Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 989

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27 de oct. 2022

 

1. ¿Un retiro New Age sobre “energía sanadora” en un centro católico de espiritualidad?

2. Los Cuidados Egipcio-Esenios, una pseudoterapia New Age que “se cuela” en espacios católicos.

3. España: ésta es la realidad de las sectas en Alicante y a nivel general.

4. España: los testigos de Jehová cumplen 50 años en Vigo.

5. Tres ex adeptas de La Luz del Mundo cuentan sus vivencias en la secta.

6. La Iglesia de Cristo de los Últimos Días, una secta polígama de origen mormón.

7. Argentina: la fiscal federal explica cómo funcionaba la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

8. Así eran las “curas de sueño” para someter a los adeptos de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

9. Bélgica: juzgan a Robert Spatz, líder de un grupo sectario de budismo tibetano.

10. Argentina: encuentran a un joven desaparecido en Australia, posiblemente con una secta.

 

 

1. ¿Un retiro New Age sobre “energía sanadora” en un centro católico de espiritualidad?

FUENTE: Aleteia

 

 

Una imagen del Cristo del Otero –famosa escultura de Victorio Macho, de 20 metros de altura, situada en la ciudad española de Palencia– protagoniza el anuncio de un evento peculiar que ha circulado en los días pasados en entornos espirituales y “holísticos” de las redes sociales, llamando la atención de muchos. Así comienza el artículo que ha escrito en Aleteia Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).

Se trata de la conferencia “Jesús como sanador. Mis milagros favoritos”. Como se celebra en el Centro de Espiritualidad de Loyola –un lugar fundamental para San Ignacio y los jesuitas–, todo parece indicar que se trata simplemente de una actividad formativa en torno a Jesucristo y sus milagros, tal como aparecen en los evangelios.

El protagonista: un “sanador profesional”

Sin embargo, la perspectiva cambia cuando observamos que la conferencia está a cargo de Eduardo Liébana, que se presenta en los carteles anunciadores como “sanador profesional de la Escuela Británica”. Y, curiosamente, tras la charla habrá un retiro durante todo el fin de semana en la casa de espiritualidad de los jesuitas (que ya no es gratuito).

Como puede verse en la página web de los organizadores de la conferencia y del retiro, se presentan como “un equipo de sanadores profesionales compuesto por Rufi Azpeleta y Eduardo Liébana, con más de 30 años de experiencia, que han aprendido a desarrollar su don. Formados en los principios de la Escuela Británica de Sanadores Profesionales”, tarea a la que se dedican a tiempo completo: “más de 10 horas diarias al ejercicio de dicha disciplina en la consulta”.

En su página web, Eduardo Liébana cuenta una supuesta experiencia cercana a la muerte que habría vivido en Palencia, y la concluye con estas palabras: “Mi yo que murió en aquel verano por una intoxicación [...] sólo puedo decirte que ojalá te mueras pronto y vivas lo que viví. La verdadera gloria”. Cita frecuentemente al maestro espiritual hindú Sri Ramana Maharshi.

Por su parte, Rufi Azpeleta es auxiliar de enfermería y, desde 1998, discípula de Liébana, quien en 2009 le realizó “su AXO, Activación Axiatonal Original (activación energética creada inicialmente por la sanadora estadounidense Janet Digiovanni hace 30 años)”. También se ha formado en otros sistemas de “sanación”.

Sanación y “esencia interior”

Cuando Eduardo Liébana dice en su web “llámanos a la consulta”, se refiere al establecimiento que tiene en Palencia, donde practica su sanación, que consiste en “la focalización de la energía sanadora desde su fuente esencial o primigenia a alguien que lo solicita o lo necesita. [...] es irradiada normalmente al paciente a través de la concentración y la consciencia del sanador o sanadores”, y sirve para “despertarnos de nuestra identificación con el cuerpo, la mente, el intelecto y el ego a nuestra esencia interior, a la auténtica naturaleza del ser”.

En su discurso más “teológico”, Liébana afirma que “la sanación se refiere a la naturaleza sagrada de todas las expresiones de la vida, de la energía sutil, a la manifestación de la consciencia universal, la consciencia pura, Dios (aquí puedes poner el nombre del dios de tu cultura o de tu creencia), la primera causa sin causa, el sin forma, el silencio. El auténtico silencio donde desaparece el uno para ser Uno que es El que convierte a todas las sanaciones en silentes”. Ideas propias del monismo –todo es uno– y panteísmo –todo es divino– de la New Age.

Para este gurú, “todas las personas poseen un mecanismo armonizador que fluye como una fuerza energética dentro y alrededor del cuerpo, en la mente, el intelecto, las emociones, la consciencia y el espíritu para mantenerlos en equilibrio y armonía”, y “la sanación restablece la energía necesaria y reequilibra el propio mecanismo sanador”.

Los riesgos de una propuesta así

De esta forma, hay un claro peligro de que haya enfermos y otras personas vulnerables que acudan a este “sanador” pensando que les enseñará a reconocer su propia esencia y activar esa sanación desde dentro. Desde la experiencia de quienes investigan estas cuestiones y ayudan a sus víctimas, está claro que se trata de una pseudoterapia New Age de riesgo.

Esto puede verse en los ejemplos que el gurú comparte en su página web sobre la sanación de diversos destinatarios (niños, adolescentes, jóvenes... hasta sanación para animales y sanación para moribundos). También incluye la sanación a distancia: “al no estar presente la persona se necesita prestar más atención y concentración durante la reorganización y activación de los 900 parámetros”.

¿Cuántas personas pueden dejar de confiar en sus tratamientos médicos basados en la evidencia científica –con todas las limitaciones y fallos que puedan tener– para fiarse de estas propuestas “energéticas”? Los cientos de horas de formación que aseguran tener estos sanadores parecen acreditar su profesionalidad, pero esto está muy lejos de la medicina real.

La complicidad de la Iglesia

Alertados los jesuitas por la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), desde el Centro de Espiritualidad de Loyola se le pidió a Eduardo Liébana que eliminara del anuncio los emblemas del establecimiento, ya que no se trataba de una conferencia organizada por sus titulares. Sin embargo, el peligro de confusión continúa, ya que muchas personas pueden pensar que se trata de una actividad cuyos contenidos son aptos para un cristiano o, al menos, inocuos para cualquiera. Como hemos visto, esto no está tan claro. Como ha recordado la Santa Sede en su documento sobre la Nueva Era, se trata de una práctica no recomendable.

Los espacios católicos no pueden servir como escenario para la promoción y difusión de estas actividades que son inaceptables desde la razón y la fe. Ninguna parroquia, colegio religioso, convento o monasterio, casa de espiritualidad… debería alquilarse a grupos y personas que, a pesar de la buena intención que puedan tener, en el fondo, plantean una cosmovisión errada a los participantes.

 

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2. Los Cuidados Egipcio-Esenios, una pseudoterapia New Age que “se cuela” en espacios católicos.

FUENTE: Portaluz

 

 

Desde el pasado mes de septiembre se ha podido ver un cartel anunciador en algunos establecimientos de Barcelona y en las redes sociales: “Desmitificar la muerte”. La convocatoria era doble: primero, dos conferencias gratuitas –el “gancho” para la captación de posibles interesados– en Gerona (en un hotel) y Barcelona (en la Casa del Tíbet), los días 20 y 21 de octubre; pero lo realmente importante era el “taller vivencial” que tendría lugar en la residencia salesiana Martí Codolar el sábado 22 de octubre, de 9 horas de duración, y con un coste de 75 euros. Lo cuenta Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en Portaluz.

El reclamo era bien significativo, al abordar cuestiones fundamentales para todo ser humano: “¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Qué enseñanzas nos aporta para la vida? Si es inevitable, ¿por qué temerla?”. En el cartel, una gran fotografía de un hombre de apariencia bondadosa: Bernard Rouch, que es presentado como “físico e ingeniero en telecomunicaciones. Escritor y gran conocedor de diversas tradiciones espirituales. Enseñante desde hace 30 años de los Cuidados Egipcio-Esenios”. Y lo que más llama la atención es el lugar de celebración del taller: una residencia de los Salesianos.

¿Una propuesta cristiana… o de otro tipo?

Observando la temática, es especialmente delicado lo que se planteaba en la convocatoria, ya que en torno al hecho de la muerte y a la vivencia del duelo, el taller plantea en su propuesta “ejercicios prácticos” que servirán, entre otras cosas, para “experimentar la realidad del más allá” y “comprender cómo mantener el contacto con aquellos que nos dejaron”.

Realizándose en una casa de los Salesianos –congregación religiosa fundada por San Juan Bosco en el siglo XIX en Italia y dedicada fundamentalmente a la educación de los jóvenes–, el taller podría entenderse perfectamente a la luz de la fe cristiana como una propuesta de formación (profundizar en la enseñanza católica sobre la muerte y el más allá, los llamados “novísimos”, la comunión de los santos…) y acción (la llamada a la conversión, el rechazo del pecado, la oración de intercesión por los difuntos…).

Pero la realidad no es así. El “taller vivencial” no sólo se ha convocado desde una perspectiva ajena al cristianismo, sino con un ánimo expresamente sincretista (observemos que Rouch se presenta como “gran conocedor de diversas tradiciones espirituales”), algo propio del pensamiento esotérico de la New Age. La confusión de las personas que participan puede ser grande… y espiritualmente dañina.

Un gurú más de la Nueva Era

Por eso es fundamental responder a esta pregunta: ¿quién es Bernard Rouch? Según su propia biografía oficial, nació en Francia en 1968 y su identidad espiritual ha estado marcada por su madre, una mujer católica que en la infancia de Bernard se hizo ortodoxa y más tarde se acercó al hinduismo y al budismo. Ella también “recibía, en sus momentos de silencio, mensajes de una ‘voz silenciosa’ que le inspiraba en sus decisiones vitales”. Por su parte, el padre también le inculcó la simpatía por las prácticas hindúes y las culturas maya y azteca.

De esta forma, Bernard Rouch “pudo expresar y desarrollar las capacidades sutiles que empezaban a nacer en él, como la visión y la comunicación con el mundo de los espíritus”. Cuando su madre ingresó en un monasterio budista de los EE.UU., el Bernard adolescente fue acogido por unos familiares muy implicados en el esoterismo New Age de tipo sanador. De hecho, entre ellos se encontraban el matrimonio de gurús Daniel Meurois y Anne Givaudan, inventores de las “terapias egipcias y esenias” y practicantes de la “lectura de aura”.

Según explica el propio Rouch, estudió ingeniería física y se dedicó a la investigación en la Agencia Espacial Europea (ESA) –aunque en ningún lugar demuestra documentalmente estos datos académicos y laborales–, y “al final del día realizaba a menudo prácticas de terapias”. También viajó a la India en busca de sabios y maestros… En 1993 comenzó a enseñar “las terapias Egipcio Esenias”, algo que se convirtió en su dedicación exclusiva en el año 2000. Desde entonces, las imparte en España, Francia, Italia, Suiza y Canadá.

Una visión deformada de la fe cristiana

En el currículum del gurú se subraya que “siempre ha estado sensibilizado por el acercamiento a los cuerpos sutiles y a las realidades de orden energético y metafísico. [...] desarrollando una amplia visión energética y espiritual de la vida y del ser humano”. Un lenguaje propio de la concepción antropológica de la Nueva Era, que habla de diversos cuerpos en el ser humano y utiliza siempre el término “energía”.

Por eso, a pesar de su insistencia en su bautismo cristiano ortodoxo y su afirmación de que hizo algunos estudios bíblicos en una Facultad de Teología protestante, basta con ver los artículos que publica en su página web para comprobar la interpretación esotérica que hace de los elementos de la fe cristiana: Resurrección de Cristo, Navidad, Domingo de Ramos...

Así, Bernard Rouch muestra una apariencia cristiana, pero ofrece una lectura totalmente alegórica de los misterios de la vida de Jesús. “La noche de Navidad, más allá de su significado histórico, ha sido una noche sagrada durante milenios”, asegura, explicando que “en esta época del año se abre un portal en el que el poder del Cielo se manifiesta con mayor intensidad en la tierra”, en forma de “vibración” o “energía todopoderosa”, sin alusión alguna al nacimiento de Cristo.

Algo parecido sucede con la Resurrección, cuyo sentido sería el “poder del amor para volver a florecer como la flor en primavera”. Para Rouch, su sentido principal no es tanto el acontecimiento que protagonizó Jesús, cuanto que “es hora de dejar atrás nuestro invierno, nuestras convicciones, para dejar florecer nuevos horizontes”.

Sobre la celebración del Domingo de Ramos, por ejemplo, este autodenominado maestro espiritual revela su “mensaje secreto”: “las hojas de palma y otras ramas que la multitud agitaba sobre sus cabezas representaban su conexión vertical con el Padre. Como una antena, les recordaba su propia esencia divina”. Lo habitual en la New Age, que insiste en la “esencia divina” de cada persona, en el engaño de que todos seríamos dioses, todos seríamos Dios.

El riesgo pseudoterapéutico

En su página web dedicada a lo terapéutico –porque siempre ha utilizado el término “terapias”, aunque ahora use “cuidados” para evitar problemas legales–, expone una serie de conceptos mezclados sin el más mínimo rigor histórico (una peculiar conexión entre el Antiguo Egipto, el pueblo judío del Antiguo Testamento, los esenios...) para legitimar la información de que “los cuidados egipcio esenios son sanaciones energéticas que permiten acompañar al paciente hacia el reencuentro del equilibrio de todos los componentes de su ser”.

Continúa diciendo que dichos cuidados “permiten realizar un trabajo en profundidad y promover la mejoría de la armonía entre los diferentes cuerpos energéticos del ser (etérico, emocional y mental). También nos permiten rastrear el origen del dolor para volver a su fuente”. Lo que denota una concepción antropológica muy lejos de todo conocimiento científico racional y, por supuesto, de la cosmovisión cristiana. Queda claro al ver que incluyen “la lectura del aura”, “una gran herramienta que da la capacidad de percibir el estado de salud y la armonía de los cuerpos sutiles en relación con el cuerpo físico”.

Y aquí viene, cómo no, el peligro que suponen estas “terapias” para la persona que caiga en las redes del gurú, además del riesgo espiritual ya señalado: “estos cuidados son una ayuda para la persona enferma, que es víctima de una privación existencial, de sufrimiento físico, psicológico y mental. Ellas actúan sobre la falta de armonía entre el cuerpo y el alma, para volver a conectar al ser humano con las energías de la tierra y el cielo, conduciendo al organismo a un nuevo equilibrio y una nueva armonía”.

Aunque el gurú aclara -para sustraerse de responsabilidades por lo que puede pasar- que sus prácticas no pueden sustituir tratamientos médicos, tiene la desfachatez de decir que “pueden apoyar y ayudar a las personas a vivir con enfermedades como la diabetes, el cáncer, la esclerosis múltiple, SIDA, alergias, intolerancias alimentarias, hipertensión, depresión, Alzheimer, Parkinson, etc.”, ya que ayudan a “la comprensión de las causas que llevaron al individuo a la enfermedad”. Una afirmación peligrosísima propia de las pseudoterapias.

La infiltración en espacios católicos

Y así es posible imaginar quiénes integrarán, en una proporción importante, la asistencia a ese “taller vivencial” en torno a la vivencia de la muerte: enfermos (algunos quizás terminales o desahuciados por los médicos), personas con una especial vulnerabilidad. Un mensaje de correo electrónico enviado en estos días a la congregación religiosa que regenta la residencia donde se celebra decía lo siguiente: “Por favor, cancelad el evento, no dejéis que algo así se difunda en un espacio salesiano, en un lugar católico. No podemos ser cómplices de esta barbaridad, de esta estafa”.

A pesar de ser una práctica frecuente, el uso –normalmente a cambio de dinero– de espacios de titularidad eclesiástica para actividades de sectas y prácticas de la Nueva Era supone un inmenso error, ya que muchas personas acuden confiadas a algo que se celebra en un local parroquial o religioso. La complicidad con quienes perpetran un engaño de esta magnitud –en sus diversas dimensiones: psicológica, familiar, social, sanitaria, económica y espiritual– no es aceptable de ningún modo.

El documento del Vaticano sobre la Nueva Era (Jesucristo, portador del agua de la vida) es claro en este sentido, cuando dice: “Desgraciadamente, hay que admitir que en muchos casos algunos centros de espiritualidad específicamente católicos están comprometidos activamente en la difusión de la religiosidad de la Nueva Era dentro de la Iglesia. Es necesario corregir esta situación, no sólo para detener la propagación de la confusión y del error, sino también para que se conviertan en promotores eficaces de la verdadera espiritualidad cristiana”.

 

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3. España: ésta es la realidad de las sectas en Alicante y a nivel general.

FUENTE: Información

 

 

El coronavirus ha transformado muchos aspectos sociales y el mundo de las sectas no ha sido ajeno a esos cambios, según informa el diario español Información. La pandemia ha diversificado la naturaleza de estos grupos, ha variado sus métodos de actuación y ha incrementado su número. De hecho, en la provincia de Alicante (España) las estimaciones de los expertos apuntan a la presencia de medio centenar de sectas, veinte más que las que se calculaba que había en 2010. Muchas de ellas camufladas bajo la apariencia de ONG y asociaciones legalmente constituidas que persiguen fines totalmente altruistas y loables.

La provincia concentra una de cada cinco sectas de todo el país, pero ahora el principal reclamo para captar adeptos ya no gira esencialmente en torno a una idea religiosa. Con la crisis sanitaria y económica, la guerra y los nuevos valores sociales, el «gancho» se basa ahora en la sanación espiritual, en la cura emocional a través de la trascendencia, el amor por la naturaleza, el pensamiento mágico, la conjunción con el universo, la vuelta al mundo rural y la salvación de unos pocos elegidos ante el inminente apocalipsis.

Todo ello instrumentalizado a través de los retiros en el campo, las prácticas en busca de la paz interior, las terapias de depuración y curación, las técnicas de armonía con la naturaleza… así como la reconstrucción de aldeas abandonadas para recuperar la vida ancestral. Momentos que el «maestro» utiliza para adoctrinar a sus «discípulos» hasta conseguir su propósito que, en su grado máximo, es el sometimiento absoluto.

Para los gurús ha sido más fácil engañar a sus víctimas aprovechando el aislamiento, la soledad y la angustia de estos dos años de miedo, incertidumbre y restricciones para evitar la proliferación del virus. La pandemia ha propiciado, incluso, una extraña interrelación entre sectas de extrema derecha y de extrema izquierda, conspiracionistas y negacionistas del covid junto a defensores de la existencia de los platillos volantes y de los encuentros con extraterrestres venidos de otras galaxias.

Los líderes utilizan cada vez más las redes sociales para trasmitir sus mensajes. De hecho, las sectas se están digitalizando y los contactos físicos entre sus miembros son mucho más esporádicos y alargados en el tiempo que años atrás. Dominan las últimas tendencias de imagen, marketing y estrategia en busca del impacto visual para atraer a posibles sectarios. Precisamente por eso retocan las fotografías que difunden por internet para cautivar a los internautas y, con el mismo fin, estudian al detalle los mensajes persuasivos que emiten para moldear conductas y forjar opiniones. Son perfectamente conocedores de que en la actualidad la imagen se ha convertido en un mecanismo de poder y control social y cultural. Algo en lo que tienen mucho que ver las nuevas tecnologías.

También está cambiando su composición, organización de poder y localización. La hegemonía se está repartiendo de forma horizontal para que la percepción del riesgo disminuya entre las posibles víctimas. Es, en realidad, una estrategia porque el “iluminado” sigue dominando al grupo sin ser tan visible su figura para eludir responsabilidades en caso de denuncias. Las sectas tampoco son tan numerosas como lo eran antaño. Es más difícil someter a muchas personas y ejercer un control férreo sobre sus movimientos y contactos con los “enemigos” del exterior. Principalmente familiares, amigos y compañeros del trabajo. Son los agujeros en la red que pueden evitar cuando los colectivos son más reducidos. De ahí que ahora el número de seguidores no supere la veintena.

Y respecto a la implantación, investigadores del fenómeno como el psicoterapeuta y psicoanalista Miguel Perlado y el psiquiatra y profesor de la Universidad de Cádiz Leonardo Casais advierten de un creciente éxodo de los núcleos urbanos al campo. Buscan enclaves recónditos y despoblados donde pueden pasar más fácilmente inadvertidos. Por eso es cada vez más frecuente la práctica de asentarse en pueblos abandonados bajo el pretexto de reconstruirlos para habitarlos. 

En este ámbito los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado solo pueden actuar cuando se han interpuesto denuncias o cuando se tiene conocimiento de que se están cometiendo actividades delictivas. Por ejemplo, reteniendo a personas en contra de su voluntad, amenazándolas, coaccionándolas, estafándolas, forzándolas sexualmente o incluso obligándolas a ingerir determinadas drogas alucinógenas como la Ayahuasca, que se suele ingerir en el rito iniciático que marca la transición de un estado a otro en la vida de una persona.

Ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil disponen de unidades específicas que realicen un seguimiento estrecho de las sectas. Tampoco existe un registro legal de las mismas. De hecho, contravendría el ordenamiento jurídico. También en este aspecto los líderes suelen bordear las leyes y demuestran un gran conocimiento de la normativa penal para no incurrir en la comisión de ningún delito. Además, las líneas son muy finas a la hora de poder demostrar el control coercitivo que una persona puede ejercer sobre otra. Solo en la legislación británica existe un tipo penal para juzgar estos casos pero está restringido a las relaciones de pareja.

Una vez que se ha ingresado en una secta, en la mayoría de las ocasiones por curiosidad o buscando apoyo, la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico advierte de que comienza entonces el abuso y la absorción psicológica. Y el proceso, que responde a pautas que se repiten en mayor o menor grado, termina convirtiéndolos en «esclavos» manipulados para minar su confianza y aumentar su sentimiento de miedo, culpa, sumisión y dependencia emocional.

En los momentos iniciales las víctimas creen que controlan el proceso y que se mueven en un ambiente de amigos. Sin embargo, con el paso del tiempo aparece un deterioro que altera de forma gradual la percepción que tiene de la realidad y gira por completo sus valores personales y sociales. Todas las personas de su entorno se dan cuenta de su transformación menos la propia víctima, que sucumbe a un método planificado por el líder para inculcarle el aislamiento y el fundamentalismo.

Para Miguel Perlado la sociedad se enfrenta a un problema que no se debe obviar ya que, según las últimas estimaciones, afecta al 1 % de la población española. Una cifra que corre pareja a la del resto de países de Europa y EE.UU. Pero una gran parte de las 250 sectas operativas en España –y es una cifra a la baja– se concentran en la Comunidad Valenciana. «No es un fenómeno muy preocupante aunque tampoco es ínfimo. Pero es necesario que los poderes públicos lo aborden porque tiene un impacto sobre la salud y puede generar un daño en las familias y en la sociedad en su conjunto», apunta Miguel Perlado, coordinador el Grupo de Trabajo en Derivas Sectarias del Colegio Oficial de Psicología.

Él sabe muy bien de lo que habla por experiencia propia y porque lleva 20 años ayudando a las víctimas a «desprogramarse», orientando a las familias afectadas y evaluando las secuelas psicológicas en el ámbito forense. Perlado interviene regularmente como perito especialista en sectas en los juzgados, es supervisor en el Instituto de Psicología Forense de Barcelona y forma parte del Comité Científico de la Federación Europea de Información sobre Sectas. Su último libro lleva por título ¡Captados! y es una completa guía acerca de las sectas donde se desvela lo que son, cómo funcionan y cómo ayudar.

- Con el nivel de información que existe ¿por qué la gente sigue cayendo en las sectas?

- Porque tienen carencias emocionales. Las sectas siempre entran por el corazón de la persona, nunca por su cabeza. No es un problema racional. Con la pandemia muchas personas han quedado «tocadas» y para captarlas las sectas las seducen en los primeros momentos proporcionándoles una falsa sensación de amistad, aprobación e importancia donde no falta la adulación y el ofrecimiento desinteresado de ayuda. “Si nuestras vidas se han cruzado es porque nos ha unido la energía”; “Eres una persona con grandes valores que solo unos pocos podemos apreciar”; “Tienes una misión especial que cumplir en esta vida”; “Si te unes al grupo te vamos ayudar”, son algunas de las frases que las víctimas suelen escuchar en los momentos iniciales del proceso. 

- ¿Y cómo se evita?

- Lo más importante es el fortalecimiento emocional de las personas, pero en estos tiempos socialmente convulsos que vivimos, y con la actual crisis de valores, cada vez hay menos equilibrio psicológico y solidez emocional.

- ¿Por qué los gurús son capaces de someter a personas cultas y con formación?

- Sufren una perversión narcisista y una locura lúcida que arrastra a las personas y las instrumentaliza. Aunque muchos de ellos apenas tienen estudios poseen una gran capacidad para radiografiar a las personas y captar sus vulnerabilidades, deseos y frustraciones. En una simple conversación pueden localizar los puntos débiles de sus víctimas y ofrecerles soluciones a sus problemas. Consiguen cautivarlos y cuentan con la ayuda incondicional de un grupo reducido de personas, su núcleo de hierro, que le ayudan a conseguir sus espurios propósitos. 

- ¿Y qué peligro corren los adeptos?

- El líder exige a sus miembros una convicción, devoción y dedicación que pueden perjudicar, hasta extremos realmente peligrosos, tanto a ellos como a sus allegados y familiares.

- ¿Tan negativa ha sido la pandemia en este ámbito?

- Sí. Ha habido un solo aspecto positivo y es que la falta de contacto físico por el confinamiento ha permitido a algunos adeptos abandonar el grupo con más facilidad.

- ¿Qué diferencia a las sectas de ahora de las de antes?

- Ahora están más conectadas y globalizadas. Funcionan como multinacionales de la iluminación que hacen un uso extensivo de actores célebres y de informes favorables emitidos por profesores de renombre. Y aunque estamos ante un fenómeno globalizado, existen diferentes tipos de agrupaciones o movimientos sectarios, y diversos perfiles de seguidores.

- ¿Cuál es el papel de las religiones?

- Las religiones no son sectas, pero las sectas pueden utilizarlas y extenderse a través de ellas. Por eso sería conveniente que las diferentes religiones elaborasen un libro blanco para determinar sus prácticas saludables y, de este modo, diferenciarse de cualquier ideario sectario.

 

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4. España: los testigos de Jehová cumplen 50 años en Vigo.

FUENTE: Atlántica

 

 

Los testigos de Jehová estrenaron el pasado 17 de septiembre en Vigo (Pontevedra, España) nuevas instalaciones con una jornada de puertas abiertas para inaugurar su nueva sala de reuniones en la parroquia de Lavadores. Los testigos de Jehová están presentes en Vigo desde principios de los años 60, aunque no fue hasta 1971, gracias a la recién conseguida libertad religiosa, que pudieron tener un local abierto al público para celebrar sus reuniones, con lo que llevan ya medio siglo establecidos en Vigo. Lo cuenta el diario Atlántico.

A partir de entonces, varias decenas de vigueses empezaron a reunirse de forma regular en su primer local en la calle Pizarro. A día de hoy el número de miembros total se eleva ya hasta 796, distribuidos en 11 congregaciones: Camelias, Centro, Gran Vía, Norte, Sur, Teis, Travesía, la congregación gallega Illas Cíes, las congregaciones de habla francesa, portuguesa y lengua de signos. “Queremos que nuestros vecinos nos conozcan de primera mano, declara Josué Tizón, portavoz local de los testigos de Jehová en Vigo. “La jornada de puertas abiertas es una buena oportunidad para que visiten nuestra sala de reuniones en un ambiente informal”, añade.

La obra de sus nuevas instalaciones que presentaron en septiembre en Lavadores duró 2 meses y fue realizada exclusivamente por voluntarios, la mayoría locales y algunos de ellos procedentes de otras ciudades, como Gijón, Málaga, Pontevedra, A Coruña y Mallorca. En total, fueron más de 150 voluntarios los que estuvieron dispuestos a participar en el proyecto. Muchos de ellos jóvenes que aprovecharon sus vacaciones para aportar un pequeño grano de arena, según explican los testigos de Jehová de Vigo.

Ainara, voluntaria local sin experiencia previa en la construcción, comentó que “trabajar aquí es diferente, te levantas temprano cada mañana con ganas de ir, no de quedarte en cama, hay un ambiente buenísimo en el que todos se tratan con amor y hay lugar para las bromas y las risas”. “Si no sabes algo o te equivocas, no te echan la bronca, sino que te ayudan para aprender y mejorar”, añadió.

Precisamente este año se cumplen 25 desde que, en 1997, se construyó el Salón del Reino de Lavadores. Este es uno de los tres locales de la ciudad en los que actualmente se reúnen. Están situados en Ángel de Lema y Marina 15, Avenida de Castelao 50-Bloque 3 (acceso por Rúa da Estrada) y Rúa das Fontáns 58, respectivamente. Los tres tienen capacidad para acoger a más de 100 personas.

 

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5. Tres ex adeptas de La Luz del Mundo cuentan sus vivencias en la secta.

FUENTE: AP

 

 

En La Luz del Mundo el rezo de los devotos se propaga a través de los templos como si fuera una misma voz. El llanto colectivo se prende y se apaga casi en automático. El vestir es una etiqueta que dice: pertenezco aquí. Lo cuenta María Teresa Hernández en Associated Press. En cada culto, en cada calle y en cada hogar de la comunidad, los fieles corean lo que dicte Naasón Joaquín García, el tercero de una estirpe que se dice elegida por Dios para difundir sus enseñanzas a unos cinco millones de almas bajo el título de apóstol de Jesucristo. Aunque cumple una condena de 16 años de cárcel en Estados Unidos por abuso sexual, aún creen en su palabra porque retarla sería como retar a Dios.

Para algunos ex devotos, la doctrina de esta religión fundada en México en 1926 rehúye al pensamiento crítico, la toma de decisiones al margen de la iglesia y la formación de una identidad propia. Las pautas de La Luz del Mundo dictan cómo nombrar a los bebés, cuándo llorar y cuántas horas ayunar para pedir a Dios por su apóstol encarcelado, pero no hay guía que alumbre el camino de quien decide separarse del rebaño. Éstos son los recuerdos de tres mujeres que trataron de nadar a contracorriente y quienes pidieron ser identificadas sólo por su primer nombre para evitar posibles agresiones por sus comentarios: Bárbara, Victoria y Vee.

El testimonio de Bárbara

Aquella tarde, el ministro entró corriendo al templo como un viento enfurecido y dijo: “Hermanos, estamos en una situación de emergencia. El apóstol necesita nuestra oración”. La escena era insólita para una iglesia cuyos protocolos tienen la precisión de un reloj suizo. “Yo pensaba ‘se murió, le dio un infarto’. Mil cosas pasaron por mi mente, menos lo que sucedió”, cuenta Bárbara. Y es que lo que sucedió fue la hecatombe: el siervo al que Dios le hablaba al oído estaba en manos de la policía de California por cargos de tráfico humano y violación de menores. “Nos dijeron: ‘no vean noticias, no busquen en internet’. Dijeron que era pecado y blasfemia contra el Espíritu Santo ver cualquier cosa que hablara mal de él”.

Su cuerpo temblaba de miedo con cada vibración del teléfono y bloqueó toda notificación que la tentara con novedades. “No te miento: agarrar el celular era un terror de que te iba a tragar la Tierra. Eso sentía, que si veía algo me iba a ir al Infierno”. Y así siguió hasta que un día vio algo y la Tierra no se abrió. Aquella noticia recuperaba el testimonio de una víctima que dijo ser sobrina de Naasón. Una pregunta llevó a otra y el muro de certezas que protegía su fe cayó. “Ésa fue la puerta para empezar a abrir los ojos y cuando se declaró culpable dije: ya no”.

Acudir a su esposo no salió como esperaba. “Él se cerró. Llegó un punto en que me dijo: ‘Ya no quiero que me digas nada. No voy a pelear contigo, pero no toques el tema’. Él dice que todo es mentira. Ahí fue cuando nuestro matrimonio empezó a tambalearse”. Tras la sentencia de Naasón le dijo a su marido que dejar la iglesia era un punto sin retorno. Él titubeó, pero rehuyó la separación y a la fecha sólo él y su suegra conocen su decisión.

Aunque poco a poco ha reparado la relación consigo misma, aún le falta enmendar sus vínculos con Dios. “No he tratado de buscarlo, de hacer esa oración íntima que te lleva a él. Cuando empecé a abrir los ojos recuerdo que lloraba mucho y le pedía: ‘Señor, si este hombre (Naasón) es malo, ábrele los ojos a mi esposo’. Era mi oración constante y verlo todavía pegado a esto, fanatizado, me genera tristeza. ¿Entonces dónde está Dios?”.

El testimonio de Victoria

Victoria tenía un truco para salirse con la suya: cuando se cortaba el pelo a los 15 años, entraba al templo con la cabeza echada ligeramente hacia atrás para que los mechones bajaran unos centímetros y pudiera despistar al enemigo. Su cotidianidad no fue la de una nueva generación que puede asistir a fiestas, maquillarse o ver telenovelas. Ella vivió medio siglo en el mundo del no: “no” al teatro, “no” al baile, “no” a las faldas ajustadas. Para estudiar la universidad se mudó de país y empezó a vivir sola, pero la doctrina la siguió como su sombra. “Siempre tratas de hacer lo correcto. No te desvías porque piensas ‘Dios me va a castigar’”.

Sus primeras rebeldías fueron comprar boletos para el cine y celebrar el fin de su último semestre en una reunión con amigos vistiendo jeans. “Mi actuar era dentro de las reglas que te estipulan. Te dicen que tienes libre albedrío, pero eso es contradictorio. Cuando te unes a la iglesia estás crucificado. Te dicen: ‘crucifica tus deseos carnales porque debes estar crucificado como Cristo’”.

El lenguaje construye realidades y La Luz del Mundo se hace de siervos hasta para atender el teléfono. “La persona ideal es la que está a disposición del ministerio. Cuando llaman, tú debes responder ‘heme aquí’. Siempre ‘heme aquí’, para lo que sea”. Y ella estuvo. Ahí. Para lo que fuera, durante casi 50 años. No fue sino hasta el arresto de Naasón que decidió dejar de estar. “Este hombre desgració muchísimas vidas. Nos tuvo esclavizados”. Su nombre no es Victoria, pero pide guardar su identidad porque tras la detención dejó la iglesia y no quiere perjudicar su paz. “En tu reportaje llámame Victoria, porque así se siente haber conseguido la libertad”.

El testimonio de Vee

Hubo un tiempo en que el corazón de Vee latió más por su apóstol que por ella. El remordimiento que sentía por ser quien era se volvió tan inmenso que aquella noche le hizo una propuesta a Dios. “Me hinqué, lloré y lloré y dije: ‘Señor, llévame a mí en vez de a él. Fue mi culpa. Por mi culpa está enfermo. Dale a él la vida que necesita y llévame a mí’”. En la doctrina de Samuel Joaquín, segundo apóstol de La Luz del Mundo y padre de Naasón, no había lugar para Vee. La devoción al siervo era bienvenida, pero el amor de una mujer a otra mujer, jamás.

Minutos antes de haber hecho esa oración, Vee estaba lejos del templo. Intentaba reconstruirse en un mundo en el que su identidad de género no fuera pecado, pero su madre llamó: “Tu apóstol está muy mal”. Y ella volvió. Vee fue una entre miles que rezaron en vela ante la certeza de que el final estaba cerca. Samuel aseguró por años que con su último respiro los “llevaría con Cristo”, así que con su muerte ellos tendrían que morir. “Amanecí pensando: ‘nos va a llevar, me voy a ir al infierno’”. Pero nada ocurrió. Vee no se sintió a un paso de las tinieblas por obra del Diablo, sino porque su religión la condenó.

En esa iglesia que tanto quiso y en la que todos se llaman “hermanos” nunca hubo un soplo de aliento para Vee. Tenía 17 años cuando un ministro la interrogó sobre una vida sexual que no sólo debía ser privada, sino que ella desconocía, y le arrebató la única “bendición” que la mantenía a flote. Primero perdió su trabajo en el coro; luego la relación con su familia, el amor por sí misma y su fe. Ahora un zurcido invisible subyace a sus palabras. Le tomó 13 años reparar lo que su iglesia rompió. Poco a poco volvió a hablar con su madre. Poco a poco sanó.

“No hay nada malo conmigo, nunca hubo nada malo conmigo. No soy vómito. Nunca lo fui. Hablar de mí no me gustaba, pero ahora siento que el universo me preparó para hacerlo. Puedo ser feliz con quien yo quiera, conmigo misma, que es lo más importante. Es muy emocional para mí porque no lo había podido hacer en todos estos años. Siento tanta felicidad de poder decir: ésta soy yo, y eso está bien”.

 

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6. La Iglesia de Cristo de los Últimos Días, una secta polígama de origen mormón.

FUENTE: BBC Mundo

 

 

Grupos fundamentalistas mormones continúan practicando la poligamia en Estados Unidos, aunque la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) la prohibió a fines del siglo XIX, como recuerda Felipe Llambías en BBC Mundo. Blaklyn tenía 16 años en 2020 cuando la obligaron a casarse con su primo Travis e inmediatamente quedó embarazada. Estaba sometida, sin poder de decisión sobre nada en su vida. Su destino era perpetuar la “sangre Kingston pura” y obedecer los designios de su marido 11 años mayor que ella.

En algunas ocasiones, Blaklyn despertaba en medio de la noche mientras su esposo abusaba de ella. No podía quejarse. Dentro del clan Kingston, los deseos sexuales masculinos dentro del matrimonio deben acatarse y no se pueden considerar violación, aunque la mujer no haya dado su consentimiento. Pero cuando vio que su marido utilizaba a su bebé como juguete sexual dijo “basta”, y buscó la forma de escapar.

Los padres de Blaklyn –para preservar su identidad la nombramos con su apodo– eran hermanos entre sí y, cuando se casaron, su padre tenía otras cuatro esposas a la vez. Su padre y su suegro, que habían decidido el matrimonio arreglado, son dos de los “Siete Hermanos”, la cúpula del clan Kingston en Salt Lake City, en el estado de Utah, una secta endogámica y poligámica escindida de la IJSUD que fue denunciada ante la justicia a comienzos de septiembre por 10 víctimas, incluida Blaklyn.

En la denuncia, además de las relaciones incestuosas forzadas, las víctimas plantean que fueron adoctrinadas y sometidas a abusos físicos, trabajo infantil desde temprana edad, condiciones laborales de esclavitud (sus tareas eran designadas en empresas de la secta y no recibían pago por ello) y artimañas para defraudar al Estado, algo que dentro de la comunidad se conoce como “Sangrando a la bestia”. El grupo Kingston, conocido internamente como “La Orden”, ha negado su culpabilidad en los delitos de los que se lo acusa.

Algunos detalles de la secta

Charles Kingston, un hombre de Salt Lake City que pertenecía a la IJSUD, cuyos miembros son más conocidos como mormones, fue excomulgado en 1929 por practicar la poligamia. Esta práctica había sido desterrada de ese culto a finales del siglo XIX, una condición que le impuso Estados Unidos a Utah para otorgarle la calidad de estado. Seis años después de la excomunión, uno de los hijos de Kingston, Elden, entendió que su familia debía seguir estando regida por leyes religiosas y por ello fundó su propia iglesia con sus propias reglas.

El nombre oficial del clan Kingston es Davis County Cooperative Society (Sociedad Cooperativa del condado de Davis) y su culto religioso se denomina Iglesia de Cristo de los Últimos Días. Se rigen bajo un estricto sistema jerárquico. En la parte superior de la pirámide está el “profeta”, un hombre que debe tener “sangre Kingston pura”, que descienda directamente de Jesucristo. El cargo es ocupado desde 1987 por Paul Elden Kingston, nieto de Charles y sobrino de Elden, un hombre que se estima tiene unos 500 hijos con 34 esposas. Todas las decisiones dentro del clan deben tener su aprobación.

Para controlar al detalle a la comunidad, todos deben obedecer a un superior, incluso si lo que les está ordenando es algo incorrecto o inmoral. Esto está regido por la “ley de uno sobre otro”, una interpretación de Elden Kingston sobre un pasaje de la Biblia evangélica: “Ser uno con los demás significa que cada uno de nosotros es uno con el de arriba”. Cuestionarlo sería cuestionar a Dios. El clan entiende que las leyes estatales o federales no les aplican, sino que deben guiarse por los designios de Dios, que será quien los juzgue.

Debajo del “profeta”, también llamado “el hombre de la torre de vigilancia”, están los “Siete Hermanos”. A ellos responden los “Hombres Numerados” –un estatus superior dentro de la comunidad que designa su jerarquía dentro del clan–, debajo de éstos están los hombres casados no numerados y, por último, mujeres y niños. El superior de los niños y niñas es el padre. Una vez que las niñas se casan, su superior pasa a ser su esposo. Todo hombre casado no numerado es designado un “Hombre Numerado” como superior, típicamente su padre o un familiar cercano.

A las mujeres se las obliga a casarse con alguien dentro de la comunidad sin preguntarles a ellas si están de acuerdo. Muchas veces todavía son menores de edad y el marido elegido es un familiar cercano, como un hermano, un primo hermano o un tío. Los hombres pueden tener más de una esposa. Las mujeres no, pero sí deben tener un marido y la premisa es que den a luz la mayor cantidad de hijos que puedan, así sea contra su voluntad, para que la secta crezca. Y un aborto espontáneo es considerado un pecado cometido por la mujer, a quien se la castiga.

Las denunciantes afirman que el objetivo de que las adolescentes queden embarazadas desde edades tempranas y que tengan muchos hijos es que no puedan huir de “La Orden”. Esos hijos serán, además, mano de obra infantil para su conglomerado de empresas, que van desde tiendas y supermercados hasta campos y escuelas que se financian con fondos estatales.

En el pasado tuvieron minas de carbón y una compañía energética que defraudó al fisco en algo más de 500 millones de dólares, de acuerdo con un juicio que terminó hace dos años. Dentro de la comunidad utilizan su propia moneda, el scrip, y no pueden usar dólares. El número total de integrantes del clan Kingston es desconocido debido al fuerte secretismo que imponen, pero se estima que son entre 5.000 y 10.000 personas.

“Matrimonios plurales” en Utah

La poligamia, denominada “matrimonio plural” por quienes la practican en Utah, ha permanecido como práctica habitual en esa parte de Estados Unidos no solamente dentro del clan Kingston, sino también en otros grupos que se escindieron de los mormones. La Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una de las más notorias después de que su líder, Warren Jeffs, fuera condenado a cadena perpetua en 2011 por abuso sexual infantil e incesto.

Diez años antes, un misionero mormón de Utah, Tom Green, había sido condenado por bigamia y abuso sexual infantil. Tenía 5 esposas y 35 hijos. La poligamia estaba penalizada en Utah con hasta cinco años de cárcel, pero en 2020 el Congreso de mayoría republicana la despenalizó y la redujo a la categoría de falta, equiparable a una multa de tránsito. El argumento utilizado por los legisladores fue que de esa forma las posibles víctimas de crímenes tendrían garantías para denunciar y no ser penadas por ello.

No relacionarse mucho con personas por fuera del clan y responder lo menos posible ante las preguntas de extraños es parte de la lógica con la que se rigen los Kingston. Que el mundo exterior conozca lo menos posible acerca de la vida en esta comunidad es un mandato. Tan es así que, según el relato de una de las denunciantes, tenían una empresa donde “se imprimían anuncios e invitaciones de bodas de 'La Orden' porque las fotos de boda de niñas pequeñas casándose con hombres en matrimonios incestuosos o plurales no se podían imprimir en Walmart”.

Los matrimonios son celebrados por integrantes del clan habilitados para tal función por parte del estado, aunque en ocasiones se cambian los apellidos de los integrantes de la pareja en los documentos para despistar en posibles investigaciones de las autoridades estatales. Ocurre, asimismo, que en muchos casos el padre de un recién nacido no figura en la partida de nacimiento; al registrarlos, sus madres mienten y alegan desconocer quién es el padre o dicen que desapareció luego de enterarse que la había había dejado embarazada.

“Es una práctica común e intencional en la Orden que los padres no figuren en los certificados de nacimiento de sus hijos para crear confusión, evitar el enjuiciamiento penal por engendrar hijos en matrimonios de menores de edad, plurales o incestuosos”, afirma la denuncia. El clan Kingston ha estado en el ojo de la justicia desde hace al menos 25 años, y en el pasado algunos de sus integrantes fueron condenados por delitos sexuales, estafas al estado y lavado de dinero.

 

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7. Argentina: la fiscal federal explica cómo funcionaba la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: Infobae

 

 

Alejandra Mángano es fiscal federal, madre de dos hijas y cumplirá 40 años en diciembre. Tiene su despacho en el quinto piso del edificio de Comodoro Py (Buenos Aires). Allí está al frente de la fiscalía federal 12. Pero además desde 2009 se dedica a investigar casos de trata de personas entre los que se encuentran los que producen las organizaciones coercitivas, según explica Omar Lavieri en Infobae.

En 2013 la Procuración General de la Nación, a cargo entonces de Alejandra Gils Carbó, creó la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX). Desde aquel momento Mángano encabeza –junto al fiscal de juicio Marcelo Colombo– la procuraduría que interviene en los casos de trata. Son los especialistas en casos de trata laboral, de trata sexual, de matrimonios forzosos y de privaciones ilegítimas de la libertad como las que ejercen las organizaciones coercitivas también conocidas como sectas.

A su oficina de la calle Perú al 500 se dirigieron en 2021 cinco personas para denunciar con identidad reservada lo que sucedía en la Escuela Yoga de Buenos Aires (EYBA). Los cinco testimonios que daban cuenta de una estructura de explotación sexual, y de operaciones de lavado de dinero fueron recibidos por el equipo de PROTEX. Allí se inició una investigación preliminar que finalizó con una denuncia en el fuero federal donde tramitan –desde 2008– los casos de trata de personas. El caso de la EYBA le tocó al juez Ariel Lijo con la intervención del fiscal Carlos Stornelli. Como en casi todos los expedientes de trata de personas que se investigan en el los juzgados federales de todo el país, la PROTEX –en virtud de su especialización– se sumó a la fiscalía original.

En la década de los 90 se había investigado a la EYBA. Pero el caso se había enfocado desde la legislación vigente entonces. Se investigó por corrupción de menores y por estafas relacionadas con el cambio de titularidad de propiedades que denunciaban los familiares de los integrantes de la EYBA que morían. Aquella causa judicial quedó sin sentencia condenatoria.

Pero a pesar de la enorme repercusión que tuvo en aquellos años la investigación judicial la EYBA siguió funcionando en su sede central de Estado de Israel al 4400 del barrio de Villa Crespo. La investigación preliminar iniciada a partir de los testimonios de identidad reservada derivó en la causa en la que en agosto pasado se produjeron detenciones y allanamientos. El nuevo expediente penal sobre las actividades delictivas de la EYBA se enfoca desde la trata de personas. Ese delito fue incorporado a la legislación argentina en 2008. Y es por eso que el caso actual tiene una mirada diferente que el de la década de los 90. A diferencia de la vieja causa tramitada en el fuero de Instrucción, en el expediente a cargo de Lijo, también se investigan maniobras de lavado de dinero, delito incorporado como autónomo a la legislación argentina en 2011.

El jueves 8 de septiembre el juez Lijo dictó el procesamiento de los investigados a los que les imputó: “Haber formado parte de una organización delictiva con rasgos de secta de naturaleza espiritual, denominada Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA) –que operó al menos desde el año 2004 hasta el 12 de agosto de 2022– que se dedicaría a captar personas mediante engaños o que se encuentran en situación de vulnerabilidad para incorporarlos a la organización con el fin de reducirlos a una situación de servidumbre y/o explotación sexual, construir un culto alrededor de su líder y promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en los Estados Unidos de América, que permitiera otorgar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades, con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes”.

El líder indiscutido de la organización coercitiva era Juan Percowicz, un contador de 84 años que está detenido con prisión domiciliaria. La EYBA tenía distintos niveles de jerarquía que se alcanzaban de acuerdo a las tareas que cada uno de los integrantes realizara para sumar dinero o bienes a la organización. Después de conocido el procesamiento dictado por Lijo, la fiscal Mángano habló con Infobae de la EYBA y también de otras organizaciones coercitivas de las que se investigan en el país. Aclara –con espíritu docente– que a las sectas no se las llama más sectas, se las denomina: “organizaciones coercitivas”.

- ¿Cómo empezó la nueva investigación de la EYBA?

- Nosotros logramos recabar testimonios de testigos de identidad reservada que habían trabajado en la organización o que la conocían. Relataron episodios posteriores a los que se investigaron en la causa vieja. Y que además son muy distintos en el sentido de que lo que se verifica a partir de estos testimonios es un sistema por un lado de explotación sexual en departamentos privados o en hoteles de la Ciudad de Buenos Aires y se verifica también algo muy distinto a lo que sucedía antes que es la existencia de sedes en Estados Unidos en donde funcionaría un sistema similar de explotación.

- ¿Eran como sucursales de la EYBA en Estados Unidos?

- Claro. Había viajes de miembros mujeres de la escuela que iban a realizar esas actividades también en Estados Unidos a satisfacer clientes en Estados Unidos.

- ¿Cómo explicaban esos viajes?

- Ellos los llaman tareas para la organización. Ellos presentan estos encuentros sexuales como tareas para la organización y esas tareas tenían una finalidad que es ascender hasta llegar al nivel más alto -el nivel 7- llamado ángel que les garantizaba reencarnar. Se ejercía allí una enorme coerción psicológica sobre las personas que es lo grave del caso.

- ¿Tenían objetivos espirituales –por llamarlos de alguna manera– y al mismo tiempo recaudatorios?

- Había una idea muy arraigada en la organización de acumular dinero como sea. Una de las tareas era la acumulación de dinero mediante la seducción y la explotación sexual. Todos los que aspiraban a ascender a la EYBA tienen que hacer eso. Era como el inicio de la carrera ascendente en la organización. Construían una especie de superioridad de quienes ingresaban porque a las personas que estaban fuera de la EYBA los llamaban “subhumanos, mierdosos, argentinosos, humanosos, ladillosos”.

- ¿Qué diferencias o similitudes tiene la EYBA con otras organizaciones coercitivas que ustedes han detectado en Argentina?

- El primer punto en común en general es la existencia de un líder carismático que ese uno de los elementos centrales de para identificar una organización coercitiva. Este líder carismático va generando en todos los adeptos un proceso de dependencia absoluta.

- ¿Cómo lo logra?

- Se lleva adelante un proceso de despersonalización o proceso de coacción psicológica es decir, se aísla a la persona como en cualquier situación de trata o de explotación. El recurso es aislar a la persona de su sistema de contención social, por ejemplo, de cualquier forma laboral. Se trabaja mucho promover la evolución personal, la idea de la exacerbación de lo propio. La forma de coerción se basa en elevar a la persona, conseguir que esa persona sienta que es especial por pertenecer y degradar a todos quienes la rodean. Prevalece la idea de generar una especie de superioridad espiritual en la persona que va a ser captada.

- ¿Esto sucede sólo en las sectas?

- No, es transversal a cualquier forma de explotación (sea sexual o laboral). Por ejemplo, para explotar a contra su voluntad a alguien en un prostíbulo la tienen que aislar del resto de sus contactos, de sus vínculos.

- ¿Eso incluye a la familia?

- Este tipo de organizaciones se asumen como la familia de los que ingresan. Son la nueva familia de los que entran. Mediante coacción psicológica los obligan a cortar los lazos familiares previos al ingreso a la organización.

- ¿El fin obtener dinero de la EYBA es una característica común a otras sectas?

- En todos los casos de organizaciones coercitivas estamos viendo que tienen el objetivo de conseguir dinero. Uno podría pensar que es bajo la fachada de una organización espiritual que tiene incluso formas jurídicas como la fundación o como una asociación civil, no existiría esa idea de lucro. Pero sucede así. Igual que la acumulación de riquezas por parte del líder y de las cúpulas de estas organizaciones es una de sus características.

- ¿Cómo generan el dinero?

- Bueno, en la EYBA había varias actividades a las que llamaban trincheras. La que mayor riqueza generaba es la explotación sexual. Además, había un aporte mensual a través de sobres que podían llegar a los 10.000 dólares por persona. Por ejemplo, para el último cumpleaños al líder le regalaron 65.000 dólares. Pero tenemos otras organizaciones coercitivas que han tenido incluso condena u otras que están en juicio en donde se priorizan otras formas de explotación como es el trabajo no pago. Es decir que utilizan a los fieles a los adeptos o como mano de obra gratuita. En el caso de Templo Filadelfia los hacían trabajar en la panadería y en la venta ambulante de los panificados. En otros casos se detectaron otras formas de trabajo no remunerado destinado a recaudar dinero para la organización.

- ¿Cuánto recaudaban por los servicios de prostitución?

- Los registros contables que nosotros encontramos en los allanamientos son bastante precisos. A partir de ellos podemos estimar que ingresaban 400.000 dólares. Pero la investigación por los flujos financieros de la organización está en curso en este momento.

- ¿Eso recaudaban por año?

- No, por mes. Lo que no sabemos es cuántos clientes eran los que aportaban esa cantidad de dinero

- ¿Esa cantidad de dinero se recaudaba sólo en Argentina o también en Estados Unidos?

- En la investigación se reveló que había alumnas de la EYBA que viajaban a Estados Unidos a hacer lo que ellos denominan geishado o palomeo. Iban a tener relaciones allá y esa era la principal fuente de ingresos.

- ¿Hay un estimativo de cuánto era el patrimonio de los que encabezaban la secta?

- En el procesamiento el juez Lijo estableció establece que se puede pensar en un patrimonio de cerca de 50 millones de dólares. Y en escritos y en desgrabaciones de charlas de Juan Percowicz él manifiesta que la organización debe llegar a tener un billón de dólares. Eso forma parte de la filosofía de la EYBA.

- ¿Las personas que entran a una secta son de una clase social específica?

- Como el medio de la de la captación de la voluntad es psicológico se aprovechan formas de vulnerabilidad que pueden tener relación con lo socioeconómico. Pero también se aprovechan situaciones de vulnerabilidad interna de la persona como por ejemplo historias de violencia, de segregación. Aparecen distintas circunstancias que pueden generar la captación de personas más propensas a ser sometidas a los designios de otras personas, pero no tiene relación con las clases sociales.

- ¿En todas las sectas pasa lo mismo?

- Hay otras organizaciones como por ejemplo un caso reciente de un pastor evangélico de Mar del Plata en donde las personas captadas eran particularmente vulnerables desde el punto de vista socioeconómico. E incluso tenían problemas de adicciones. Ahí había una coincidencia con la EYBA.

- ¿Ofrecían recuperar adictos?

- Una de la forma de captación que tenían era a través del coaching psicológico en tanto lo ofrecían como una escapatoria a adicciones, enfermedades.

- ¿Cómo era la vida dentro de la EYBA?

- Vivían como en comunidad. Se demostró en la causa que quienes tenían bienes a su nombre en general los vendían y eran reubicados en inmuebles de la propia organización. De hecho, la organización contaba por lo menos con dos inmobiliarias y lo que presumimos como investigadores es que las usaban por un lado para la venta de los inmuebles y de las propiedades de las personas captadas y por otro lado para la compra de inmuebles con los beneficios económicos de la explotación sexual de las mujeres.

- ¿En qué resalta esta organización respecto de otras investigadas?

- Es llamativa la persistencia en el tiempo. Nosotros hemos conseguido información desde 2004 hasta ahora. Y además sabemos que funcionó desde los años 90. Otra cosa que me parece interesante es que estaba registrado el sistema de control de cada uno de los que ellos llamaban alumnos. Había registro de, por ejemplo, qué obras sociales tenían, qué medicamentos se les daba, qué patrimonio poseía cada uno de ellos, cuáles eran sus contactos. Se registraba toda la información de esas personas. Esto no aparece en ninguna de las otras organizaciones coercitivas donde sí hay sistemas de control, pero nunca tan documentados.

- ¿Era una secta de muchos integrantes?

- Hay organizaciones coercitivas que tienen más expansión territorial es decir que tienen sedes en más de un lugar. Esta es una organización que se caracteriza porque todos sus miembros están más o concentrados en un edificio y en una zona cercana a ese sitio. Había integrantes que viajaban a Estados Unidos, pero acá estaban todos concentrados en una misma zona.

- ¿Se puede equiparar una secta con una organización de trata en cuanto a la siempre sospechada y muchas veces demostrada connivencia con las fuerzas de seguridad?

- Las organizaciones coercitivas en general, repiten o replican uno de los patrones de las estructuras de trata, que es que utilizan las influencias públicas o privadas para garantizar, que su operación siga trabajando y generando riquezas. Porque vale la pena recordar que en cualquier caso de trata está la idea del beneficio económico a largo plazo de por parte de los miembros de las organizaciones. Entonces muchas veces se recurre a formas de protección, que pueden ser públicas, pueden ser fuerzas de seguridad o pueden ser otros funcionarios. Pero también hay protección no estatal: personas que tienen influencia en determinado lugar, en determinadas ciudades o provincias. Eso marca una de las características de las organizaciones coercitivas, pero también de la trata en general.

- ¿Lo hallaron en el caso de la EYBA?

- La investigación aún no ha terminado.

- ¿Qué sucede desde el punto de vista penal con los hombres que contrataban el servicio sexual que ofrecía la EYBA?

- Argentina es un país abolicionista entonces en principio no se puede castigar de ninguna manera a la mujer, como sí sucede en algún país que prohíbe la prostitución. Y en general tampoco se castiga al cliente como sucede en países como Suecia o en países en donde hay un neoprohibicionismo. En Argentina esa conducta así autónomamente no está castigada, podrían existir otros delitos que comete la persona en situación de consumir prostitución, pero de por sí no es delito.

- ¿Encontraron menores dentro de la EYBA?

- No. En los hechos que investigamos en nuestro expediente no aparecen involucrados menores.

- El líder de la EYBA es un hombre mayor, ¿había algún proyecto sucesorio?

- Según documentación hallada en los allanamientos había un plan que él mismo había diseñado: se habían designado dos o tres personas de la cúpula de la organización para que lo suplantaran en caso de que estuviera incapacitado o muriera.

- ¿Hubo alguna reacción de otras víctimas cuando se hizo público el caso?

- Sí, luego de los allanamientos a la EYBA -que fueron en agosto- aumentaron notablemente las denuncias en la línea 145 por organizaciones coercitivas: se recibieron 14 denuncias en este último mes.

- ¿Por qué cree que la gente quiere dar a conocer sus historias?

- Hemos notado de manera elocuente que en todos los casos que las víctimas de las organizaciones coercitivas denuncian lo hacen desde el socavamiento de la dignidad. El impacto desde el punto de vista de la violación de derechos humanos que registran las víctimas es notable. Las personas vienen a denunciar que violaron sus derechos humanos. Si bien las organizaciones tienen un fin de económico, las personas afectadas no lo perciben así.

- Trabaja en casos de trata desde 2009, ¿cuál fue el testimonio de víctimas de sectas que más la conmovió?

- Son muchos pero los hechos de tortura y abusos físicos que relataron las víctimas de la secta del City Hotel de Mar del Plata fueron estremecedores. El líder de la secta –que murió a la espera del juicio en el que hubo condenas– se presentaba como gurú de yoga. Era despiadado con los integrantes de su organización. Había colgado de una soga desde un cuarto piso a una persona, a otra le había quemado las manos como castigo y solía darles con un rebenque en la espalda.

- La última pregunta. ¿En la Escuela de Yoga practicaban yoga?

- No. No hay un solo indicio de que allí se dieran clases de yoga.

 

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8. Así eran las “curas de sueño” para someter a los adeptos de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: El Diario

 

 

Para los investigadores, era un castigo y era, al mismo tiempo, una forma de doblegar a los “alumnos”. Para los detenidos, las “curas de sueño” eran una forma de descanso, más parecido a un spa que a un disciplinamiento. Las “curas de sueño” era nuno de los servicios que ofrecía la Escuela de Yoga de Buenos Aires. Consistía en administrar un combo de sustancias para que una persona “duerma” un fin de semana o cinco días seguidos.

Según explica Victoria de Masi en El Diario, el procedimiento se realizaba en dos lugares: la Clínica CMI Abasto –que no estaba habilitada para internar personas– y un departamento ubicado en Coronel Díaz 1450, un “anexo” de la clínica, bastante lujoso según el testimonio. ¿Quiénes accedían al tratamiento? Integrantes de las Escuela y personas que viajaban desde los Estados Unidos. Es que las filiales que la organización tenía en ese país las promocionaba.

De acuerdo al expediente, las curas de sueño “eran utilizadas por la organización para disciplinar y aleccionar a los alumnos que se negaban a cumplir con las órdenes, o tranquilizar a quienes se encontraban alterados o deprimidos y debía ser costeado por el alumno al que se le impusiera”. Todos –miembros y personas ajenas a la Escuela– debían pagar por el servicio. En cuanto a los alumnos, apuntan los investigadores, el tratamiento era el primer paso para aislar a los aspirantes de sus familias biológicas. También era un método de recaudación: todos las pagaban, incluso los miembros de la Escuela. Y en dólares.

En la investigación preliminar, realizada por la Protex, el Testigo 2 –una persona que trabajó en CMI Abasto y pidió que se resguarde su identidad– declaró que las curas de sueño “consistían en ‘empastillar’ a los pacientes” y que “hubo gente que estuvo hasta un mes haciendo eso”. El Testigo 3, que también pidió reserva de su nombre, dijo que “el personal era muy cauteloso con los pacientes y no era posible atenderse si no se poseía un contacto dentro de la misma organización”. Agregó que “había una farmacia directamente”.

Por tercera vez en tres décadas, la Justicia investiga a la Escuela de Yoga de Buenos Aires. La Escuela estaba organizada en jerarquías, siendo el Nivel 1 el más bajo y el 7, la punta de la pirámide. Las personas que formaban parte de la cúpula están imputadas por trata de personas, ejercicio ilegal de la medicina y lavado de activos, entre otros delitos. La Clínica era una de las once “trincheras” de EYBA, una de las unidades de negocios que funcionaba fuera de la sede central, el edificio de Estado de Israel al 4400, en Almagro.

Pero los detenidos que trabajaban en la Clínica tienen su propia versión de “las curas de sueño”. Quién dio detalles sobre el tratamiento fue Luis María Romero, psiquiatra. Para arrancar, las llaman TSA: Terapias de Sueño Asistido. En la indagatoria Romero lo explicó así: “Son servicios de descanso, monitoreados por médicos y enfermeros en un lugar lindo con comidas ricas, películas, etc. Los pacientes van a hacer uso de ese servicio para descansar de la actividad cotidiana, no siempre toman pastillas. En general, alguno que no toma pastilla prefiere tomarse una copa de whisky, no mezclamos pastillas con alcohol”.

En su exposición, Romero aseguró que “las curas de sueño” o TSA habían dejado de hacerse hace diez años, en 2012. Pero en uno de los 50 allanamientos, se secuestraron documentos que demuestran que el tratamiento está vigente. Entre las pruebas están las planillas de enfermería de los pacientes de donde se surge que las “curas de sueño” continuaban siendo practicadas. Además, cuando allanaron la Clínica dieron con una pizarra que, a mano alzada, decía esto que “C” entraba en descanso y una serie de indicaciones.

Y dieron con una manual cuyo título es: “Indicaciones para la terapia de sueño”. Un extracto indica que “la medicación para la Terapia de Sueño se encuentra en sobres chicos sobre el escritorio, con la fecha e indicando en qué momento debe ser administrada. El sobre que dice Refuerzo debe ser administrado solamente si luego de dos horas de haber sido tomada la medicación de la noche si aún no se durmió”. Hay, también, instrucciones para hacer el seguimiento del “paciente”.

Romero, consta en la causa, recetaba los medicamentos y les daba tratamientos a algunos de los alumnos. Además de él, dentro de la Clínica CMI cumplían funciones el psicoanalista Horacio Vesce, la médica Alicia Arata –alias “Doqui”–, Mónica Tavella, nutricionista, y la administradora Silvia Herrero. Hacia el final de su indagatoria, Romero ironizó: “¿Dónde están los idiotizados? ¿Qué tiene esto que ver con trata o lavado de dinero o reducción a la servidumbre?”.

Las curas de sueño era un tema recurrente en las charlas que ofrecía el líder, Juan Percowicz. También consta en el expediente la transcripción de una de sus clases: “La cura de sueño es un sueño que hemos concretado. La primera vez que yo hablé de la cura de sueño (…) decía un lugar donde la gente vaya y se acueste. Era tomar tres o cuatro horas de descanso”. Para los investigadores, el líder de la organización era quien, unilateralmente, disponía que los “alumnos” se sometieran a este procedimiento para “despersonalizarlos”.

 

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9. Bélgica: juzgan a Robert Spatz, líder de un grupo sectario de budismo tibetano.

FUENTE: News Es Euro

 

 

Al final, un nombre y un entorno encantadores: la finca “Château de soleils”. Una gran propiedad en el hueco de las Gargantas del Verdon, cerca de Castellane, en los Alpes de Alta Provenza. Por el lado frontal, los abusos infligidos a decenas de hijos de seguidores de la comunidad budista Ogyen Kunzang Chöling (OKC) que ocuparon el local. Aisladas del mundo y separadas de sus padres, sufrieron palizas, hambre, agresiones sexuales y violaciones. Lo leemos en el medio digital News Es Euro.

Esta historia constituye uno de los capítulos más conmovedores de la investigación que Wandrille Lanos y Élodie Emery dedican a los excesos de la rama tibetana del budismo (Budismo, la ley del silencio, edición JC Lattes). Si algunos de los hechos relatados son antiguos –desde mediados de la década de 1970 hasta la década de 2000–, la soga se aprieta estos días en torno al líder de la organización OKC: el belga Robert Spatz, un rico heredero que se convirtió en maestro espiritual bajo el nombre de Kunzang Lama.

Cuando fue fundada en 1974, la comunidad de Castellane y sus acentos New Age sedujeron a un puñado de adultos atraídos por la idea de vivir de la tierra y al aire libre según los principios del budismo tibetano. En realidad, Robert Spatz desvía la religión para establecer su poder. Los padres, que trabajan voluntariamente para la organización en Lisboa o Bruselas, donde el gurú posee restaurantes y tiendas de macrobiótica, están convencidos de que les pesa un pesado pasado kármico. Para “salvar” a sus hijos, deben dejarlos en manos de los educadores del Château de soleils.

Según la época, allí vivirían entre 40 y 60 niños, inicialmente sin agua ni calefacción, en un clima de violencia permanente. Empapados de historias del fin del mundo, enseñanzas y oraciones, son humillados, golpeados por tonterías. Como castigo, se les hace correr descalzos por la nieve, o incluso encerrados en el “huevo”, una celda aislada en medio del bosque. Varias jóvenes relatarán los rituales especiales –agresiones y violaciones– que les dispensa Robert Spatz en una torre del edificio, supuestamente para ayudarlas a lograr “despertar”. “Cimentó el secreto mediante el uso de elementos del budismo tibetano”, resume el vocero de las víctimas, Ricardo Mendes, separado de su madre a los 5 años y que permaneció veinte años en la comunidad. “Algunos tardaron doce años en hablar”.

El 5 de octubre, Robert Spatz conocería la decisión del Tribunal de Casación belga. Procesado por violencia física, tortura, influencia sectaria, toma de rehenes y abuso sexual de menores, pero también extorsión, blanqueo de capitales y explotación de trabajadores, recibió una pena condicional de cinco años de prisión durante su juicio de apelación, a finales de 2020, en Lieja. “Han pasado veinticinco años desde que comenzó la acción legal, la historia debe terminar”, explica Claudia Frey, de 52 años, una de las primeras en presentar una denuncia por violación cometida cuando tenía entre 14 y 17 años.

Ocho mujeres denunciaron

Por parte francesa, tras un sobreseimiento en 2001, el caso también podría terminar en un juicio. La investigación, dirigida por la brigada de investigación de la gendarmería de Castellane, está llegando a su fin. Fue en 2015, a través de una denuncia de Bélgica acusando a una de las educadoras del Château de soleils de agresión sexual y violación cometida en la década de 1990, que se sumergió en la nebulosa del OKC. “Identifiqué otras víctimas de este hombre y planteé un caso mucho más grave, explica el mayor a cargo de la investigación: la parte francesa de los abusos cometidos en Castellane bajo Robert Spatz entre 1983 y 1998”. En marzo de 2021, el expediente cobra fuerza: la fiscalía de Aix-en-Provence emite una comisión rogatoria sobre violaciones y agresiones sexuales a menores, secuestros y abusos fraudulentos, y se le suma el caso del educador, que ha sido el objeto de una investigación judicial desde 2018.

Al menos ocho mujeres, que hoy tienen entre 30 y 40 años, han presentado una denuncia contra este último. Al audicionar dos veces, el hombre admitió las agresiones (prescritas) pero negó las violaciones (no prescritas). Sobre los abusos cometidos por Robert Spatz se han presentado más de 25 denuncias. Cuatro de ellos no serían recetados. “Los niños de mi generación no habían podido integrarse en el procedimiento belga”, descifra Ricardo Mendes, 42 años. Otros fueron entrevistados a la edad de 10 años. Recitaron lo que la organización les había metido en la cabeza. Quieren ser reconocidos como víctimas y ver a Spatz en prisión.

Entre los cuarenta antiguos seguidores audicionados también hay madres cuyas hijas todavía están bajo el control de Spatz. Escuchado en los últimos meses, los más altos ejecutivos del movimiento OKC, aún en activo, argumentan que están “libres”. “Es ignorar la manipulación y la influencia, señala el investigador de la gendarmería. El director en cuestión debe explicarse”. Retirado al sur de España, Robert Spatz, ahora septuagenario, invocó su mal estado de salud para no presentarse ante la justicia belga.

 

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10. Argentina: encuentran a un joven desaparecido en Australia, posiblemente con una secta.

FUENTE: Tercer Río Noticias

 

 

La preocupación en la familia, amigos y amigas de Kevin Aramburu, un joven de Río Tercero (Córdoba, Argentina) de 29 años, que hace cuatro había viajado a Australia, sigue como hasta antes del pasado 19 de septiembre, cuando finalmente pudieron ubicarlo. Habían perdido noticias del mismo hasta que lograron contactarlo. Se encuentra bien físicamente, pero no desde lo psicológico, comenta su hermana, por lo que urge que sea asistido y trasladado al país. Lo leemos en Tercer Río Noticias.

Maylén dialogó con la emisora Mestiza Rock apenas había sido ubicado. “Gracias a unos conocidos que tenemos en Australia, logramos localizarlo, encontrarlo en buen estado físico”, pero no desde el punto de vista psicológico, señaló. “Por momentos se encuentra bien, y en otros delira, con cosas que una persona no haría normalmente”, explicó. Ahora, la preocupación es poder viajar, buscar atención y poder retornar con él al país.

Si bien no cuentan con los detalles precisos –comenta–, estaba emocionalmente bien, hasta que habría tomado contacto con un grupo. No conocen si fue una religión o una secta. Percibieron un cambio en el mismo. Las respuestas a los mensajes mostraban que algo le estaba sucediendo. El mundo ya estaba atravesado por la pandemia. Kevin decidió hace algunos años emigrar, conocer y buscar nuevos horizontes. Fue así que después de visitar varios países, se radicó en Australia. Antes de 2020, retornó de visita. Maylén señala que “estaba bien, entusiasmado” con sus proyectos. Permaneció en la ciudad por 10 días. Todo cambió hace dos años.

Hoy, sin ahorros –que estiman le sacó dicho grupo al que asistía–, vive en un parking (estacionamiento). Allí duerme en un viejo automóvil, tiene un sitio para asearse, y otros servicios. Además, algunos conocidos se acercan para conocer cómo se encuentra, qué necesita. Le brindan ayuda. Es por ello que, considerando la situación del joven, su familia tiene premura por viajar, contenerlo y retornar a la Argentina. No es sencillo: el costo del pasaje para viajar a Australia es muy elevado –al menos para la familia– y a ello debe sumarse que necesitarán de recursos para movilizarse allí, buscar al joven, asistirlo, procurar ayuda profesional, para recién luego retornar. “Estamos buscando la forma para poder viajar”, señala su hermana.

Recuerda que el joven ya expresó su deseo de que viaje su padre. Pero, considerando que se trata de “una persona mayor”, explica, y los obstáculos que tiene para manejarse con los nuevos elementos de comunicación, además de no conocer el idioma, precisamente volará con su hija, acompañándolo. Por dicho motivo, y considerando que son muchas las personas que quieren colaborar para que Kevin pueda ser asistido, retornando luego a la ciudad, se abrió una cuenta. Allí se puede depositar el dinero para colaborar. No importa el monto. Todo ayuda y es útil para esta familia. Recuerda que, a lo que están padeciendo, se agregó que su padre perdió el trabajo recientemente.

Maylén explicó que esperan “ayuda o interés oficial” en el caso. El martes, señalaba que, hasta allí, no habían recibido “ninguna llamada” del consulado. Expresaba que el edil Nicolás Rodríguez los acompañó para “seguir los protocolos necesarios”. Indicó que luego de llamar en reiteradas oportunidades se habían comunicado, aunque no les brindaron a la familia muchas opciones. Recordó que “hace más de dos meses presentamos un pedido de paradero de Kevin al Consulado de Argentina en Australia”. “Me dijeron que en el acto se acreditaba y que comenzaban a buscarlo; que les avisaban a las autoridades” y se iniciaba todo. “Pero nunca lo buscaron”, señalaba el pasado mes de septiembre.

Un conocido de Hernando, que está en dicho país –prosigue la joven– “fue a la policía para preguntar si realmente lo estaban buscando, y le dijeron que no había ingresado ningún pedido de paradero”. Cuando logró comunicarse, recuerda, “les aclaré en donde se encuentra, por lo que me dijeron que lo asistirían”. Hasta la entrevista no tenía noticias de que Kevin hubiera recibido asistencia oficial de las autoridades consulares. “Gracias a los amigos, que se encuentran cerca de él, que lo están asistiendo, con comida, para que esté bien, realmente”, agradeció y recordó la hermana del joven. Enfatizó la importancia de que tenga una contención oficial para “poder repatriarlo”. “Ocurre que no es ir a buscarlo y simplemente traerlo, porque él no se encuentra emocionalmente estabilizado; además de necesitar asistencia del consulado, necesita atención psicológica, psiquiátrica, en lo posible”, expresó.

“La idea es que vaya mi papá y yo lo acompañaría, porque es una persona grande, y no maneja el celular, ni tampoco el inglés”, señaló. “El amigo de mi hermano estuvo hablando con él, en un ratito de lucidez que tuvo y pidió ayuda de mi papá, que él esté presente”. El joven, hace cuatro años, decidió emigrar del país. “Fue en la búsqueda de una mejor vida, y en el 2019, viajó para estar 10 días visitándonos; estaba bien, realmente bien, contento y se volvió”, recuerda Maylén. Y prosigue: “Hace exactamente un año atrás, comenzó a ir a una iglesia, que no sabemos cuál es, y allí comenzó a tener episodios extraños, y fue cuando tratamos de ayudarlo para que pudiera volver”.

Consultada si se trata de una iglesia o una secta, la joven señala que no tienen ese dato. “No lo sabemos, cuando comenzó a asistir a ese lugar, dijo que se le presentó Dios; empezó a escribir un libro, y desde esa iglesia o secta, le prometieron llevarlo a los Estados Unidos para presentarlo”, recordó. No solamente que eso no sucedió, sino, indica, conocieron que “en teoría le sacaron todos los ahorros que él tenía”. “Desde ese momento se desestabilizó mal emocionalmente”, se lamenta su hermana. Todo ello comenzó en el contexto de la pandemia, luego de 2019, expresa Maylén. En los momentos de lucidez, se expresa, responde mensajes, pero no llamadas. “Y esos mensajes son incoherentes”, explica. Después de la búsqueda, el lunes recién recibieron la noticia en la familia de que se encontraba viviendo en un parking.

Cada día que transcurre más allá de que lo hayan podido ubicar y tener un dejo de tranquilidad por ello, se acrecienta la preocupación. Es por eso que necesitan viajar cuanto antes. Además de la cuenta que habilitaron tendiente a reunir dinero para costear los pasajes, se puso a la venta una rifa con premios como órdenes de compra de hasta 10.000 pesos en diferentes comercios. El costo de los números es de 500 pesos. La joven señala que, en ese sentido, ha existido solidaridad y mucha ayuda de comercios y conocidos.

Inclusive están buscando a quien pueda asesorarlos, que conozca como se debe actuar legalmente en este tipo de situaciones. “Lo ideal es eso: alguien que conozca, en estos casos, cómo debe hacerse, porque nosotros no lo conocemos; sería de gran ayuda”, indicaba la joven, el jueves, en diálogo con este medio. Durante la pandemia, el país hasta dispuso de asistencia y aviones para repatriar a quienes habían quedado varados en el exterior, en muchos de los casos, cuando estaban de vacaciones. Es por ello que no son pocos quienes se preguntan, considerando ese antecedente, cuál es el obstáculo para viabilizar una ayuda oficial, que le permita a Kevin tener asistencia, y una ayuda para que retorne a la Argentina.

 

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