Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 969

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23 de ago. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: ESCUELA DE YOGA DE BUENOS AIRES

 

1. Desarticulan la Escuela de Yoga de Buenos Aires: al descubierto, décadas de manipulación y terror.

2. Prostitución, extorsión y lavado de dinero en la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

3. Las grabaciones a la Escuela de Yoga de Buenos Aires muestran cómo obtenían el dinero.

4. La empresa BA Group y sus cursos de liderazgo y desarrollo personal, pantalla de la secta.

5. Una víctima de la Escuela de Yoga de Buenos Aires se confronta con el abogado de la secta.

6. El periodista Alfredo Silletta analiza el caso de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

7. El juez mantiene en la cárcel a los detenidos y embarga bienes de la secta.

8. La agencia antidrogas de EE.UU. podría sumarse a la investigación sobre la secta.

9. Los Consultorios de Medicina Integral Abasto, otra entidad de captación de la secta.

10. El hermano de una víctima de la secta asegura: “sale muerta o loca”.

 

 

1. Desarticulan la Escuela de Yoga de Buenos Aires: al descubierto, décadas de manipulación y terror.

FUENTE: Aleteia

 

 

Una semana después de la gran operación policial que la noche del 12 al 13 de agosto acabó con la detención del gurú de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), los titulares de muchos medios de comunicación de todo el mundo han acabado centrando su atención en el tenor español Plácido Domingo. El hecho de que haya un famoso presuntamente implicado –la secta le habría provisto de una adepta para un “encuentro sexual”– despierta un notable interés mediático. Así comienza el artículo que ha escrito Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en el portal Aleteia.

Es habitual que suceda esto, y se corre el riesgo de minimizar lo verdaderamente grave en un caso así: la realidad durísima, y prolongada en el tiempo durante décadas, de una secta que actuó durante décadas con total impunidad, llegando a una explotación integral de las personas que caían en sus manos. Veamos de forma resumida las claves principales que entran en juego.

Una redada de película

La mañana del pasado 13 de agosto, el diario Clarín se refería a lo que había sucedido en las horas anteriores como “un megaoperativo que incluyó unos 50 allanamientos en simultáneo y 24 detenidos”, no sólo en la sede central de la EYBA situada en Villa Crespo –un barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires–, sino también en otros emplazamientos de la capital, incluido el aeropuerto internacional de Ezeiza. Las autoridades lo habían etiquetado como “Operación Secta Sociedad Anónima”.

El mismo diario bonaerense detallaba así las acusaciones que motivaron, después de un año de investigación, tal redada policial: “trata de personas agravada por coerción, hurto, lavado de activos, asociación ilícita, ejercicio ilegal de la medicina, expendio irregular de medicamentos y tráfico de influencias”. Entre lo incautado, un millón de dólares y hasta material pornográfico, que proporcionaron impactantes imágenes a los medios de comunicación. Sin embargo, era sólo la muestra más superficial de una trastienda tenebrosa

¿En qué consistía la secta?

Como es frecuente en algunas sectas, había todo un entramado de organizaciones en torno al líder, Juan Percowicz, de 84 años, llamado por sus adeptos “el Maestro” o “el Ángel”. La más conocida, la EYBA, experta en captar personas interesadas en el yoga, una práctica de origen hindú tan difundida en nuestros días. Junto a ella, la consultora de coaching BA Group, los Consultorios de Medicina Integral Abasto y las empresas estadounidenses Avanti Wellness y ‘We Are Candor’, entre otras entidades pantalla o vinculadas directamente con el grupo sectario.

Bajo toda esta superestructura de alcance internacional, una dinámica de manipulación psicológica protagonizada por Percowicz, que a través del yoga, el crecimiento personal, el coaching o el asesoramiento filosófico, se aprovechaba de las vulnerabilidades de las personas ofreciéndoles la solución a todos sus problemas, la superación de las adicciones, la sanación y la felicidad. Los captados, tras ser aislados de su entorno anterior, acababan siendo víctimas de algo muy semejante a la esclavitud, mucho más allá del simple aprovechamiento económico.

De hecho, algo que ha llamado la atención es la explotación sexual a la que el grupo sometía a algunas de sus adeptas. Éstas servían a la secta haciendo “servicios sexuales” a personas que podrían servir a los intereses grupales, ya fuera por su dinero, ya por su posición de poder. Es lo que habría pasado con Plácido Domingo –y posiblemente salgan a la luz más casos en los próximos días–. No es la primera vez que los argentinos conocen algo así, ya que en los años 90 hubo una gran operación policial contra los Niños de Dios, tristemente conocidos por su práctica de prostitución de las adeptas, entonces con fines proselitistas.

Las investigaciones han mostrado cuál era la estricta jerarquía de la secta, en 7 niveles muy delimitados: por debajo de la cúspide, ocupada únicamente por el gurú (el “Ángel” o “Maestro”) se encontraban los apóstoles. Bajando un escalón, los genios. Y en el cuarto lugar, los alumnos. Fuera de esto, los “humanos comunes” en los últimos tres peldaños del escalafón sectario. La obediencia a los dictados del líder servía para ascender en esta vida… y en otras, gracias a su creencia en la reencarnación, otro elemento más en la presión grupal para el sometimiento. Además, se ha comprobado el uso de psicofármacos en la secta.

Por qué no se ha hecho nada en casi 30 años

En 1993 se abrió una investigación a la EYBA por captación de víctimas para la explotación sexual. Pero, como señala Infobae, “la causa pasó tres jueces y finalmente le dictaron falta de mérito”. Hubo otras denuncias por parte de víctimas en los años posteriores, pero lo único que prosperó fue el procesamiento de Juan Percowicz por hurto calificado en 1996. Nada más. Hasta que la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) de Argentina ha actuado 29 años después de la primera investigación.

El primero de los jueces que actuó en 1993 fue Mariano Bergés. Según informa La Nación, tuvo que dejar el caso “después de que los acusados promovieran su juicio político”. Hasta ahí llegaba en aquel momento la influencia de la secta, que tenía importantes contactos entre la clase política. En 1999, el tercer juez en intervenir, Julio Corvalán de la Colina, impulsó la investigación tras la intervención de dos familias de jóvenes captadas a las que incapacitó.

Y fue entonces cuando empezaron las presiones, algo por desgracia habitual en las sectas, cuyos líderes se presentan como víctimas de conspiraciones y persecuciones. En 1999, un grupo de congresistas de EE.UU. envió al presidente argentino (Carlos Menem) una misiva denunciando en la investigación contra Percowicz supuestas violaciones de los derechos humanos. Algo que se repitió en 2002, con una carta al entonces mandatario Eduardo Duhalde por parte de Adolfo Pérez Esquivel y otros referentes argentinos de la lucha por los derechos humanos.

“Aprovechan las miserias humanas”

El diario Clarín ha entrevistado en estos días al magistrado Bergés, que recuerda bien cómo vivió aquel proceso, y cómo los adeptos de la secta “me recusaban todos los días y hasta tuve que ir a la Cámara de Diputados a dar explicaciones de mi trabajo”. Repasando la lista de los ahora detenidos, afirma sin rodeos: “Es de locos, no lo puedo creer. Son todas las mismas personas que investigamos hace 30 años”. Y añade: “Volvieron. Aprovechan las miserias humanas”.

América TV entrevistó esta semana al padre y al hermano de una adepta, Valeria, a la que llevan sin ver 8 años. Preguntados por cómo fue captada, apuntan a dos factores principales: el carisma del líder y la situación por la que atravesaba la joven. “Le buscan la debilidad a la gente”, explica su hermano. En la secta “siempre prometieron cura de enfermedades, adicciones…”. De una participación aleatoria, Valeria pasó –en un proceso que duró cuatro años– a una pertenencia que ocupaba todo su tiempo.

Al igual que el juez, esta familia afectada lo tiene claro: “en lo que se cuenta hoy, yo no detecto nada nuevo”, señala el hermano de la adepta, que el pasado 13 de agosto, al conocer el operativo policial, parecía estar reviviendo lo que pasó en su adolescencia. “Me da la impresión de que la Valeria de hoy no es la Valeria de antes”, explica su padre, que llegó a ser acusado por la secta y por su hija de ser un violador.

 

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2. Prostitución, extorsión y lavado de dinero en la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: El País

 

 

En el barrio de Villa Crespo, en el centro geográfico de la capital de Argentina, funciona desde hace más de 30 años la Escuela de Yoga de Buenos Aires. Es una casa de diez plantas, paredes blancas y una puerta de rejas negras. Los vecinos dicen ahora que siempre vieron allí “cosas raras”. La Justicia argentina detuvo el viernes pasado (12 de agosto) en 50 redadas a 19 integrantes de la escuela, entre ellos a su fundador, un notario de 84 años llamado Juan Percowicz. El grupo está acusado de integrar una secta dedicada a reclutar y someter a cientos de personas. Las víctimas, que acudían deseosas de alcanzar “el desarrollo de la felicidad”, terminaban esquilmadas de sus bienes, sometidas a la servidumbre y hasta prostituidas.

Según relata Federico Rivas Molina en el diario español El País, Percowicz es un viejo conocido de la justicia argentina. En 1993 fue imputado por los mismos delitos que ahora lo han llevado a la cárcel, pero salió limpio. Su expediente pasó por tres juzgados, gracias a los vínculos que el líder tenía con políticos locales y organizaciones de Derechos Humanos internacionales. Las acusaciones contra la Escuela de Yoga, finalmente, quedaron en la nada. Casi 30 años después, la justicia ha vuelto a caer sobre Percowicz y sus cómplices.

El líder ya es un anciano que vive en un barrio cerrado en las afueras de Buenos Aires y se mueve en automóviles caros. Cuando la policía llegó a su casa, tenía en su poder casi dos millones de pesos (unos 15.000 dólares), además de monedas de plata y dólares. Sus cómplices se reparten entre Argentina y Estados Unidos, donde la secta tiene una oficina de captación.

El mecanismo que usaban para engañar a sus víctimas era de manual. Una estructura verticalista, sistemas de captación disfrazados de cursos “ontológicos” y una aceitada maquinaria para quedarse con el dinero de los “alumnos”. En la punta de la pirámide estaba Percowicz, que se hacía llamar “el ángel” o “el maestro”. El líder era el nivel siete de la organización, secundado por “apóstoles” (nivel seis), “genios” (nivel cinco) y “alumnos”, nivel cuatro. Para los “humanos comunes” se dejaban los niveles inferiores. Según se desprende de la acusación, los integrantes de las escalas más altas tenían a su cargo distintos emprendimientos que daban vida y, sobre todo, recursos a la organización.

La captación de “alumnos” se hacía en BA Group, una escuela de “coaching ontológico” y “felicidad personal” ubicada en el centro de Buenos Aires. Cerca de 1.700 personas pasaron por la escuela. Una vez dentro, las mujeres eran sometidas el “geishado”, un eufemismo para referirse a la prostitución. Las víctimas eran entregadas durante largas temporadas a empresarios ricos que pagaban por los servicios de las “alumnas”. Las mujeres obtenían a cambio puntos para ascender en la escala elaborada por el líder.

Al mismo tiempo, la secta se quedaba con el dinero de los integrantes de la escuela, que donaban propiedades o hacían aportes de hasta 10.000 dólares por mes para ascender a “genios” o “apóstoles”. A los más díscolos se los sometía a una “cura de sueño”, un cóctel de drogas que prometía curar todo tipo de adicciones y hasta el sida. Los “pacientes” eran captados en su mayor parte en Estados Unidos y enviados a Buenos Aires para el “tratamiento”.

Durante los allanamientos, la policía incautó más de un millón de dólares, 30 medallas de plata, una prolífica colección de viejos vídeos en VHS con escenas de sexo sadomasoquista, juguetes sexuales e historias clínicas y títulos de propiedad de los alumnos. Según un informe de la Policía, “las ganancias obtenidas de la explotación de todas estas personas -alumnos y pacientes- ingresarían al circuito legal mediante inmobiliarias y una escribanía, que tiene la organización en nuestro país, y distintas fundaciones creadas en los Estados Unidos, generando con ello un flujo constante de divisas extranjeras para dicha organización”.

En las escuchas telefónicas ordenadas por el juez Ariel Lijo queda claro el mecanismo de recaudación de la secta. En una de ellas, difundida por Infobae, Juan Percowicz, el líder, y Marcela Sorkin, una “apóstol” a la que llamaban La Leona, hablan de una alumna que vive en Estados Unidos que, sin consultar, había decidido reducir su aporte de 10.000 dólares a sólo mil. “Y aparte de eso, ahora me dijo que tiene que venir a Buenos Aires para ver a su familia biológica. Esa chica decía que se quería comprar un departamento en Estados Unidos. Ella se quiere gastar toda la plata que heredó de este muchacho del polo. Está tan autodestructiva Juan, tan autodestructiva”, se quejaba Sorkin ante el jefe de la organización.

 

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3. Las grabaciones a la Escuela de Yoga de Buenos Aires muestran cómo obtenían el dinero.

FUENTE: Varios medios

 

 

El pasado 16 de agosto por la tarde, Juan Percowicz, Marcela Sorkin y Federico David Sisrro, el principal jefe y dos de los principales operadores de la secta Escuela de Yoga Buenos Aires, se negaron a declarar ante el juez Ariel Lijo. Luego, volvieron a sus celdas, tras ser arrestados por la división de Trata de Personas de la Policía Federal, en una noche de más de 30 redadas donde cayeron junto a 16 de sus cómplices. Los acusan de trata de personas, lavado de dinero, ejercicio ilegal de la medicina, en una trama de falsa iluminación espiritual y coaching ontológico, con sus fieles prostituidas con hombres ricos, entre eufemismos como “geishado” y “banquito”.

Sin embargo, como explica Federico Fahsbender en el medio argentino Infobae, su silencio no cambia nada: sus teléfonos hablaron por ellos. Dos audios que son parte de la investigación a los que accedió Infobae revelan la grotesca manipulación que supuestamente cometían para despojar a sus fieles de sus bienes. En estas conversaciones, Sorkin, alias “La Leona”, es la voz principal. Un diálogo tiene como interlocutor a Sisrro; el otro, a Percowicz, el histórico regente de la Escuela de Yoga. Sorkin y Sisrro fueron capturados en el aeropuerto de Ezeiza mientras intentaban fugarse a Estados Unidos con 6.700 dólares y 300 blisters de pastillas. Ambos están sospechados de ser las cabezas de BA Group, la escuela de coaching ontológico que servía como mecanismo de captación para la Escuela.

Percowicz, de 84 años, paciente cardíaco según su abogado defensor, tuvo que ser llevado en silla de ruedas a los tribunales de Comodoro Py. Lo arrestaron en el country Santa Clara de Tigre con una camioneta Ford Bronco sin un solo rayón en su pintura, mil dólares, casi un millón de pesos y 30 medallas de plata. Junto a él fue arrestada la abogada Susana Barneix, una parte instrumental en la historia. Está acusada de ser parte del “estudio jurídico contable” de la secta. La imputación en su contra es particularmente siniestra: la Justicia federal sostiene que la letrada y otro cómplice confeccionaban a voluntad los testamentos de las víctimas de la organización con el apoyo de una escribanía.

De eso, precisamente, se trata uno de los audios que ilustran esta nota. La charla es entre Sisrro y Sorkin. Hablan de una discípula de la secta, fallecida poco antes. Su nombre era Liliana. Había sido promovida a uno de los máximos niveles de la organización: el grado 6, el nivel de apóstol, sólo debajo del maestro mismo. Para ser apóstol, al contrario de los pescadores en las orillas de Galilea, aquí supuestamente había que pagar, en cash o en propiedades, en vida y más allá de la muerte. “Le tiró la bronca, pero nada grave. Él mismo preguntó: ‘¿Y el certificado cuándo va a estar?’ El tipo se fijó y dijo que todavía no está. Le dije: ‘Listo, Guille, me encargo yo’”, dijo Sisrro.

“Bueno, ellos también lo van a necesitar”, replica Sorkin. Lo que dice Sisrro luego es aterrador: “Es probable que lo necesiten por la sucesión”. “La Leona” asiente: “Exactamente”. “Después le cuento a Barni”, sigue Sisrro, en posible referencia a Barneix. Luego, completa: “El certificado lo voy a buscar yo”. “Es una cosa que encargamos nosotros, y de última la abogada pidió porque lo necesitaba”, sigue Sorkin: “Y vos no dudaste que lo que teníamos que dar”. “Ellos no preguntaron nada de los autos”, sigue Sissro: “Así que no le dije nada de un testamento, ni de abogados”. La orden de “La Leona” es explícita: “De los autos no se habla más”.

El próximo audio es una conversación entre Sorkin y Percowicz mismo. Hablan de otra “alumna”, “La Alemana”, que vive en Estados Unidos, aparentemente con una jugosa herencia, y una situación con su “sobre”. El término es otro eufemismo de la Escuela de Yoga, el aporte de dinero de las víctimas para subir de nivel o mantenerse en la estructura. Algunos, según el pedido de arresto firmado por el juez Lijo, podían llegar hasta 10.000 dólares.

“Viste que yo te dije que ‘La Alemana’ estaba amenazando con el tema de su ‘sobre’”, comienza “La Leona”. “Sí, sí”, asiente Percowicz. Sorkin dice: “Pasó de diez mil a mil. Y aparte de eso, ahora me dijo que tiene que ver a Buenos Aires, a Neuquén, para ver a su familia biológica. No está nada bien esa chica, Juan. Por eso decía que tengamos cuidado. Esa chica decía que se quería comprar un departamento en Estados Unidos. Ella se quiere gastar toda la plata que heredó de este muchacho del polo. Está tan autodestructiva Juan, tan autodestructiva... Está muy mal. Fijate lo que hizo con el sobre”.

Lo que sigue es una muestra de la aparente voluntad de control de la secta sobre sus miembros: “Aparte, cuando me llamó por el tema este, no me preguntó. Decidió que viene a la Argentina para encontrarse con su familia biológica, para el tema del cumpleaños de su mamá y su papá. Una cosa, papi, muy fea, ¿viste?”.

Toda esta codicia desmedida marcada por mecanismos de control clásicos de una secta tal vez sólo sea el preludio de algo peor. La causa, de una alta complejidad, que refleja el paradigma contemporáneo y el cambio de época en investigaciones penales en las fuerzas de seguridad, continúa bajo el secretario y la fiscal Alejandra Mangano de la PROTEX, con la división de Trata de Personas que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, en colaboración directa con el Bureau of Diplomatic Security del State Department estadounidense en su enlace con la embajada local.

La colaboración estadounidense no es casual. Uno de los anzuelos de venta de la EYBA es un insólito tratamiento contra la adicción a las drogas. Un documento de la causa asegura: “Uno de estos ‘negocios’ desarrollados por la EYBA es precisamente la clínica - recordemos, empleada para la coerción de los ‘alumnos’ y ‘alumnas’- que también se utilizaría con otras personas, fundamentalmente estadounidenses, que concurren con el propósito de recibir ‘tratamientos’ por situaciones de consumo problemático de estupefacientes, entre otros padecimientos, y también terminan siendo víctimas de las ‘cura de sueño’ y otras prácticas que vulneran sus derechos humanos. La difusión de estos ‘tratamientos’ es llevada a cabo por las filiales que la EYBA posee en los Estados Unidos”. Al menos tres supuestas empresas fueron mencionadas.

Según leemos en Todonoticias, el aporte económico de los adeptos no finaliza con la muerte de los integrantes, ya que el Estudio Jurídico Contable de la EYBA, a cargo de Susana Barneix y Daniel Eloy Aguirre, confeccionan sus testamentos para repartir sus bienes y que no sean heredados por sus familiares. En el expediente, también señalan que la secta utilizaba medicamentos somníferos para lograr el control total de las alumnas y las explotaban sexualmente a través de una práctica que llaman “geishado” o “palomear”. Esto consistía en enviar a un grupo a mantener encuentros sexuales con personas de elevado poder económico para obtener dinero, protección e influencias. Este “harén” viajaba a Uruguay o a Estados Unidos constantemente para “complacer a los clientes” el tiempo que dispusieran.

 

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4. La empresa BA Group y sus cursos de liderazgo y desarrollo personal, pantalla de la secta.

FUENTE: Infobae

 

 

El pasado 12 de agosto por la noche, Marcela Sorkin, alias “La Leona”, y Federico Sisrro, acusados de ser los principales operadores de la secta Escuela de Yoga de Buenos Aires, fueron detenidos por la división de Trata de Personas de la Policía Federal en el aeropuerto de Ezeiza. Intentaban viajar a Estados Unidos, donde Sorkin tiene un hermano también vinculado a la organización. Cargaban computadoras portátiles, documentos, más de 300 blisters con pastillas y un bollo de 6.700 dólares en el bolsillo, tal como explica Federico Fahsbender en Infobae.

La secta fue acusada por el juez Ariel Lijo con el secretario Martín Canero, el fiscal Carlos Stornelli y la fiscal Alejandra Mangano de la PROTEX, de diversos delitos como trata de personas, prostituir a sus víctimas con empresarios y hombres ricos, en un desvalijamiento de todos sus bienes. Podían exigir un “sobre” de hasta 10.000 dólares por mes a sus víctimas más acaudaladas, dinero que luego era supuestamente entregado al “maestro”, su líder, Juan Percowicz, arrestado horas antes de que Sorkin y Sisrro cayeran.

El tormento podía ser en vida, pero el control que la secta ejercía iba más allá de la tumba. Un audio revelado por Infobae contiene una charla entre Sorkin y Sisrro donde hablan del certificado de defunción de una seguidora del grupo, llamada Liliana (véase la noticia anterior). Lo que se escucha es considerado por investigadores del caso como un grosero intento de manipulación para presuntamente quedarse con sus bienes. Liliana había obtenido el nivel 6 en el grupo, el grado de apóstol, solo superada por el líder mismo, al que se llegaba pagando. “De los autos no se habla”, le ordena Sorkin a Sisrro.

También, “La Leona” y el hombre que intentó huir a Estados Unidos junto a ella se dedicaban a otra cosa. Ambos están registrados en los rubros de enseñanza de la AFIP. Eran las figuras visibles de una de las principales operaciones del grupo, una escuela llamada BA Group, ubicada en la calle Bulnes al 1400, zona de Villa Crespo. En una sala con computadoras y equipos de música, la PFA descubrió una curiosa caja. Tenía más de 20 videocasetes, cine porno en su amplia mayoría, viejas películas sadomasoquistas de comienzos de los años 90, con mujeres torturadas en sus portadas. Algunos títulos en los lomos de las cajas eran casi caricaturescos, como “Su Ultima Vuelta en Pony”

Sorkin y Sisrro se mostraban en su sitio web al frente de cursos o entregando diplomas. Dedicada en teoría al coaching ontológico y a la gestión de recursos humanos, BA Group ofrecía cursos de “desarrollo de felicidad personal”, “liderazgo en tiempo de pandemia”, “gestión del cambio”, con discursos similares a los de Leonardo Cositorto y Generación Zoe. Los cursos eran “facilitados” por sus “consultores filosóficos senior”. De todo el menú, la serie de clases de “turismo filosófico” parece la más curiosa. “Por experiencia sabemos que nuestra vida cotidiana está llena de maravillas que, como son cotidianas, por lo general no nos detenemos a observar y a admirar. Tales maravillas que todos llevamos dentro las denominamos Las 7 Maravillas Filosóficas”, dice su instructivo.

Para la Justicia, de acuerdo con documentos del expediente, BA Group no era otra cosa que una trampa de moscas para captar nuevos miembros. Según investigaciones de la división Trata de Personas -que depende de la Superintendencia de Delitos Federales-, cerca de 1700 personas pasaron por sus cursos. La PFA colaboró con el Bureau of Diplomatic Security del State Department de Estados Unidos, en un nuevo paradigma investigativo para las fuerzas de seguridad.

La pista estadounidense no es un detalle menor, con ramificaciones de la secta investigadas en Chicago, Las Vegas y New York. Con cuatro personas acusadas, entre ellas el hermano de “La Leona” Sorkin, “Juan Percowicz decide directamente la compra de departamentos o incluso edificios enteros en Las Vegas para el alquiler de oficinas”, asegura un documento del expediente. La secta podía recaudar hasta 500.000 dólares mensuales. La investigación en Estados Unidos podría extenderse a otros delitos, algo que podría definirse en las próximas horas.

 

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5. Una víctima de la Escuela de Yoga de Buenos Aires se confronta con el abogado de la secta.

FUENTE: TN

 

 

Pablo Salum, víctima y denunciante más conocido de la secta “Escuela de Yoga de Buenos Aires”, de Villa Crespo, se cruzó en vivo por Todonoticias con el abogado defensor de la organización, Federico Bossi Ballester: “Que deje de mentir. Es una vergüenza que este tipo esté ahí. Él era parte de la organización. Que deje de mentir”, dijo casi a los gritos. Después, Salum contó que él iba a la casa del abogado a “jugar al cuarto oscuro” y que las madres de ambos se conocían: “Decime dónde la tenés, hace 30 años que no la veo. Ella sigue siendo parte de la organización”.

En tanto, el abogado aseguró que él nunca formó parte de ninguna secta, aunque reconoció que sí conocía a la mamá de Salum. “Da la cara, contale a la gente lo que sale de ahí adentro. Esta vez no zafan. No intenten tocar a personas del poder porque esto se va a poner feo. Quiero que todos vayan presos y paguen por lo que hicieron”, remarcó Salum. A su vez, pidió que “no haya más encubrimientos”. “Quiero que Juan Percowicz vaya a prisión. Tiene que morirse en la cárcel. Hay riesgo de fuga, así que por favor le pido a la Justicia que no lo deje libre porque se van a escapar”, sostuvo, aunque el abogado dijo que esto no es así. Asimismo, el principal acusador señaló: “No les tengo miedo, ya me arruinaron la vida”.

“Acusaciones por el aire no, yo trato de ser respetuoso y de situar los hechos”, dijo Federico Bossi Ballester. “Usted habla de hechos de hace 30 años y los quiere traer hasta el día de hoy. Personalmente no lo conozco, jamás jugué con él”, indicó el abogado, pese a que Salum contradijo sus dichos a lo largo de toda la entrevista. En este sentido, Bossi Ballester explicó: “Ninguna de las 19 personas declaró ante la Justicia porque es una estrategia de defensa. Seguramente después van a declarar, pero yo todavía no vi las pruebas porque no hicimos tiempo”. “Negamos la trata. Para que haya trata, tienen que haber víctimas y no hay víctimas”, remarcó el abogado. Mientras que agregó: “Las supuestas víctimas son mujeres mayores. No me consta que haya ofrecimiento de dinero por sexo”.

 

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6. El periodista Alfredo Silletta analiza el caso de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: Perfil

 

 

El escritor y periodista Alfredo Silletta dialogó en “Modo Fontevecchia”, por Net TV y Radio Perfil, y analizó la causa de la secta de Villa Crespo, tal como leemos en el diario Perfil. Contó cómo se comprobó que había una “gran cantidad de lavado de dinero” y explicó el concepto de “bombardeo de amor”. Además, se refirió a las acusaciones por incesto, prostitución y poder. “Cuando uno pierde su propia identidad, responde a lo que le dice el maestro”, sentenció.

- Se informó que la Justicia investiga esta secta desde 1993. ¿Por qué se tardó tanto en desarticularla?

- El problema es que es muy difícil judicialmente investigar grupos sectarios. Recuerdo cuando se había decidido investigar en su momento y tuve algunas reuniones con el juez que estaba a cargo del caso. Él lo investigó por el artículo 126, que es la corrupción de mayores. Pero es un tema complicado de probar y ese es un artículo que casi no se usa. Una cosa es corrupción de menores y otra de mayores.

Es difícil comprobar si hay prostitución VIP porque qué político o empresario se va a presentar ante un juez para reconocer eso. Hubo muchas presiones. En aquel momento la gente de la Escuela de Yoga se instalaba en la puerta del juzgado y veía quiénes entraban. Incluso se habla de que un juez de la Corte, hoy fallecido, presionaba para que los liberaran. Fue un tema complejo y quedó en la nada.

También hubo una periodista que escribió un libro sobre el tema, porque entró al grupo para hacer una investigación, y coincidía en que era muy difícil de comprobar. Pensé que se había disuelto el grupo porque, cuando aparecen los medios de comunicación, tienden a desaparecer. Lo importante para ellos es permanecer en el anonimato.

Los temas que puedan elegir son secundarios, acá lo único que preocupa es si manipulan o no a las personas. La nueva investigación se da por una denuncia que aparece hace un año y un pedido a la Embajada de Estados Unidos. Se comprobó que había una gran cantidad de lavado de dinero y nadie sabía su origen. El juez Lijo les habría intervenido los teléfonos y este es un elemento central. Lo más difícil de comprobar va a ser el tema de la trata porque es una nueva legislación.

- Los 19 detenidos hicieron un pacto de silencio. ¿Eso emula a lo que era el clan Manson? ¿Hay un pacto común para no hablar?

- En general hacen causa común. Ellos creen que el líder es un ángel. Por lo que vi, se repiten muchos de los apellidos que estaban en esa época, y es un grupo muy cerrado. Se ve que hay un segundo nivel detrás del líder que le responde firmemente. Estamos hablando de mucho dinero, en una casa se encontró un millón de dólares. Es muy difícil romper ese pacto, pero se puede. Esa es la tarea de la fiscal y del juez.

Estos grupos son así de cerrados. Siempre hay alguno que se va a quebrar. Esto funciona porque alguien se acerca en busca de algo espiritual, con un grupo que lo contiene, y mucha gente resuelve sus problemas así. Ellos lo que hacen es un “bombardeo de amor” para integrar a la gente al grupo y ahí empieza el adoctrinamiento. Por eso es difícil que se quiebren sólo por ser detenidos, se sienten perseguidos.

- ¿Es una inversión eso del “bombardeo del amor”?

- Por supuesto. Ellos siguen mucho la técnica de un discípulo de Bourdieu, que decía que había siete niveles. Para ir evolucionando tenés que pasar de nivel. El nivel máximo es el maestro, donde nadie llega. Es como una estafa piramidal. Por eso se genera cada vez más dependencia e inversión de dinero. Esas personas, cuando están muy adoctrinadas, terminan aceptando las reglas del juego. Dependen del grupo y rompen sus relaciones familiares y de amistad. Te tratan de la mejor forma posible al principio, no siempre está el tema del sexo, para integrarte y ser parte de un grupo.

- Eso desde la lógica de la víctima. En el caso del victimario hace falta una organización, dinero y un lugar. ¿Cómo se forma? ¿Dónde nacen los recursos?

- En el caso de Juan Percowicz, empezó con un grupo de señoras que eran esposas de militares. Comenzó con clases de yoga, comenzó a crecer, y siempre trabajó con sectores medios y altos. En los noventa daba charlas y se vinculó con un grupo de políticos. De esa manera legalizaban y crecía el grupo. Después empezó el tema de la donación de la plata y él comenzó a construir un edificio y donde todos se fueron a a vivir. Pero no lo compró, todos iban poniendo dinero.

En ese sentido, se podía comparar con el caso del “Maestro Amor”, que terminó con 14 años de prisión. La gente cuando cree, entrega parte de su fortuna. Hay charlas del líder y otras personas donde se habla de eso y cómo presionaban a la gente. Cuando uno pierde su propia identidad, responde a lo que le dice el maestro. La lógica es que algo tiene que dar el otro, ya sea con patrimonio o con su cuerpo. Y siempre aumenta la escala, donde la víctima también se convierte en victimario.

 

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7. El juez mantiene en la cárcel a los detenidos y embarga bienes de la secta.

FUENTE: Varios medios

 

 

El juez federal Ariel Lijo rechazó el pasado 16 de agosto la excarcelación solicitada por los 19 detenidos acusados de integrar la presunta secta que actuaba en el barrio porteño de Villa Crespo, entre ellos su líder Juan Percowicz, por lo que seguirán detenidos. Según leemos en Perfil, la decisión del juez fue tomada después de que el fiscal Carlos Stornelli, en conjunto con los de la unidad anti trata, Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, reclamaran que los acusados sigan detenidos hasta que se defina sus situaciones procesales.

Los 19 arrestados fueron indagados el 15 de agosto y se negaron a declarar. El juez Lijo cuenta con diez días para definir si impone los procesamientos con prisión preventiva o no, consignó la agencia NA. Paralelamente, el juez formó un incidente y embargó 37 domicilios, entre los que se encuentra el de Estado de Israel 4453/57, este último la sede central de la organización donde vivían presuntos víctimas y victimarios. Asimismo, como parte del embargo también se incluyó 13 vehículos que pertenecen a los detenidos.

El juez Lijo, por pedido de los fiscales, también dictó la inhibición general de bienes, la inmovilización y congelamiento de las cuentas y productos bancarios y al franjado de las cajas de seguridad que registrasen los nombrados. Juan Percowicz, el supuesto creador y líder de la organización, que tiene 84 años, por ahora seguirá detenido, aunque el juez pidió informes médicos para ver si deben acceder al arresto domiciliario en función de la avanzada edad y porque supera el límite de 70 fijado por la ley para ese tipo de casos. Bajo la orden de Percowicz había una línea de al menos 18 personas que lo secundaban y que tenían a su cargo los distintos “emprendimientos”. Mientras avanza la investigación ahora la Justicia va a trabajar sobre los dispositivos secuestrados y documentación.

Estafas, trata de personas, servidumbre y explotación sexual

La acusación es por hechos cometidos de 2004 en adelante y van desde estafas, trata de personas, reducción a la servidumbre, la explotación sexual que hacían de las alumnas de la escuela yoga y otros delitos que aún se investigan sobre la organización a la que pertenecen -BA Group y sus subsidiarias Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA) y Clínica CMI Abasto-. También está pendiente la detención de otros tres integrantes de la organización, para lo cual se pidieron sus respectivas capturas internacionales y se sospecha que residen en los EE.UU., donde esta organización también tenía lazos.

La organización tenía tres grandes ejes de donde conseguir ingresos: uno era el sector de salud, que incluía la internación por adicciones, el suministro de psicofármacos, y el funcionamiento de una clínica en donde se prometía la “sanación”, consignó la agencia Télam. Un segundo eje era el “sobre ceremonial”, que se basaba en el pago mensual de 200 dólares por parte de los “alumnos” para ser parte de la organización, que podía llegar hasta la suma de 10.000, dependiendo el alumno. Por otra parte, a los “alumnos” se les apropiaban sus bienes y se los colocaba a disposición de la organización, haciéndolos firmar, en algunos casos, testamentos a favor de sus miembros.

El tercer eje de la organización, y una de las principales fuentes de financiamiento, era la explotación sexual de alguna de sus “alumnas”, que en la jerga de la organización denominaban “geishado VIP” o “palomear”, que consistía en enviarlas “a mantener encuentros sexuales con personas de elevado poder económico para obtener dinero, protección y/o influencias”. Su objetivo era captar a empresarios o personas de poder para “obtener grandes sumas de dinero para la organización”.

Los investigadores creen que la organización captaba a “alumnos y alumnas” desde al menos el año 2004 y “contaba con una estructura jerárquica y piramidal de la que participaban aproximadamente 179 alumnos, repartidos entre sus diversas sedes ubicadas principalmente en esta ciudad, y en Las Vegas, Chicago y Nueva York”.

Cómo es el lugar donde funcionaba la secta

La organización tenía su sede porteña en un edificio ubicado en Estado de Israel al 4457, lindera con un supermercado chino y un local de repuestos de automotores, cuyo empleado aseguró a Télam no haber visto “nada” extraño. En cuanto a la construcción, de color verde agua con varios balcones llenos de plantas, cuenta con dos entradas con la misma numeración, una de las cuales se encontraba con uno de los vidrios rotos, a raíz del allanamiento que realizó la policía el pasado 12 de agosto, tal como explicó una vecina que vive a pocos metros del edificio. “Lo único que se escuchó fue cuando rompieron el vidrio de la puerta, pensé que era algo de drogas y la verdad no tenía ni registro del edificio, vivo hace poco acá pero nunca vi nada”, señaló la mujer.

“Cuando yo salí vi que llegaron como 30 policías, el SAME, los bomberos, vallaron todo y pusieron unas camillas a disposición con las que sacaron a gente mayor del edificio; no sé si estaban descompensados por la situación o si tendrían algo que ver con la secta”, añadió. Por último, señaló que en el edificio “hay algunos pisos de gente común, digamos, viviendo y el resto los usaban para tráfico de personas, prostitución... todo lo que ya escuchamos”.

Otra vecina, residente de la misma cuadra, sostuvo que si bien “pensábamos que era una escuela de yoga, se veía mucho movimiento por fuera de lo normal, gente que entraba y salía, y algo raro se veía”. Por último, una mujer que salía de hacer las compras diarias en el supermercado vecino, explicó que hace más de 30 años que vive en el barrio y, siempre que pasó por la zona, vio “autos lujosos y entrada de mucha gente”. “A diferencia de uno que vive en el barrio y es clase media, siempre se vio gente de clase más alta, por el tipo de personas que salían del lugar”, concluyó.

Las fotografías del interior

Por su parte, Todonoticias tuvo acceso a las fotos del noveno piso de la sede central de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, donde funcionaba lo que los investigadores denominan un “museo del sexo”. Según indicaron fuentes judiciales, el espacio presentaba características similares a las de un hotel alojamiento, entre ellas una habitación reservada con una cama de dos plazas donde se concretaban encuentros carnales.

La hipótesis de la investigación señala que en ese piso 9 del edificio ubicado en Estado de Israel 4457 se llevaban a cabo parte de los servicios sexuales ofrecidos por la organización. De acuerdo con la información recabada en la causa, la secta utilizaba medicamentos somníferos para lograr el control total de las alumnas y las explotaban sexualmente a través de una práctica que llaman “geishado” o “palomear”.

Esto consistía en ofrecer encuentros sexuales con personas de elevado poder económico para obtener dinero, protección e influencias. En el expediente figura que la mayoría se concretaban tanto en el llamado “museo del sexo” como otras propiedades de la organización, ubicadas en las calles Corrientes al 4900 y Paraguay al 900 de la Capital Federal. Otros se llevaban a cabo en distintos hoteles porteños y algunos, incluso, fuera del país (más precisamente en Uruguay y Estados Unidos), cuando grupos de discípulas eran enviados al exterior para “complacer a los clientes” el tiempo que dispusieran.

Por otro lado, en el marco del allanamiento, se constató que en la planta baja del mencionado inmueble ubicado en la calle Estado de Israel la secta ofrecía los que se denominaban “cafés”. Se trataba de encuentros, organizados los martes y los viernes de 20:00 a 21:30, en los que se brindaban charlas, se mostraban videos y se realizaban otras prácticas de fidelización o captación. A través de la pregonación de una filosofía sobre terminar con “los males del SIDA y las drogas” y tener como objetivo “el desarrollo de la felicidad”, la organización captaba a personas ofreciéndoles un tratamiento con el propósito fundamental de obtener dinero.

Las ganancias que obtenían a través de este y otros métodos comenzaron a ingresarla al circuito legal a través de distintos artilugios como la creación de fundaciones en el extranjero -lo cual a su vez generaba un ingreso en divisas- y, dentro del país, se blanqueaba el dinero mediante la compra de propiedades y vehículos.

 

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8. La agencia antidrogas de EE.UU. podría sumarse a la investigación sobre la secta.

FUENTE: La Nación

 

 

La DEA, el organismo antidrogas norteamericano, se sumaría a la investigación de la secta desbaratada durante 50 allanamientos realizados en Villa Crespo, Belgrano, Almagro, Flores y Ezeiza. Según explica Gustavo Carabajal en La Nación, el aviso a la DEA se concretó a partir de las detenciones de tres supuestos integrantes de la organización en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, cuando estaban por abordar un vuelo rumbo a los Estados Unidos.

Cuando los detectives de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal apresaron a los sospechosos hallaron entre el equipaje al menos 300 blísteres de medicamentos. Ante la presunción de que podrían estar ante la comisión del delito de tráfico de medicamentos hacia los Estados Unidos, las autoridades argentinas alertaron a la embajada de ese país en la Argentina, que, además, comunicó el hallazgo de los medicamentos a la DEA.

En un breve lapso de tiempo, el organismo de lucha antidrogas debería responder si se suma a la investigación. Al proceso judicial que se desarrolla en la Argentina también se incorporaron elementos aportados por otras agencias de investigación de los Estados Unidos. Se trata de la información referida a presuntas cuentas radicadas en ese país que serían utilizadas para comprar un edificio valuado en 1.500.000 dólares.

Según fuentes de la investigación, los sospechosos detenidos en el aeropuerto, con los medicamentos, habrían sido identificados como Marcela Alejandra Sokin, alias la Leona, Federico Sisrro y Horacio Vesce. El hallazgo de medicamentos resultó una constante en, al menos, seis de los inmuebles allanados. Por ejemplo, en la clínica, que funcionaba sin habilitación, en Guardia Vieja 4072, los detectives hallaron más remedios y cien historias clínicas. Todos los allanamientos se fundaron en información aportada por el Departamento Trata de Personas de la Policía Federal a la fiscalía federal especializada en Trata de Personas (Protex), con datos aportados por la embajada de Estados Unidos en la Argentina y diversas agencias internacionales.

Solo en los procedimientos realizados por la Policía Federal durante el fin de semana de las detenciones se incautaron 1.130.454 dólares, 1.638.532 pesos, 1.000 libras esterlinas, 100 euros, 52 monedas de oro (1,850 kilos de ese metal precioso), un kilo en monedas de plata, además de una flamante camioneta Ford Bronco (que estaba en la casa de Juan Percowicz, supuestamente el líder de la organización, en un barrio privado de Benavídez y tiene un valor de mercado de 8.900.000 pesos), además de historias clínicas de posibles “pacientes” de la secta. El ejercicio ilegal de la medicina es otro de los posibles delitos que son investigados en este expediente. La decisión del magistrado de inhibir los bienes secuestrados durante los 50 allanamientos se fundó en la necesidad de evitar que algún apoderado de los detenidos decidiera vender las propiedades.

Para los responsables de la pesquisa, es necesario reconstruir el circuito del dinero de la secta que, llegaba a recaudar más de medio millón de dólares por mes, gracias al aporte de sus integrantes y de los cobros de los cursos sobre filosofía y yoga y las supuestas curas contra el cáncer y las adicciones que ofrecían a los “fieles”. La organización está acusada, entre otros delitos como se consignó, de trata de personas con reducción a la servidumbre mediante la coerción. Sumaban gente con el argumento de que tenían remedios para “los males del SIDA y las drogas” y que trabajaban para “el desarrollo de la felicidad”.

Reclutaban fieles, “alumnos”, los iniciaban y les cobraban para darles acceso a la palabra del líder, a la promesa de felicidad y bienestar, a pertenecer al “círculo”. Los obligaban a cortar con los lazos familiares, pero también a ceder bienes y propiedades. Durante los allanamientos los responsables de la pesquisa judicial encontraron 138 títulos de propiedades que serán sometidas a un análisis de dominio para establecer si alguno de esos inmuebles pudo haber sido desapoderado de su verdadero propietario de forma fraudulenta.

 

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9. Los Consultorios de Medicina Integral Abasto, otra entidad de captación de la secta.

FUENTE: Infobae

 

 

La historia de la secta Escuela de Yoga de Buenos Aires llega a su capítulo más oscuro hasta ahora. La organización, allanada tras una larga investigación de la división de Trata de Personas de la Policía Federal de Argentina está acusada de los delitos de trata de personas y lavado de dinero a gran escala, de vender iluminación espiritual a los pies de un falso maestro para prostituir a sus víctimas con empresarios y hombres ricos, o quitarle los bienes incluso después de muertas fraguando sus testamentos y certificados de defunción con su propio estudio jurídico.

La secta podía recaudar hasta 500.000 dólares por mes. Los acusan de exigir “sobres” a sus estudiantes, donaciones de hasta 10.000 dólares por mes. La estructura, en un amplio organigrama trazado por los investigadores, incluye operaciones en Estados Unidos, filiales en Chicago, Las Vegas, New York, compra de oficinas o literalmente de edificios. Pero, tal vez, lo peor de todo estaba en el Abasto. El 13 de agosto por la madrugada, la Federal entró por la fuerza en la clínica Consultorios de Medicina Integral Abasto, situada en una casa chorizo en la calle Guardia Vieja al 4000. Allí, encontraron cerca de cien historias clínicas, junto a una supuesta paciente y una enfermera. También se encontraron juguetes sexuales.

CMI Abasto operaba al menos desde 2009, de acuerdo con su viejo sitio web, dado de baja. Hablaban de enlaces con Estados Unidos, con una misteriosa operadora, y un enfoque terapéutico poco ortodoxo. “La figura del coach filosófico es clave en la terapia, brindara apoyo en todo momento del tratamiento médico. En caso de ser necesario mantenimiento, el paciente contara con el correspondiente coacheado filosófico”, anunciaban, el típico speech de la secta. Ofrecían tratamientos para adicciones, medicina del sueño, neumología, nutrición. Aseguraban haberle curado el cáncer no una, sino dos veces, a una mujer que les dedicó un poema.

Para la Justicia, el CMI Abasto era un agujero de torturas. Un documento de la causa al que accedió Infobae revela que “allí ‘alumnos’ y “alumnas” serían internados y adormecidos durante varios días como forma de “aleccionamiento” y ‘subordinación’, cuanto tendría lugar fundamentalmente cuando algún integrante plantea alguna crítica o duda respecto del líder y la organización”. El expediente continúa: “Esta práctica, que se realizaría a través del consumo de psicofármacos y la denominan ‘cura de sueño’, es resistida incluso por quienes secundan al líder por miedo a quedar adormecidos”. Peor todavía: de acuerdo con la causa, el alumno castigado tenía que pagar su propio tormento en pastillas.

En el allanamiento en Guardia Vieja se hallaron anotaciones sobre una paciente consideradas de sumo interés para el expediente a cargo del juez Ariel Lijo y el secretario Martín Canero. Estaban en un pizarrón, que decía: “Celeste F. I:10-04-22. Dar media porción de comida. Todos los viernes por la noche entra en descanso, hasta domingo al despertar”.

Drogar gente no ocurría sólo en situaciones puntuales. Se sospecha que habría personas controladas con psicofármacos de manera permanente para ser fácilmente manipulables. La Escuela de Yoga Buenos Aires tenía con qué. Los medicamentos y jeringas fueron una figura repetida en los más de 30 allanamientos de la Federal. Marcela Sorkin, alias “La Leona”, una de las jefas del grupo bajo el máximo líder, Juan Percowicz, fue arrestada en el aeropuerto de Ezeiza mientras intentaba huir con 300 blisters de pastillas y un bollo de 6.700 dólares en el bolsillo.

Hay siete sospechados señalados en la causa del Juzgado Federal N°4 como presuntos operadores de la clínica, entre ellos un presunto psicólogo que anuncia en sus perfiles web sus “tratamientos filosóficos”: el organigrama de la PFA lo señala directamente como implicado en las “curas de sueño”. Hay administrativos, otros presuntos terapeutas. La líder de la clínica, según el viejo sitio web de CMI Abasto, es Alicia Arata, de 62 años, alias “Doqui”, jubilada en los papeles, bioquímica y farmacéutica según su sitio web.

Arata fue una de las 19 sospechosas arrestadas. La Federal había marcado su camioneta Ford Explorer, que terminó embargada por la Justicia. Para el juez Lijo, es una de las titulares de la clínica. Se incautaron recetas firmadas por ella, así como recetarios en blanco con su sello. Se negó a declarar. La encontraron en el complejo de la secta, un edificio de la calle Estado de Israel al 4000, donde cayeron otros nueve sospechosos, entre jeringas y pornografía, además de máquinas de contar dinero, cuadernos, computadoras e instrumental quirúrgico. En el mismo edificio fue arrestada Susana Mendelievich, una de las miembros de segunda línea de máxima confianza del capo Juan Percowicz, al que llamaba “papi” en audios encontrados en el caso.

El expediente continúa. El pasado 16 de agosto, el juez Lijo rechazó excarcelaciones y ordenó restringir el patrimonio de los acusados. La pista estadounidense de la secta podría ser el próximo paso. CMI Abasto se traducía, aseguran investigadores, en dos organizaciones radicadas en Estados Unidos. “A su vez, la organización trasladaba psicofármacos y antidepresivos a Estados Unidos de América. Para ello, colocaban los medicamentos en el interior de las valijas de quienes realizaban los viajes”, llamados “casalitos” en la jerga interna, según un nuevo documento del caso firmado por Lijo. La misteriosa mujer que era mencionada como la operadora americana en la vieja web de la clínica figura como su cabeza. El truco es peor que en el Abasto: el blanco esta vez son adictos en recuperación con dinero en el bolsillo que pueden ser convertidos en aportantes al jefe.

 

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10. El hermano de una víctima de la secta asegura: “sale muerta o loca”.

FUENTE: Telenueve

 

 

Tras conocerse los detalles de las actividades que ocurrían dentro de la secta llamada Escuela de Yoga de Buenos Aires, los familiares de una de las víctimas que fue captada por la secta habló con Telenueve y contó los duros momentos que vivieron. Asimismo, Martín Sommariva, hermano de Valeria, contó que su hermana denunció a su propio padre por “privación ilegítima de la libertada y violación”.

“Ella llega a la escuela de Yoga por la mujer del socio de mi papá de ese momento. En algún momento le aconsejó empezar a participar de ese grupo para ver si servía mejorar esos temas que ella arrastraba”, comenzó a explicar Martín, a quien se lo notó siempre muy tranquilo, pero también dolido por los años que pasaron y por “perder” a su hermana.

En cuanto al tiempo que le llevó a la secta poder convencer a Valeria de sus prácticas, Martín contó que luego de cuatro años comenzó a irse todos los días a la escuela y de casualidad nos enteramos de qué se trataba” y que la joven de 20 años denunció a su papá para irse definitivamente de su casa: “En 1993 se fue de casa mediante una denuncia en contra de mi papá por privación ilegítima de la libertad”. Por su parte, Rodolfo, a quien se le nota el dolor en su rostro, contó que su propia hija lo denunció por violación, pero que “estuvo orientada por las autoridades de esta escuela, utilizaron la imagen destructiva mía considerándome un padre violador. La madre consentía todo esto”.

En paralelo, Martín contó cómo se enteró de las situaciones que se vivían en la secta: “Yo la acompañé una vez a una de esas reuniones y me llamó la atención que todos se saludaban con un pico en la boca entre hombres y mujeres, todos”. También, con resignación, explicó que “perdimos el contacto desde hace 9 años con ella. No tenemos diálogo con ella, mientras estuvo la causa ella pasaba. Se notaba que las cosas que decía estaban preparadas”.

Por último, el hombre sostuvo que “a mi hermana la que se fue de casa no la voy a volver a ver. En el mejor de los casos volverá algo parecido. Después de todo lo que pasó en el medio, no creo que cuando se dé cuenta de todo lo que hizo no pueda volver”, y por último agregó que un escalofriante relato: “una mujer que conocimos me dijo una vez 'hacete la idea que tu hermana de ahí sale muerta o loca'; al principio no le creía, pero hoy creo que tiene razón”.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.