Conferencia Episcopal

 

Las opciones de monseñor Luis Argüello: Valladolid, Obispado castrense, Madrid

 

Para sustituirle en la secretaría general de la CEE se cita el nombre de Raquel Pérez Sanjuan, directora del secretariado de la Comisión de Educación y Universidades

 

 

30/04/21


 

 

 

 

 

Cuando, el 21 de noviembre de 2018, los obispos eligieron a Luis Javier Argüello García como secretario general de la Conferencia Episcopal no imaginaban que iban a encontrar un personaje con tanta proyección de futuro, concretada ahora en unas cuantas opciones de promoción, alguna muy relevante.

Su candidatura fue pactada entonces entre el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid, y el cardenal Omella. Había otros candidatos, pero este venía avalado por su trayectoria en Valladolid y por la capacidad del cardenal Blázquez de generar consenso.

A medida que ha pasado el tiempo, los obispos, y en no menor medida el Nuncio, monseñor Bernardito Cleopas Auza, interlocutor habitual del secretario del episcopado, se dieron cuenta de que Luis Argüello es un obispo con criterio, que sabe llevar las negociaciones con el Gobierno con mano suave y firme, que es poco dado a las componendas, que tiene una formación intelectual, incluso en materias civiles, por encima de la media. No hay que olvidar que en su biografía destaca que fue profesor de Derecho en la Universidad de Valladolid, dato este clave para el futuro.

 

Retraso en Valladolid

El clima generalizado de satisfacción con el obispo secretario tuvo un primer efecto en el retraso en la aceptación de la renuncia por edad como arzobispo de Valladolid del cardenal Blázquez.

El candidato natural para sucederle era su obispo auxiliar, Argüello. Incluso se planteó nombrarle obispo coadjutor con derecho a sucesión. De hecho, el cardenal Blázquez, reacio a las entrevistas por naturaleza, en una última apuntó que el sucesor natural sería Argüello.

Pero el imprevisto del fallecimiento del arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, descabaló la lógica natural de la marcha de la historia. Sobre todo porque desde el ámbito castrense comenzó a sonar el nombre de monseñor Argüello con fuerza. Una propuesta que no es mal vista por la Casa Real y por el Gobierno, aunque este con la boca pequeña.

Se da la circunstancia, además, de que esta campaña es potenciada desde dentro de la Conferencia Episcopal por el entorno conectado con los ámbitos militares y, dicen algunas fuentes de la calle Añastro, con los servicios de información.

 

Madrid

¿Se ha puesto en marcha una operación para provocar un cambio en la secretaría general de la Conferencia?  Todo es posible. Porque, como nunca hay dos sin tres, ha entrado en juego el factor “diócesis de Madrid” y su peculiar situación eclesial, que ha acelerado que se abra el expediente de relevo del arzobispo, calificado por algunas fuentes como de “expediente urgente”.

¿Qué nombre aparece en escena como posible candidato a arzobispo de Madrid? Monseñor Luis Argüello. Entre otras razones, por dos de peso. No sería un arzobispo de mucho tiempo, nació el 16 de mayo de 1953. El tiempo justo para encauzar los problemas jurídicos derivados del monumental lío de las Fundaciones civiles y sus consecuencias, que no son pocas. Y, segundo, para este trabajo, la cualificación jurídica de monseñor Argüello es innegable.

 

La secretaría general

El problema sigue estando también en la secretaría de la Conferencia Episcopal, para estos tiempos revueltos en los que la relación con el Gobierno ni es fácil ni va a serlo. Un candidato natural es el vicesecretario general de la Conferencia, Carlos López Segovia, también experto jurista. Pero su nombre circula en posición de salida de varias ternas episcopales.

El puesto de vicesecretario no sería problema, dado que la persona emergente en la conferencia es una mujer, la directora del secretariado de la Comisión de Educación y Universidades, Raquel Pérez Sanjuan, canonista, experta en asociaciones privadas de fieles, profesora que fue de la Facultad de Teología de Granada.

 

Decidirá el Papa

Los obispos españoles, con el nombramiento de una mujer para vicesecretaria, estarían a la altura de los obispos alemanes en esto.

Incluso se habla de la posibilidad de que esta operación se realice con el compromiso de llevar en la terna de candidatos a secretario general de la Conferencia a uno de los obispos auxiliares de Madrid. Otra cosa es lo que pase en la votación de la Plenaria.

Pero la clave, el dilema, se centra sobre monseñor Luis Argüello. Y no tardaremos mucho en tener más pistas sobre el caso. Al fin y al cabo, quien decidirá es el Papa.