Tribunas

Encuentros inesperados televisivos… sobre Dios

 

 

José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

 

 

No tengo mucho tiempo para ver la televisión. Y menos La Sexta. El que puedo robar al fin de semana lo dedico a ver series de ficción. Pero suelo no perder la información sobre lo que ofrece la pequeña pantalla, será por eso de que ahora se ve todo por los smartphones.

Al margen de esto, y no voy  a entrar en disquisiciones técnicas, la televisión convencional está amenazada por una crisis de audiencia que veremos cómo termina.

En esas estaba cuando rompí la rutina y me puse a ver el recién estrenado programa de Mamen Mendizábal “Encuentros inesperados” dedicado a la religión, a Dios, a la Iglesia… Protagonistas bien seleccionados, Oriol Junqueras, Mario Vaquerizo, Ana Iris Simón y Alberto San Juan.

No voy a resumirles lo que se dijo. Algunos apuntes a vuela pluma…

Junqueras consideró que tener fe "es creer que hay algo o alguien que de algún modo te acompañara en la aventura de vivir". Mamen Mendizábal, que quería aprovechar todos los temas de actualidad sobre la Iglesia –le va en ello la audiencia-,  admitió que ha tenido una profunda crisis de fe y que es la Iglesia la que le ha hecho no creer en Dios. "No tengo experiencia con Dios" dijo.

Ana Iris Simón, que cada vez me parece más una sofrosine estampada,  considera que se ha tardado mucho en pedir perdón, pero también cree que está mal pensar "que en la Iglesia hay más pederastas que fuera de ella".

Al final, pluralismo, tolerancia, buen rollo, whatsApp compartidos… Y algunas reflexiones y preguntas en voz alta que comparto, también a propósito del libro del escritor Álvaro Pombo, “La ficción suprema”, del que les hablaré pronto.

Por mucho que hablemos de secularización intensiva, parece que los españoles no podemos vivir sin religión. Es más, si hay que lanzar un nuevo programa, formato conversación de estrellas mediáticas, el tema que no defrauda es Dios y, sobre todo, la Iglesia. Ya se ve que no se puede no hablar de Dios y de la Iglesia en España.

Hay en la generación allí representada, bastante homogénea, una experiencia plural y compleja de Dios y de la Iglesia. Es incuestionable la relación que se establece en el imaginario entre religión y política. Y, sobre todo, hay una falta de argumentos, de ideas, de informaciones sobre esas cuestiones.

En España vivimos ahora de la experiencia religiosa emotivista, sentimentalista, ligada a las experiencia de ultimidad, quizá alejada de la vida cotidiana, que no desprecio pero que me parece insuficiente. En una sociedad profundamente hedonista –Alberto San Juan en grado último- Dios se cuela entre la dialéctica placer-bienestar- dolor-sufrimiento. Y hay quien dice saber vivir a tope sin la hipótesis Dios.

Por cierto que la Iglesia institucional es irrelevante, todo hay que decirlo, por no cargar las tintas.

Mi pregunta final es, ¿no convendría hablar más de Dios en España hoy, también por parte de la Iglesia? Y cuando digo hablar también digo testimoniar, incluso informar.

Alguien podría decir que no puede pensar en Dios porque está sin noticias de Dios.

 

 

José Francisco Serrano Oceja