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Modificación del genoma: lo que dice la ley, lo que dice la Iglesia

 

Desde 2012, una herramienta llamada Crispr-Cas9 permite modificar cualquier tipo de genoma. Esta posibilidad técnica abre innumerables cuestiones éticas.

 

 

 

21 ene 2022, 21:00 | Loup Besmond de Senneville, La Croix


 

 

 

 

 

Lo que dice la ley

El artículo 16 del Código Civil establece que "nadie puede atentar contra la integridad de la especie humana". Este principio se grabó en piedra en 1994 y da lugar a una prohibición de facto de cualquier modificación de la especie humana, incluso para mejorarla. Esta noción incluye -pero va más allá- la de herencia genética. Así, la ley prohíbe "las prácticas eugenésicas tendentes a organizar la selección de personas". La clonación, como duplicación de un organismo o un ser vivo, se castiga con una multa de 7,5 millones de euros y 30 años de prisión. También está prohibida la terapia génica germinal, que consiste en la modificación genética de un embrión, un espermatozoide o un óvulo y que por tanto es transmisible a la descendencia. A nivel internacional, el Convenio de Oviedo, ratificado por 29 países, entre ellos Francia, pero no por Estados Unidos, el Reino Unido o China, también prohíbe cualquier modificación de la línea germinal. En octubre de 2017, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptó una recomendación para prohibir la modificación intencionada del genoma humano.

 

Lo que podría cambiar

En la actualidad, no existe ninguna solicitud específica explícita e inmediata en Francia para levantar la prohibición de la modificación genética de las células germinales humanas. En las recomendaciones publicadas en 2016, el Inserm aconseja, por ejemplo, "respetar la prohibición de cualquier modificación del genoma germinal nuclear con fines reproductivos en la especie humana".

Sin embargo, el organismo científico no descarta definitivamente esta técnica, ya que afirma que "no apoya ninguna solicitud de modificación de las condiciones legales antes de que se evalúen claramente las incertidumbres relativas a los riesgos".

Por otro lado, la mayoría de los científicos se oponen firmemente a la adopción de una moratoria en el uso de Crispr-Cas9.

 

Lo que dice la Iglesia

En su "Instrucción Dignitas personae - Sobre algunas cuestiones de bioética", publicada en 2008, la Congregación para la Doctrina de la Fe distingue entre las implicaciones éticas de la terapia génica somática y la germinal. En el primer caso, las intervenciones genéticas, "por estar destinadas a restablecer la configuración genética normal del sujeto o a compensar los daños causados por las anomalías genéticas o por otras enfermedades relacionadas con ellas", son "moralmente lícitas".

Por otro lado, la Iglesia considera que "no es moralmente admisible, en el estado actual de la investigación, actuar con el riesgo de que los posibles daños asociados a la intervención genética se transmitan a la descendencia". Esta posición se adoptó debido a los riesgos "significativos e incontrolables". Además, la Iglesia recuerda en estas líneas que se opone a la fecundación in vitro, que es el marco técnico de una posible terapia génica germinal.