Sociedad y Familia

 

Los embriones híbridos de Juan Carlos Izpisua rompen la frontera ética de la ciencia

 

La revista Cell hace público el estudio de los experimentos del investigador español, que ha creado quimeras entre monos y humanos

 

 

20 abril, 2021 | ForumLibertas.com


 

 

 

 

 

Juan Carlos Izpisua hizo el escandaloso anuncio hace dos años. En julio de 2019, el investigador español de células madre le dijo al periódico El País que él y científicos chinos habían cultivado embriones que contenían tanto humanos como monos, como explicó Forumlibertas. Al hacerlo, Izpisua Belmonte despertó no solo algunas dudas, sino, sobre todo, indignación. Casi dos años después, la publicación científica correspondiente a aquel anuncio se hace pública ahora en la respetada revista Cell, y se puede esperar que nuevamente dé lugar a discusiones.

Sin duda alguna Izpisua Belmonte ha traspasado un límite ético con su obra. Lo que ha hecho es simplemente contra la naturaleza. Sin embargo, en el cuenco de cultivo se pueden hacer muchas cosas, especialmente cuando los investigadores experimentan con seres que están tan estrechamente relacionados en la evolución como los monos y los humanos. Y Juan Carlos Izpisua Belmonte sabe lo que está haciendo: el investigador de 60 años está investigando con gran éxito en el Instituto Salk de San Diego, y la revista Time lo ubicó entre las 50 mentes más influyentes del sector salud en 2018.

El biocientífico y su equipo primero cultivaron embriones de monos javaneses en el plato de cultivo y después de seis días implantaron células madre humanas extremadamente versátiles (las llamadas células madre pluripotentes extendidas, hEPSC). De hecho, las células humanas se incorporaron a los embriones de mono. Se crearon 132 quimeras mono-humano, de las cuales 103 seguían vivas después de diez días y tres el día 19. Las células humanas hicieron una contribución real al desarrollo de las quimeras. Las células humanas y de mono también se influyeron entre sí, como han demostrado los análisis genéticos.

Los experimentos son asombrosos no solo por las cuestiones éticas que plantean. También es inédito que lo hayan conseguido. Nunca antes habían sobrevivido tanto tiempo embriones animales-humanos en el plato de cultivo. Los intentos anteriores con quimeras humanas y de cerdo y quimeras humanas y de ratón habían fracasado, posiblemente debido a la barrera de especies más grande. Las quimeras mono-humano, por otro lado, parecen ser bastante viables, pero esto da lugar a una terrible premonición: si se implantaran en una madre sustituta humana o animal, posiblemente podrían convertirse en un ser vivo independiente.

Juan Carlos Izpisua asegura que no tiene ninguna intención de hacer algo así. Los comités de ética también examinaron sus experimentos de antemano. “Es nuestra responsabilidad como científicos pensar bien en nuestra investigación y seguir todas las pautas éticas, legales y sociales”, dijo. El objetivo de sus experimentos, asegura, es comprender mejor el desarrollo embrionario. También ha estado trabajando durante mucho tiempo para criar órganos y tejidos humanos en cerdos para personas enfermas.