Iglesia

 

¿Qué es una "Iglesia sinodal"?

 

El domingo 10 de octubre de 2021, el papa Francisco celebró la misa de apertura del Sínodo sobre la sinodalidad, que finalizará en 2023. El Sínodo de los Obispos es una institución que, para el papa Francisco, encarna la "Iglesia sinodal" que reclama. Explicaciones.

 

 

 

03 dic 2021, 14:00 | Nicolas Senèze, en Roma, La Croix


 

 

 

 

 

¿Qué es el Sínodo de los Obispos?

El Sínodo de los Obispos fue creado en 1965 por Pablo VI en respuesta al deseo expresado durante el Concilio Vaticano II de contar con un órgano que continuara el trabajo colegiado experimentado en el Concilio.

A diferencia de los sínodos de las Iglesias orientales, que tienen un papel deliberativo en torno a su patriarca, la institución creada por Pablo VI es solo consultiva, encargada de "dar su consejo y colaboración cuando se considere útil para el bienestar de la Iglesia", explicó. Durante la redacción del nuevo Código de Derecho Canónico, un miembro de la comisión propuso definirlo como "órgano de gobierno", pero fue rechazado categóricamente.

Las asambleas del Sínodo de los Obispos pueden adoptar diversas formas. Las asambleas generales ordinarias, compuestas principalmente por obispos elegidos por las conferencias episcopales, permiten debatir diversos temas (la evangelización en el mundo en 1974, los jóvenes en 2018...). Las asambleas extraordinarias reúnen a los presidentes de las conferencias episcopales y ofrecen su consejo al papa sobre un tema que requiere una "reflexión urgente", como en 2014 sobre la familia. Por último, las asambleas especiales se refieren a un área geográfica específica: Juan Pablo II lanzó una serie de sínodos continentales.

 

¿Quiénes componen la asamblea?

El Sínodo para la Amazonia, que se inauguró el 6 de octubre de 2019, fue una asamblea especial. Mientras que en una asamblea general se invita a los obispos designados por sus conferencias episcopales, aquí se invitó a todos los obispos de la región amazónica, así como a los presidentes de las conferencias episcopales correspondientes. Además, había miembros designados por los superiores de los religiosos, los jefes de los dicasterios de la curia romana interesados y miembros nombrados por el papa (dentro de un límite del 15% de los miembros elegidos o de oficio).

Además de los propios miembros (los únicos con derecho a voto), hubo expertos designados por la secretaría general del Sínodo, así como auditores (incluidos los designados por los superiores religiosos) que aportaron su experiencia sobre el terreno, e invitados especiales elegidos por su "autoridad" en relación con el tema del Sínodo (por ejemplo, sobre el tema de la Amazonia, el exsecretario de la ONU Ban Ki-moon, un científico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y el relator de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas).

 

¿Cómo funciona?

Con la Constitución Apostólica Episcopalis communio del 18 de septiembre de 2018, el papa Francisco ha cambiado el funcionamiento del Sínodo, que pasa a ser una reunión de dos o tres semanas de los obispos en el Vaticano.

Una asamblea sinodal comienza ahora con una fase preparatoria coordinada por la secretaría general del Sínodo de los Obispos. Pretende poner en práctica la necesaria "escucha del Pueblo de Dios" que pide el papa para "respirar la voluntad a la que Dios nos llama".

Esta escucha, solicitada a todos los obispos en sus diócesis, se expresa también en las consultas realizadas, por ejemplo, antes del Sínodo sobre la familia o el de los jóvenes. Para el Sínodo sobre la Amazonia, la Red Eclesial Pan-Amazónica (Repam) organizó 260 "sesiones de escucha" que reunieron a 22000 personas en toda la Amazonia.

Este trabajo permite elaborar el documento de trabajo (Instrumentum laboris) sobre el que los participantes discuten durante las asambleas que constituyen la fase de celebración del Sínodo.

 

¿Qué decide el Sínodo?

Al ser principalmente un órgano consultivo, el Sínodo en sí no decide nada, a menos que el papa decida dar a la asamblea poder deliberativo. En este caso, el documento final, tras su ratificación, pasa a formar parte del "magisterio ordinario" del papa, que le otorga así la misma autoridad que a uno de sus actos. En el contexto de una asamblea meramente deliberativa, el papa también puede aprobar expresamente el documento final, que entonces también forma parte de su magisterio ordinario.

Sin embargo, en general, el papa se limita a "acoger" el documento final, cuya publicación puede autorizar o no. Lo utiliza para elaborar su propia exhortación apostólica, en la que da las directrices que él mismo ha conservado de los trabajos sinodales. Esta exhortación suele ser la base de la fase de aplicación por la cual el sínodo continúa sobre el terreno después de una asamblea.