Iglesia-Estado

 

Encuentro del arzobispo de Toledo con políticos e intelectuales católicos

 

La reunión versó sobre el anteproyecto de Ley de Memoria Histórica con el fin de iluminar la conciencia cristiana de sus diocesanos

 

 

18/10/21


 

 

 

 

 

No es la primera vez en la historia que un arzobispo de Toledo convoca a un grupo de políticos e intelectuales católicos para abordar los problemas de la actualidad que interpelan a la conciencia cristiana.

Lo hizo el cardenal Cañizares en su época en la sede primada. Entonces el responsable de los encuentros era el exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.

 

Eugenio Nasarre

El arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chávez, en continuidad con esa responsabilidad histórica de liderazgo eclesial de la Sede Primada, ha vuelto a recuperar esa iniciativa con distinto formato.

Ahora el responsable de darle forma y de convocar a los participantes es el exdiputado del PP, Eugenio Nasarre, Consejero Nacional de la Asociación Católica de Propagandistas y exdirector general de Televisión Española, entre otros muchos cargos de una larga trayectoria política.

La pasada semana se celebró el segundo encuentro con el arzobispo de Toledo, al que asistieron una veintena de personas entre las que se encontraban varios profesores tanto del Instituto Teológico de Toledo como de centros académicos de la diócesis.

 

Ley de Memoria Histórica

La reunión versó sobre el anteproyecto de Ley de Memoria Histórica. Con un formato libre, los participantes, entre los que hay que destacar a varios exdiputados, catedráticos de universidad y responsables de fundaciones ligadas a la Iglesia, analizaron a fondo el texto de la Ley que se debatió la pasada semana en el Congreso de los Diputados y las consecuencias para la Iglesia y la sociedad española.

Durante la puesta en común, y el posterior debate entre los participantes, monseñor Cerro Chaves moderó el coloquio e intervino con frecuencia para solicitar que se sacarán algunas conclusiones prácticas de respuesta a esta legislación, también con el fin de iluminar la conciencia cristiana de sus diocesanos.

La reunión, a puerta cerrada, concluyó con una misa, presidida por el arzobispo de Toledo, y un posterior refrigerio.