Tribunas

Universidad en España

 

 

Daniel Tirapu


 

 

 

 

 

En 2020 cumplí mis bodas de plata de catedrático en UJA, Universidad de Jaén, que tiene 28 años de historia.

Cursé mi licenciatura y Doctorado, sin premios extraordinarios, pero con las máximas calificaciones, Sobresaliente, y apto cum laude. He impartido docencia en la Universidad de Navarra, Universidad de Granada y Universidad de Jaén. Profesor invitado en Universidad de Santa Croce ( Roma), universidad UPAEP de México y Universidad canadiense de Ottawa.. Desde 2001, académico de la Real Academia de jurisprudencia y legislación de España, ahora vicepresidente de la sección de Derecho Canónico de la misma.

Considero mis maestros, ya quedan cada vez menos, a Alvaro D`Ors, Pedro Lombardía. José Morales (el mejor newmanista español), Juan Fornés y especialmente Rafael Navarro Valls, que desde 1993 dirige mis pasos universitarios.

Considero discípulos míos, ellos no se si me tienen por maestro y puede que así sea, al actual Rector de la Unir, al profesor Mantecón ya jubilado y que prestó destacados servicios en el Ministerio de Justicia, a la Dra. María Jesús Gutiérrez del Moral decana de la Facultad de Derecho de Gerona y al más fiel escudero, el brillante Dr López Sidro en la UJA, que  será catedrático en breve.

Con Navarro Valls hemos hecho escuela valorada en el escalafón universitario español, con premios nacionales e internacionales, destacando los profesores Martínez Torrón y Rafael Palomino, y la brillante María Roca sabedora del derecho alemán y la mejor experta española en Islam no fanático Zoila Combalía.

Puede que después del llorado Lombardía, que desde la U. de Navarra, tenía al 50 por ciento de los funcionarios en nuestra materia en 1983 y que propició el desarrollo brillante del Derecho sobre libertad religiosa y relaciones con la Iglesia católica en España, seamos la mejor escuela actual en la materia.

En 1975 había doce Universidades Públicas en España y tres de la Iglesia Católica: Deusto, Navarra y Comillas. A día de hoy, más de 50 públicas, numerosas y muy distintas privadas. Tenemos casi millón y medio de estudiantes en España, más que Alemania por ejemplo. Y sigue apareciendo como gran reto educativo, abandonado, por todos los gobiernos, una formación profesional de calidad en contacto con empresas, pymes y autónomos, sensibles  a las necesidades reales laborales de cada momento.

Profesorado: Navarro Valls suele decirnos lo siguiente: si ellos votan, en los concursos, a los suyos; nosotros a los más listos, ¿quién saca a los nuestros?.  La carrera universitaria en una carrera de fondo, tesina, tesis, acreditaciones variadas, clases, estancias de investigación. Es muy común y muy penosa la pregunta de ajenos a la Universidad; qué bien vivís, seis clases a la semana y julio y agosto de vacaciones. Mi respuesta es, anímate, a ver qué consigues.

También es verdad que junto a estupendos profesores e investigadores, uno se pregunta cómo muchos y muchas lo han conseguido siendo muy flojitos. El profesor viaja mucho al extranjero en lo que se llama el turismo académico, a veces con buenos resultados, otras siendo ocasión de conocer a fondo Cuba, Venezuela ( profesores de Podemos ), o Vietnam Brasil.

Se han multiplicado los observatorios, los estudios de género e igualdad, la inversión en apps y starts ups. Y es muy buena la labor provinciana de elevar el nivel cultural con jubilados, mayores de 45 años, cursos y cursitos variados, y oh , la gran idea creación de empresas universitarias de las que cada Universidad a través de la OTRI recaudan un dinerito para mantener la Universidad.

Todavía no sabemos lo que cuesta un estudiante universitario en España, operación sencilla; dividir coste de las Universidades dividido entre número de estudiantes. Castell, el asombroso ministro de Universidades españoles, proponía hace unos días, que todas las Universidades fuesen públicas y gratuitas (nada es gratuito), con la cara dura de seguir trabajando él en la UOC, que no es pública y menos gratuita.

La igualdad en los estudios universitarios no existe, no es lo mismo estudiar en Navarra, Granada, Autónoma de Madrid o Rey Juan Carlos tan conocida por sus másters. En mi caso, derecho, los grandes despachos, etc. les da igual tu título, ellos te forman pagando. Tenemos buenos médicos, mal pagados y nuestras ATS se las rifan en Inglaterra, donde cobran tres veces más que aquí.

El nivel de los estudiantes es así; sigue existiendo una minoría de estudiantes, más mujeres, brillantes y creativos, como un 5 por ciento , el resto normal pero con nivel bajo y un 30 por ciento que ningún profesor entendemos cómo han llegado a la Universidad. El estudiante viaja mucho en Erasmus, se han hecho películas de humor sobre erasmus. Somos el país más querido de erasmus europeos,  latinos y ahora africanos. Bienvenidos. En UJA tenemos 1500. El título es necesario, el máster también, pero eso no asegura un puesto de trabajo, la Universidad ya no es motor de ascenso sovial como en los 60 y 70.

Proyecto Bolonia; los planes de estudio son más autónomos y variados pero eso dificulta la movilidad entre Universidades. En España, Italia, Francia hemos adoptado sin debate el modelo anglosajón. El proyecto Bolonia tenía 500 páginas, donde la palabra verdad no aparece ni una vez, por aquello de no parecer una universidad medieval. Todo son competencias, autodesarrollo, resolución de conflictos y capacidad de mediación. En fin una bajada de nivel y más masters, más caros para ayudar el tibio presupuesto de la Universidad.

Las Universidades jóvenes han tomado los clásicos defectos de las Universidades grandes, influencias, cholletes, numerosos cargos académicos, amor a la familia y los amiguetes, todo ello complicado con autoridades locales, autonómicas y Diputaciones, etc. Quizás las jóvenes son así porque han sido, en muchos casos, el desembarco de quienes no tenían posibilidades buenas en las Grandes. Y las jóvenes no tienen ventajas de las Grandes, de prestigio, y proyectos de altura en investigación.

Puede parecer desolador; no es para tanto, profesores entre 45 50 años, dominan idiomas, pueden conseguir buenos proyectos y la colaboración entre Universidades es fácil, con voluntad.

Volvamos a las Universidades, como no  Particulares, la idea de Universidad tiene variantes, pero sigue siendo permanente. Conjunción de quienes quieren aprender y saber y de quienes saben, escriben y se forman y pueden enseñar algo; pensar, escribir, hablar bien. Y hay muchos que están volviendo a las raíces  y a la altura de miras y a hablar con su compañeros de trabajar en común de modo apasionado y apasionante. Hace doce años abandoné toda esperanza, quemado por trapicheos pueblerinos, pero conocer a Víctor Luis Castillo, será en breve catedrático de Derecho internacional y llamado a sacar a la UJA adelante, me ha devuelto la ilusión.

Buen humor y la altura de miras. Gracias Profesor Castillo.

 

Daniel Tirapu