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¿Interés general o bien común?
"Los políticos hablan del interés general, la Iglesia del bien común. ¿Es lo mismo?", pregunta una lectora. La respuesta de Croire.com en colaboración con Questions Actuelles
12 ene 2022, 14:00 | Artículo publicado en la revista Questions Actuelles, La Croix
Tiene usted razón, Marie-Odile. Ya no sabemos qué es el bien común. El otro día, un ecologista al que le hablaba del bien común me respondió hablando del agua, de esos bienes que tenemos en común y que no debemos desperdiciar. Pero el bien común es mucho más que eso. También es otra cosa que buscar el interés general más allá de los intereses particulares.
Actuar por una vida buena para todos
Los economistas dicen que la gente se mueve por sus intereses. Podemos ver a dónde nos ha llevado esto, con la actual crisis. Si seguimos dejándonos llevar por nuestros intereses, aunque sean el llamado interés general, no resolveremos nada. La Doctrina social de la Iglesia habla del bien común, es decir, del bien de todos los miembros de la humanidad. Actuar a favor de una vida buena para todos, empezando por los más pobres.
Para la Iglesia, esto implica dos principios: en primer lugar, el "destino universal de los bienes", y no solo de los "bienes comunes", como el agua o el patrimonio ecológico. Los bienes disponibles no deben reservarse para quienes puedan apropiarse de ellos. El papel de la política es garantizar que todos tengan acceso a lo que necesitan para vivir. De ahí el segundo principio: la solidaridad. Solidaridad significa mantenerse unido, "hacer un cuerpo". Somos un solo cuerpo, dice san Pablo. No se trata solo de los cristianos. Jesús dijo: "Este es mi cuerpo para la multitud".
Mientras vivimos esta crisis que está sacudiendo todo el sistema económico en el que se basa nuestro mundo, tengo la impresión de que mucha gente empieza a hacerse preguntas. Hasta ahora, la Doctrina social de la Iglesia parecía utópica y solo interesaba a un pequeño número de cristianos especialmente motivados. Ahora se está empezando a considerar en círculos más amplios. Si podemos pensar, no en el interés general sino en el bien común, ¡este puede ser un buen año!