un pobre? Y así, tantas preguntas que podemos hacernos. “Yo estoy ahí”, te dice Jesús, “te espero ahí, donde no imaginas y donde quizás ni siquiera quieres mirar, ahí en los pobres”. Yo estoy ahí, donde el pensamiento dominante —según el cual la vida va bien si me va bien a mí— no muestra interés. Yo estoy ahí, dice Jesús también a ti, joven que buscas realizar los sueños de la vida.

Yo estoy ahí, le dijo Jesús a un joven soldado hace algunos siglos. Tenía dieciocho años y todavía no estaba bautizado. Un día vio a un pobre que pedía ayuda a la gente, pero no la recibía porque “todos pasaban de largo”. Y aquel joven, “comprendió que, si los demás no tenían compasión, era porque el pobre le estaba reservado a él”, para él. Pero no tenía nada consigo, sólo su capa militar. Entonces la rasgó por la mitad y dio una mitad al pobre, sufriendo las burlas de algunos a su alrededor. La noche siguiente tuvo un sueño: vio a Jesús, vestido con el trozo de la capa con que había cubierto al pobre. Y lo escuchó decir: “Martín me ha cubierto con este vestido” (cf. Sulpicio Severo, Vida de san Martín de Tours, III). San Martín era un joven que tuvo aquel sueño porque lo había vivido, aun sin saberlo, como los justos del Evangelio de hoy.

Queridos jóvenes, queridos hermanos y hermanas: No renunciemos a los sueños grandes.  No nos contentemos con lo que es debido. El Señor no quiere que recortemos los horizontes, no nos quiere aparcados al margen de la vida, sino en movimiento hacia metas altas, con alegría y audacia. No estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo. Él nos ha hecho capaces de soñar para abrazar la belleza de la vida. Y las obras de misericordia son las obras más bellas de la vida. Las obras de misericordia van precisamente al centro de nuestros sueños grandes. Si tienes sueños de gloria verdadera, no de la gloria del mundo que va y viene, sino de la gloria de Dios, este es el camino. Lee el pasaje del Evangelio de hoy, y piensa en ello. Porque las obras de misericordia dan gloria a Dios más que cualquier otra cosa. Escuchar bien esto: las obras de misericordia dan gloria a Dios más que cualquier otra cosa. Al final seremos juzgados sobre las obras de misericordia.

Pero, ¿desde dónde se parte para realizar sueños grandes? De las grandes decisiones. El Evangelio de hoy también nos habla de esto. De hecho, en el momento del juicio final el Señor se basa en las decisiones que tomamos. Casi parece que no juzga: separa las ovejas de las cabras, pero ser buenos o malos depende de nosotros. Él sólo deduce las consecuencias de nuestras decisiones, las pone de manifiesto y las respeta. Entonces, la vida es el tiempo de las decisiones firmes, fundamentales, eternas. Elecciones banales conducen a una vida banal, elecciones grandes hacen grande la vida. En efecto, nosotros nos convertimos en lo que elegimos, para bien y para mal. Si elegimos robar nos volvemos ladrones, si elegimos pensar en nosotros mismos nos volvemos egoístas, si elegimos odiar nos volvemos furibundos, si elegimos pasar horas delante del móvil nos volvemos dependientes. Pero si optamos por Dios nos volvemos cada día más amados y si elegimos amar nos volvemos felices. Es así, porque la belleza de las decisiones depende del amor: no olvidar esto. Jesús sabe que si vivimos cerrados e indiferentes nos quedamos paralizados, pero si nos gastamos por los demás nos hacemos libres. El Señor de la vida nos quiere llenos de vida y nos da el secreto de la vida: esta se posee solamente entregándola. Y esta es una regla de vida: la vida se posee, ahora y eternamente, sólo dándola.

Es verdad que hay obstáculos que vuelven arduas las elecciones: a menudo el miedo, la inseguridad, los porqués sin respuesta, tantos porqués. Sin embargo, el amor nos pide que vayamos más allá, que no nos quedemos sujetos a los porqués de la vida, esperando que llegue una respuesta del Cielo. La respuesta ha llegado, es la mirada del Padre que nos ama y nos ha enviado el Hijo. No, el amor nos impulsa a pasar de los porqués al para quién, del por qué vivo al para quién vivo, del por qué me pasa esto al para quién puedo hacer el bien. ¿Para quién? No sólo para mí mismo: la vida ya está llena de decisiones que tomamos mirando nuestro beneficio, para tener un título de estudios, amigos, una casa, para satisfacer los propios intereses, los propios pasatiempos. Pero corremos el riesgo de que pasen los años pensando en nosotros mismos sin comenzar a amar. Manzoni nos da un hermoso consejo: “Se debería pensar más en hacer el bien que en estar bien; y así se acabaría estando mejor” (Los novios, cap. XXXVIII).

Pero no sólo las dudas y los porqués son los que debilitan las grandes elecciones generosas, hay muchos más obstáculos, todos los días. Está la fiebre del consumo, que narcotiza el corazón con cosas superfluas. Se encuentra la obsesión por la diversión, que parece el único modo para evadir los problemas, y en cambio sólo pospone los problemas. Hay una fijación en la reclamación de los propios derechos, olvidando el deber de ayudar. Y también está la gran ilusión sobre el amor, que parece algo que hay que vivir a fuerza de emociones, cuando amar es sobre todo: don, elección y sacrificio. Elegir, especialmente hoy, es no dejarse domesticar por la homogeneización, es no dejarse anestesiar por los mecanismos de consumo que desactivan la originalidad, es saber renunciar al aparentar y al mostrarse. Elegir la vida es luchar contra la mentalidad del usar y tirar y del todo y rápido, para conducir la existencia hacia la meta del Cielo, hacia los sueños de Dios. Elegir la vida es vivir, y nosotros hemos nacido para vivir, no para ir tirando. Esto ha dicho un joven como vosotros [el beato Pier Giorgio Frassati]: “Yo quiero vivir, no ir tirando”.

Muchas elecciones surgen cada día en el corazón. Quisiera darles un último consejo para que se entrenen a elegir bien. Si nos miramos dentro, vemos que a menudo nacen en nosotros dos preguntas distintas. Una es: ¿Qué me apetece hacer? Es una pregunta que con frecuencia engaña, porque insinúa que lo importante es pensar en uno mismo y seguir todos los deseos e impulsos que uno tiene. Sin embargo, la pregunta que el Espíritu Santo sugiere al corazón es otra: no ¿qué me apetece hacer?, sino ¿qué te hace bien? Aquí está la elección de cada día: ¿Qué quiero hacer o qué me hace bien? De esta búsqueda interior pueden nacer elecciones banales o elecciones de vida, depende de nosotros. Miremos a Jesús, pidámosle la valentía de elegir lo que nos hace bien, para seguir sus huellas en el camino del amor, y encontrar la alegría. Para vivir, no para ir tirando.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

Ángelus: Pensamiento por las familias en dificultades

Palabras después después de la oración mariana

noviembre 22, 2020 15:56

Angelus

(zenit – 22 nov. 2020).-   Después del rezo del Ángelus de este domingo 22 de noviembre de 2020, el Papa Francisco se dirigió a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro.

Con un pensamiento por las regiones italianas de Campania y Basilicata que hace cuarenta años sufrieron un terremoto.

Saludando a las familias que lo están pasan do mal, por haber perdido el empleo y que pasan dificultades.

A continuación, siguen las palabras de Francisco, según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Palabras después del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas!

Deseo enviar un pensamiento especial a la población de Campania y de Basilicata, cuarenta años después del desastroso terremoto, que tuvo su epicentro en Irpinia y sembró muerte y destrucción. ¡Hace ya cuarenta años! Ese dramático acontecimiento, cuyas heridas, incluso las materiales, aún no han cicatrizado del todo, puso de relieve la generosidad y la solidaridad de los italianos. Lo atestiguan tantos hermanamientos entre los países afectados por el terremoto y los del norte y el centro, cuyos vínculos todavía existen. Estas iniciativas han favorecido el laborioso camino de la reconstrucción y, sobre todo, la fraternidad entre las diferentes comunidades de la Península.

Saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos, que a pesar de las dificultades actuales, y siempre respetando las reglas, habéis venido a la Plaza de San Pedro. Un saludo especial a las familias, que en este momento lo pasan peor. Pensad en esto, en tantas familias que pasan dificultades en este momento, porque no tienen trabajo, han perdido el empleo, tienen uno o dos hijos; y a veces, algo avergonzadas, no dejan que se sepa. Pero sed vosotros los que vayan a mirar donde hay necesidad. Donde está Jesús, donde Jesús está necesitado. ¡Hacedlo!

Os deseo a todos un buen domingo —también a los de la Inmaculada, que se hacen escuchar —. Y por favor no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

 

 

 

 

JMJ 2023: Entrega de la Cruz y el Icono de la Virgen

Palabras del Pontífice

noviembre 22, 2020 13:06

JMJ

(zenit – 22 nov. 2020)-. Hoy ha tenido lugar el paso de la Cruz y el Icono de María Salus Populi Romani, símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud, desde la representación de la juventud panameña hasta la juventud portuguesa.

La última Jornada Mundial de la Juventud se celebró en Panamá, mientras que la próxima, prevista para 2023, tendrá lugar en Lisboa. La entrega de los símbolos estaba prevista para abril de 2020 y había sido aplazada debido a la emergencia sanitaria mundial aún en curso.

Este gesto de intercambio se produjo en la mañana de este domingo 22 de noviembre, al final de la celebración de la Misa de Cristo Rey, presidida por el Papa Francisco. De conformidad con las normas de seguridad sanitaria vigentes, el gesto simbólico de la entrega ha tenido lugar en presencia de las muy reducidas delegaciones de ambos países.

 

Palabras del Papa

De este modo, antes de la bendición conclusiva, el Santo Padre saludó cordialmente “a todos los presentes y a todos los que nos siguen a través de los medios de comunicación”.

“Dirijo un saludo especial a vosotros los jóvenes, los jóvenes de Panamá y Portugal, representados por las dos delegaciones que en breve harán el significativo gesto del paso de la Cruz y del icono de la Virgen María, Salus Populi Romani, símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Es un paso importante en la peregrinación que nos llevará a Lisboa en el año 2023”, añadió.

Asimismo, treinta y cinco años más tarde de la creación de la JMJ, Francisco anunció que ha decidido “trasladar la celebración diocesana de la JMJ del Domingo de Ramos al Domingo de Cristo Rey, a partir del próximo año”.

 

Símbolos de la JMJ

Desde hace años, la Cruz y el Icono Salus Populi Romani acompañan los preparativos de las etapas internacionales de las JMJ: la entrega de los símbolos a los jóvenes de la diócesis que acoge la Jornada siempre tuvo lugar al final de la celebración del Domingo de Ramos presidida por el Santo Padre en la Plaza de San Pedro.

Esta tradición se remonta a 1984 cuando, al concluir el Año Jubilar de la Redención, el papa Juan Pablo II confió a los jóvenes la Cruz del Jubileo, conocida hoy como la Cruz de las JMJ, que desde entonces ha estado en el centro de todas las etapas internacionales de las Jornadas.

En 2003, papa polaco también ofreció a los jóvenes una réplica del icono de Maria Salus Populi Romani, que acompaña a la Cruz en sus peregrinaciones por el mundo.

 

 

 

 

Entrevista telefónica con el Papa y el gran Imán de Al-Azhar

Las religiones “no tienen nada que ver” con la violencia

noviembre 22, 2020 10:59

Papa Francisco

(zenit – 22 nov. 2020).- El Papa Francisco y el gran imán de la Universidad Egipcia Al-Azhar, Ahmed Al-Tayyeb, hablaron por teléfono el 19 de noviembre de 2020 para reafirmar que las religiones “no tienen nada que ver” con la violencia y el odio.

“Fue un placer hablar por teléfono ayer con mi hermano @alimamaltayeb, Gran Imán de Al Azhar”, escribió el Papa Francisco en un tuit publicado el 20 de noviembre en inglés y árabe.

“Reafirmamos nuestro apoyo a la fraternidad humana como solución para erradicar la violencia, la discriminación y el odio en nombre de la religión”, añade el Papa que concluye: “Las religiones no tienen nada que ver con esto. #FratelliTutti”.

Fratelli tutti, la tercera encíclica del Papa argentino, se inspira en la Declaración  sobre la Fraternidad Humana que firmó conjuntamente con el jefe de la máxima autoridad del mundo sunita en Abu Dhabi en febrero de 2019.

Al día siguiente de su publicación (4 de octubre de 2020), Ahmed Al-Tayyeb -quien es él mismo citado varias veces en el texto- publicó este mensaje en su página de Twitter: “El mensaje de mi hermano el Papa Francisco, Fratelli tutti es una extensión del Documento sobre Fraternidad Humana, y revela una realidad global cuyas posiciones y decisiones son inestables y donde las personas vulnerables y marginadas pagan el precio… Es un mensaje dirigido a personas de buena voluntad y conciencia viva y que devuelve su conciencia a la humanidad”.

 

 

 

 

Jornada Mundial de la Juventud: El Papa traslada celebración diocesana al día de Cristo Rey

A partir del próximo año

noviembre 22, 2020 12:38

JMJ
Papa Francisco

(zenit – 22 nov. 2020)-. El Papa Francisco ha informado que la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) diocesana se traslada del Domingo de Ramos al Domingo de Cristo Rey, a partir del próximo año.

Este anuncio se ha producido al final de la Misa de Cristo Rey presidida por el Papa Francisco en la Basílica Vaticana en la mañana de este 22 de noviembre de 2020, justo antes del intercambio de símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud desde la representación de la juventud panameña hasta la juventud portugués.

 

Celebración en las Iglesias locales

Al final de esta celebración eucarística, Francisco expresó: “Mientras nos preparamos para la próxima jornada intercontinental de la JMJ, también me gustaría relanzar su celebración en las Iglesias locales”.

“Treinta y cinco años más tarde de la creación de la JMJ, después de haber escuchado diferentes opiniones y al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, competente en la pastoral juvenil, he decidido trasladar la celebración diocesana de la JMJ del Domingo de Ramos al Domingo de Cristo Rey, a partir del próximo año. En el centro permanece el Misterio de Jesucristo Redentor del hombre, como siempre evidenció san Juan Pablo II, iniciador y patrono de la JMJ”, dijo.

Previamente, el Papa saludó “a todos los presentes y a todos los que nos siguen a través de los medios de comunicación” y dirigió un saludo especial a los jóvenes de Panamá y Portugal que realizaron dicho intercambio.

“Queridos jóvenes: ¡Griten con sus vidas que Cristo vive y reina! ¡Si ustedes callan, las piedras gritarán! (cf. Lc 19,40)”, concluyó el Pontífice.

 

 

 

 

Panamá: Delegación en Roma traspasa los símbolos de la JMJ

5 estudiantes

noviembre 22, 2020 13:15

JMJ

(zenit – 22 nov. 2020)-. Los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)  –la Cruz Peregrina y la réplica del Icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani– de la delegación de jóvenes panameños a los jóvenes de Portugal, fueron entregados hoy, 22 de noviembre de 2020, por cinco jóvenes que estudian en Roma, informa una nota de la arquidiócesis de Panamá.

En la Misa de la festividad de Cristo Rey presidida por el Papa Francisco, estuvieron, portando el Icono de la Virgen, Adais Alejandra Beckford, panameña, estudiante turismo y Allan Joel Pineda García, panameño de Santiago de Veraguas, estudiante de música en el Conservatorio Santa Cecilia.

Por su parte, los jóvenes panameños Edgar Alberto Dutary Barrios, Alanis Sofía Araúz Pimentel, de la provincia de Chiriquí y José Vera Cruz, del distrito de Ocú, todos estudiantes de música en el Conservatorio Santa Cecilia, llevaron la Cruz Peregrina.

 

Palabras de Víctor Chang

Víctor Chang, que participó en esta ceremonia de traspaso de los símbolos y fungió como secretario ejecutivo del Comité Organizador Local de Panamá, destacó que “es un momento muy especial; la Cruz y el icono fueron parte de la vida de la Iglesia Panameña antes, durante y después de la JMJ 2019; es un momento para hacer memoria agradecida por todo lo que ha sido la JMJ en nuestras vidas”.

“Yo me siento muy honrado de poder representar a todos los miembros del Comité que organizó la JMJ 2019, son muchas personas que dieron todo su trabajo y tiempo en esta preparación y no pueden estar”, subrayó.

Al mismo tiempo, lamentó que los diferentes grupos preparados para venir a Roma, la mayoría formados por voluntarios y personas que habían estado vinculados a la preparación de la JMJ de primera mano, no pudieran asistir a este momento, pero entiende que es importante hacer esta entrega y ahora más que nunca los signos deben peregrinar para dar consuelo a lo que estamos viviendo.

Para Víctor Chang cada JMJ es diferente, “incide mucho del carácter del país que la organiza, pero el punto central es Cristo y la Juventud, eso es lo más importante. Poder hacer una JMJ para los jóvenes desde los jóvenes es lo más difícil, y es el reto principal que deberán emprender para que el mensaje llegue a sus destinatarios. La pandemia es parte de lo que tendrán que incorporar a la preparación y las nuevas tecnologías ayudarán a poder comunicar el mensaje de Cristo pase lo que pase”.

 

Delegación panameña

La delegación panameña estuvo conformada en total por unas 30 personas: jóvenes panameños y centroamericanos que estudian en Roma; la representación de Diplomáticos de Centroamérica que acompañaron la preparación y organización de la JMJ Panamá, sacerdotes panameños que estudian en Roma, y amigos de Panamá radicados en Italia.

En la ceremonia de traspaso estuvieron, además de Víctor Chang, la embajadora de Panamá ante la Santa Sede, Miroslava Rosas; padre Jafet Ortega, agustino radicado en Roma; el padre Josué Pilides de diócesis de David, que realiza estudios en Roma, y los embajadores de Centroamérica.

Los jóvenes de Centroamérica y Panamá que participaron en la Misa fueron: Cristóbal Gómez, abogado panameño, voluntario en la JMJ 2019 y estudiante, quien hizo una lectura; Luisa Fernanda López Lavarrete, salvadoreña y estudiante, que leyó en la oración de los fieles.

 

Palabras del arzobispo de Panamá

“Misión cumplida. Eternamente agradecido a Dios por contar con el pueblo panameño en este proyecto de la JMJ Panamá 2019. Dios los siga bendiciendo” fueron las palabras del arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, tras el traspaso.

Monseñor Ulloa, que no pudo asistir a esta ceremonia por la pandemia mundial, recalcó que ahora estos signos iniciaran su peregrinación preparando y sanando a los jóvenes durante su paso hacia la JMJ Lisboa 2023.

 

 

 

 

Serbia: Muerte del patriarca ortodoxo Ireneo

Homenaje de ‘L’Osservatore Romano’

noviembre 22, 2020 11:19

Iglesia y Mundo

(zenit – 22 nov. 2020).- El patriarca Ireneo, jefe de la Iglesia Ortodoxa Serbia desde 2010, murió este viernes 20 de noviembre de 2020 por COVID-19 a la edad de 90 años, dice L’Osservatore Romano en italiano.

Fue hospitalizado el pasado 4 de noviembre en un hospital de Belgrado tras contraer el coronavirus.

A medida que llegan los mensajes de condolencia de los principales representantes religiosos ortodoxos, las campanas de todas las iglesias en Serbia han estado sonando en señal de duelo y muchos fieles se han reunido para orar y encender velas.

El pasado 28 de agosto, el Papa Francisco felicitó al Patriarca Ireneo en su 90 cumpleaños, dice  el sitio web de la televisión serbia RTV: “En un mundo herido por las divisiones y la violencia”, escribió el Papa, podamos nosotros, por la gracia de Dios, dar testimonio de la amistad, del respeto y de la solidaridad entre nuestras iglesias, que se caracterizan por una riqueza de tradiciones diferentes”.

 

 

 

 

Entrega de símbolos de la JMJ: Video de la arquidiócesis de Panamá

El arzobispo junto a jóvenes

noviembre 22, 2020 13:20

Iglesia Local
JMJ

(zenit – 22 nov. 2020)-. El arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, junto a jóvenes enviaron un mensaje virtual a la juventud mundial y a los de Portugal, en un video que muestra el recorrido que hicieron los símbolos de la JMJ –la Cruz Peregrina y el icono de la Virgen- y que hoy, 22 de noviembre de 202, pasará a los jóvenes de Portugal.

A causa de la pandemia, el arzobispo Ulloa no pudo viajar a Roma, para participar de la ceremonia de la entrega de los símbolos, pero ha existido la representación a través de Víctor Chang, quien fungió como secretario general, la embajadora de Panamá en Santa Sede, Miroslava y un grupo de jóvenes panameños y centroamericanos.

En una nota difundida por la arquidiócesis de Panamá, monseñor Ulloa destacó que durante la preparación y en la JMJ Panamá 2019, estos símbolos “nos permitieron encontrarnos con los demás y con Jesús”.

Durante su recorrido por Centro América, México, Puerto Rico, Cuba, Haití, República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos”, fueron una bendición muy especial para miles de jóvenes en estos países.

“Su presencia en ambientes de dolor y sufrimiento, como centros penitenciarios y hospitales, con personas de calle, fueron un estimulo para impulsar la misión pastoral de una Iglesia en salida encarnada en su pueblo”, declaró.

“Deseamos que la juventud de Portugal, tengan esta profunda experiencia espiritual y humana; porque en su recorrido los símbolos permiten muchas veces un encuentro especial con Jesucristo”, recalcó el arzobispo.

“Con la presentación del informe de la JMJ Panamá 2019 y la evaluación de la misma por los 145 delegados de los países, y la entrega de los símbolos este domingo de la solemnidad de Cristo Rey, se concluye. Ahora le corresponde en el Comité Organizador Local de la JMJ Lisboa 2023”, señaló monseñor Ulloa.

 

 

 

 

 

 

Beata Enrichetta Alfieri, 23 de noviembre

La ‘mamma’ de los reclusos

noviembre 22, 2020 09:00

Testimonios

 

“Sanada milagrosamente por la Virgen de Lourdes de una grave enfermedad cuando ya le acechaba la muerte, la beata Enrichetta Alfieri se convirtió en un rayo de luz para los reclusos de San Vittore. Ellos la denominaron su ‘mamma’ y su ángel”

La vida de Enrichetta fue apasionante. Coraje, misericordia y piedad, virtudes, entre otras, de esta brava mujer, tocaron las fibras más sensibles de los prisioneros de la cárcel milanesa de San Vittore. Está claro que Dios otorga a cada uno la fortaleza para llevar a cabo su misión.

Cuando se contempla retrospectivamente la vida santa, se aprecia la inmensidad del amor divino que se manifiesta por medio de personas que en su fragilidad física y espiritual realizan gestas de alcance imprevisible, sorprendentes, conmovedoras.

La beata Enrichetta Alfieri poseía la madurez humana y espiritual requerida para afrontar las desdichas de los lóbregos corredores de la prisión donde habita la desesperanza y el llanto desgarrador.

Supo proporcionar a los reclusos el consuelo que precisaban, acoger sus miedos y temblores, dar un vuelco inusitado a estas vidas, algunas de las cuales, llevadas de su mano, recibieron la gracia de encontrarse con Cristo. Hay que amar mucho, haber encarnado en sí mismo a Cristo fielmente para poderlo transmitir a los demás como hizo ella.

Nació el 23 de febrero de 1891 en Borgo Vercelli, Italia. Era la primogénita de los cuatro hijos de Giovanni y Rosa Compagnone. Y aunque le impusieron en el bautismo tres nombres: María Ángela Domenica, sus allegados la llamaban María.

Parecía un vaticinio de la protección que iba a recibir de la Virgen. Encantadora durante su infancia, sensible a las enseñanzas de fe que recibía en su hogar y en la parroquia, al cumplir 17 años, una edad en la que muchos jóvenes de todos los tiempos han sentido la llamada de Dios, ella también se sintió elegida por Cristo para seguirle. Aunque no sufrió oposición paterna, tuvo que aguardar un tiempo para ingresar en la vida religiosa, como su familia aconsejó que hiciera.

Muchas veces los padres no comprenden que la decisión de consagrarse a Cristo ya está tomada, y que dilatar el tiempo para iniciar el camino solo conlleva sufrimiento para sus hijos, aunque en esa prueba éstos comiencen a mostrar a Dios el grado de su amor.

La determinación de la beata era irreversible y lo único que hizo fue madurarla. A finales de 1911 ingresó en el convento de Santa Margarita de Vercelli con las Hermanas de la Caridad, fundadas por la madre Thouret, donde le habían precedido varios familiares.

Al profesar tomó el nombre de Enrichetta. Apta para la docencia, estudió magisterio en Novara, como le indicaron, y después impartió clases en Vercelli. Pero solo pudo ejercer la profesión durante unos meses puesto que una espondilitis tuberculosa le impidió hacer vida normal. La pésima evolución de la enfermedad fue vertiginosa. Dos años más tarde ni siquiera podía desempeñar trabajos de apoyo en tareas administrativas.

En 1920 los médicos que la trataron en Milán no ocultaron el mal pronóstico. Regresó a Vercelli y continúo empeorando. Su día a día comenzó a ser el lecho. Aprisionada en él por intensísimo dolor, agradecía a Dios la posibilidad de unir sus padecimientos a Cristo Redentor.

Comprendió que así como la vocación nos sitúa en el calvario, por la enfermedad estamos en la cruz con Cristo. De modo que el lecho debe considerarse como un altar en el que la persona que sufre se inmola y se deja sacrificar llevada de su amor, siempre y cuando cumpla el requisito de “sufrir santamente”, haciéndolo además con “dignidad, amor, dulzura y fortaleza”.

Buscando salida para su penoso estado, la llevaron a Lourdes en 1922 y un año más tarde le administraron el sacramento de la Unción. El 25 de febrero de 1923, celebración de la novena aparición de la Virgen de Lourdes, al tomar un sorbo de agua de la gruta con gran esfuerzo y dolor, se sintió instada a levantarse en medio de una locución divina que provenía de María: “¡Levántate!”. En ese momento recobró la salud. No es difícil imaginar el impacto del hecho en toda la comunidad ante un episodio milagroso que atribuyó a María. Estaba presta a morir, pero la voluntad de Dios había sido otra.

Después fue trasladada a la prisión de San Vittore. “La vocación no me hace santa, se decía, pero me impone el deber de trabajar para conseguirlo”. Poseía un espíritu luminoso, así como la suficiente madurez y fortaleza para vivir en aquel lugar. Su escuela había sido el sufrimiento.

Por eso comprendió y supo acoger a tanto deshecho humano como halló en el penal. Sufrir, orar (también junto a las reclusas), trabajar ejercitando la caridad por amor a Cristo sin descanso, fue el día a día de este apóstol que se ganó el respeto, confianza y cariño de los presos.

Ellos la denominaron el “ángel” y la “mamma” de San Vittore. En 1939 fue nombrada superiora de la comunidad. Durante la Guerra Mundial la cárcel fue tomada por los nazis, y se jugó la vida defendiendo y rescatando de la muerte a los judíos y presos políticos que iban a ser gaseados en los campos de exterminio.

En 1944 las SS interceptaron un mensaje de una reclusa. La beata Enrichetta Alfieri fue acusada y apresada. Gravitando sobre ella la condena a muerte, oraba en su celda en acto de gratitud. Con la intervención del arzobispo de Milán, monseñor Schuster, a través de Mussolini se condonó su pena, pero fue enviada a Bérgamo a un centro de enfermos mentales.

De allí partió a Brescia, y escribió sus memorias por obediencia. En 1945 regresó a San Vittore conduciendo al camino de la conversión a muchos, como a la peligrosa convicta de múltiple asesinato Rina (Caterina) Fort. En septiembre de 1950 sufrió una funesta caída en la calle, y no se recuperó. Murió el 23 de noviembre de 1951. Fue beatificada por Benedicto XVI el 26 de junio de 2011.