Tribunas

Los datos de la Iglesia en Burgos

 

 

José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

 

 

Esta semana se ha presentado en Burgos, por su arzobispo monseñor Mario Iceta, un detallado estudio sociológico de lo que opinan los burgaleses de la Iglesia. Se puede acceder al informe de la investigación íntegro desde la página web de la archidiócesis.

No sé si hay otras diócesis de España que cuentan con trabajos similares actualizados. Pero no estaría demás que así ocurriera, dado que carecemos de macroencuestas sobre la percepción de cómo se percibe lo que hace la Iglesia. Los datos del CIS, al final, parecen insuficientes.

Es cierto que Burgos es una provincia, y una diócesis, con unas características y unos perfiles que, probablemente, la singularizan. Pero en el conjunto más inmediato de Castilla y León hay muchos aspectos equiparables a los de otras diócesis. Sería interesante poder contar con algo similar de Valladolid que permitiera actuaciones coordinadas en el marco de los Encuentros de Villagarcía de Campos.

Esto, por cierto, también es trasparencia. De esa de la que habla el Papa.

El 67% de los burgaleses se consideran católicos. De ellos, el 21% se declara “no practicante”, mientras que los practicantes ascienden hasta el 46%. El 33% de la población se declara creyente de otra religión, agnóstica, atea o indiferente.

El titular es sencillo: “Seis de cada diez burgaleses respaldan la labor que la Iglesia católica realiza en la provincia”.

Otros datos entresacados de la síntesis del Informe: la Iglesia católica se sitúa en la provincia como la séptima institución más influyente, después de la familia, las amistades, los centros de enseñanza públicos y religiosos, las oenegés y las instituciones culturales y antes que sindicatos, medios de comunicación, los gobiernos, líderes de opinión y los partidos políticos. De esta manera, el 59% de los encuestados valora de forma positiva la misión de la Iglesia, siendo la labor social y el apoyo a los colectivos más vulnerables el principal factor que avala su influencia positiva en la sociedad, por encima de las creencias personales y los valores y enseñanzas que transmite.

Entre las acciones eclesiales más valoradas destacan el trabajo de los misioneros (75%), Cáritas (70%) o las celebraciones del VIII Centenario de la Catedral (61%), seguidas del cuidado de las personas mayores, el trabajo educativo, el trabajo con niños y jóvenes, los sacerdotes, el cuidado del patrimonio y la atención pastoral en el mundo rural.

Por cierto que  se reclama una mayor información de la Iglesia por parte de la sociedad. Y respecto a los argumentos negativos contra la Iglesia, el de la pederastia es significativo para quienes se confiesan católicos no practicantes y no católicos.

Merece la pena un vistazo detallado a este informe que, supongo, dará mucho juego.

 

 

José Francisco Serrano Oceja