Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 975

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12 de sep. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: DESAPARICIÓN DE GRUPO EN VENEZUELA

 

1. Un grupo de 30 personas, desaparecido desde el 22 de agosto en Venezuela por un retiro.

2. Las personas desaparecidas en la espera del fin del mundo pertenecen a dos familias.

3. El obispo de San Cristóbal aclara que el retiro no fue organizado por la Iglesia.

4. Las autoridades venezolanas explican la naturaleza del grupo desaparecido y su retiro.

5. Estrategia de búsqueda del grupo que esperaba el fin del mundo para el 15 de septiembre.

6. Encuentran al grupo desaparecido en buen estado y “rezando el rosario”.

7. La madre de un niño del grupo desconocía que su hijo fue llevado a un retiro.

8. La líder del grupo perteneció a la Renovación Carismática, pero “el fanatismo la colapsó”.

9. El grupo se llamaba “Siguiendo a Jesús”: del amor de Dios a la obsesión.

10. Así exigió silencio la líder a sus seguidores: “si uno mete la pata, pereceremos todos”.

 

 

1. Un grupo de 30 personas, desaparecido desde el 22 de agosto en Venezuela por un retiro.

FUENTE: El Pitazo

 

 

La desaparición de personas en extrañas condiciones en La Grita, municipio Jáuregui (Táchira, Venezuela), mantiene a los organismos de seguridad alertas para intentar localizarlas. Así se iniciaba la noticia del pasado 5 de septiembre en El Pitazo, firmada por Lorena Bornacelly. Una de las hipótesis es que asistieron a una montaña por actividades religiosas. El jefe de Seguridad Ciudadana y director de la Policía del Táchira, Wilman Rivera, manifestó que vecinos de La Grita indicaron que una de las personas reportadas como desaparecidas instó al resto del grupo a resguardarse en una montaña debido “al fin del mundo”.

“Hablaron de la Virgen María, que se le apareció a uno de ellos y le dijo que se retiraran a un sector específico para salvarse porque el mundo se iba a acabar y así hicieron”, detalló Rivera. Precisó que la investigación está a cargo de la fiscal 27 del Ministerio Público debido al misterio del caso y a las distintas hipótesis que hay. Las condiciones extrañas de estas desapariciones impiden a los organismos de seguridad saber con certeza qué pasó o está pasando.

El 22 de agosto, una persona realizó la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por la desaparición de un ser querido. Sin embargo, las indagaciones reflejan que son más de 30 personas. “Hay hipótesis con diferentes números. Principalmente eran 15, luego reportaron cinco más y suman 20, y hoy en día se habla de 35 a 40 personas. No podemos dar una información muy puntual porque sólo hay hipótesis de lo sucedido”, explicó el director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal.

La información de Canal coincide con la ofrecida por Rivera, al referir que se trataba de una actividad religiosa que duraría cuatro días, pero después de dos semanas sin comunicación se inició la búsqueda en el municipio Jáuregui, que se extendió también hasta el municipio Uribante, donde presumen las autoridades que pudieron estar las personas. La misteriosa desaparición está llena de irregularidades y preguntas. La hipótesis sobre una secta o retiro espiritual es la más fuerte entre los organismos; sin embargo, a juicio del director de la Policía del Táchira, las inconsistencias son muchas y no descartan otros delitos.

“No hay una lista de personas y por eso tampoco una cifra. Nos llama la atención que uno tiene a su alrededor muchos dolientes y hablamos mínimo de 24 personas de las que nadie ha estado pendiente ni pedido información. Sólo un padre y nadie más”, aseveró Rivera Torres. El Pitazo pudo conocer que entre las personas que buscan se encuentran una recién nacida, adolescentes de 17 años y adultos mayores de más de 60 años.

Los convencieron de que venía el fin del mundo

No existe una versión oficial o precisa sobre lo sucedido en La Grita, municipio Jáuregui, en la zona de montaña del Táchira. Dos familias fueron reportadas desaparecidas, pero las autoridades suponen que pudiesen ser más de 30 personas en total. Sin embargo, sólo hay una denuncia formal y fue la que dio pie a que se iniciaran las investigaciones. Henry Luna, de 20 años, primo de quien puso la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), relató a través de Twitter las circunstancias en las que desaparecieron estas personas debido al fanatismo religioso.

«Se fueron a una finca, quién sabe dónde, con todos los niños. Ellas –mis dos primas y mi tía política– venían comprando mucho mercado, tipo Apocalipsis zombie. Encerraron hasta la casa y todo porque supuestamente ya venía el fin del mundo. Esa creencia del fin del mundo se las metió en la cabeza una señora, que es la que publican como la directora de la secta. En una reunión que tuvieron, porque según una de las desaparecidas, hablaba con la Virgen”, publicó.

El Pitazo pudo conocer que la situación en La Grita es de tensión entre los ciudadanos, quienes saben que hay un tema religioso de por medio, pero temen que se trate también de otras cosas. “Dicen que está lo de la Virgen, que supuestamente le habló sobre el fin del mundo a una mujer, pero también que es tráfico de personas, tráfico de órganos, la guerrilla o cualquier otro grupo. La señora Rosa había pasado por aquí a decirnos que el mundo se iba a acabar, pero yo no estaba dispuesta a dejar mi casa. Si se acaba, se acaba conmigo en mi hogar y con mi familia”, indicó una habitante de la localidad que pidió reservar su identidad.

Luna menciona a esa misma mujer –Rosa– en su relato. Su primo, padre de uno de los menores de edad, había sido excluido de la familia por “tener un demonio”. Sin embargo, su tío sí fue invitado, pero rechazó asistir al ritual. “Mi tío fue el que relató la historia de lo que había sucedido porque a él lo invitaron a la finca, que no se sabe si era un retiro espiritual o es un búnker a prueba de zombies por ahí escondido en una montaña. Él no quiso ir, aparentemente se fueron sin avisarle a nadie”, precisó.  La fuente consultada por El Pitazo explicó que los familiares de los desaparecidos evitan hablar, saludar o interactuar con sus vecinos. Además, los rumores y especulaciones se escuchan en cada establecimiento o local. “No sabemos nada, pero de alguna manera se siente miedo”, aseveró.

Las personas están desaparecidas desde el 22 de agosto, pero las investigaciones no se iniciaron hasta que hubo una denuncia formal. Para intentar localizar al grupo fueron desplegados seis funcionarios de Protección Civil Táchira, cuatro de Protección Civil Jáuregui, tres guardaparques de Inparques, 10 efectivos del Cicpc, tres del Destacamento 214 de la Guardia Nacional y tres efectivos de la Policía Nacional Bolivariana.

 

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2. Las personas desaparecidas en la espera del fin del mundo pertenecen a dos familias.

FUENTE: El Pitazo

 

 

El misterio sobre los desaparecidos en La Grita, municipio Jáuregui, crece a diario, según relataba el pasado 7 de septiembre Lorena Bornacelly en El Pitazo. Autoridades iniciaron la búsqueda de las personas sin tener certeza sobre qué pasó. El despliegue incluye funcionarios de Protección Civil, Guardia Nacional, Policía Nacional Bolivariana y miembros del Instituto de Parques.

La información al respecto sigue siendo opaca. Autoridades anunciaron cifras distintas sobre los desparecidos. Protección Civil precisó que podrían ser entre 35 y 40 personas y la Policía del Táchira, que serían entre 20 y 24. Sin embargo, tras el inicio de la investigación formal, El Pitazo pudo conocer que las reportadas son dos familias, una conformada por 9 personas y otra por 7, para un total de 16 desaparecidos.

La información de los pobladores de la montaña asegura que en dos camionetas se trasladaron a la montaña, la ubicación es inexacta. El director de la Policía del Táchira explicó el pasado 5 de septiembre que fue designada una fiscal nacional y en la primera visita realizada al pueblo, fue a una finca de uno de los desaparecidos, en donde encontraron ropa y restos de comida, por lo que presumen que estuvieron allí. El encargado de la finca indicó a las autoridades que su jefe solía desaparecer por largas temporadas, pero no sabía a dónde.

El alcalde del municipio Jáuregui, Juan Carlos Escalante, informó a medios locales que con 160 funcionarios intentan localizar a estos grupos en toda la montaña de la zona. Cuerpos de investigación buscan también en las zonas aledañas a los municipios José María Vargas y Uribante, que colindan con Jáuregui. La hipótesis que tienen las autoridades es sobre una acción por el supuesto fin del mundo. Rosa García, la persona que promovía el resguardo para evitar el fin del mundo, les aseguró a las familias que la Virgen María le habló y advirtió de que a mediados de septiembre se acabaría el mundo y debían esconderse en la montaña.

El Pitazo intentó contactar a las personas que figuran como contactos en las imágenes que ruedan por redes sociales; sin embargo, no fue posible establecer comunicación con ninguno de ellos. Estas personas son residentes del sector Santa Ana del Valle de La Grita. El listado preliminar sobre los desaparecidos, según las publicaciones en redes sociales, es el siguiente:

Roselis Luna Roa, de 28 años. Dorymar Prato Luna, de 8 años. Valery Prato Luna, de ocho días de nacida cuando se fueron a resguardar. José Manuel Mora, de 35 años. Roxana Luna Roa, de 32 años. Manuel José Mora Luna, de 10 años. José Alejandro Mora Luna, de 6 años. Dickson Luna Gutiérrez, de 14 años. Brígida del Socorro Roa, de 56 años. Faltaban por identificar los miembros de la familia Serrano Pabón, que también está con ellos.

El Cicpc investiga el caso. Además, designaron a la Fiscalía 22 del Ministerio Público para las averiguaciones. Las personas desaparecidas residen en el sector Santa Ana del Valle del municipio Jáuregui. Seis funcionarios de Protección Civil Táchira, cuatro de Protección Civil Jáuregui, tres guardaparques de Inparques, 10 efectivos del Cicpc, tres del Destacamento 214 de la Guardia Nacional y tres efectivos de la Policía Nacional Bolivariana participan en el operativo.

La misteriosa desaparición está llena de irregularidades y preguntas. La hipótesis sobre una secta es la más fuerte entre los organismos; sin embargo, a juicio del director de la Policía del Táchira, comisario Wilman Rivera, las inconsistencias son muchas y no descartan otros delitos. Una secta es una organización, por lo general religiosa, que se aleja de las doctrinas tradicionales y es de carácter secreto para quienes no pertenecen a ella, en especial cuando se la considera alienante o destructiva para quienes la siguen.

Unas horas después, El Pitazo publicaba, junto con estas informaciones, los nombres que faltaban por conocer de los desaparecidos, es decir, los de los miembros de la otra familia implicada: Wuilfrido Serrano (32 años). Francy Peña (27 años). Adolfo Peña (59 años). Teresa García (53 años). Carlos Peña (30 años).

 

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3. El obispo de San Cristóbal aclara que el retiro no fue organizado por la Iglesia.

FUENTE: El Pitazo

 

 

Un grupo de personas están desaparecida en La Grita, municipio Jáuregui. De acuerdo con los pobladores del lugar, son familias pertenecientes al movimiento carismático católico, quienes promovieron un retiro espiritual para resguardarse del supuesto fin del mundo. Lo cuenta Lorena Bornacelly en El Pitazo. Pero por los comentarios en el pueblo y redes sociales, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, se pronunció en rechazo e hizo la aclaratoria de que ninguna parroquia de Jáuregui ha promovido un retiro espiritual ni alguna actividad parecida.

«Algunos de ellos son miembros de grupos de apostolados, pero no se puede decir que el grupo de apostolado a la renovación carismática son los que están organizando este tipo de cosas, todo es una responsabilidad propia de algunas personas», explicó Moronta. La mujer promotora del supuesto resguardo perteneció por años al movimiento de renovación carismática; sin embargo, se alejó cuando otro encargado asumió la responsabilidad de guiar a los pertenecientes al movimiento y creó su propia corriente católica.

«El hecho de que las personas estén o hayan estado vinculadas a la iglesia no significa que sea un acto, según lo que están diciendo, que depende de las parroquias, que era un retiro o jornada de convivencia, eso no es así. Ninguna de las parroquias de La Grita ha organizado algo así», aseveró el prelado. Para la noche del 7 de agosto no había información sobre el paradero de estas personas que, presumen, sean 16 pertenecientes a dos familias. No descartan que pudiese haber otros con ellos.

 

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4. Las autoridades venezolanas explican la naturaleza del grupo desaparecido y su retiro.

FUENTE: El Pitazo

 

 

Desaparecidos, extraviados o escondidos, los tres términos han sido utilizados para referirse al grupo de personas buscado por las autoridades en La Grita, municipio Jáuregui, en la zona de montaña del Táchira. El alcalde de la localidad, Juan Carlos Escalante, precisó que ninguno es un delincuente o está solicitado por las autoridades. «No son perseguidos. No los estamos persiguiendo, sólo queremos saber de ustedes –refiriéndose al grupo–, nos tienen preocupados, tienen a toda la ciudad y quizás a todo el Táchira en zozobra», aseguró Escalante, según recogía el 8 de septiembre Lorena Bornacelly en El Pitazo.

El mensaje a los desaparecidos fue claro al expresarles que los buscan sólo por constatar su estado de salud, por la alarma que hay a nivel regional, y no porque sean delincuentes o hayan cometido algún delito. «Estamos preocupados por ustedes, por favor comuníquense, hágannos llegar un mensaje a través de una persona, de un familiar. Comuníquense y dennos certeza de que están bien, nosotros queremos saber sobre el estado de bienestar en que se encuentran», precisó el alcalde. Entre las personas desaparecidas se encuentran menores de edad, incluso una niña de menos de un mes de nacida, y mayores de 60 años. Las montañas tachirenses suelen tener bajas temperaturas, además de problemas en la conectividad y las comunicaciones.

Algunas aclaraciones necesarias

No hay una razón clara sobre la desaparición de 16 personas en La Grita, municipio Jáuregui. En redes sociales y medios de comunicación se ha reseñado sobre una secta que esperaba el fin del mundo, satánicos e incluso una invasión extraterrestre. En este escenario las autoridades tachirenses indicaron que las indagaciones realizadas desmintieron todas esas teorías. El alcalde del municipio Jáuregui, Juan Carlos Escalante, dijo a El Pitazo este 8 de septiembre que, aunque fueron a una actividad religiosa, quizá rayana en el fanatismo, los adultos son personas conocidas y sin antecedentes de ningún tipo.

“Están –los desaparecidos– en permanente oración, en el rezo del rosario. Son personas profundamente católicas, tienen su criterio sobre la vida, sobre la religiosidad, sobre el desarrollo del mundo. No hay cuestiones de extraterrestres de ningún tipo, no hay cuestiones de sectas satánicas de ningún tipo. Lo que hay es un grupo que se formó desde hace tiempo, que venía planificando este retiro desde hace tiempo, son personas que están en permanente oración”, enfatizó.

En la investigación encontraron detalles con los que presumen que el grupo se encuentra bien y el testimonio de amigos y conocidos especifica que alquilaron una vivienda con baño, agua y comodidades, y es donde se encontrarían en sus jornadas de oración. “Sabemos que el propósito era huir, eso lo pudimos recabar el día de ayer. Según información de los moradores, campesinos que los vieron pasar hace diez días en sus vehículos, que tuvieron contacto con ellos; por tanto, los cuerpos de seguridad están en puntos específicos donde tenemos alguna certeza de que puedan estar”, explicó Escalante. Detalló que estas personas son ciudadanos respetables, trabajadores y honestos, pero que cayeron en el fanatismo. No cree que atenten contra sus vidas.

 

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5. Estrategia de búsqueda del grupo que esperaba el fin del mundo para el 15 de septiembre.

FUENTE: El Pitazo

 

 

Organismos de seguridad establecieron una estrategia de manera conjunta para intensificar la búsqueda de un grupo de personas que desapareció tras acudir a un retiro religioso en La Grita, estado Táchira, el 22 de agosto, según informó Protección Civil el pasado 7 de septiembre. «Autoridades, organismos de seguridad y prevención establecen estrategias de manera conjunta para la búsqueda de las personas desaparecidas en La Grita», indicó el organismo en su cuenta de Instagram, tal como informó El Pitazo el día siguiente.

En el operativo de búsqueda participan funcionarios de Protección Civil, la Policía de Táchira, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la Guardia Nacional (GN), así como la Alcaldía de Jáuregui, lugar del retiro. Por el momento, las autoridades no han ofrecido más detalles sobre el presunto retiro religioso. La hipótesis sobre una secta es la más fuerte entre los organismos; sin embargo, a juicio del director de la Policía del Táchira, comisario Wilman Rivera, las inconsistencias son muchas y no descartan otros delitos.

Por su parte, el alcalde del municipio tachirense de Jáuregui, Juan Carlos Escalante, sostiene: «Es bien sospechoso lo que se viene presentando con estas familias (…). Hay varias versiones, no sabremos cuál es la acertada hasta que los organismos encargados hagan la investigación correspondiente». De acuerdo con el portal La Nación, Rosa Edilia García, una mujer religiosa de 57 años, habría persuadido a los desaparecidos de que la siguieran a un supuesto encuentro con Dios o la virgen en una montaña de los páramos del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza, entre los estados Táchira y Mérida.

La gran mayoría de los habitantes no entiende cómo el grupo integrado por los miembros de varias familias se haya dejado manipular. Parientes cercanos y vecinos le dijeron al portal tachirense que Rosa García es una «religiosa apasionada» y «fuera de lo común». Allegados al grupo de más de 25 personas aseguran que, antes de la salida, se aprovisionaron de gran cantidad de alimentos, pues debían esperar hasta más o menos el 15 de septiembre, cuando según Rosa sería el fin de mundo. Ante la situación, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, la rechazó e hizo la aclaratoria de que ninguna parroquia de Jáuregui ha promovido un retiro espiritual ni alguna actividad parecida.

 

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6. Encuentran al grupo desaparecido en buen estado y “rezando el rosario”.

FUENTE: El Pitazo

 

 

Después de tres días de búsqueda de las familias reportadas como desaparecidas, fueron ubicadas en la tarde del pasado 8 de septiembre por autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en el páramo La Negra, sitio donde estaba instalado un punto de control de las autoridades. El municipio Jáuregui estaba sitiado por Guardia Nacional, Protección Civil, Bomberos y el Instituto de Parques, quienes se apostaron en cuatro puntos. Interrogaban a los conductores, recordaban que el grupo estaba intentando ser localizado y pedían que ante cualquier información fuese notificada. Lo cuenta Lorena Bornacelly en El Pitazo.

Sobre su desaparición, las autoridades aseveraron que habían huido de manera voluntaria a una vivienda para rezar y resguardarse de un supuesto fin del mundo. El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, detalló que las personas desaparecidas estaban todos bien y en una vivienda con alimentos, agua y comodidades. Para el momento de esta publicación inicial, El Pitazo pudo conocer que las 16 personas estaban bien y que en las próximas horas las autoridades ofrecerán mayores detalles. Las personas estaban desaparecidas desde el pasado 22 de agosto, cuando acudieron a un retiro religioso en La Grita, municipio Jáuregui del estado Táchira.

Los familiares esperan información

Desde el momento en que el gobernador Freddy Bernal informó por un audio de WhatsApp sobre el hallazgo de las 16 personas desaparecidas, familiares de los rescatados hicieron acto de presencia en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para pedir información o intentar verlos. Ninguna de las personas quería hablar o tener contacto con la prensa. En pequeños y cerrados grupos esperaron hasta después de las 11:30 pm por información, pues no tenían certeza de qué pasaba.

El Pitazo pudo conversar con una de los familiares de los 16 rescatados, quien indicó que les permitirán terminar su retiro espiritual. “Les quedan cinco días de retiro, ellos no están haciendo nada malo, están rezando y eso no es pecado”, dijo la persona, que no quiso identificarse ni detallar de quién era familiar. Pese al despliegue policial, militar y de rescate, ninguna autoridad había ofrecido declaraciones al momento de publicar esta nota. El director del Cicpc, Douglas Rico, compartió a través de Twitter fotografías del procedimiento y aseguró que todos estaban bien.

Así fue el rescate de las 16 personas desaparecidas

A 3.200 metros sobre el nivel del mar, en el páramo La Negra del municipio Jáuregui, fueron localizadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) las 16 personas reportadas desaparecidas. Cuando ingresaron en la vivienda en la que se encontraban estaban rezando un rosario. El primer rastro que tuvieron los organismos de seguridad fue que estaban en Santa Ana del Valle, en La Grita, donde vecinos aseguraron haberlos visto movilizarse en dos camionetas.

Según el testimonio de esas personas a los funcionarios de Protección Civil, cambiaron de locación porque el ruido de la ciudad los distraía en el retiro espiritual, incluso dejaron sus teléfonos celulares para poder desconectarse. Además, la dueña de la vivienda les advirtió de que sus fotografías rodaban en las redes sociales. Uno de los rescatistas que participó en el operativo contó a El Pitazo que la mujer que estaba con sus hijas, una recién nacida y otra de ocho años, indicó que su expareja podría estar buscándola por problemas entre ellos. La mudanza fue a una finca en el páramo La Negra, vía al estado Mérida, a ocho kilómetros de La Grita.

Su nueva locación les permitió estar como querían: desconectados y sin distracciones. El director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, describió las condiciones en las que se encontraban en la vivienda. “Era una casa que tenía todas las comodidades necesarias y, en efecto, era un retiro espiritual. Todos coincidieron en sus testimonios sobre la dinámica, que era levantarse, rezar el rosario, desayunar, ordeñar las vacas de la finca, revisar los pollos, preparar almuerzo, descansar, rezar el rosario, jugar con los niños, preparar cena, rezar el rosario y dormir. Todos fueron evaluados y ninguno presentaba indicios de violencia”, explicó a El Pitazo.

En el lugar la temperatura habitual es de cero a tres grados; ellos tenían cobijas, suéteres y todo lo necesario para protegerse. Los menores de edad participaron a las autoridades que se sentían famosos cuando se enteraron de que estaban en las redes sociales; sin embargo, los adultos pidieron disculpas por el alboroto y el despliegue, que consideraron innecesarios. Las personas fueron trasladadas en vehículos oficiales a la sede del Cicpc a rendir declaraciones, a ser revisadas por médicos y, al término de eso, llevadas a sus viviendas para que decidan si volverán o no a su retiro espiritual.

 

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7. La madre de un niño del grupo desconocía que su hijo fue llevado a un retiro.

FUENTE: El Pitazo

 

 

La madrugada del pasado 9 de septiembre fueron trasladados al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) los menores de edad junto con dos adultos que se encontraban desaparecidos, según informa Lorena Bornacelly en El Pitazo. Liseth Gutiérrez, madre de un adolescente de 13 años, describió las circunstancias en las que su hijo desapareció, pues había autorizado que fuese a un paseo junto con su familia paterna, mas no a un retiro espiritual y menos con las características de un fin del mundo.

“Luego de un tiempo yo recibí una llamada del papá y del tío, que ellos están desaparecidos –el niño y la familia–, y yo me vine a ver qué estaba sucediendo. Resulta que me hablaban de una situación un poco extraña, que la Virgen hablaba a través de Roxana, la tía de mi hijo, que ella estaba engañada por una señora que se llama Rosa”, explicó. Las alarmas nunca se encendieron en la madre, pues la abuela del adolescente y las tías le pidieron permiso y ella accedió por las vacaciones. Serían una o dos semanas de paseo para limpiar una finca y ya, mas no sabía que era un retiro espiritual.

Fue el padre del joven quien la llamó y la alertó, tras rumores en La Grita de que estaban desaparecidos. “Él estaba con la abuela y sus tías, y nunca pensé que ellas andaban con esas creencias religiosas y que se llevaron al niño con mi consentimiento, pero no a lo que era. No es un show. Eso que pasó son actitudes o comportamientos que no son de una persona cuerda. Ellos, cuando supieron que yo estaba buscando a mi hijo, huyeron, es algo que de verdad no tiene lógica”, aseveró. Considera que debieron llamarla y decirle que todo estaba bien para mitigar cualquier rumor sobre desaparición o rapto.

Las personas rescatadas desconocían la búsqueda

«En la noche de hoy jueves, en el sector denominado Páramo de La Negra, entre La Grita (Táchira) y límites con la población de Tovar (Mérida), fueron ubicadas 16 personas en perfecto estado de salud», dijo el gobernador Freddy Bernal el pasado 8 de septiembre. Bernal puntualizó que son 16 las personas que se encontraban orando en un retiro espiritual, pese a que medios locales reportaban un número de desaparecidos mayor a 25. «Están sanas y salvas», reiteró el gobernador.

El director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, indicó que las 16 personas dijeron que, como parte de su retiro espiritual, no contaban con teléfonos. También desconocían que las autoridades las estaban buscando. Protección Civil Táchira publicó en Instagram una fotografía en la que se puede observar a las personas rescatadas, entre las que hay varios menores de edad.

El grupo acudió el 22 de agosto a un retiro religioso para resguardarse en las montañas «debido al próximo fin del mundo», según dijeron fuentes policiales a medios locales. Unos 150 efectivos del Cicpc, otros cuerpos policiales nacionales y regionales, Protección Civil y la Guardia Nacional se desplegaron en el operativo de búsqueda, según un reporte policial. También se utilizaron equipos de drones y brigadas caninas para agilizar las investigaciones en las montañas tachirenses.

Trascendió que las 16 personas, entre ellos varios infantes, van a ser llevadas a un centro asistencial para recibir la respectiva valoración médica, pese a que están en buen estado de salud. Los cuerpos de seguridad manejaban varias hipótesis. Una de las que destacaba era la de un posible secuestro y captación por parte de una secta religiosa. Ante la última versión sobre un rito espiritual, el obispo de la diócesis de San Cristóbal, Mario Moronta, llamó a la prudencia y a no caer en falsos rumores.

El alcalde de Jáuregui, Juan Carlos Escalante, aclaró que no se trataba de sectas satánicas. “No tiene nada que ver con eso ni con extraterrestres. Son un grupo de oración y quienes los vieron nos dicen que los niños están bien”. El Pitazo pudo conversar con una de las familiares de los rescatados, quien aseguró que a las 16 personas les permitirán terminar su retiro espiritual.

 

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8. La líder del grupo perteneció a la Renovación Carismática, pero “el fanatismo la colapsó”.

FUENTE: El Pitazo

 

 

Tímida, muy religiosa y trabajadora son las palabras con las que un familiar de Rosa Edilia García la describe. Su nombre fue noticia nacional cuando la vincularon con la desaparición de 15 personas en un retiro espiritual, aunque también sonaron las frases el fin del mundo, extraterrestres, sectas satánicas y conversaciones con la Virgen María. Así inicia Lorena Bornacelly su reportaje sobre la líder del grupo en El Pitazo.

Horas antes del hallazgo de las personas, ya las autoridades no hablaban de desaparecidos, sino de grupo extraviado. En declaraciones a medios de comunicación hubo énfasis en explicar que las familias Luna Roa, García Peña y Serrano estaban conformadas por personas trabajadoras y reconocidas en el pueblo. Rosa Edilia García, de 57 años, toda su vida trabajó vendiendo pasteles andinos en la panadería de su hermano, en La Grita.

La mujer, que tiene una morocha, siempre ha sido un miembro activo de la Iglesia católica. Formó parte del grupo de renovación carismática y luego se distanció. Pese a ello, su participación en eventos religiosos se mantuvo. “Ella es una buena mujer, el problema es que el fanatismo la colapsó. Ella desde hace meses nos decía que nos confesáramos porque venía el fin del mundo. Pero nunca dijo cosas como hablar con la Virgen María o Dios”, dijo a El Pitazo un familiar que pidió la reserva de su identidad.

Alejarse de los carismáticos le permitió a Rosa García conformar su propio grupo de oración, pero ante el escenario de fanatismo religioso, su familia intentó conversar con el párroco para explicarle y pedirle mediación y evitar que pasara a mayores la actitud y radicalismo de la mujer. De acuerdo con el familiar de Rosa, nunca fueron atendidos por el sacerdote, cuya secretaria siempre indicó que estaba muy ocupado. La última vez que intentaron tener comunicación con él ya era tarde, porque por redes sociales el grupo estaba reportado como desaparecido.

La familia García es conocida en La Grita por ser trabajadora, tener buena situación económica y ser de bajo perfil. Rosa García preparó el retiro espiritual y a él invitó a su hermana Teresa, a su cuñado y sobrinas. Entre ellos sumaban nueve participantes. En paralelo, otras siete personas también fueron convidadas. Para su actividad religiosa, las familias se dedicaron a comprar alimentos, agua, gasolina y suministros para estar hasta el 13 de septiembre en la montaña tachirense, según lo que les dijeron a los funcionarios policiales que los encontraron la tarde del 9 de septiembre, después de 19 días de retiro espiritual.

Sin tener limitantes económicas, tener provisiones no era un problema para ellos. El familiar de Rosa García dijo, horas antes de ser encontrada, que ellos no estaban preocupados por la supuesta desaparición porque sabían que el fanatismo de su pariente era grande, y aunque ella era la más humilde de los hermanos, el resto del grupo familiar tenía los recursos para comprar, incluso, una finca y desconectarse sin pasar ninguna necesidad.

La misma persona tenía la certeza de que su familia estuvo bien en todo momento, porque, aunque ahora entiende que su tía Rosa sí necesita ayuda psicológica, sabía que no era mala persona y no estarían en peligro. El alcalde de Jáuregui, Juan Carlos Escalante, también coincidió horas antes del hallazgo en que ellos estaban bien, porque los conocía y no eran locos o malas personas, y además tenía la convicción de que estaban en oración constante.

Desde extraterrestres hasta sectas satánicas manejaron como tesis las autoridades en un principio por el testimonio de personas del pueblo que sabían del fanatismo de Rosa García. Pero el mismo día en que los encontraron, las autoridades se dieron a la tarea de desmentir cualquier hipótesis y explicar que el grupo de oración había ido a una actividad religiosa, que en Venezuela no está penalizada, pues en la Constitución se establece la libertad de culto.

Pero estaban desaparecidos. Lo estuvieron porque, además, en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) había una denuncia por la desaparición de dos menores de edad. El padre de las niñas formalizó lo que corría por redes, que era el extravío del grupo. Las menores de edad estaban con su mamá, familia de los Luna. Aunque la denuncia dio pie al inicio de la investigación, el familiar de Rosa García reveló a El Pitazo detalles sobre esa circunstancia y por qué ellos seguían sin angustiarse ni pensar en secuestro.

“Ellos están separados. Tienen una hija recién nacida y una de ocho años, y resulta que la mujer se negó a que la mayor pasara unos días con él y su nueva familia porque se iba de retiro espiritual. Como se desconectaron y quedaron incomunicados en la finca, él hizo la denuncia en el Cicpc como represalia contra su exmujer. Sabemos que es un problema de pareja que trascendió tanto que paralizó a un estado entero”, relató el hombre.

De allí la explicación de por qué no existieron más denuncias. En el grupo estaba un joven de 13 años cuya madre no lo dio por desaparecido sino hasta que el Cicpc la llamó. Había autorizado que su hijo fuera de paseo a una finca con su familia paterna. La alarma se encendió cuando vio por redes sociales que estaba desaparecido y que hablaban de sectas, extraterrestres y todo lo ya conocido. Pese a que dio su consentimiento, desconocía que iban a un retiro espiritual.

Aunque las autoridades y el familiar aclararon que efectivamente se trataba de una actividad completamente religiosa, existen elementos que confirman el fanatismo de Rosa García y su creencia en que algo pasaría en el mundo. Días antes del retiro mandó una nota de voz a un miembro de la familia Luna y le pedía que no dijera nada, que era delicado que otros supieran porque podrían impedir que fueran a rezar y que “ni al mismo papa se le puede decir nada”.

En un video realizado minutos después del rescate, Rosa García dijo que ellos estaban allí únicamente rezando. “Nosotros no estábamos desaparecidos. Estábamos en un retiro de oración, rezando el rosario, la sangre de Cristo y la Divina Misericordia. Pidiendo por la santa madre Iglesia, por el papa, por la salud de los enfermos y por toda la humanidad. Agradecemos a las autoridades por aclarar todo y pedimos disculpas por todo lo que ha pasado”, dijo la mujer. Las personas no querían ser trasladadas a sus viviendas cuando fueron encontradas, pues estaba estipulado estar en el lugar hasta el 13 de septiembre o extender la estadía hasta un mes. Aunque fueron llevados al Cicpc y luego a sus casas, las autoridades no desestiman que vuelvan a su retiro espiritual.

 

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9. El grupo se llamaba “Siguiendo a Jesús”: del amor de Dios a la obsesión.

FUENTE: Varios medios

 

 

“Se la pasaba dándose golpes de pecho”. Con esta expresión los habitantes de La Grita pretenden resumir el comportamiento de Rosa Edilia García, la presunta responsable de la desaparición del grupo de personas en los Andes de Venezuela, según leemos en El Universo. Vale destacar que los habitantes de la región andina de Venezuela tienen una profunda fe religiosa y sus creencias muchas veces los llevan a caer en posiciones radicales. Ideales que los convierte en presas fáciles de los fanáticos.

Según el diario La Nación, todas las investigaciones y rumores apuntan a que Rosa Edilia García tomó el rol de guía espiritual y tuvo el suficiente poder de persuasión para que las personas la siguieran. El llamado fue a un supuesto encuentro con Dios o con la Virgen, porque la mujer aseguró que recibió un mensaje de que el fin del mundo estaba cerca. “El mundo se va a acabar”, les dijo a sus seguidores, tal como leemos en El Universo.

Rosa Edilia pertenecía al grupo de oración carismática, pero desde hace algunos años se apartó de las actividades de este movimiento eclesiástico y creó uno propio llamado “Siguiendo a Jesús”. Pero lo que una vez fue un sano amor a Dios se convirtió en una obsesión, tal como lo comentaron los pobladores a La Nación. “Pasó de una práctica religiosa al fanatismo. Se la pasaba dándose golpes de pecho”.

“Siguiendo a Jesús” lo lideraba Rosa Edilia junto a un hombre de la localidad, quien no ha sido identificado. El poder de la mujer era tal que logró hacer expulsar a personas de sus hogares alegando que “tenían un demonio por dentro”. La líder religiosa no tiene hijos y forma parte de una familia de 14 hermanos, 10 mujeres y cuatro hombres de los cuales uno ya falleció.

Teresa García, una de sus hermanas, también estaba en la lista de desaparecidos y, con ella, su esposo, sus dos hijos, el yerno y su nieto de un año. Algunos piensan que la obsesión de Rosa Edilia por la religión superó los límites. “Mandaba a la gente a confesarse, a ir a misa y a rezar. Decía que muchas cosas malas venían, que Cristo lloraba lágrimas de sangre por lo que todos hacemos. Que el mundo se iba a acabar”.

Ya el 5 de septiembre, en redes sociales, una mujer, identificada como Solmayra Luna, aseguró que las familias son “engañadas y manipuladas”. “Ellos no están en ningún ritual, ellos están engañados y manipulados por una señora que se hace pasar por una supuesta líder y se llama Rosa García. Los tienen engañados con que el mundo se va a acabar y por eso decidieron ir a buscar un refugio. La señora es la que los manipula, ellos son víctimas del engaño”, alertó, tal como leemos en Meganoticias.

La opinión de los vecinos

María Villamizar llegó a pensar lo «peor» cuando oyó que 16 personas habían desaparecido en La Grita, ciudad agrícola donde vive en Venezuela, famosa por ser un punto de encuentro de peregrinos católicos, según informa El Nacional. Sintió alivio cuando supo que el pasado 8 de septiembre se localizó a ese grupo, que se había aislado en un retiro religioso tan hermético que colmó a Venezuela de rumores y llevó a movilizar tropas, canes y drones para encontrarlo.

«Es algo impactante porque nunca habíamos escuchado aquí de algo así (…). Pensábamos lo peor», dijo el día siguiente a la AFP Villamizar, trabajadora pública en esta ciudad de 90.000 habitantes en el estado Táchira, fronterizo con Colombia. «Gracias a Dios están bien», agregó Villamizar en el Santuario del Santo Cristo de La Grita. El cual, está construido entre montañas en honor a una figura de Jesucristo crucificado que data de 1610. Los fieles católicos le atribuyen múltiples «milagros». Un pasillo de enormes vitrales lleva a una capilla.

«Había zozobra» entre «teorías muy locas», comenta Deivis Márquez, de 30 años, diácono de la Basílica del Espíritu Santo, la iglesia donde está esa icónica figura de madera de Cristo, a un costado de la céntrica Plaza Bolívar. «Para nosotros fue una gran alegría», continúa, que aparecieran las personas perdidas, que viven en La Grita y sus alrededores. «Donde quiera que uno se sentaba» había gente conversando del asunto, cuenta María Isabel Rolón, de 53 años, en un puesto callejero en el que vende frente a la basílica cuadros y estampitas del emblemático Cristo.

«(Son) personas profundamente religiosas, podemos asumirlo como un retiro espiritual», dijo Juan Escalante, alcalde del municipio Jáuregui, al que pertenece La Grita. «Es importante que recibamos a estas familias de brazos abiertos». La Grita es un polo agrícola importante en Venezuela y a la vez tiene una mística particular para la feligresía católica. Todos los años, el 6 de agosto, la ciudad recibe a centenares de peregrinos que van a dar «gracias» al Cristo de La Grita por sus «favores».

 

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10. Así exigió silencio la líder a sus seguidores: “si uno mete la pata, pereceremos todos”.

FUENTE: El Estímulo

 

 

«Mi nombre es Rosa García, (…) quiero aclarar que nosotros no estábamos desaparecidos, nosotros estábamos en un retiro de oración, solamente rezando el rosario, (…) pidiendo por la santa madre Iglesia, por el papa, por la salud de los enfermos y por toda la humanidad». Eso es lo que expresó la «guía espiritual» de las familias reportadas como desaparecidas en La Grita después de que el CICPC los ubicara el jueves 8 de septiembre. Lo cuenta María José Dugarte en El Estímulo.

La mujer habló convencida, pero un audio que compartió una fuente a El Estímulo generó un cuestionamiento en la familia materna de uno de los niños: ¿Realmente decía Rosa García la verdad en el video? ¿Por qué nadie podía conocer su paradero? ¿Es verdad que fueron a rezar por la humanidad y el papa? ¿Ya se cerró el caso? Esto es lo que se sabe.

Advertencias antes de partir

«Por favor, no pueden comentarle lo que estamos haciendo, lo que estamos viviendo, lo que hemos escuchado a nadie, pero absolutamente a nadie y menos a personas de la Iglesia. Cuidadito porque todos pereceríamos», así comienza la grabación de 3:28 minutos que envió Rosa García a una mujer llamada Betania.

«Acuérdese de que nos tienen perseguidos. Estoy haciendo un llamado a todos en general porque ya empezaron los ataques conmigo en la Iglesia. La persona que me atacó dijo que todos los sacerdotes del Táchira están conectados, (…) los grupos de apostolado son a los que tenemos que tenerles más miedo (…) ellos son nuestros enemigos número uno», explica Rosa sobre las razones para no decir a dónde irían. «No podemos contarle nada a nadie. Solamente esto es para nosotros solos. Si uno solo mete la pata, por ese vamos a perecer todos», sentencia la mujer.

Contrario al fervor que muestra en el video del CICPC, Rosa señalaba en la grabación que ni el papa podía enterarse de su plan porque la institución eclesiástica ya la había amenazado: «No le podemos comentar a nadie de la Iglesia sobre los mensajes, sobre lo que la Virgen nos dijo. (…) Si el papa nos llegara a preguntar algo, no podemos decirle porque ellos en estos momentos no están en capacidad de entender absolutamente nada».

García indicó que sería la misma Iglesia y las familias quienes los perseguirían. Además, expresó que había que seguir el ejemplo de la Virgen: «La virgen María y San José todo lo guardaban en su corazón y así les estoy diciendo a todos, que todos sean ese San José y la Virgen María». En el audio, Rosa asegura que cualquier duda que se presentara debían resolverla únicamente con ella y repitió: «(…) con la gente de la Iglesia no nos podemos confiar porque he tenido graves problemas con la gente que yo creía que realmente eran santos (…)».

¿Se cerró el caso?

Posiblemente. Una persona cercana a la familia materna de Dickson Luna, uno de los menores que la familia Luna Roa llevó al encuentro religioso, dijo a El Estímulo que el caso de La Grita podría no investigarse a profundidad debido a las declaraciones de Douglas Rico, director del CICPC: «Nuestra Constitución establece la libertad de culto y de religión (…) pudimos determinar que efectivamente ellos se encontraban en ese momento espiritual. Mi llamado es a hacer buen uso de las redes sociales y no generar tantos fakes news».

Los miembros de la familia no están de acuerdo debido a lo que se escuchaba en el audio que envió Rosa García a una miembro de su grupo de oración. Sin embargo, la fuente no duda en decir lo que la mayoría repite en redes sociales: «Por lo menos el niño está bien». La madre de Dickson Luna, Lissette Gutiérrez, declaró a la prensa el 8 de septiembre cómo se desarrolló la situación: «Me siento engañada porque confíe en la abuela de mi hijo y en sus tías. Ellas se llevaron al niño con mi consentimiento, pero no a los que ellas me decían. Se lo llevaron bajo engaño. Ella me habló de (que se irían) una o dos semanas, por eso no pensé en colocar una denuncia».

Gutiérrez puso la denuncia después de que Richard Luna, el padre de Dickson, le insistiera en que debía hacerlo: «No era un show (…) tantos rumores (…), tantos comentarios que su propio papá y los familiares me dijeron… Yo me desesperé». Yeilen Gutiérrez, hermana de Lissette, resaltó lo siguiente a la prensa: «No era un juego. Era un niño que estaba desaparecido. Un niño que vino a pasar unos días con su familia paterna y jugaron con el sentimiento de nosotros».

«No sabemos qué cosas el niño pudo haber visto. No sabemos qué tanto le pudieron haber dicho al niño. No sabemos en qué grado pudo haber sido afectado porque yo no soy psicóloga», resaltó la tía de Dickson Luna. Los usuarios de redes sociales concuerdan con ellas y se preguntan: «Si no los hubieran encontrado, ¿habrían vuelto por su propia cuenta?».

Hasta ahora, los detalles de lo que estaban haciendo las dos familias que fueron al encuentro religioso al momento en que el CICPC los encontró no son públicos: sólo se sabe que estaban orando. Durante la rueda de prensa, las hermanas Gutiérrez expresaron que la información la manejaba a profundidad Richard Luna, padre del niño Dickson Luna. ¿Las personas están bien? Sí. Las 16 personas fueron encontradas en buenas condiciones físicas. De hecho, la preocupación por si los niños estaban en un contexto vulnerable se disipó: cada uno tenía abrigo, incluida la bebé cuya madre se llevó con ocho días de nacida al encuentro religioso.

 

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