Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 922

20 de mar. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: OPERACIÓN POLICIAL EN ESPAÑA

 

1. La Policía Nacional desarticula una secta en Castellón (España), acusada de abusos sexuales.

2. Toni, líder de la secta: “yo soy el enviado; os voy a llevar hacia la luz”.

3. Promesas de sanación, abusos sexuales y captación de fondos en la secta desarticulada.

4. La secta del “Tío Toni”: un régimen de vida aislado y un proselitismo muy discreto.

5. Sospechas en una población que nunca imaginó que la masía albergara una secta.

6. Prisión para el líder y otros dos miembros de la secta, y dos menores pasan a ser tutelados.

7. Ex adeptos del grupo pedirán pruebas de paternidad de niños que podrían ser hijos del líder.

8. Así recuerdan sus vecinos de Castellón al gurú, que empezó como sanador.

9. Miguel Perlado: el líder sectario “arrastra a sus víctimas a aceptar todo tipo de abusos”.

10. La Comunidad Valenciana, un lugar de especial concentración de actividad de las sectas.

 

 

1. La Policía Nacional desarticula una secta en Castellón (España), acusada de abusos sexuales.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

La Policía Nacional ha desmantelado en Castellón (España) una secta destructiva que durante años habría estado sometiendo a sus adeptos a todo tipo de aberraciones sexuales, cometidas tanto sobre adultos como sobre menores, y haciéndose con un patrimonio que los investigadores aún están en proceso de cuantificar. Así arrancaba el pasado 17 de marzo por la mañana la noticia firmada por Teresa Domínguez en el diario Levante-EMV, replicado en otros medios del grupo editorial Prensa Ibérica, en su sección “Caso Abierto”, dedicada a la información de sucesos.

Según las fuentes consultadas por Levante-EMV, de momento (al conocerse la noticia), son nueve los detenidos, cuatro hombres y cinco mujeres, entre los que figura el presunto líder ‘espiritual’ de la trama, un hombre de 64 años identificado como Antonio G.L., autor, entre otras cosas, de dos libros de autoayuda revestidos de experiencias sensoriales y espirituales.

Las detenciones fueron practicadas a primera hora del pasado 15 de marzo, en un amplio operativo policial en el que intervinieron no sólo los investigadores, sino también unidades de asalto de la Policía Nacional, y que ha permitido recuperar numerosas pruebas en contra del presunto cabecilla y del resto de los integrantes de esta secta.

Proceso de investigación

La investigación comenzó hace casi un año y ha estado dirigida por el grupo de sectas de la Comisaría General de Información y la unidad central de atención a la familia y a la mujer (Ucfam) de la Comisaría General de Policía Judicial, con el apoyo de la Brigada de Información y de la de Policía Judicial de la comisaría de Castellón, tras recibir una denuncia que hablaba de una secta destructiva asentada en una masía de Vistabella del Maestrat, en el Alcalatén, en la que se estarían realizando prácticas sexuales con menores y sometiendo a violaciones a los adultos a los que iban captando.

Tras reunir todas las evidencias contra el líder y sus acólitos, los investigadores decidieron intervenir para detenerlos y liberar a sus víctimas, que hasta el momento son doce, aunque la Policía sospecha que los captores llevan años ejerciendo, por lo que creen que podría haber muchas más personas afectadas.

La secta estaba asentada, según la investigación policial, en la Masía La Chaparra, un conglomerado formado por varias viviendas y cuadras, a ocho kilómetros y medio del casco urbano de Vistabella, en el que residían varios grupos familiares con menores. De hecho, es en el interior de esas viviendas donde el grupo habría cometido los abusos y agresiones sexuales. De momento, no ha trascendido si esos delitos eran grabados y si comerciaban con las imágenes, aunque fuentes de toda solvencia han confirmado a este diario que los investigadores han hallado cientos de fotografías y vídeos, almacenados en soportes informáticos, así como aparatos de grabación de imágenes y cámaras fotográficas.

Registros en la masía y en una casa

La masía es uno de los dos puntos a los que acudió el dispositivo policial a las 6.00 horas del pasado 15 de marzo. El otro es una vivienda de planta y piso en Castellón, propiedad al parecer del cabecilla. Tras la detención de los acusados, los agentes registraron simultáneamente tanto el interior de la masía, como la casa de Castellón y, según las fuentes consultadas por este diario, los agentes encontraron artilugios sexuales de distintos tipos que empleaban presuntamente para las violaciones y los abusos, así como material audiovisual para supuestamente someter las voluntades de sus víctimas.

Asimismo, la Policía Nacional ha intervenido efectos de tipo religioso que usaban en sus ‘sesiones’. A todo ello se suma dinero en metálico, joyas, relojes y otros efectos valiosos cuyo origen se está investigando, además de mucha documentación, agendas con anotaciones de personas y movimientos bancarios.

Los agentes no sólo tendrán que analizar ahora la abundante documentación intervenida, de la que podrían salir más pruebas de la financiación de la secta y de la presunta apropiación de bienes y dinero de sus víctimas, sino también el material audiovisual confiscado, que podría ayudar a encontrar a más personas que hayan podido acabar en manos de este grupo criminal. Los detenidos fueron llevados a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional en Castellón, donde se ha centralizado la toma de declaraciones antes de poner a los arrestados a disposición del juzgado castellonense que está dirigiendo la investigación.

Las personas que vivían en la masía, que disponía de piscina y donde escaseaban las nuevas tecnologías, apenas se relacionaban con los habitantes de Vistabella y trataban de mantener una vida cercana a la Naturaleza, producían buena parte de sus alimentos -tenían un huerto propio- y también fabricaban productos artesanales, entre otros, de cerámica y de madera.

 

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2. Toni, líder de la secta: “yo soy el enviado; os voy a llevar hacia la luz”.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

“Yo soy el enviado, os voy a limpiar la suciedad y os voy a llevar hacia la luz”. Éste era uno de los mensajes mesiánicos que transmitía el líder espiritual de la secta desmantelada por la Policía Nacional en Castellón. Antonio G.L., más conocido por todos en la comunidad de la masía La Chaparra como ‘el tío Toni’, llevaba treinta años captando adeptos en la provincia desde que empezó como curandero en un pequeño herbolario y en su propio domicilio de Castellón, a donde acudía la gente para que éste sanara sus distintas dolencias con la simple imposición de manos. Decía que era incluso capaz de curar el cáncer. Lo cuenta Ignacio Cabanes en el diario Levante-EMV.

Poco a poco, a través del boca a boca y sin hacer mucho ruido para mantener alejados de su grupo de seguidores a aquellos que no creyeran en su mensaje, el ahora detenido empezó a fidelizar a una serie de personas de su entorno, todos ellos de nacionalidad española. Lejos de lo que pueda pensarse, muchos de ellos tenían recursos económicos y estudios universitarios.

Una vez captaba a sus víctimas, les hacía traer también a sus hijos para cuidar de ellos. A estos primeros acólitos les convenció para que vendieran sus propiedades y con ese dinero fundaron una primera comunidad en la que pudieran vivir todos juntos. Posteriormente, se trasladaron a la masía La Chaparra, en Vistabella del Maestrat, registrada el pasado 15 de marzo por la policía, y donde los investigadores intervinieron artilugios sexuales y material audiovisual, tal y como ha adelantado Levante-EMV. Las investigaciones policiales se iniciaron en noviembre de 2021 después de que cuatro víctimas que habían abandonado la secta relataran a un psicólogo forense y a una psiquiatra lo que allí había vivido.

Empezaba a abusar de las menores en la adolescencia

Las víctimas, muy afectadas psicológicamente y con estrés postraumático, aseguran que algunas de las prácticas sexuales y rituales eran grabados. Así, según las investigaciones el líder de la secta sometía presuntamente a niñas de la comunidad, a partir de los 15 y los 16 años, a abusos sexuales, tanto con objetos como con acceso carnal. Todo ello en presencia de miembros de la secta, bajo la premisa de que las tenía que iniciar en la sexualidad.

También se le acusa de numerosos delitos sexuales, principalmente a mujeres pero también hombres, adultos. En muchos de estos casos el presunto líder espiritual tenía relaciones sexuales con las mujeres a espaldas de sus parejas, mientras a éstos los sometía a largas jornadas de trabajo para mantener el sustento de la comunidad. En estos casos el consentimiento sexual estaba presuntamente viciado por el poder de convicción que ejercía sobre sus adeptos.

 

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3. Promesas de sanación, abusos sexuales y captación de fondos en la secta desarticulada.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

La secta destructiva desmantelada el pasado 15 de marzo por la Policía Nacional en una masía de Vistabella del Maestrat (l’Alcalatén), tal como adelantó el día 17 en exclusiva Levante-EMV en su edición digital, sometió durante años a sus adeptos a todo tipo de aberraciones sexuales, cometidas tanto sobre menores como sobre adultos, quienes además perdieron buena parte de su patrimonio en beneficio del presunto líder de la comunidad, a quien todos veneraban como ‘Tío Toni’. Así arranca el reportaje publicado el 18 de marzo en este diario valenciano, firmado por Teresa Domínguez, Ignacio Cabanes e Iván Checa.

Ese hombre, Antonio G.L., de 64 años, que se proclamaba como «enviado de dios», se inició como curandero especializado en la imposición de manos -maestro de reiki- hace unos 30 años, en una consulta montada en su domicilio. Ese fue el germen de lo que ahora la Policía y la juez han desmantelado como secta destructiva, lo que ha permitido resarcir y/o liberar al menos a 12 víctimas.

Fuentes conocedoras de la investigación han revelado a este diario que, a partir de esos primeros ‘clientes’ de la consulta casera, Tío Toni fue captando a los familiares de aquellos y, hace alrededor de dos décadas, se trasladó con ellos a la masía La Chaparra, a ocho kilómetros del casco urbano de Vistabella en la que ha intervenido ahora la Policía. A lo largo de todo este tiempo Antonio G.L. ha utilizado siempre la misma estrategia de captación: convencer a sus víctimas de que, la unión de todos y su propia ‘capacidad divina’, lograrían la sanación de niños enfermos y procurarían una sociedad mejor.

De momento, son nueve los detenidos, cuatro hombres y cinco mujeres, entre los que figura el líder espiritual del grupo, autor, entre otras cosas, de dos libros de autoayuda revestidos de experiencias sensoriales y espirituales que utilizaba a modo de ‘biblias’ con sus acólitos. Los arrestados están investigados por corrupción de menores, abusos sexuales, agresiones sexuales y contra el patrimonio.

Las detenciones fueron practicadas a primera hora del pasado martes, en un amplio operativo policial en el que intervinieron no solo los investigadores, sino también unidades de asalto de la Policía Nacional, el helicóptero de la Jefatura Superior de Policía de València y tres ambulancias, y que ha permitido recuperar numerosas pruebas en contra del presunto cabecilla y del resto de los integrantes de esta secta, algunos de ellos víctimas convertidos en abusadores tras permanecer años en el grupo.

La Generalitat asume la tutela de los niños

Entre los liberados el 15 de marzo figuran dos menores, un niño de 8 años y una niña de 13, cuyos padres permanecen detenidos, por lo que la Generalitat Valenciana (gobierno autonómico regional) ha asumido de manera temporal su tutela por la vía de urgencia. La investigación, dirigida por el grupo de sectas de la Comisaría General de Información y la unidad central de atención a la familia y a la mujer (Ucfam) de la Comisaría General de Policía Judicial, con el apoyo de la Brigada de Información y de la de Policía Judicial de la Comisaría de Castellón, comenzó en noviembre pasado, después de que cuatro víctimas que habían abandonado la secta relataran a un psicólogo forense y a una psiquiatra lo que habían vivido.

Las víctimas, muy afectadas psicológicamente y con estrés postraumático, aseguran que algunas de las prácticas sexuales y rituales eran grabados. De hecho, la Policía intervino en la masía abundante material audiovisual –vídeos y fotografías– que ahora está siendo analizado para tratar de identificar a nuevas víctimas.

Según las investigaciones el líder de la secta sometía a las niñas de la comunidad presuntamente a abusos y agresiones sexuales a partir de los 15 o 16 años, primero con aparatos sexuales –también intervenidos por la Policía– y después con acceso carnal. Todo ello, en presencia de miembros de la secta y disfrazado con la excusa de que las debía iniciar en la sexualidad. Y grabado. Aunque la mayoría de las víctimas eran féminas, también se han registrado casos de abusos sexuales en niños varones.

En cuanto a los adultos, el patrón era el mismo. La preferencia del ahora arrestado eran las mujeres, con las que Tío Toni tenía relaciones sexuales a espaldas de sus parejas, mientras a ellos los sometía a largas jornadas de trabajo para mantener el sustento de la comunidad. En estos casos, obviamente, el consentimiento sexual habría estado viciado por la anulación volitiva que el inculpado ejercía sobre sus adeptos. Pese a esa inclinación por las mujeres, las denuncias recogen delitos sexuales puntuales sobre hombres adultos, disfrazados de sesiones espirituales.

Además de los abusos sexuales, según denuncian las víctimas, Tío Toni los sometía a humillaciones ante el resto de miembros de la comunidad como castigos ‘ejemplares’, que en ocasiones delegaba en su círculo más cercano como brazo ejecutor de esos castigos verbales y emocionales. Con todas esas estratagemas, coronadas por su ‘contacto con Dios’, conferían el supuesto cabecilla una autoridad extraordinaria sobre todos y cada uno de los miembros de la comunidad, incluidos los niños, sobre quienes ejercía una influencia muy superior a la de sus propios padres. Tras reunir todas las evidencias contra el líder y sus acólitos, los investigadores decidieron intervenir para detenerlos y liberar a sus víctimas, que hasta el momento son doce, aunque la Policía sospecha que hay muchas más.

Registradas la masía y una casa

Durante la operación policial no sólo se registró la masía, sino también una vivienda de planta y piso en Castellón, propiedad al parecer del cabecilla. En los registros, además de los consoladores que usaban con las adolescentes y el material audiovisual, los agentes confiscaron efectos de tipo religioso que el líder y sus discípulos utilizaban en sus ‘sesiones’. Asimismo, confiscaron dinero en metálico, joyas, relojes y otros efectos valiosos que Tío Toni supuestamente compraba con los salarios de sus víctimas, además de agendas con anotaciones que están siendo analizadas.

Los nueve detenidos pasaron a disposición de la jueza de Instrucción número 6 de Castellón, que está dirigiendo la investigación, a partir de las 11.00 horas del 17 de marzo y, al cierre de esta edición, todavía no había concluida la ronda de toma de declaraciones, por lo que no se había producido ninguna decisión sobre su situación procesal.

 

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4. La secta del “Tío Toni”: un régimen de vida aislado y un proselitismo muy discreto.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

Una comuna con cerca de una treintena de personas, muchos de ellos niños, viviendo juntos en una enorme masía vallada en un paraje natural de una localidad del interior de Castellón, en Vistabella del Maestrat, alejados de la mirada de curiosos que pudieran poner en peligro su forma de vida. Sin apenas relacionarse con el resto de vecinos salvo para cuestiones imprescindibles como la compra de alimentación, la escolaridad de los menores y los distintos trabajos remunerados que algunos de sus miembros desempeñaban fuera, dinero que iba destinado a la comunidad y a los caprichos del líder de la secta, como coches y artículos de lujo. «Vosotros también disfrutaréis algún día de esto», les decía el llamado ‘tío Toni’ a sus fieles.

Según explican Ignacio Cabanes y Enrique Ballester en Levante-EMV, una de las prioridades del cabecilla de la secta desmantelada esta semana en Castellón era la discreción, de ahí que no hiciera proselitismo fuera de su entorno, y que fueran sus acólitos los que fueran captando a fieles entre sus familiares. Entre ellos había un pacto de silencio para no revelar las prácticas que allí tenían lugar. Puntualmente los fines de semana acudían más personas que, aunque no vivieran en la comunidad, se estaban iniciando, o que a través de algún familiar se querían acercar a este líder espiritual.

Vecinos de la zona relatan que cuando alguien ajeno a la comunidad se acercaba por cualquier motivo —algunos porque simplemente estaban recolectando setas— a sus enormes instalaciones valladas, miembros de la secta, que actuaban a modo de vigilancia, les instaban de malas formas a que no podían entrar remarcando que se trata de una propiedad privada. Además, cuando operarios del servicio de residuos acudían a llevarse la basura tampoco les dejaban entrar a las instalaciones. Lo mismo les ocurrió a unos trabajadores que fueron a llevar cemento a esta masía.

La extensa finca rural se encuentra rodeada de una gran arboleda que contribuye a impedir la visibilidad del interior. Así, en la entrada hay cámaras de seguridad y un cartel alertando de perros peligrosos para disuadir a posibles curiosos. La masía, llamada ‘La Chaparra’, cuenta con cuadras, caballos y una zona de juegos para niños con columpios. Según las fuentes consultadas por este periódico, el líder de la secta extremaba al máximo las atenciones a los menores, a quienes consideraba pieza fundamental de su doctrina. «Ellos son el germen del futuro», les trasladaba a sus fieles, aunque una vez llegados a la adolescencia abusara presuntamente de las niñas bajo la excusa de educarlas en el inicio de su sexualidad.

Para evitar denuncias, los niños que vivían en la comunidad estaban debidamente escolarizados, aunque se limitaran a ir simplemente a clase y no acudieran a ningún tipo de actividad extraescolar. Vecinos de Vistabella relatan que a los miembros de la supuesta secta, salvo para ir al ambulatorio, a comprar o a trabajar, apenas se les veía por el municipio.

Dentro de la comunidad cada miembro tenía unos papeles asignados, trabajos en el campo —con largas jornadas para mantener ocupados a los hombres—, artesanales o ayudando en las terapias del líder. En esta función el ahora detenido como presunto cabecilla utilizaba a las adolescentes del grupo, a quienes previamente adoctrinaba y para las que él tenía un papel de autoridad muy por encima de sus propios padres.

El presunto cabecilla de esta secta difundía unas ideologías místicas basadas en la New Age, que promueve el ocultismo y la brujería, creencias en ‘seres de luz’ que le transmitían su mensaje, y se presentaba ante sus adeptos como ‘el enviado’. Todo ello aderezado con tintes de corte cristiano. De hecho, al entrar en la secta los fieles eran bautizados con nuevos nombres, todos ellos bíblicos.

 

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5. Sospechas en una población que nunca imaginó que la masía albergara una secta.

FUENTE: Varios medios

 

 

“Era como un búnker, rodeado de cámaras de seguridad”. Así se expresa el alcalde de Atzeneta, Santiago Agustina, municipio ubicado a 16 kilómetros de la masía la Chaparra de Vistabella del Maestrat (Castellón), donde se ha desarticulado una secta destructiva acusada de abusos sexuales a niños y adultos, según relatan Miguel Agost y Merche Martinavarro en El Periódico Mediterráneo.

Agustina asegura que “es una masía muy grande. Desde hace unos 20 años que creo que era propiedad del líder de la secta que han detenido. Lo que ha pasado era previsible, a nadie le ha extrañado. Se sospechaba por los pueblos que había una secta desde hace años, o alguna historia de drogas, pero no de esta magnitud. Algo raro pasaba allí”. Además, señala a este periódico que “había mucho movimiento de caballos y niños”.

El primer edil de Atzeneta cree que “los que actuaban allí no eran del territorio, venían de fuera y no se relacionaban con nuestros vecinos”. Otra de las curiosidades que relata el munícipe es que tenían vigilado a todas horas el recinto: “Si alguien buscaba setas por esa zona, en los límites vallados de la parcela, al momento salía alguien, como una especie de guardia de seguridad, que advertía de que allí no se podía estar”.

Sobre la operación policial, realizada la madrugada del 14 al 15 de marzo, Agustina manifiesta que “hubo mucho movimiento, patrullas de Policía, Guardia Civil, helicóptero, agentes con metralletas, ambulancias... No sabíamos nada de nada porque se dirigió todo desde Madrid, nos pilló por sorpresa. Los vecinos la mañana del martes ya me preguntaron qué había pasado”.

Por otro lado, el alcalde recuerda una historia que le contaba su padre: “Se ve que el antiguo amo de la masía, hace muchos años, se jugó su propiedad en una partida de cartas en el casino de Monte Picayo”. La perdió y, a partir de eso, “ha ido teniendo diversos dueños”, hasta acabar en manos del líder de la secta, Antonio G.L.

Por su parte, el alcalde de Vistabella, Jordi Alcón, manifiesta que en el Ayuntamiento “no sabían nada” ni se “podían imaginar nada” de lo que ahora ha trascendido que presuntamente ocurría en el interior de la masía. Tras conocer la presencia de dispositivos policiales, “pregunté y dijeron que había una investigación judicializada abierta”, afirma. Respecto a la masía, indica que se trata de una parcela “muy grande” en la que vivían varias familias. “Siempre han sido autosuficientes, mantenían el anonimato”, concluye.

El complejo en el que intervino la Policía Nacional y la Guardia Civil está en el límite de los términos municipales de Vistabella, donde pertenece –a 8 kilómetros de distancia del pueblo–, y Atzeneta, ya que se llega a través de la carretera CV-170 que enlaza ambas localidades.

Enrique Ballester y Gabi Utiel, de El Periódico Mediterráneo, que se han desplazado hasta las inmediaciones de la Masía La Chaparra, han hablado un vecino de la zona, quien ha reconocido: “Para la gente del pueblo siempre ha sido un misterio, nadie tenía relación con la gente de ahí, y no fue hasta este martes cuando nos enteramos, por la cantidad de Policía Nacional que había en el pueblo. Sospechábamos que podía haber algo relacionado con drogas, pero esto nos ha pillado por sorpresa”. El testimonio ha comentado que llevarán al menos 20 años con movimientos en la Masía, y que siempre han tenido el recinto muy cerrado y vigilado, con árboles que ocultaban la visión y con vallas en el todo el perímetro del recinto.

Por su parte, el alcalde de Vistabella del Maestrat, Jordi Alcon, ha asegurado que en la localidad castellonense están “impactados” ante la desarticulación de la secta en una masía de esta población.  “Estamos en shock, puesto que no nos imaginábamos nunca esta situación”, ha destacado el primer edil, quien ha comentado a Europa Press que no había ninguna circunstancia en dicha masía que les hiciese sospechar de que en la misma se estaba cometiendo algún delito.

Alcon ha señalado que se ha enterado recientemente de las detenciones, aunque sí que observó el pasado martes un importante despliegue policial en la masía, que se encuentra a pocos kilómetros de distancia del pueblo. Según ha explicado, “la gente que vivía allí formaba parte como de una comunidad y eran alternativos, pero nunca han ocasionado ningún problema y tampoco había grandes movimientos de coches ni ninguna situación que nos hiciera sospechar”. El alcalde ha confirmado que las personas que vivían en la masía trabajaban en Vistabella y en otros pueblos, pero no tenían demasiada relación con los vecinos de la localidad.

 

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6. Prisión para el líder y otros dos miembros de la secta, y dos menores pasan a ser tutelados.

FUENTE: Varios medios

 

 

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Castellón ha decretado el pasado 18 de marzo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, para tres de las nueve personas detenidas por su supuesta pertenencia a la cúpula de una secta destructiva con sede en una masía del término de Vistabella, un pueblo de Castellón de 350 habitantes, acusada de cometer delitos sexuales contra adultos y menores. Se les investiga además por presunta trata de seres humanos y exhibición de pornografía a niños.

Medida de prisión provisional

Según explica María Pitarch en el diario El País, entre quienes han ingresado en prisión se encuentra el presunto líder espiritual de la trama, Antonio G.L., de 64 años, que se autodenominaba un “enviado de Dios”. Los otros seis arrestados en el operativo han quedado en libertad provisional con medidas cautelares de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a las víctimas.

La causa, que está declarada secreta, está abierta, entre otros, por delitos de agresión y abuso sexual, tanto contra adultos como contra menores de edad, trata de seres humanos con fines de dominación doméstica y sexual y exhibición de pornografía a menores, sin perjuicio de ulterior calificación, según han informado desde el Tribunal Superior de Justicia valenciano.

La secta operaba en una masía de gran extensión, aislada y blindada del exterior con un vallado y cámaras de seguridad, donde residían varias familias con menores. Doce de las víctimas fueron liberadas por los efectivos policiales que irrumpieron en la zona en la madrugada del pasado martes, entre ellos y según los últimos detalles que han trascendido del operativo, dos pequeños de 8 y 13 años bajo tutela ya de la Conselleria de Políticas Inclusivas.

El pasado 15 de marzo a las 6 de la mañana en la masía de la Chaparra, donde supuestamente operaba la secta, irrumpieron numerosos efectivos de la Policía Nacional, según ha explicado Jordi Alcón, el alcalde de Vistabella, que no sale de su asombro. “La masía está a apenas ocho kilómetros del pueblo, en dirección a Castellón, y se ubica junto a la carretera, así que todo el mundo que pasó por la zona vio el despliegue policial y el registro. Generó mucha intranquilidad e inseguridad entre los vecinos, la verdad, porque nadie sabía de qué iba la cosa”, explica.

La investigación arrancó hace un año tras una denuncia en la que se alertaba de delitos sexuales contra menores y adultos en la citada masía por parte de una secta destructiva. Dirigida por el grupo de sectas de la Comisaría General de Información y la Unidad central de atención a la familia y a la mujer (Ucfam) de la Comisaría General de Policía Judicial, con el apoyo de la Brigada de Información y de la de Policía Judicial de la comisaría de Castellón, la investigación ha culminado con estas nueve detenciones y la liberación de doce de las víctimas. Se cree que podría haber más personas afectadas.

En el registro de la Chaparra, producido de forma simultánea en una vivienda de Castellón, se encontraron artilugios sexuales que empleaban presuntamente para las violaciones y los abusos, así como material audiovisual para supuestamente someter las voluntades de sus víctimas. La Policía Nacional ha intervenido además efectos de tipo religioso, dinero en metálico, joyas, relojes, otros objetos de valor, y agendas con datos personales y movimientos bancarios.

Según informa Ignacio Cabanes en el diario Levante-EMV, entre los detenidos que han ingresado en prisión, figura la esposa del líder de la organización. Respecto a los otros ocho detenidos por la Policía Nacional, la jueza ha acordado prisión provisional para dos de ellos. El resto, entre los que se encuentran víctimas que a su vez se convirtieron en victimarios, han quedado en libertad provisional con medidas cautelares de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a las víctimas.

Dos menores, sustraídos de la patria potestad

La Generalitat Valenciana ha asumido la tutela de dos personas menores de edad liberadas de la secta. Según han confirmado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, esta decisión llega después de que el juez que instruye el caso haya decretado la suspensión de la patria potestad de estos dos menores.

La secta, cuyo líder se autodenominaba un “enviado de Dios”, habría estado sometiendo a sus adeptos a aberraciones sexuales, cometidas tanto sobre adultos como sobre menores, y se habría hecho con un patrimonio que los investigadores aún están cuantificando. De momento, son nueve los detenidos, cuatro hombres y cinco mujeres, entre los que figura el presunto líder de la trama, un hombre de 64 años. La investigación comenzó hace más de un año y las detenciones se llevaron a cabo el pasado 15 de marzo.

 

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7. Ex adeptos del grupo pedirán pruebas de paternidad de niños que podrían ser hijos del líder.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

Durante más de dos décadas el llamado Tío Toni, Antonio G.L., fue creando alrededor de su figura una comunidad de personas que vivían en supuesta armonía y paz con la naturaleza, en una enorme masía de Vistabella del Maestrat, con un solo objetivo: ayudarle en su misión sanadora que tenía en la Tierra, la de «instruir a los niños porque son los más puros y los que podrán transmitir la luz a todo el mundo». Esa era la ilusión ficticia que había creado poco a poco y que sus seguidores habían ido asimilando a pies juntillas hasta el punto de ser capaces de soportar abusos —tanto a ellos como a sus propios hijos—, agresiones y humillaciones de todo tipo. Lo cuentan Ignacio Cabanes y Teresa Domínguez en Levante-EMV.

El presunto cabecilla de esta secta desmantelada esta semana por la Policía Nacional, como adelantó en exclusiva Levante-EMV en su edición digital, aprovechó todos estos años para mantener relaciones sexuales con la mayoría de las mujeres que convivían en esa comuna, cuyo consentimiento estaba viciado por su condición de líder espiritual y a espaldas de sus respectivas parejas y del resto de la comunidad. Los investigadores sospechan, tal como les han trasladado algunas de las víctimas, que varios de los niños liberados de esta secta destructiva son hijos del líder arrestado, de 64 años, quien ya se encuentra en prisión provisional.

Según ha podido saber este periódico, tras descubrirse los abusos sexuales con acceso carnal a los que presuntamente sometía a las mujeres de la comunidad mientras sus parejas estaban trabajando, así como al apreciar rasgos físicos del acusado en varios de los menores, varias de las víctimas tienen pensado solicitar pruebas biológicas para establecer la paternidad de al menos cinco niños cuyos supuestos padres tienen serias dudas sobre si son realmente hijos biológicos suyos o del cabecilla de la secta.

Condicionadas por el líder

Estas relaciones sexuales con las mujeres de la comunidad se producían, según las fuentes consultadas, sin que sus parejas tuvieran conocimiento de ello. Además, las víctimas estaban condicionadas por su líder espiritual y accedían bajo la creencia de que su acción potenciaría el supuesto «poder sanador» del cabecilla, erigido en maestro reiki con sus propias fórmulas.

Estos encuentros sexuales con las mujeres adultas, que Tío Toni mantenía en secreto, sin compartirlo con el resto de la comunidad, se producían bajo una especie de trance al que decía llegar el cabecilla. Aunque las defensas tratarán de acreditar que estos actos eran consentidos por las víctimas, estas deberán ser exploradas por especialistas en psiquiatría para saber el grado de afectación cuando dieron ese supuesto consentimiento.

El pasado 15 de marzo los investigadores, con el apoyo de unidades de asalto de la Policía Nacional y de un helicóptero, arrestaron al presunto líder de la secta, de 64 años, a su esposa —ambos ya en prisión provisional— y a otros siete acólitos. Seis de ellos han quedado en libertad y algunos habrían sido a su vez víctimas de los delitos que presuntamente se cometían en la casa. Además fueron liberados dos menores, de ocho y trece años, cuya tutela ha asumido de urgencia la Generalitat, tal como adelantó este diario.

Los agentes se incautaron de objetos sexuales, que presuntamente eran utilizados por el cabecilla en las violaciones a niñas, a partir de los 15 y los 16 años, enmascaradas bajo ejercicios educativos de iniciación sexual. El mensaje que trasladaba a las menores, y a sus padres, es que así sabrían relacionarse con los hombres el día de mañana.

¿Cómo se destapó todo?

En marzo de 2021 casi una decena de personas que habían estado durante años viviendo en esta comunidad, después de armarse de valor y salir de este círculo vicioso, en el que muchos todavía tenían familiares dentro, contactaron con un experto en sectas. Sin ser conscientes de la gravedad de lo que habían vivido, con un claro sentimiento de culpabilidad, relataron algunas de las prácticas que presenciaron o de las que fueron víctimas directas o indirectas.

Después de recopilar información a través de varias sesiones durante meses con este especialista y una psiquiatra, cuatro de ellos dieron el paso y denunciaron ante la Policía Nacional. Sin ese acto de valentía, no habría habido intervención policial y el ahora encarcelado y sus seguidores más fieles habrían podido seguir campando a sus anchas con las siguientes generaciones de adolescentes y mujeres.

Especialistas en pornografía infantil de la Policía Nacional examinarán las imágenes de los abusos y violaciones a menores grabadas en la masía La Chaparra y las rastrearán para saber si el ahora encarcelado o alguno de los miembros del grupo desmantelado ha difundido los vídeos o se ha lucrado con su comercialización. Aunque todo apunta a que Antonio G.L. grababa las ‘sesiones’ sexuales iniciáticas para uso y consumo de la propia comunidad. El material, así como los dispositivos utilizados para registrar las imágenes y visualizarlas después en conjunto, fue requisado durante el registro del ‘mas’, a primera hora del pasado 15 de marzo.

 

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8. Así recuerdan sus vecinos de Castellón al gurú, que empezó como sanador.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

Tío Toni, el cabecilla de la secta de Vistabella desarticulada esta semana por presuntos abusos sexuales y violaciones a menores y adultos, alternaba sus estancias en la masía de la Chaparra, en Vistabella del Maestrat, con temporadas en una vivienda familiar de la avenida València en Castellón. Según informa Enrique Ballester en Levante-EMV, esta casa fue registrada también en la madrugada del 15 de marzo, para sorpresa de los vecinos de la zona. En realidad, de la mayoría de los vecinos, pero no de todos.

Una mujer que reside en la zona, por ejemplo, recordaba la significativa exclamación, hace un tiempo, de otra residente en el barrio: «Demasiadas sobrinas tiene ese hombre...». La frase hacía alusión, obviamente, a la frecuencia con la que la mujer del presunto líder comentaba que «había venido una sobrina a cuidar de su marido», sobre todo desde que éste precisaba silla de ruedas para desplazarse y aparato de oxígeno para respirar.

En el inmueble inmediatamente contiguo a la vivienda de Antonio G.L. reside Joel Delgado, que regenta una peluquería en la planta baja, Boxes by Joel Delgado. «Me llevé un susto de muerte y todavía no me lo creo. Conmigo el Toni [Tío Toni solo le llamaban sus acólitos] se portaba de puta madre», explica a este diario.

«Iba a su casa a cortarle el pelo y era muy educado y amable. Me hacía regalos. Sabía que me gustaban las antigüedades y me decía: ‘Pues yo en Vistabella tengo un espejo’. La verdad es que me cuesta pensar que esa persona hiciera todo lo que se dice que hacía; tú lo veías y era un señor mayor», indica con asombro Joel. Como comentan otros vecinos de los alrededores, de un tiempo a esta parte, Antonio G.L. se movía en silla de ruedas y necesitaba la ayuda de un respirador. «Lo lleva siempre puesto», indica su peluquero particular.

Lejos quedan los tiempos en los que el aspecto físico de Toni imponía. «Era muy grandote antes, y tenía una mirada que personalmente me daba miedo, pero un día me sorprendió ver que necesitaba un bastón y después ya, la silla de ruedas. No sabemos qué le pasó», apunta una de las vecinas a las puertas del supermercado próximo a la casa, la edificación de planta baja y primer piso en la que también irrumpió la Policía Nacional el pasado martes, a las 5.30 horas.

La misma mujer explica que, en los últimos tiempos, era la esposa del líder de la secta quien realizaba la compra, generalmente «los martes». De vez en cuando, su mujer comentaba en el barrio que había venido una sobrina a cuidar Toni. «Un día una señora dijo ‘demasiadas sobrinas tiene ese hombre...’», añade otra vecina. También confirman los residentes en la zona que décadas atrás, antes de irse a la masía La Chaparra, Tío Toni tenía una especie de consulta en la misma avenida donde ejercía de «curandero». Ese fue el germen, tal como informó este diario, de la actual comunidad.

Sobre el registro de la casa, realizado de manera simultánea al del ‘mas’ de Vistabella, Joel explica que «escuché unos golpes muy fuertes y me asomé a la ventana pensando que estaban intentando robar en la peluquería. Estaba tan empanado que al ver a la Policía pensé: ‘¡Qué rápido han llegado para coger a los ladrones!’. Pero luego me di cuenta de que estaban entrando en la casa de al lado», añade. «Había muchos coches de la Policía, de la Nacional y de la Local», rememora.

 

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9. Miguel Perlado: el líder sectario “arrastra a sus víctimas a aceptar todo tipo de abusos”.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

La tranquila localidad de Vistabella del Maestrat, en el interior de la provincia de Castellón, descubrió con horror esta semana las prácticas aberrantes, tanto con adultos como con niños, que durante más de dos décadas llevaban presuntamente produciéndose en una comunidad sectaria afincada en una enorme masía rodeada de árboles y bajo un manto de silencio. Ignacio Cabanes, redactor de Levante-EMV, ha hablado con el psicólogo experto en sectas cuyas evaluaciones con las primeras víctimas que se atrevieron a contar lo que allí habían vivido destaparon los abusos, agresiones y humillaciones, cometidas bajo la figura de su líder espiritual, conocido como ‘Tío Toni’.

Aunque se muestra reacio a facilitar información concreta sobre el caso, ya que todavía hay secreto de sumario, Miguel Perlado, psicólogo, psicoterapeuta y especialista en derivas sectarias, analiza las claves y comportamientos comunes en este tipo de grupos que «giran exclusivamente en torno a la figura de su fundador, que a la sazón pasa a ser un guía espiritual, y que lejos de promover la autonomía, termina por estimular la dependencia a todos los niveles, abriendo la puerta a abusos de diversa índole».

En el imaginario colectivo se tiende a pensar que el líder de este tipo de sectas es el típico gurú de túnica blanca o telepredicador fervoroso que lleva a un suicidio colectivo. Pero según apunta, existen diversos tipos de líderes. «Si algo es común a una buena parte de estos líderes abusivos es un convencimiento muy pasional acerca de los talentos o capacidades que aseguran tener, lo que transmite una fuerza de convencimiento que fascina y arrastra a sus víctimas a aceptar todo tipo de abusos». Al mismo tiempo, estas personas «necesitan la devoción y la dedicación constante de los demás, afectivamente, se alimentan de ello. Y muchos de ellos funcionan como depredadores morales o espirituales, a la par que sexuales».

En marzo de 2021 acudieron a él, espontáneamente, varios miembros que habían abandonado la masía ‘La Chaparra’ de Vistabella tras romper el silencio y empezar a hablar entre ellas. «Esto les permitió comenzar a juntar las piezas y tomar conocimiento de la naturaleza abusiva de ciertas dinámicas de la comunidad en la que vivían». Las víctimas estaban «desorientadas, confusas, con temor a hablar de lo vivido, dudando de su propia percepción, resistiéndose a ver lo que empezaban a ver y con sentimientos de miedo y una vivencia de trauma», recuerda Perlado sin entrar en detalles.

La palabra ‘secta’ tiene una connotación muy negativa. Según explica, su tarea profesional, junto al equipo que coordina, donde también intervienen profesionales de la abogacía y de la psiquiatría, «es más bien la de localizar los comportamientos sectarios o abusivos que pueden darse en contextos de grupo, abusos que no se circunscriben exclusivamente a lo sexual, sino que se extienden a lo moral, lo emocional, lo económico y lo espiritual, generando rupturas y un daño traumático».

Respecto del perfil de víctimas más proclives a caer en este tipo de organizaciones sectarias, el especialista explica que en una buena proporción se trata de «personas idealistas, algo ingenuas en ocasiones, comprometidas, que buscan cambiar las cosas, con estudios y con recursos económicos». En el caso de la secta del ‘Tío Toni’, algunos de ellos vendieron todas sus propiedades para sufragar los gastos de la comunidad o trabajaban fuera de la masía para que el líder tuviera liquidez económica.

En muchas ocasiones las víctimas pueden estar atravesando un momento de fragilidad, sea por un duelo, sea por cualquier otra condición afectiva. «En la práctica, encontramos una amplia variabilidad de personas que terminan atrapadas en estos grupos, con una mayor proporción de mujeres y pudiendo encontrar desde niños hasta ancianos», aclara.

Pero, ¿qué mueve a un curandero como Antonio G.L. —ya en prisión provisional— a fundar hace más de dos décadas una comuna en una masía donde presuntamente abusaba de niñas, mujeres y tenía a los hombres trabajando para su propio beneficio, un interés sexual, económico, o ambos? «No me gusta hablar de un móvil, puesto que no existe una planificación tan racional como punto de inicio. Entiendo la formación de estos contextos de grupo como el resultado de un proceso complejo donde hay múltiples niveles de interacción y que, con el tiempo, deviene abusivo por la deriva que aparece desde un proyecto inicial destinado a ayudar a los demás, que termina desembocando en una comunidad que gira exclusivamente en torno a la figura de su fundador».

Respecto a cómo se produce la captación de adeptos, muchas de estas sectas funcionan por el boca a boca o a través de vínculos familiares o de las amistades, sin desplegar un reclutamiento intensivo, según explica el especialista. «De forma suave y amorosa, ofrecen un contexto de encuentro, relación y comunidad que da sentido y pertenencia, a la vez que prometen poder ser mejor persona e incluso ayudar a los demás».

Lo que más extraña es poder pensar desde fuera hasta qué punto logran influenciar en los fieles para consentir incluso que el líder abuse sexualmente de sus propios hijos. Sin entrar a valorar el caso concreto, Perlado argumenta que la lógica que siguen es la siguiente: «Como diste tu consentimiento inicial a este proyecto transformador, todo lo que venga después, deberás aceptarlo igualmente como parte de ese compromiso inicial, aunque aquello que sobrevenga termine resultando abusivo».

Además, una de las marcas características de estos contextos de grupo abusivos tiene que ver con «el silencio, que se acompaña de ocultamiento; a la vez, los actos son realizados a puerta cerrada, bajo la idea de que ‘esto lo hago por tu bien’, lo que termina por dejar a la víctima confusa, atrapada en un laberinto, con una intensa vergüenza y con miedo a comentarlo a los demás, incluyendo a sus padres».

En su libro ¡Captados! Todo lo que debes saber sobre las sectas, Perlado habla sobre el papel que juegan los niños en determinadas sectas. En el caso de los Miguelianos de Galicia o ahora en el de ‘La Chaparra’, los niños son una pieza sobre la que gira el mensaje de los líderes. Hablan sobre «la esperanza de una generación futura, más pura, que extenderá el mensaje o la luz al mundo». Pero lo cierto es que esas prácticas esotéricas o espirituales —sanaciones, canalizaciones de energía, contacto con seres de luz— son utilizadas para terminar justificando cualquier conducta abusiva.

 

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10. La Comunidad Valenciana, un lugar de especial concentración de actividad de las sectas.

FUENTE: Las Provincias

 

 

La Comunidad Valenciana y, particularmente, la provincia de Alicante, es junto con Madrid y Cataluña la región española en la que existe una mayor presencia de sectas. Los especialistas calculan que, a nivel nacional, hay entre 200 y 250 grupos de este tipo asentados en España. De ellos, entre 50 y 60 se encuentran en la autonomía valenciana. Miguel Perlado, coordinador el Grupo de Trabajo en Derivas Sectarias del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC), calculaba que alrededor del 1 % de la población ha caído bajo el influjo de estas sectas, por lo que se podrían haber visto afectados unos 50.000 valencianos (450.000 personas a nivel nacional).

En el diario Las Provincias leemos que en el norte de la provincia de Alicante, según apuntaba el psiquiatra y profesor de la Universidad de Cádiz Leonardo Casais, se concentra un buen número de sectas satánicas. De hecho, en esta zona podrían encontrarse uno de cada cinco grupos de este tipo de toda España. El repunte de estos grupos se achaca en parte a la llegada de inmigrantes procedentes de países en los que se practican ciertos ritos pseudomísticos, prácticas que se han venido exportando progresivamente tanto a la Comunidad como a otras autonomías españolas y que, en ocasiones, se han traducido en la conformación de una secta.

En los últimos años la región ha registrado dos casos significativos de grupos sectarios. Por un lado se encuentra el impulsado por el autonombrado 'padre' Ángel, que mantenía sus ritos ocultos en Picassent. El líder de la Esclavitud del Corazón de Jesús continuaba ofreciendo “misas” y atrayendo a adeptos diez años después de su juicio y tras tres décadas condenado por la Iglesia católica. «Quien ha querido dar bienes a la congregación es porque ha querido, y en la Iglesia ha entrado Satanás», proclama uno de sus seguidores.

El otro caso ha sido el del peruano Félix Steven Manrique, condenado a 20 años de cárcel como líder de la secta que captó a Patricia Aguilar, la joven ilicitana rescatada en agosto de 2018 junto con su bebé de este grupo en el país andino. Patricia estuvo un año y medio en Perú hasta que fue liberada junto a su bebé de dos meses. «No es algo sencillo salir de ahí. Tenía miedo y Steven es un peligro. Muchas veces me ha amenazado y tenía miedo y estaba preocupada», pese a lo cual y tras reencontrarse con su familia en Elche fue «despertando un poco» y se dio cuenta lo que Félix le había hecho. La tarea de psicólogos y psiquiatras es vital para que las personas que han conseguido escapar de las sectas, como Patricia, puedan volver a la normalidad.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.