Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 982

Suscripción al boletín   |   Blog en Blogspot   |   Blog en InfoCatólica

Podcast ‘Conoce las sectas’   |   Contacto

2 de oct. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Cuando tras los retiros vacacionales hay pseudoterapias y hasta sectas.

2. El líder de la Iglesia Génesis II, extraditado a EE.UU. por vender MMS.

3. Pseudoterapias y cáncer: una amenaza para el paciente.

4. Cuando las pseudoterapias “rozan las características de funcionamiento sectario”.

5. Constelaciones familiares: una pseudoterapia sin ningún aval científico.

6. ¿Sirven la acupuntura y la homeopatía para tratar el párkinson?

7. El eneagrama de la personalidad: “pseudocientífico, intrusivo y reduccionista”.

8. El nuevo rey inglés Carlos III, fiel defensor de la homeopatía.

9. La reina de España pregunta por la medicina integrativa en el tratamiento del cáncer.

10. Instituto mexicano imparte formación en Constelaciones Familiares con aval oficial.

 

 

1. Cuando tras los retiros vacacionales hay pseudoterapias y hasta sectas.

FUENTE: Aleteia

 

 

El Instituto Salud Sin Bulos ha publicado recientemente un informe titulado “Los retiros más peligrosos para la salud”. En él se advierte sobre convocatorias vacacionales que “prometen numerosos beneficios para el cuerpo y el espíritu pero, en realidad, muchas de ellas esconden dañinas pseudoterapias”. ¿Se trata de una alerta exagerada? ¿Qué hay de cierto? Así comienza el artículo que ha escrito Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en Aleteia. Precisamente Santamaría ha sido uno de los redactores del documento de Salud Sin Bulos.

La necesidad de paz interior

El modo de vida en las sociedades occidentales provoca una sensación continuada de estrés y agobio en amplias capas de la población que, unida a los problemas socioeconómicos objetivos, la crisis familiar, la incertidumbre, la superficialidad generalizada y la falta de sentido, abocan a muchos a una situación de insatisfacción permanente. Los problemas crecientes de salud mental y el aumento de los suicidios no son más que un síntoma terrible de una sociedad gravemente enferma.

En este contexto, cualquier oferta –normalmente comercializada al estilo del mercado– de actividades que prometan bienestar, crecimiento personal, paz interior, reducción del estrés, superación de los problemas, salud integral… se encuentra con miles de personas deseosas de un cambio así.

La pandemia del COVID-19 ha acentuado muchas de estas vulnerabilidades que nos afectan a nivel personal y social. Y en cuanto la situación de una mayor normalidad con respecto a movimientos y actividades lo ha permitido, se han multiplicado las convocatorias de encuentros, talleres, cursos y retiros que ofrecen un cambio vital. Las vacaciones son un momento ideal para buscar esa ayuda necesaria.

8 pseudoterapias concretas… entre otras muchas

El informe de Salud Sin Bulos muestra varias de las pseudoterapias que se esconden tras algunos retiros vacacionales, y advierte de su peligrosidad. Efectivamente: muchas personas pueden abandonar sus tratamientos médicos al ser engañados por gurús, maestros espirituales y sanadores que les ofrecen la solución mágica a todos sus problemas.

El Instituto Salud Sin Bulos ha señalado 8 de estas propuestas de riesgo, que son las siguientes:

1. Teorías como la bioneuroemoción, biodescodificación, nueva medicina germánica, liberación emocional… que busca siempre un origen emocional para las enfermedades, también para las más graves. Lo que, según el informe, “implica embarcarse en costosos cursos, ideas de pensamiento mágico, culpabilización, vinculaciones ilusorias, intrusismo profesional, perdida de contacto social y familiar y, finalmente, en los casos más graves colaborar a fallecimientos evitables al tratar de aplicar a otros o autoaplicarse la pseudoterapia en casos en los que existe una cura”.

2. El MMS (Solución Mineral Milagrosa) y el CDS (Dióxido de Cloro), que “son compuestos químicos que pertenecen a la familia de las lejías”, es decir, “altamente oxidantes”. Según sus defensores, serviría para curar toda dolencia. Pero la realidad es que “carece de aplicación terapéutica en humanos”, de manera que “cualquier indicación al contrario conlleva o bien ignorancia o bien mala fe”.

3. Los ayunos. Siendo una práctica beneficiosa si se hace bien –y existe desde siempre como parte de dietas o práctica religiosa–, en algunos retiros se recomienda “como práctica general”, atribuyéndole grandes bondades. Hay que tener claro que “este tipo de prácticas puede conllevar riesgo de complicaciones si son realizadas por personas con otras enfermedades (diabetes, etc.) e incluso disparar sintomatologías de trastornos mentales (trastornos de conducta alimentaria)”.

4. El reiki, una pseudoterapia muy extendida que consiste en la imposición de manos para la transmisión de una supuesta “energía vital universal”. Como afirma el informe, “no existe prueba alguna de sus beneficios contra patologías como la depresión o la ansiedad”. Además, “algunos de sus practicantes lo usan para aprovechamiento de personas vulnerables”.

5. Las Constelaciones Familiares, bajo la apariencia de ser una propuesta psicoterapéutica positiva –y practicada por no pocos psicólogos–, resulta ser “una de las terapias presentes en los retiros espirituales más descontroladas y peligrosas del panorama actual”. Esto se debe a la visión distorsionada de la realidad que inculca a sus participantes, víctimas de una ideología perversa que es capaz de justificar, por ejemplo, la violencia sexual sufrida por una persona.

6. La terapia Gestalt, que “se nutre de la filosofía oriental y el psicoanálisis, entre otras fuentes, para teóricamente desarrollar el potencial humano y el crecimiento personal”. El informe alerta de que “no tiene ningún tipo de evidencia científica para abordar trastornos psicológicos y lo que busca en realidad es alterar la personalidad del paciente y dejarle a merced del pseudoterapeuta y su búsqueda de lucro económico”.

7. La sanación del útero, “una forma de retorno a una forma retocada de misticismo pagano usando una presunta reivindicación de la feminidad y de las fases de pubertad, menstruación, menopausia o embarazo difuso y promesas de obtención de poderes místicos”. Algo que se está extendiendo mucho en los ambientes New Age bajo la capa del feminismo y la “sororidad”.

8. Terapias de sonido. ¿Qué puede haber de malo en un “baño de gong” o un concierto de cuencos tibetanos? Parece lo más inocente del mundo… Pero en muchas ocasiones sus facilitadores “dicen poder hacer cosas tan variadas como abrir los chakras, provocar viajes astrales, reparar el ADN, eliminar la depresión o la ansiedad, e incluso funcionar como una droga sin sustancia”. Por supuesto, “ninguno de estos reclamos tiene fundamento”.

Cuando hay una dinámica sectaria

Más allá de la estafa que puedan suponer a nivel económico, el verdadero riesgo de estos retiros aparentemente tan atractivos es la creación de una dependencia grupal a través de la presión emocional y de una propuesta de cosmovisión diferente que manipula a sus participantes para cambiar de vida.

El problema no está en que se haga una oferta de sentido –algo legítimo–, sino en que se haga de forma enmascarada y capciosa, sin mostrar toda la realidad del grupo y de su líder. Tras la apariencia de una cosa, la persona acaba encontrándose con otra. Pero va dando los pasos de un mayor compromiso y entrega sin posibilidades de un discernimiento y reflexión pausados. En el fondo, sin libertad.

Por eso, no es extraño que además de propuestas pseudoterapéuticas, tras muchos retiros vacacionales de tipo saludable o espiritual se encuentren verdaderas sectas.

Pistas para estar alerta

El informe del Instituto Salud Sin Bulos ofrece tres claves para identificar cuándo podemos encontrarnos ante un retiro peligroso. Son las siguientes:

1. Una nutrición calculadamente defectuosa que logra una mayor debilidad en la persona, “generalmente baja en carbohidratos”, unida a “falta de sueño, así como sesiones de desgaste y largas meditaciones” y, en ocasiones, “actividades exhaustivas”. Éstas suelen hacerse de forma grupal, “para evitar que la persona tenga capacidad autorreflexiva sobre lo que está pasando”.

2. La búsqueda del aislamiento de la persona que participa, ya sea retirando los teléfonos móviles o de cualquier otra forma, empezando por el propio lugar apartado. Estos grupos “cortan la comunicación para convertirse en la única fuente fiable de información”, ya que “necesitan producir el aislamiento del sujeto para poder aumentar su control sobre él”.

3. Los beneficios que ofrecen al individuo, sobre todo si éste tiene problemas –¿quién no los tiene?–, en el campo físico, mental y espiritual. Beneficios que “no pueden ser contrastados ni verificados, enganchan con la necesidad de sentirse bien consigo mismo y de cambiar de hábitos de vida durante unos días”.

 

Arriba

 

2. El líder de la Iglesia Génesis II, extraditado a EE.UU. por vender MMS.

FUENTE: Univisión

 

 

Mark Grenon, el llamado ‘arzobispo’ de una falsa “iglesia” llamada Genesis II, compareció el pasado 28 de julio en una corte de Florida después de ser extraditado desde Colombia. El gobierno lo acusa de cometer fraude vendiendo una sustancia “milagrosa” para sanar el VIH, el cáncer, el Alzheimer y el coronavirus. El juicio a Grenon, de 64 años, se fijó para el 12 de septiembre en un tribunal federal de Miami, según informa Isaías Alvarado en Univisión.

Sus tres hijos Jonathan Grenon, Jordan y Joseph también son mencionados en la acusación por usar la “iglesia” como una fachada para comercializar de manera fraudulenta la pócima conocida como Miracle Mineral Solution (Solución Mineral Milagrosa), una falsa cura de varias enfermedades. El MMS se vende abiertamente en internet. Es una mezcla de agua destilada y clorito de sodio, un químico industrial que se utiliza como pesticida y para el tratamiento de aguas residuales. La Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierte que es tóxico para el consumo humano, ya que puede causar náuseas, diarrea, vómito, deshidratación e incluso la muerte.

Sin embargo, Mark Grenon y sus hijos afirmaban a sus seguidores que era la fórmula secreta para dar salud a toda la humanidad. Según una acusación federal, el sitio electrónico de su ‘iglesia’ mencionaba supuestos testimonios de quienes dijeron tomaron la sustancia y se aliviaron del coronavirus, como un hombre de 85 años que supuestamente tenía “una condición grave y estaba recibiendo oxigenación”, así como 14 personas que -según los Grenon- lo bebieron en Europa “y recuperaron su salud”.

Los fiscales alegan que este “arzobispo” y sus tres hijos ganaron en 2019 alrededor de 500,000 dólares vendiendo el MMS en EE.UU. y en otros países. Ellos siguieron comercializando su MMS a pesar de que el Distrito Sur de Florida del Departamento de Justicia (DOJ) presentó cargos en su contra el 8 de julio de 2020. La Policía de Colombia arrestó en agosto de ese año a Grenon y a su hijo Joseph, de 34 años, en un humilde vecindario en Santa Marta.

“Habrían fungido como guías espirituales de una congregación religiosa internacional para vender a sus seguidores, personas allegadas y en internet, una supuesta ‘solución mineral milagrosa’ para tratar el covid-19, el cáncer, el VIH y la esclerosis múltiple”, dijo entonces Ricardo Enrique Carriazo, director especializado contra el narcotráfico de la Fiscalía de Colombia. Carriazo afirmó que Grenon y su hijo coordinaban desde Santa Marta, en el norte de Colombia, envíos de su medicamento falso hacia EE.UU. y países de África. Sus otros hijos también fueron detenidos.

Una “iglesia no religiosa” que adora al MMS

Los dirigentes de la Iglesia Genesis II llevaban operando poco más de una década y ya habían vendido decenas de miles de botellas de su mezcla de clorito de sodio. Su falsa congregación ya tenía seguidores y “obispos” en algunos países de Latinoamérica, como Chile y República Dominicana. El Departamento de Justicia señala que Grenon daba seminarios sobre cómo usar y comercializar el MMS cuando se le ocurrió facilitarse las cosas fundando una asociación que fingiera ser religiosa. “Escuchen, vamos a comenzar una iglesia (…) Y, hombre, se volvieron locos. Todo el mundo odiaba la idea. Y les dijimos que tenían que hacer esto, amigos, o irían a la cárcel”, relató el acusado en uno de sus cursos, de acuerdo con documentos judiciales.

En febrero pasado, le preguntaron a Grenon en una entrevista por qué había fundado la “Iglesia” Genesis II. Esta fue su respuesta: “Porque todo lo que haces comercialmente está bajo el código comercial universal ¿De acuerdo? Una iglesia está completamente separada de ese código, estatutos y leyes. Es por eso que un sacerdote puede darle vino a un niño en la iglesia públicamente y no ser arrestado. Porque es un sacramento”. La Fiscalía federal señala que hay páginas de internet que describen a la Genesis II como una “iglesia no religiosa” y señalan que su principal fin es “legalizar el uso del MMS”.

En la mirilla de la FDA, este grupo fue el objetivo de una demanda civil federal que obtuvo órdenes judiciales para que los Grenon dejaran de distribuir dicha sustancia. Pero ellos siguieron haciéndolo y le enviaron una carta a un juez federal advirtiéndole que no acatarían la orden. Los Grenon pidieron donaciones en internet a sus seguidores para pagar su defensa legal.

 

Arriba

 

3. Pseudoterapias y cáncer: una amenaza para el paciente.

FUENTE: Varios medios

 

 

El Consejo General de Médicos (CGCOM), la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y distintas sociedades científicas se unieron para informar sobre el peligro de las pseudoterapias en los pacientes oncológicos en el seminario online “Pseudoterapias y cáncer: una amenaza para el paciente”, organizado el pasado 28 de junio por el Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias (OPPISS) del CGCOM y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (OMC).

Según informa Sara Guardón en Médicos y Pacientes, este encuentro contó con una mesa de debate en la que participaron seis expertos en el ámbito de las pseudoterapias y el cáncer, y en la que todos coincidieron en la importancia de la relación médico-paciente basada en la empatía, comunicación y confianza para que los pacientes consulten sin miedo a su médico o a cualquiera de su equipo las dudas relativas a terapias alternativas que puede hacer peligrar su salud. Asimismo, pusieron en relieve la importancia de denunciar y perseguir estas prácticas que suponen un grave problema de salud pública.

Responsabilidad por los riesgos que suponen

La Dra. Mª Rosa Arroyo Castillo, coordinadora del Observatorio (OPPISS) del CGCOM, vicesecretaria del Consejo y oftalmóloga en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, fue la primera en intervenir en este seminario, acreditado para los profesionales de la Medicina. En su intervención la Dra. Arroyo dio la bienvenida a todos los asistentes “a este seminario que forma parte de las actividades del OPPISS del CGCOM en la que una de sus líneas de trabajo es la formación para profesionales, así como la información, divulgación y sensibilización para la ciudadanía sobre el peligro que las pseudoterapias constituyen para la salud individual y colectiva”.

Desde el CGCOM, tal y como explicó, “tenemos el compromiso y la responsabilidad de velar por el ejercicio de la Medicina adecuado a la mejor evidencia científica y clínica disponible, y concienciar y alertar sobre aquellas prácticas y técnicas que no cumplen con estos criterios; porque puede suponer un riesgo de retraso, pérdida de oportunidad o incluso abandono en el tratamiento, además del perjuicio en el entorno personal, familiar y económico, en una situación de especial vulnerabilidad como es la enfermedad”:

Las pseudoterapias y las pseudociencias han ido evolucionando con sofisticadas técnicas de marketing, algo que según expuso la Dra. Arroyo supone para la población general “que sean más difíciles de detectar y que se diseminen rápidamente en Internet y en otros foros presenciales disfrazadas de ciencia”. Para combatir esta situación, las organizaciones profesionales como son los Colegios de Médicos y el CGCOM, las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes y las autoridades sanitarias trabajan conjuntamente.

“Queremos transmitir un mensaje tan evidente como necesario: verificar toda la información que os pueda llegar en materia de salud, cortar la cadena aquellos mensajes que no vienen de una fuente acreditada, y consultar en las herramientas que tenéis a vuestra disposición en el OPPISS: consulta pública de colegiados médicos y su especialidad (reconocida por el CNECS), las web de las sociedades científicas del Ministerio de Sanidad o la relación de medicamentos autorizados para uso humano de la Asociación Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)”, explicó la coordinadora.

Mejorar la salud y calidad de vida de la población pasa por denunciar y perseguir estas prácticas que, en la opinión de la Dra. Arroyo, suponen un intrusismo laboral y están fuera de todos los controles que las corporaciones tienen para regular a sus profesionales. “El 80 % de las personas que realizan estas prácticas no son médicos, luchar contra el intrusismo y estas prácticas es luchar por el interés de los pacientes”, concluyó.

A continuación, participaron diferentes expertos del ámbito médico y de las asociaciones de pacientes, la Dra. Mariluz Amador, directora médica en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); y la Dra. Mónica Granja, facultativa especialista de área, Hospital Clínico San Carlos (Madrid), experta en Inmunología e Inmunoterapia y formación en Oncología de Tumores Digestivos (GI Experts).

Así como el Dr. Raúl Córdoba, coordinador de la Unidad de Linfomas del servicio de Hematología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y de la Sociedad Internacional de Oncología Geriátrica (SIOG); Carolina Martínez, enfermera del Hospital de Día de Oncología, del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona; y Carmen Yélamos, psicóloga clínica y psico-oncóloga, coordinadora Nacional de Programas de Atención Psicológica del área de Programas y Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Vigilancia ante la vulnerabilidad

En su intervención, la Dra. Mariluz Amador alertó sobre las consecuencias serias y muy graves y bastantes frecuentes de las pseudoterapias en el tratamiento del cáncer. “Las pseudociencias son conocimientos o prácticas cuya eficacia y seguridad para tratar el cáncer no han sido demostrados por los métodos habituales, con el método científico, y suponen un problema que tiene unas dimensiones importantes”, dijo la experta. Según estudios de este año casi 10.000 búsquedas habituales en internet tienen que ver con terapias alternativas y cáncer.

Además, según expuso “a cualquiera nos puede pasar y puede caer de alguna manera en este tipo de terapias, es cierto que hay personas más vulnerables que otras, pero no hay que perder nunca la vigilancia”. En este sentido, afirmó que es vital trabajar la relación médico-paciente en términos de empatía, comunicación y confianza. “Si la persona tiene confianza y se siente libre de expresar lo que siente y sus dudas con su médico o cualquiera del equipo, contará si ha entrado contacto con alguna práctica y consultará a su profesional”, añadió.

En cuanto a la búsqueda, denuncia activa y la generación de mecanismos para ser más activos y que faciliten la denuncia, fueron otras de las propuestas que hizo la experta al igual que compartir materiales informativos conjuntos y redirigir a los pacientes a información fiable. “Tenemos que recetar a los pacientes internet de verdad basado en fuentes avaladas y sitios donde el paciente encuentre un área segura de información que le ayude a tomar decisiones”, concluyó.

Por su parte, la Dra. Mónica Granja definió las pseudoterapias “como cualquier sustancia técnica o producto que se vende con una determinada finalidad sanitaria, por ejemplo, prometiendo la cura del cáncer en nuestro caso pero que no tiene un aval científico detrás”. Las pseudoterapias, en su opinión, lo que “directamente hacen es venderse promoviendo una determinada cura de un tumor o de una determinada enfermedad sin nada detrás de evidencia científica”.

“Por eso les pedimos a nuestros pacientes que confíen en nosotros que nos pregunten a los profesionales sobre las terapias que quieran, nosotros les responderemos si tienen evidencia científica o no, si pueden interactuar con el tratamiento o no”, añadió. Compaginar el tratamiento médico con alguna terapia alternativa puede provocar que se incremente la toxicidad de los tratamientos

El Dr. Raúl Córdoba incidió en dos grandes bloques de consecuencias que suponen las pseudoterapias y pseudociencias en el cáncer. Una de ellas es abandonar un plan de tratamiento. “Los médicos elegimos opciones de tratamientos avaladas por el método científico y demuestran con garantías su eficacia y seguridad. Todo lo que no siga el método científico es que no es demostrado. No podemos recomendar algo que no se ha demostrado si funciona o no”, expuso el experto quien alertó del grave peligro que supone cuando los pacientes abandonan el tratamiento médico por alguna terapia alternativa.

Otra de las consecuencias más frecuentes es cuando el paciente compagina el tratamiento médico con alguna terapia alternativa. “Esto puede provocar que se incremente la toxicidad de los tratamientos. En ocasiones estas alternativas de medicina alternativa o pseudoterapias no sustituyen a la medicina que nosotros le podemos ofrecer mediante método científico, es decir, no abandonan si no que compaginan y pude tener implicaciones sobre el tratamiento y esa toxicidad puede ser letal, explicó.

Al igual que el resto de los intervinientes, insistió en la importancia de preguntar a los profesionales ante las dudas. “Hay veces que no podemos curar a nuestros pacientes, pero siempre podemos cuidarles y acompañarlos. Yo como médico soy la cara visible de un gran equipo, los animó a que recurran a nosotros, a cualquiera de nosotros con quien tengan más empatía y sea él quien le transmita la información veraz y basada en evidencia científica”, puntualizó.

En la misma línea, Carolina Martínez alertó de cuando los pacientes complementan el tratamiento médico con alguna de las terapias de pseudociencias, dietas estrictas, infusiones, hipotermias... “Tenemos que tener cuidado con estas cosas añadidas que pueden hacer daño”, dijo. Reclamó la necesidad de contar con más psicólogos en los hospitales. “Es super importante en el momento diagnóstico que se necesita colocar la información y no buscar otras maneras de trabajarlo como es caer en estas terapias”.

A su juicio, también es importante que los pacientes reclamen un papel activo en los hospitales con su médico, enfermera, psicóloga… “Tenemos que dotarles de herramientas viables para que ellos sean parte de su bienestar, de su curación, si es posible, o de la evolución de la enfermedad. La medicina hospitalaria convierte a los pacientes en pasivos. Los pacientes tienen que ser parte del proceso y contribuir a la evolución del mismo”, especificó.

Finalmente, Carmen Yélamos alertó del intrusismo de profesionales que no tienen que ver con el ámbito de la psicología y psiquiatría. “Las pseudoterapias -dijo- se han colocado en todas las disciplinas. Frecuentemente nos encontramos con personas que se hacen llamar coach o terapeutas y que pueden perjudicar mucho a los pacientes”. En su opinión, “una enfermedad como el cáncer nos hace sentir inseguros y ese desconocimiento de cómo actuar hace que podamos acudir a charlatanes, mantra de buenas energías… y una serie de prácticas que provocan conductas dañinas para la salud física y mental del paciente y de sus seres queridos”.

“Estas terapias no nacen del método científico. Aconsejamos a los pacientes y familias no acudir a personas sin titulación oficial. Si necesitamos ayuda profesional es necesario tratarse con una persona especializada en psicooncología, en clínica o psiquiatría. Es muy útil para pacientes y familiares tratar solo con profesionales especializados y estar colegiados”, matizó la psicóloga quien hizo hincapié también en la importancia de la comunicación.

“Hay que estar al lado del paciente saber escucharle, atender sus necesidades, y poder ayudarle, que tenga confianza para contarle lo que está haciendo más allá del tratamiento. La intervención en el cáncer no solo debe ser multidisciplinar sino interdisciplinar. La salud mental hay que tratarla en fases iniciales”, concluyó. Este evento continúa con la iniciativa puesta en marcha el año pasado por el OPPISS en materia de formación y divulgación científica, que llevó a cabo tres seminarios on-line y que llevaron por título: “Vacunofobia”; “Actualización del marco legal en intrusismo sanitario y pseudoterapias”; y “La comunicación veraz: antídoto frente a pseudociencias”.

Pseudoterapias, el bulo permanente

Las doctoras Isabel Echavarría Díaz-Guardamino y Mónica Granja Ortega, secretarias científicas de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), transmitieron en el Informativo SEOM una de esas certezas que derriban el muro de los remedios iletrados que se levanta con argamasa de falsedades sobre un basamento de codicia humana. Lo cuenta Gregorio Del Rosario en Efe Salud.

“Las pseudoterapias son especialmente peligrosas si el paciente de cáncer decide suspender o sustituir el tratamiento médico convencional. Se estima que un tercio de estas personas llegará a emplear alguna de estas prácticas durante el curso de su enfermedad”, afirman desde la SEOM. A nivel general, y según la encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología de 2018, casi un 33 % de la población confiaba mucho o bastante en la utilidad de la acupuntura para la salud y el bienestar, mientras que un 25,4 % opinaba lo mismo sobre la homeopatía.

Para lograr la aprobación de un medicamento en una determinada patología primero se deben superar una serie de fases obligatorias, como los estudios preclínicos en células -cancerígenas o no- (in vitro) y en animales, que darán paso, si los resultados son prometedores, a los estudios clínicos en humanos. En esta etapa clínica, puede que se establezca una “fase 0” donde se observará la acción del fármaco en dosis reducidas y en un número muy bajo de pacientes; pero lo habitual es que el estudio establezca desde el inicio la “fase I” para comprobar las dosis máximas tolerables del fármaco sin causar efectos secundarios graves, es decir, su seguridad.

En los estudios “fase II” y “fase III”, ya con la participación de un gran número de personas, se validarán tanto la eficacia y el beneficio del futuro medicamento como su seguridad frente a la terapia estándar en una determinada patología tumoral; lo que conllevará un periodo de trabajo de alrededor de diez años. “En cambio, las pseudoterapias carecen de las validaciones científicas establecidas, contrastadas y verificadas por los diferentes organismos nacionales e internacionales competentes. Además, promueven una idea de curación, prevención o mejoría de los síntomas basándose en resultados aislados e imprecisos”, señalan desde la SEOM.

¿Y por qué un paciente recurre a una pseudoterapia? El paciente oncológico, y sus familias, se encuentran en una situación psicosocial de vulnerabilidad debido a todo el proceso de la enfermedad; una condición también emocional que, ante la desesperación, puede inclinar la balanza hacia el uso alternativo de una pseudoterapia. “Les resulta muy atractiva la idea de un producto natural, libre de efectos secundarios, que promete la cura de la enfermedad frente a un tratamiento quimioterápico que, en ocasiones, provocará efectos secundarios indeseables”, plantean.

Tanto es así que se ha comprobado que la aceptación de una pseudoterapia no está directamente relacionada con el nivel sociocultural del paciente. “Por suerte, según un estudio realizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la mayoría de los pacientes conciben el uso de estas pseudoterapias como una terapia complementaria al tratamiento propuesto en cada estadio de la enfermedad”.

Aun así, no por esta conclusión dejan de ser menos peligrosas las pseudoterapias. “Alimentos como el pomelo o la hierba de San Juan, ofrecidos alegremente como ayuda contra el cáncer, pueden influir en la metabolización de los fármacos antitumorales, potenciando su toxicidad o disminuyendo su eficacia”, ejemplarizan a menudo en las consultas de oncología médica.

¿De cuántas pseudoterapias estamos hablando? Desde el Plan Estatal para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias se han relacionado y analizado hasta 138 técnicas con pretensión final sanitaria (terapias falsas o pseudoterapias). 71 no identificaron publicaciones científicas durante el periodo 2012-2018. No se establecen ensayos clínicos ni revisiones sistemáticas o meta-análisis. No se puede, por lo tanto, evaluar su seguridad, efectividad y eficacia.

Otras 67 continúan en proceso de evaluación y se publican sus informes respectivos a medida que finalicen los estudios correspondientes. “Por hablar de un caso, no existen las dietas milagrosas anticáncer que lo curen, únicamente podemos informar sobre hábitos nutricionales saludables que ayuden a prevenir el desarrollo de tumores; además, un buen estado nutricional permitirá tolerar mejor los tratamientos oncológicos”, enfatizan desde la SEOM.

Dos consejos oncológicos “vitales” sobre pseudoterapias. “En primer lugar, debemos desconfiar de cualquier producto, dieta o técnica milagro que prometa la cura del cáncer sin efectos secundarios, ya que les alejará de la medicina convencional, que sí dispone de un aval científico. “Ante cualquier duda, por muy insignificante que parezca, los pacientes tienen que consultar con su oncólogo médico para que les asesore adecuadamente”.

 

Arriba

 

4. Cuando las pseudoterapias “rozan las características de funcionamiento sectario”.

FUENTE: La Voz de Galicia

 

 

«Coaches» que, por haber superado un episodio de su vida, se dedican a «tratar» a otras personas para que también puedan hacerlo. Supuestos dietistas o nutricionistas que prometen pérdidas de peso en fechas límites con productos que, curiosamente, ellos mismos producen o de los que se benefician económicamente. Pseudoterapeutas que se hacen pasar por fisioterapeutas. Y supuestos especialistas en pies, que tanto quitan un callo como te pinta las uñas. La lista de ejemplos es larga y cuanto menos, preocupante. El intrusismo sanitario puede provocar graves consecuencias en la salud de los que acaban cayendo en la trampa. Y los profesionales sanitarios cualificados, hartos de estas prácticas, lanzan la voz de alarma. Así comienza el reportaje que ha escrito Cinthya Martínez Lorenzo en el suplemento sanitario de La Voz de Galicia.

Rosa Ramos Torio, coordinadora del Ejercicio Privado y Defensa de la Profesión del Consejo General de la Psicología, comenta que «el intrusismo profesional es un problema que se da en muchas profesiones del ámbito sanitario, pero a raíz de la pandemia por covid-19 en nuestra profesión ha tenido un disparo considerable, debido a la demanda de la población por las secuelas que sobre la salud mental ha dejado esta situación». De hecho, añade que el Consejo General de la Psicología creó en el 2015 el observatorio contra el intrusismo, y ahí llegan las denuncias: «Hemos recibido en estos dos últimos años una media de 300 denuncias que presentan compañeros de profesión y también usuarios. Han ido en aumento en los últimos años».

Los más afectados son, como no, los pacientes de este tipo de «terapias». «Diría que fundamentalmente lo preocupante es que las personas que se ponen en manos de falsos psicólogos crean que eso es un profesional de la Psicología o que la práctica de la Psicología es eso. Dichas intervenciones no están avaladas por la comunidad científica, no ayudan a resolver el sufrimiento que conllevan ciertas patologías, pudiendo cronificar o descompasar a las personas», considera Ramos. «Nosotros no somos gurús, ni magos, ni damos consejos como lo haría un amigo, nos basamos en el conocimiento científico y del ser humano para establecer nuestras intervenciones. Y eso se adquiere en la universidad y en las distintas formaciones que vamos a realizar a lo largo de nuestra carrera si queremos ser buenos profesionales», añade.

Rosa Ramos alerta de que «tenemos mucha necesidad de que este tema, que es un problema de salud pública, se regule mejorando los mecanismos existentes, dado que la mayoría de los casos se dan debido a ofertas online. A través de páginas webs que ofrecen servicios psicoterapéuticos para tratar los problemas emocionales y de la salud mental que solo profesionales competentes deberían atender. La mayoría de las veces no poseen una titulación en psicología o en medicina, un número de registro sanitario ni un número de coligación emitido por el Colegio Profesional». 

Además, Ramos se muestra bastante tajante ante los «coches» y sus libros de autoayuda: «Ni una cosa ni la otra pueden ayudar a las personas que sufren problemas relacionados con la salud mental. Detrás de estas prácticas existen unos ingresos millonarios. Leer esos libros puede resultar atractivo por los títulos que prestan, porque todo el mundo quiere mejorar, tener éxito, facilidad para hacer amigos. Pero no hay milagros y cada persona es un ser único con una historia. Nosotros sabemos que es lo que podemos hacer para devolverle ese ajuste personal que ha perdido. Analizando, diagnosticando y ofreciendo sistemas de intervención psicoterapéutica para que recupere las riendas de su propia vida, y sobre todo valorar la gravedad de lo que nos presenta».

De hecho, la psicóloga pone algunos ejemplos de denuncias «escabrosas» sobre este tipo de prácticas. Uno de esos casos fue el de una persona que convivía con otra chica en un piso compartido. Sus dormitorios compartían pared y día cada oía como ofrecía servicios de atención al cliente y, por lo comentarios que el denunciante escuchaba, se dedicaba a temas relacionados con la salud mental de las personas. «Desde su habitación, sin tener una titulación competente porque era comercial, y sin ningún tipo de control sanitario», alerta.

Otro caso al que apunta Ramos es el de personas que ofrecen tratamientos de crecimiento personal y se basan en la experiencia que esa persona ha tenido y lo que le sirvió a ella. «Ese “viaje interior” que hizo lo convierte en una técnica que se atreve a utilizar con los demás para sacarles de sus crisis personales». Y por si esto fuese poco, también existen personas «que les dicen a los pacientes que tras la charla, tiene que pasar a un espacio donde con determinada luz, o determinados colores —«cromoterapia»—, realizando ciertos movimientos o expresiones corporales liberan las tensiones, el coaching transformacional, terapias de crecimiento personal, etcétera». Además, añade que «más grave aún es cuando estos tratamientos van acompañados de alucinógenos o determinadas sustancias que se les administran para que puedan comunicar mejor y liberar las tensiones que subyacen».

¿Cuál es la consecuencia de estas prácticas? Que después el paciente «viene cargado de una serie de creencias no fundamentadas que se acompañan con frases de que esta persona tiene ciertos poderes o le han enseñado a canalizar su energía, y le transmiten que ella podrá ayudar a otras personas con lo aprendido. A veces rozan las características de funcionamiento sectario, se alejan de la vida que habitualmente llevaban y sus familiares empiezan a notar cierto alejamiento además de un cambio radical de estilo de vida en poco tiempo. Otras veces no consiguen ningún resultado y se convierte en una mera charlatanería».

El boom de ciertos nutricionistas y dietistas

«Desfigura nuestra figura como dietistas y nutricionistas», comienza relatando Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas (CGCODN), cuando se le pregunta cómo les afecta el intrusismo. Y añade: «La praxis profesional del intruso sin cualificación es muy diferente y deficiente: promete resultados rápidos, vende productos, añade suplementos y alimentos que él mismo produce o del que se beneficia económicamente, que hacen creer al paciente una acción casi mágica. Busca objetivos, de forma rápida, pero no el mantenimiento, ni la educación del paciente. No le preocupa el paciente, solo su objetivo, aún a costa de la salud. No interpreta analíticas, no recoge la historia dietética-clínica desde la infancia, no tiene en cuenta la medicación, no tiene en cuenta el entorno social, laboral, económico del paciente. Trata a todos con el mismo método y con el mismo patrón».

Sobre esto hay que tener en cuenta que, al igual que en todas las malas praxis sobre nuestra salud, esta también tiene consecuencias. «Un mal tratamiento nunca es inofensivo. Puede acarrear problemas de salud física como menos masa muscular, más grasa corporal, más colesterol en sangre, hipertensión arterial, menos funcionalidad, más lesiones y menos fertilidad. Pero también psíquicas, ya que se pueden desencadenar trastornos mentales como depresiones». Además, Palau alerta que «nos estamos encontrando gente que desarrolla ciertos rasgos de TCA porque se obsesiona con comer todo lo que se anuncia como súper alimento y tienen miedo a dejarlos porque dicen ser anti-cáncer, anti-aging, anti-infarto…».

No obstante, lo que le preocupa especialmente al colegio de dietistas y nutricionistas es que algunos centros de formación ofrecen títulos en tres o seis meses de manera online para ser «asesor nutricional». Porque al final, lo único que consigue es cronificar el problema del intrusismo. «Muchos de ellos se dedica después a hacer planes nutricionales a través de aplicaciones móviles. Y, en consecuencia, nos encontramos con mucha gente joven, con hipertrofia muscular, que no se alimentan. Simplemente ingieren alimentos como claras de huevo o almidón de arroz, más los suplementos que consideren, con el único objetivo de tener un cuerpo perfecto por fuera y como si lo “de dentro” no fuera realmente importante para la salud», asegura.

Sobre algunos centros que realicen esta supuesta formación, Palau apunta, por ejemplo, «CCC que ofrece un curso online de 6 meses para ser dietista-nutricionista. Engaña también al que estudia y paga la formación, porque es falso que al final sea dietista-nutricionista». Desde CCC aseguran que es un centro oficial de Formación Profesional, regido por la normativa al efecto y títulos oficiales expedidos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. E indican que CCC solo imparte un ciclo educativo en el ámbito de la dietética como Técnico Superior en Dietética, con una duración de dos años.

La presidenta del Consejo alerta de que si se busca en internet un dietista-nutricionista cerca de tu ubicación, «al menos el 30 % que dicen serlo y que ejerce como tal, no están colegiados. Y hacer esto es grave, va en contra de la Ley de creación del Colegio. Pero si además no eres dietista ni nutricionista y te anuncias como tal, vas contra el Código Penal por usar una denominación que no te pertenece. Es un hecho que desfigura nuestra imagen, pero también es muy grave ver que los intrusos cronifican los problemas de salud nutricional y los agravan. Es terrible ver que muchas personas se dejan mucho dinero en algunos en estos tratamientos fraudulentos, a veces hasta 600€ al mes durante varios meses». 

Redes sociales y nutrición

Una de las problemáticas que se encuentran en el ámbito de la nutrición es que, con la aparición de las redes sociales, florecen los perfiles en los que se aconseja sobre dietas, «buenos y malos» alimentos. «Las redes sociales han nacido al mismo tiempo que la nutrición en España. El boom de universidades que imparten el grado en Nutrición Humana y Dietética es de 2000 a 2005. En realidad, nosotros hemos crecido con las redes sociales. Y son muy buenas si se saben utilizar. Los dietistas y nutricionistas deberían formarse mucho para utilizarlas muy bien y promover la nutrición con base científica, con evidencias y con habilidades divulgativas. Es un reto también de la formación universitaria, aprender a divulgar y hacerlo con ética», asegura Palau.

¿Puede el mismo profesional pintarme las uñas y quitarme un callo? Juan Dios, presidente del Colegio Oficial de Podólogos de Galicia responde un claro «no». Comenta que uno de los lugares donde más intrusismo sufren es en los centros de estética: «En algunos, ya en su cartera de servicios, se pone que tratan uñas encarnadas, hongos en las uñas, e incluso papiloma. Pero realmente son problemas sanitarios y no están capacitados para tratar este tipo de problemas de salud». Además, hay que tener en cuenta que, por ley, los profesionales de la estética no pueden utilizar el tipo de material cortante que se requiere para este tipo de intervenciones. «No pueden usar bisturís ni ningún tipo de material que pueda dañar al paciente porque eso solo lo puede utilizar profesional cualificado», añade.

Ante la duda de qué podría llegar a considerarse un problema por el que se debe acudir al podólogo, Dios aclara que «cualquier dolor o molestia en el pie es un problema de salud, ya sea en una uña o en la parte que sea, o un simple callo. Solo nosotros estamos cualificados y lógicamente en nuestras consultas contamos con todos los requisitos y todas las normas que sanidad nos exige. Como la ley de protección de datos, la esterilidad del material… cosa que en los centros de estética no tienen».

Sin embargo, el podólogo también remarca que no siempre sufren intrusismo por parte de este tipo de centros, también de personas que se hacen pasar por profesionales del gremio cuando en realidad no lo son: «Hace unos seis años denunciamos a un falso podólogo que ejercía en Santiago de Compostela desde hacía diez o quince años. Ejercía de podólogo y hacía de todo, sin estar capacitado. ¿Qué paso? Que a una paciente le causó un problema de salud después de que la atendiera. Ella lo puso en conocimiento del Colegio, y lógicamente, la respaldamos e hicimos la denuncia. Ya salió la sentencia y está inhabilitado a no ejercer nunca de falso podólogo y una pena económica muy cuantiosa». 

Pseudoterapeutas que se hacen pasar por fisioterapeutas

Otro de los sectores afectados por esta mala praxis son los fisioterapeutas. Masajistas y «pseudoterapeutas» que realizan intervenciones que, en realidad, tendría que hacer un fisioterapeuta. «Estos intrusos intervienen en procesos patológicos que desconocen y de una manera que no se ajusta a la realidad terapéutica», señala Miguel Soro, tesorero y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Fisioterapeutas y vicepresidente del Colegio de Fisioterapeutas de Galicia.

El problema es que después de la intervención de estos supuestos profesionales pueden suceder dos cosas: «En los mejores supuestos, el cuerpo de la persona resuelve su problema de manera natural y este intruso se atribuye el mérito. En otros, como ocurren cada día, solo se les produce más daño a los pacientes. Y en casos más graves, los más peligrosos, pueden no estar percibiendo que los síntomas de una persona están ocultando un proceso mucho más grave, y perpetúan sus tratamientos con la promesa de que los resolverán. A veces, cuando la persona busca verdadera ayuda profesional, puede ser tarde».

«Es importante la cantidad de gente que sigue acudiendo a estos pseudoterapeutas, engañados por falsas promesas y publicidad, o aconsejados por gente que ha ido previamente», considera Soro. Uno de los casos más mediáticos a los que apunta el fisioterapeuta para ilustrar la lacra del intrusismo es el de José Manuel López Pérez Caba, más conocido como Coté, que cumple condena de cárcel por intrusismo profesional, estafa y falsedad de documentos oficiales. «Es un caso muy sangrante y que ha hecho daño a mucha gente durante años Debemos luchar para que casos como este, u otros que quizá no hacen tanto ruido, pero que pueden ser igual de dañinos, no se repitan».

«Hoy en día no hay tantos casos en los que directamente se hagan pasar por un fisioterapeuta, pero sí que existen muchos casos donde convencen a la persona que son agentes de salud y que pueden tratar su patología. Pero lo más preocupantes es que si un profesional sanitario cometiera una mala praxis, el paciente podría reclamar a su seguro de responsabilidad civil, a su colegio profesional. Pero si un pseudoterapeuta le hace daño a un paciente, sea o no deliberado, no existe nadie a quien reclamar», advierte Soro.

¿Cómo saber si estoy siendo atendida por un profesional cualificado? Todos los profesionales sanitarios consultados concuerdan en que las mayores víctimas de esta mala praxis son las personas que acaban cayendo en la trampa. Y que, por esa razón, realizan campañas contra el intrusismo, informando a la población y divulgando sobre su profesión. «Que la gente entienda que si tiene un problema de salud, las únicas manos en las que se puede poner son en las de un sanitario», afirma Soro.

En realidad, se puede evitar ser víctima de intrusismo profesional siguiendo unos pasos bastante sencillos en la práctica. Una de las formas para saberlo con seguridad es preguntando directamente al profesional si tiene el grado o diplomatura correspondiente. «Si no responde, se puede informar al colegio profesional y que este se dirija a él y le pregunte», apunta Palau. En la página web de cada colegio sanitario hay un registro público de los profesionales colegiados. También podemos pedirle el título universitario a ese profesional. Si no existe respuesta, es signo de alarma.

«El ser humano es libre de elegir dónde y con quien quiere resolver sus problemas y en qué sistemas de creencias fundamenta sus elecciones. Pero cuando se trata de su salud, y concretamente en nuestro caso, de salud mental. es importante que no confunda las terapias del bienestar o las naturales, que a todos nos pueden venir bien en la vida en general, con la psicoterapia que es la adecuada para tratar los problemas derivados de la salud mental y que sólo profesionales cualificados en este ámbito podemos realizar», finaliza la coordinadora del Ejercicio Privado y Defensa de la Profesión del Consejo General de la Psicología.

 

Arriba

 

5. Constelaciones familiares: una pseudoterapia sin ningún aval científico.

FUENTE: El Diario

 

 

En los últimos años han cobrado fuerza las llamadas 'constelaciones familiares', una pseudoterapia desarrollada por el psicoanalista y teólogo alemán Bert Hellinger en los años 90. Esta pseudociencia afirma que la estructura familiar influye sin que lo sepamos en nuestros pensamientos, comportamientos, experiencias y emociones y lo hace, además, a través de múltiples generaciones. Lo cuenta Marta Chavarrías en El Diario.

Los pseudoterapeutas que la practican crean un 'modelo de la familia' para revelar y transformar patrones que supuestamente son difíciles de comprender. Por lo tanto, lo que pretenden decirnos es que lo que vivimos y lo que nos pasa viene dado también por nuestro origen y pasado familiar (abuelos, tíos, padres, hermanos, hijos, etc.).

La base teórica de las constelaciones familiares es cuestionable y controvertida. Suele apoyar su práctica en la obviedad de que las personas convivimos con ciertos conflictos emocionales, inconscientes, que no hemos podido resolver a lo largo de nuestra vida. Esta carga emocional puede llevarnos a sufrir dolor y otros problemas emocionales y de conducta. Hellinger, considerado el fundador de las constelaciones familiares, aseguraba haber descubierto que la mayoría de las personas tratadas reproducen, de manera inconsciente, patrones y dinámicas de su familia.

Serían patrones que a menudo nos llevarían a tener malas experiencias psicológicas como: dificultades y problemas familiares, problemas de pareja o con las relaciones sentimentales, traumas infantiles, depresión y tristeza, procesos de duelo, desafíos en las relaciones íntimas… El “método” consiste en supuestamente solucionar de manera grupal o individual los problemas heredados. Una 'sesión' de constelaciones familiares, que puede alargarse varias horas, suele reunir un grupo de personas (entre cinco y doce, más el pseudoterapeuta o constelador) que no tienen relación unas con otras.

Cada una de ellas tiene su turno para constelar a su familia durante una hora más o menos. La persona que constela explica su problema y después elige a las que representarán a su familia actual o pasada. Escenifican las supuestas vivencias inconscientes mediante la colocación de cada persona, que se mueve de acuerdo con las “energías” que percibe mientras los otros interpretan el papel que les ha tocado representar.

El constelador dirige la 'sesión' orientando y moviendo de sitio a las personas. Tras cada 'sesión', se realiza un descanso para seguir después con la siguiente persona. Por lo tanto, todas reciben su propia pseudoterapia y, a la vez, participan en la de los otros. Se considera que las personas que representan a la familia pueden reflejar la falta de armonía dentro del grupo y que, incluso, pueden sentir y experimentar las emociones de la persona cuyo rol han asumido. El pseudoterapeuta suele quedar en segundo plano y “facilita” al constelado una profunda introspección.

Los defensores de esta práctica se fundamentan en otra práctica sin aval científico, la llamada resonancia mórfica, que sostiene que el destino de una persona se conecta con el de sus antepasados (algo similar a lo que defiende otra pseudoterapia: el reiki). La idea es que existirían misteriosas interconexiones de tipo telepático y de memoria colectiva entre organismos dentro de las especies.

Las 'dinámicas' que se desarrollan en las constelaciones familiares no tienen ningún aval científico, igual que ocurre con el reiki o la medicina ayurvédica. Y, como estas pseudoterapias, afirma tener efectos 'sanadores' sin ninguna evidencia que proceda de un método científico. Bajo esta pseudoterapia, los seguidores osan atribuir causas místicas, inconexas y mágicas, a problemas graves de salud como el cáncer o trastornos de alimentación. O incluso llegan a afirmaciones tan polémicas como la última que dice que “la mujer violada no es una víctima sino que elige este destino como parte del proceso de poner orden y equilibrar el sistema familiar”.

No existe ningún tipo de estudio riguroso que avale su eficacia porque no han sido nunca contrastadas como una terapia eficaz para nada. Otros puntos débiles de esta pseudoterapia es que, para realizarla, no es necesario ser un especialista psicólogo. Así cualquier persona si calificación como profesional de la psicología o estudios específicos puede convertirse en un constelador. Además, mantienen una visión muy conservadora de la familia, con técnicas sin evidencia científica.

 

Arriba

 

6. ¿Sirven la acupuntura y la homeopatía para tratar el párkinson?

FUENTE: El País

 

 

Lo que hace la homeopatía es engañar a la gente y la acupuntura en ningún caso puede sustituir al tratamiento. Éste es el resumen del artículo que ha escrito en El País Nuria Eugenia Campillo, investigadora titular en el CIB Margarita Salas (CSIC). Actualmente en comisión de servicios en el ICMAT (CSIC) y trabaja en el desarrollo de neurofármacos para enfermedades como el párkinson o el Alzheimer o la ELA.

No hay una única respuesta a esta pregunta, ya que la acupuntura y la homeopatía son dos áreas muy diferentes. Sobre la homeopatía, la respuesta es, contundentemente, no. A la homeopatía se le llama pseudomedicina (falsa medicina) o pseudociencia, pero en mi opinión habría que quitar el término medicina o ciencia de cualquier explicación relacionada con ella. Lo que hace la homeopatía es engañar a la gente. Los compuestos homeopáticos contienen, si se puede considerar que después de todas las diluciones sigue habiendo alguna molécula, una cantidad infinitesimal del principio activo. Se trata de diluciones de diluciones de diluciones de lo que se supone que es el principio activo.

La homeopatía se basa en tres pretendidos supuestos científicos, pero que realmente no tienen nada de ciencia: lo similar cura lo similar, en otras palabras, una sustancia que causa síntomas similares a los de la enfermedad en personas sanas será un agente terapéutico eficaz en personas enfermas a dosis infinitesimales. El segundo principio es el de las diluciones y la dinamización. En los productos homeopáticos, la terminología 3CH, 10CH, etcétera... significa el grado de dilución.

Después de las innumerables disoluciones prácticamente no queda nada del supuesto principio activo, y ahí vamos con el tercer principio: la memoria del agua. Los homeópatas defienden que el agua de la tintura inicial (tintura madre) en el que se han hecho esas disoluciones recuerda ese principio activo, es decir, que el agua puede recordar físicamente las propiedades químicas de sustancias que han estado diluida en ella, por lo visto eternamente. Los experimentos que se han hecho, y publicado, para demostrar la memoria del agua, se han demostrado, con posterioridad, erróneos y llenos de mala praxis. En conclusión, los compuestos homeopáticos no curan enfermedades como el párkinson. Lo que utilizan es el efecto placebo y muchas veces la angustia de los enfermos y su desesperación por encontrar algo que los cure.

La acupuntura juega en otro campo diferente. Existen ensayos clínicos, es decir, pruebas científicas, que demuestran que, junto a los diferentes tratamientos que se utilizan contra el párkinson, la acupuntura puede producir alguna mejora. Sin embargo, los metaestudios que se han realizado sobre estos ensayos clínicos son insuficientes y se necesitan análisis mucho más rigurosos, como la utilización del método doble ciego. Este sistema se emplea para garantizar que los ensayos clínicos ofrezcan resultados reales y consiste en que ni las personas que realizan la investigación ni las que participan en el ensayo saben si lo que están recibiendo los enfermos es el medicamento o el placebo. De esa manera se evitan los posibles sesgos en la interpretación de los resultados.

Esto es fácil de hacer si el tratamiento que se va a probar en un ensayo clínico es, por ejemplo, una pastilla, pero si hablamos de acupuntura es mucho más complicado. Se han hecho algunos con un intento de doble ciego en los que el acupunturista realiza una acupuntura falsa a parte de los participantes, pero el acupunturista sabe si está utilizando acupuntura real o falsa. Es decir, es mucho más difícil hacer un ensayo clínico lo suficientemente riguroso que cuando estás haciendo un ensayo clínico sobre un fármaco.

Además, otro aspecto a tener en cuenta es que el párkinson es una enfermedad crónica y con los ensayos que se han realizado lo que se ha determinado era el alivio que producía la acupuntura de forma inmediata, pero no se ha estudiado si ese alivio sigue a medio y largo plazo. Por eso, los metaanálisis sobre estos ensayos clínicos dicen que deben ser más rigurosos y deben incluir a más personas. Pero en ellos sí se ha visto que la acupuntura, junto a los tratamientos actuales, parece que puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas del párkinson. Aunque es importantísimo tener claro que en ningún caso la acupuntura puede sustituir al tratamiento.

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa. Aparece cuando las neuronas no producen suficiente cantidad de un neurotransmisor que se llama dopamina. Afecta principalmente al movimiento y por eso sus síntomas son temblores, rigidez, lentitud de movimiento y también algunos problemas de equilibrio. Se calcula que afecta a entre un 1 % y un 2 % de la población mayor de 60 años y hasta a un 5 % de la población mayor de 65 años. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), unas 150.000 personas padecen esta enfermedad en España. Existen tratamientos para aliviar los síntomas, pero no tenemos cura definitiva para ella.

 

Arriba

 

7. El eneagrama de la personalidad: “pseudocientífico, intrusivo y reduccionista”.

FUENTE: El Español

 

 

Con el título “Luis es un 2 y Pablo un 6 en el test de personalidad Eneagrama: ¿y tú cuál eres en este dudoso método?”, el diario digital El Español ha publicado un reportaje de María Paredes sobre esta técnica pseudocientífica. Explica que se usa en Recursos Humanos y/o para perfilar personajes en guiones. Pero, ¿es fiable? Para ello, ha hablado con tres devotos y un psicólogo. Reproducimos el artículo a continuación.

Según el eneagrama, usted será un 1, un 2, un 3, un 4, un 5, un 6, un 7, un 8 o un 9. Su personalidad estará definida y perfectamente comprendida en una de estas nueve categorías que tienen, a su vez, tres subtipos. ¿Lo habían oído antes? Es probable porque, cada vez más, este método está aplicándose a sectores como los Recursos Humanos, que lo utilizan para evaluar la personalidad de los trabajadores de una empresa, además de en los procesos de selección. También directores, guionistas y actores lo aprovechan para perfilar a sus personajes e interpretarlos con más tino. En EE.UU., por ejemplo, esta práctica arrasa.

Sin embargo, a pesar del boom actual, este conocimiento se remonta a miles de años atrás, como nos explica José Antonio Prieto, formador en el Centro Eleusis de Madrid, un gabinete que lleva enseñando eneagrama desde el año 1988. “Es una sabiduría ancestral que viene de Oriente, de la zona de Babilonia y Afganistán, en concreto de los sufís, y que conocemos a través de Gurdjieff, un filósofo armenio con una vibración muy curiosa que se instaló en París en los años 30 y fundó el eneagrama del cuarto camino”. Un discípulo muy importante de aquel filósofo, desarrolla Prieto, fue Óscar Ichazo, quien empezó a hablar de “nueve eneatipos referidos a patrones psicológicos de las personas”. Tras Ichazo, Claudio Naranjo fue quien terminó de perfilar “el eneagrama de la personalidad”. Y con Naranjo se formó el director del Centro Eleusis. Se cierra el círculo.

Del 1 al 9, los eneatipos

Según nos explica el formador, estos son los nueve eneatipos de la personalidad: “El 1 es el iracundo, el 2 es el orgullo, el 3 la vanidad, el 4 la envidia, el 5 la avaricia, el 6 el miedo, el 7 la gula, el 8 la lujuria y el 9 la pereza -además de otros rasgos-”. Casi como los pecados capitales, advertimos. “Sí, la tradición lo que hizo es coger los siete pecados capitales y, para hacerlos coincidir con el eneagrama, Ichazo añadió dos puntos más: el miedo y la vanidad”, apunta Prieto, que añade: “El miedoso siempre ve peligros o se los inventa; el iracundo o perfeccionista siempre cree que Dios no lo hizo del todo bien, que hay que reformar las cosas; el orgulloso también tiende a la ira y, cuando se le cuestiona, se enfada y puede llegar a estallidos de violencia muy fuertes”.

Para averiguar el eneatipo al que alguien pertenece, el Centro Eleusis y otros muchos gabinetes que enseñan Eneagrama ofrecen formaciones y talleres en los que se llevan a cabo diferentes “dinámicas en pequeños grupos de gentes” hasta que salte un “clic emocional” por el que adquieras la revelación de qué número configura tu personalidad. El Español ha localizado a tres personas que realizaron este proceso y nos cuentan cuál es su eneatipo y de qué forma les ha servido descubrirlo.

Pablo García, el seis

Pablo García llevaba una racha mala: tuvo problemas laborales, de pareja y perdió a su madre. Se decidió entonces a probar una formación de eneagrama y pronto supo que él era un 6: “Yo siempre he sido muy mental, no sabía que había otras formas de ser. Lo corporal lo tenía olvidado, me costaba hacerle caso a mi cuerpo, a cuando tiembla o me duele algo. Cuando empezamos a ver los diferentes eneatipos me sentí muy identificado con este porque, cuando la vida me achuchó, lo que me salieron hacia fuera eran sobre todo miedos”. A la conclusión llegó por sí mismo, pues explica que “nadie te lo puede decir”.

Funciona así: “Te pueden contar cómo es el eneatipo y normalmente hay uno en el que dices ‘uhhh, si me estás describiendo, así soy yo de principio a fin’”. Cuenta que, a raíz de la revelación, supo que “siempre había actuado desde el miedo en vez de desde el deseo”, y ese miedo le había impedido su desempeño cotidiano: “Tuve unos meses que no podía comprarme ropa porque la opción de no acertar era sinónimo de sentirme mal y culpable. La duda y el miedo me llevaban a la no acción”, apostilla.

Dentro de las dinámicas que se establecen, los participantes pueden saber de qué eneatipo son sus compañeros y también la gente que les rodea en su entorno. O incluso los famosos. “Por ejemplo, una persona que tiene mi eneatipo y mi subtipo es Woody Allen, y es verdad que siempre me han encantado sus películas porque tienen diálogos que digo ‘yo veo la vida así’. Él es un 6 conservacional de libro. Cómo establece las relaciones, la sumisión para caer bien por miedo al rechazo… Cuando conoces a alguien que ve la vida como tú se crea una conexión muy especial”, dice nuestro entrevistado.

Averiguar el eneatipo en el que encajaba le valió a Pablo para elaborar los duelos pendientes, mejorar como persona e, incluso, para dejar de fumar: “En mi caso me di cuenta de que no había sentido rabia porque un chico bueno no puede mostrarla, y yo siempre la tapaba con el fumar, a base de caladas. Pero decidí dejar de fumar, ver la rabia de frente y expresarla. Cada vez que me apetecía un cigarro, escribía. Llevaba 30 años fumando y nunca antes había podido dejarlo”. Se sintió, en definitiva, como si hubiera estado “perdido en un bosque” y ahora le pusieran en la mano “un móvil con Internet y el Google Maps”.

Luis Miguel, el dos

Luismi se estaba formando en terapia Gestalt cuando le hablaron del eneagrama “como otra herramienta más de conocimiento”. Asegura que su proceso personal le llevó a descubrir cómo se “comportaba ante el mundo”. En un primer momento se identificó con el eneatipo 9, pero finalmente tuvo claro que él era un 2. “Fue un impacto fuerte para mí. Un momento muy catártico”.

El tipo de eneagrama en el que Luismi se engloba es el que llaman del orgullo: “Ese es el 2, además acompañado de que ‘yo no necesito nada, yo puedo con todo, soy suficiente conmigo mismo’”. Y, aunque dice que en un principio no le gustó descubrirlo (asegura que lo normal es que a nadie le guste su eneatipo) ha aprendido a usar el carácter a su favor: “Me sirve por ejemplo para conseguir cosas con las que personas que no tienen ese eneatipo se dan por vencidas. Si hay que conectar el ordenador a la tele y mi pareja y yo estamos con ello, mi pareja desiste rápido y yo digo ‘no, vamos a seguir un poco más, a ver cómo se hace esto’”.

Carolina Martínez, el nueve

Carolina Martínez es un 9 y lo tiene también muy claro. “Yo soy pereza, un tipo social”. En su caso, supo desde el principio que ese eneatipo la definía. “Fue duro cuando me pegué el golpe de darme cuenta de todas las cosas que hacía en mi contra, todo el mal que me estaba haciendo por ser fiel a ese carácter. Me ha generado conflicto hasta que ha llegado la aceptación”.

¿Y cuáles son los rasgos que definen a los nueves? “Somos muy serviciales hacia los demás, no nos gustan los conflictos, tenemos mucha tendencia a la confluencia. Yo por ejemplo pierdo mi esencia y no puedo decir no; antes por ejemplo hacía todo lo que decía mi pareja. En el fondo hay un temor muy grande a generar un conflicto y a la soledad”.

Carolina tiene 43 años y, gracias al eneagrama, dice haberse comprendido mejor a sí misma, pero también a los demás, con los que ahora le resulta más fácil tender puentes: “Tengo un hermano que es un 5 y le he empezado a entender un poco ahora. Mi padre era un 8, entonces yo he vivido siempre que traspasaran mis límites. He empezado a ponerlos a raíz del eneagrama, que marcó un antes y un después en mi vida. Cuando llegué ahí fue como ver la luz. No te puedes imaginar lo que lloré, pero te puedo asegurar que es increíble. Yo se lo recomiendo a todo el mundo”.

La opinión de la psicología

Aunque muchos psicólogos titulados imparten formación en eneagrama, una parte mayoritaria de la profesión rechaza de plano esta técnica y la califica de pseudoterapia. Es el caso de José Antonio Portellano, psicólogo clínico y neuropsicólogo, para quien el eneagrama es un “cuentecito” que peca de ser “pseudocientífico, intrusivo y reduccionista”. Portellano, que tiene publicados siete test psicológicos de personalidad, explica a El Español que para que una de estas pruebas sea válida tiene que acreditar suficientemente su “fiabilidad y validez”.

“Hay mucho trabajo estadístico detrás de una prueba bien hecha, y también comités que deben avalarla con criterios rigurosos”, explica. “Lo de los nueve tipos de personalidad del eneagrama es más falso que un duro de madera, carece de una construcción científica y lo que hace es poner en entredicho el test psicológico, bien construido y científico. Ellos mezclan esoterismo, misticismo y cosas muy raras, como decir que procede de Afganistán”.

En segundo lugar, desarrolla el neuropsicólogo, el eneagrama es intrusivo: “Usan estas pruebas en coaching y en pseudoterapias cuando el único profesional que se dedica a realizar test es el psicólogo. Es como si yo hablo de astrofísica, me puedo leer los libros y opinar, pero mis opiniones al respecto no son importantes”. Y, por último, Portellano habla de reduccionismo en tanto en cuanto no puede “valorarse la personalidad de un ser humano sólo con 9 variables”. Y argumenta: “Es como si uno se va a hacer un análisis de sangre y pide que le valoren sólo los glóbulos blancos y los rojos. Es de un reduccionismo miope, porque no hay que encasillar a la persona en uno de esos 9 tipos. La personalidad es más amplia y compleja y en la vida no todo es blanco y negro. Una persona con perfil de triunfador a lo mejor no es triunfador al 100 %. Da una visión muy estrecha, categórica, que no corresponde a la realidad”.

Además, el experto neuropsicólogo añade que la personalidad es “el conjunto de rasgos que definen a la persona”, pero que estos no son “rígidos ni estáticos”. “Una persona tímida a través de la experiencia puede trabajar el rol de la introversión y llegar a ser extrovertido”, añade, remarcando que la conducta admite modificaciones y que, por ejemplo, las personas más impulsivas pueden aprender a controlar sus impulsos y aquellas que tienen poca empatía pueden desarrollarla si trabajan en esa dirección con un profesional acreditado.

Por último, concluye: “Los que lo practican tienen todo el derecho a hacerlo, pero que no se llamen terapeutas. Cualquiera con un cursillito abre un chiringuito y, como mucha gente está desesperada y busca sentirse mejor, se agarra a cualquier cosa. Pero ¿en qué son especialistas estos formadores? En las universidades no se estudia el reiki o el eneagrama”.

 

Arriba

 

8. El nuevo rey inglés Carlos III, fiel defensor de la homeopatía.

FUENTE: Hipetextual

 

 

Durante su época como príncipe de Gales, Carlos III ha sido un fiel defensor de la homeopatía. ¿Significa eso que esta y otras pseudoterapias tendrán ahora más peso en Reino Unido? Tendremos que esperar para saberlo. Así encabeza la divulgadora científica Azucena Martín este artículo en Hipertextual.

Con la muerte de Isabel II, el reinado de Inglaterra pasa a manos de su hijo, ahora conocido como Carlos III. Comienza una nueva etapa en Buckingham muy diferente a la que de quien se ha sentado en el trono durante 70 años. En los últimos días, las redes sociales y los titulares de prensa de todo el mundo se han hecho eco de algunas de las peculiares manías del nuevo rey. También de sus aficiones, tan diferentes a las de su madre. Por ejemplo, durante su época como príncipe, ha protagonizado más de una polémica por su apoyo a pseudociencias y pseudoterapias como la homeopatía.

Tal fue su implicación en este tipo de cuestiones que incluso llegó a ser dueño de una compañía que promocionaba algunos remedios a base de hierbas sin ninguna evidencia científica. Uno de los más polémicos fue una tintura a base de diente de león y alcachofa, que prometía “desintoxicar el cuerpo”. Todo esto, además, le ha valido algunos enfrentamientos con el doctor Edzard Ernst, un profesor jubilado de medicina complementaria de la Universidad de Exeter, conocido por su activismo contra las pseudoterapias que él mismo se dedicó a estudiar.

Han sido varias las ocasiones en las que Carlos III ha manifestado su apoyo a diversas pseudoterapias. Sin embargo, la verdadera polémica comenzó en 2005, cuando encargó al economista Christopher Smallwood la realización de un informe sobre la rentabilidad de la medicina complementaria y alternativa. Su objetivo era demostrar que este tipo de prácticas deberían ser financiadas por el servicio nacional de salud (NHS) de Reino Unido.

En él participaba el propio Edzard Ernst. Sin embargo, éste pidió que se eliminara su nombre al comprobar que las evidencias científicas no se estaban teniendo en cuenta para redactar las conclusiones. Aquí empezó un enfrentamiento entre el monarca y el médico que, además, ha generado un gran número de críticas y amenazas de la población hacia este último.

Las evidencias se imponen

A pesar de la realización de dicho informe, en 2017 el comité de ciencia y tecnología de la Cámara de los Comunes declaró la homeopatía como científicamente inverosímil. Además, el NHS puso en marcha una serie de medidas para que no estuviese disponible con receta médica. Sin embargo, ese mismo año el entonces príncipe Carlos se hizo patrocinador de una organización dirigida a su promoción.

Desde entonces, otras situaciones similares se han ido sucediendo una tras otra. En ciertas ocasiones fue él directamente el artífice de las mismas, mientras que en otras solo lo fue la fama que le precede. Esto último ocurrió, por ejemplo, en plena pandemia, cuando él mismo enfermó de COVID-19. El ahora rey Carlos III se recuperó tan rápido que en la India, un país conocido por su gran apoyo a la homeopatía, se difundió el bulo de que se había tratado con esta pseudoterapia.

Los funcionarios del príncipe no tardaron en negarlo, pero el mal ya estaba hecho. La fama de la homeopatía contra el coronavirus corrió como la pólvora y se hizo aún mayor en la India. Sobra decir que no fue culpa suya. Sin embargo, cuando una persona de gran influencia da un apoyo tan incondicional a ideas pseudocientíficas, la realidad y la evidencia tienen mucho más difícil imponerse.

¿Y ahora qué?

Ahora que el príncipe se ha convertido en el rey Carlos III, queda esperar a saber si cambia su postura sobre la homeopatía. No obstante, también podría ser que aproveche su nueva influencia para dar más fuerza a su discurso pseudocientífico. Si bien es cierto que sus años de mayor apoyo público a la homeopatía parecían haber pasado, este mismo año fue el responsable del discurso de apertura de una importante conferencia sobre medicina integrativa.

Este es un concepto que combina la medicina científica con terapias alternativas. Es verdad que puede parecer que se encuentra a medio gas en el ámbito de las pseudoterapias, pero no deja de ser otra manifestación más de las pseudociencias. Por lo tanto, no parece que su punto de vista haya cambiado. Tendremos que esperar para saber cómo se desenvuelve como rey y, sobre todo, si decide mantener lo que hasta ahora ha sido un apoyo incondicional. Posiblemente, no tardaremos en tener las respuestas.

 

Arriba

 

9. La reina de España pregunta por la medicina integrativa en el tratamiento del cáncer.

FUENTE: Nius Diario

 

 

La reina española Letizia ha retomado su agenda oficial tras las vacaciones de verano el pasado 6 de septiembre en CaixaForum de Lleida, donde ha presidido la conferencia del Tour del Cáncer organizada por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) e impartida por el doctor Carlos López-Otín, a quien le ha mostrado su gratitud y le ha preguntado por qué hay “resistencia” en la medicina tradicional a la medicina integrativa, según cuenta Nius Diario, con informaciones de Europa Press.

“Solamente querría saber por qué hay tanta resistencia entre la medicina tradicional, ortodoxa, entre los oncólogos, a la medicina integrativa”, ha afirmado la Reina en el turno de preguntas después de recordar que en febrero de 2022 el Parlamento Europeo ha lanzado su primera estrategia contra el cáncer, por primera vez se ha hablado de la medicina integrativa. López-Otín ha respondido que “la medicina integrativa es el futuro, porque el organismo es una integridad, la armonía viene de pieza a pieza”.

El doctor también ha dicho que quien se dedica a ciertas profesiones tiene que estudiar. “No se puede dejar de estudiar nunca porque si no lo hace no puede estar a la altura”, y ha agregado que algunas innovaciones hace años no se estudiaban en la carrera. La Reina también se ha interesado por cómo influye la prevención en el 90 % del origen de los cánceres, el replicativo y el que tiene relación con el medio ambiente, con el estilo de vida y con los hábitos, “para poder eliminar esa toxicidad, mala nutrición, disbiosis o desequilibrio, obesidad, sedentarismo, estrés y la pérdida de la regulación circadiana”.

“La clave está en lo que dice Letizia, la prevención es la clave”, ha respondido Lopez Otín, que ha puesto como ejemplo de las muchas probabilidades que tiene la Bruxa d'Or, la administración de lotería de Sort (Lleida) en repartir premios por el gran número de series que adquiría. “Si nosotros saturamos nuestros mecanismos de reparación sin tomar ninguna estrategia de prevención lo más normal, lo más natural, lo más posible, es que tengamos tumores porque no estamos reparando nada”, ha remarcado.

En este sentido, ha afirmado que hay que reparar antes que replicar: “una vez que has dividido la célula y el material genético ya no vale la reparación, porque cómo distingues lo normal de lo alterado”. El Tour del Cáncer es una conferencia, organizada por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que recorre España con el objetivo de incrementar la visibilidad y el conocimiento del cáncer a la sociedad y los servicios gratuitos de la entidad.

Qué es la medicina integrativa

¿Pero, qué es la medicina integrativa? ¿Se usa sólo contra el cáncer? ¿En qué consisten esas terapias integrativas? ¿Hay realmente resistencia en la medicina tradicional? Con estas preguntas encabeza Patricia Pereda un artículo en Nius Diario, en el que explica que la Medicina integrativa (IM, por sus siglas en inglés) engloba la medicina convencional y la medicina natural, para que el paciente tenga a su disposición todos los instrumentos posibles para su curación. Otros expertos la definen como cualquier tipo de práctica médica o de producto que no se considere medicina tradicional.

Lo que defienden desde la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) es que a la hora de integrar estas técnicas alternativas hay que tener en cuenta si están avaladas por un método científico, es decir: que lo que haces sepas previamente que va a funcionar contra la enfermedad y que no va a poner en riesgo al paciente. “De momento, esta medicina integrativa no tiene evidencia científica de que cura lo que dicen que cura, por eso desde la AECC nos centramos en la medicina convencional que sí ha demostrado que cura enfermedades. Eso sí, esto no quiere decir que en el futuro, con investigación, se demuestre que estas técnicas funcionan para curar el cáncer”, explica la portavoz de la Asociación Española contra el Cáncer, Esther Díez.

E insiste: “no menospreciamos la medicina integrativa, pero nos basamos en la evidencia científica y de momento la quimioterapia o la radioterapia si está demostrado que curan el cáncer; la medicina holística, por ejemplo, no”. Las personas y los pacientes desean tener menos dolores, consumir menos medicamentos, ser vitales, dormir bien, en resumen, menor sufrimiento y mayor calidad de vida. Es aquí donde entra la que en su día fue llamada medicina del futuro. Este tipo de medicina integral atiende los aspectos globales del individuo; fisiológico, psicológicos, nutricionales y sociales.

Díez alerta de que hay algunas de estas técnicas que están relacionadas con beber con alguna sustancia diluida en agua para curar el cáncer. “Desde luego esta no es una técnica a integrar. Por ahora, es la medicina tradicional la que ha demostrado que cura el cáncer”. La AECC cree que todavía que mucho para que se demuestre que estas técnicas son beneficiosas para el paciente.

¿Qué tratamientos incluye?

Incluye tratamientos como bioneuroemocion, holística, acupuntura, meditación o masaje. La atención tradicional para el cáncer incluye cirugía, quimioterapia, radiación y terapia biológica. Hay que diferenciar entre estas técnicas integrativas. La psicológica conductiva conductual ha demostrado que, aunque no cura el cáncer, ayuda al paciente a llevar mejor y hacer frente a la enfermedad.

La nutrición y el ejercicio no entran dentro de estas técnicas alternativas, exponen desde la AECC. Por ejemplo, una buena nutrición, una dieta mediterránea y hacer ejercicio no es medicina integrativa, señala Díez. “Está absolutamente demostrado que el tabaco y el alcohol están detrás de muchos tipos de cánceres. Por el contrario, una dieta saludable y variada y hacer ejercicio también está demostrado que previenen el 50 % de los tumores”.

Desde la Clínica Menorca explican que la medicina integrativa sería ver al paciente como un todo. Su objetivo es el de recuperar la vitalidad y el rendimiento físico e intelectual de diez años atrás, evitar el dolor y el consumo de fármacos, y aportar calidad de vida durante muchos años. Antes curar que cronificar. Se trata de averiguar la causa de la enfermedad, no tratar los síntomas. Es importante destacar que la enfermedad, en muchas ocasiones, aparece como consecuencia de malos hábitos alimenticios y conductuales, que provocan un debilitamiento de nuestro sistema inmune.

Mantener el organismo desintoxicado y un sistema inmune sano y fuerte es la manera más efectiva de evitar la enfermedad. El abordaje integral, combinando tratamientos convencionales con alternativas terapéuticas complementarias, potencia los resultados enormemente. La Medicina Integrativa resalta el papel fundamental que ejerce la nutrición a la hora de producir mejoras en los pacientes a través de un programa nutricional individualizado y ajustado a su enfermedad.

Un estudio realizado en EE.UU. exponía que la IM puede ayudar a aliviar los efectos secundarios comunes del cáncer o del tratamiento contra el cáncer, tales como la fatiga, la ansiedad, el dolor y las náuseas. Se han estudiado muchos tipos de IM. Entre las que pueden ayudar a las personas con cáncer se incluyen:

- Acupuntura: puede ayudar a aliviar las náuseas y vómitos.

- Aromaterapia: utiliza aceites fragantes para mejorar la salud o estado de ánimo. También puede ayudar a aliviar el dolor, las náuseas, el estrés y la depresión. Aunque generalmente son seguros, estos aceites pueden causar reacciones alérgicas, dolores de cabeza y náuseas a algunas personas.

- Terapia de masaje:  puede ayudar a aliviar la ansiedad, las náuseas, el dolor y la depresión.

- Meditación: practicar la meditación puede ayuda a aliviar la ansiedad, la fatiga, el estrés y los problemas para dormir.

- Yoga: puede ayudar a aliviar el estrés, la ansiedad y la depresión

- Biorretroalimentación: es una técnica que puedes usar para aprender a controlar algunas de las funciones corporales, como la frecuencia cardíaca.

Los límites de la medicina integrativa. ¿Funciona?

En la actualidad, no se ha demostrado que algún tipo de medicina integrativa ayude a curar o tratar el cáncer. Mientras que muchos productos y tratamientos se promocionan como la cura para el cáncer, no existen estudios que respalden estas afirmaciones. Antes de intentar cualquier producto que haga tales afirmaciones, desde la AECC recomiendan hablar primero con su médico, ya que algunos productos pueden interferir con otros tratamientos para el cáncer. “Por ejemplo, el zumo de limón es lo más natural que hay, sin embargo, puede ser negativo para algún tratamiento de quimioterapia”, concluye Díez.

 

Arriba

 

10. Instituto mexicano imparte formación en Constelaciones Familiares con aval oficial.

FUENTE: Noroeste

 

 

El Instituto de Terapia Sistémica Shalom celebró el pasado mes de junio el acto académico para despedir a 24 graduados de las licenciaturas en Educación para la Familia, Maestría en Educación para la Familia y Maestría en Terapia Familiar con Constelaciones Familiares. Con la misión de impactar a la sociedad siendo promotores de la paz, a través de alternativas terapéuticas profundas e innovadoras orientadas a la restauración y la reconciliación con sus raíces, el Instituto de Terapia Sistémica Shalom despidió a la generación 2022 de terapeutas familiares, tal como informa Leopoldo Medina en el diario mexicano Noroeste.

El acto académico se realizó en la Torre Académica de la UAS (Universidad Autónoma de Sinaloa), y estuvo encabezado por la directora del Instituto, Diana Naytzé Ramírez Torres, quien se mostró emocionada y orgullosa de los 24 alumnos que egresan de esta institución. “Desde el 2019 se nos atravesó el tema de la pandemia, cuando justamente la generación más nutrida acababa de terminar, teniéndose programada para abril; y hoy en medio de la quinta ola, y con todas las vicisitudes que tuvimos aquí estamos, para poder cumplir con este acto, hacer el cierre, tener la foto de cada una de las metas de ustedes, porque ustedes son la fuerza del instituto, muchísimas gracias por su esfuerzo, por estar aquí, mis mayores bendiciones para que cumplan la misión del instituto, de ser promotores de la paz en estos momentos tan importantes”, destacó Ramírez Torres.

Durante el evento los egresados recibieron su diploma de culminación de estudios y posteriormente pasaron al pódium para compartir ante los presentes su mensaje de agradecimiento, así como algunas experiencias y aprendizajes que les dejó su paso por las aulas del Instituto Shalom. También las terapeutas y madrinas de generación Eva Guadalupe Cristerna Reyes y Karla Gallegos Hernández mostraron su orgullo y satisfacción de haber sido parte de la formación de esta nueva generación de terapeutas familiares y educadores para la familia.

Finalmente, como representante de la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado, tomó la palabra Luis Guillermo Flores, quien felicitó a los graduados por profesionalizarse en su misión como generadores de paz y en su compromiso por desarrollar con énfasis el acompañamiento emocional de los pacientes, sobre todo en estos tiempos tan difíciles de pandemia. Antes de culminar el evento, por parte del Instituto Shalom se transmitió un video con una recopilación de los mejores momentos vividos en las aulas de los alumnos ahora egresados de las diferentes licenciaturas y maestrías.

 

Arriba

 

La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.