Tribunas

Trabajo

 

 

Daniel Tirapu


 

 

 

 

 

 

Parece ser que algunas de las primitivas comunidades cristianas esperaban la segunda venida del Señor de modo inmediato y por tanto se abandonaron a rezar, a no pecar y a no trabajar, porque la parousía era inminente. "Andaban en nada y se metían en todo".

Muy parecido a las franjas estrella de muchas cadenas, aunque estos pecan y no parece que esperen la parousía; es más, cobran y bastante, por no hacer nada y meterse en todo. El gobierno tiene un planteamiento parecido y los políticos también. Lo asombroso es que el país funciona.

Esto empieza a parecerse a Italia; el país funciona a pesar de los políticos. Gracias a que el bedel abre la puerta por la mañana, el profesor va a clase aunque sus alumnos empiecen a festejar el fin de cuatrimestre, los de la basura son puntuales, etc. La ociosidad y la pereza son la madre de todos los vicios.

Me contaba un amigo que trabaja con un holandés; en las ocho horas en que trabajan, muchas veces no le habla su colega para nada no imprescindible. En España diríamos que es un sieso, aburrido, soso, frío. Leches, es un tío que trabaja ocho horas. En adviento es muy bueno aprender de nuestros colegas, buenos trabajadores que no se quejan de que si tienen que hacer o no hacer; que andan en su trabajo y no se meten en nada. Me lo digo a mí mismo, claro.

 

Daniel Tirapu