Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 999

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9 de dic. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: ASESINATO RITUAL EN COLOMBIA

 

1. Un crimen ritual, principal hipótesis tras la desaparición de un niño en Colombia.

2. “Los Carneros”, la secta que habría asesinado al niño Maximiliano Tabares.

3. La población y las autoridades de Antioquía homenajean al niño asesinado en un ritual.

4. Colombia: encuentran el cadáver del niño que fue víctima de un ritual de Los Carneros.

5. Así fue el entierro y despedida de Maximiliano, el niño sacrificado por la búsqueda de tesoros.

6. El párroco de Segovia (Antioquía) muestra su sorpresa por la maldad sufrida por el niño Maximiliano.

7. Las sospechas de los vecinos sobre los rituales que realizaba la secta de “Los Carneros”.

8. Colombia: crean un grupo policial para investigar las sectas que puedan hacer rituales criminales.

9. Rituales con sacrificios de animales, comunes en Colombia en torno a Halloween.

 

 

1. Un crimen ritual, principal hipótesis tras la desaparición de un niño en Colombia.

FUENTE: Varios medios

 

 

Seis personas fueron capturadas por ser sospechosas del rapto de un niño de seis años en Antioquia (Colombia), quien habría sido sacrificado en un ritual satánico para encontrar una guaca. En un operativo de la Policía de Infancia y Adolescencia, en colaboración con la Fiscalía, se logró la detención de los posibles miembros de un grupo llamado 'Los Carneros', en Segovia y Medellín. Así ofrecía las primeras noticias sobre este suceso El Nuevo Siglo el pasado 20 de octubre.

Entre los capturados aparecen la madre del menor, identificada como Sandra Patricia Caro, alias 'La Cacica'; la abuela Damaris Pérez, el padrastro Fabio Carmona y tres personas conocidas como 'El Meditador, 'Orejas' y 'La Discípula'. Las primeras informaciones señalan que dicho grupo secuestró al niño porque el padrastro creyó que supuestamente tenía poderes para encontrar una guaca (un enterramiento antiguo indígena, con tesoros), y por el cual lo habrían sacrificado en un ritual.

Desde que la madre del niño denunció su desaparición el pasado 21 de septiembre, en Remedios, Antioquia, señaló la emisora Blu Radio que la Policía encontró inconsistencias en lo que dijo la mujer. Hasta el momento de la primera publicación, las autoridades no habín dado con el paradero del pequeño de seis años ni su cuerpo, pero esperaban que los capturados entregaran información al respecto.

Secta de “Los Carneros”

Semana conoció detalles del proceso de investigación que adelantaban entonces las autoridades para dar con el paradero de Maximiliano Tabares Caro, un niño de 6 años que extrañamente desapareció en el municipio de Remedios, Antioquia. La Fiscalía señalaba a una secta satánica familiar de protagonizar el delito, denominados como ‘Los Carneros’.

El temido grupo practicaría ritos satánicos con el objetivo de encontrar señales que los llevara al punto exacto donde estarían supuestas huacas de oro en las montañas de la región. En los relatos recopilados por los investigadores, los habitantes dieron cuenta de que sus integrantes cavaban en la tierra repetitivamente para hallar los elementos valiosos.

La secta estaría integrada por los allegados del menor de edad y los amigos que pudieron convencer en el camino. El padrastro de la víctima, Fabio Andrés Carmona Ramírez, sería el encargado de organizar la agrupación. De acuerdo con los datos que tomó la Policía Nacional en la zona, él se haría llamar dentro de ‘Los Carneros’ como ‘el líder’.

También la madre estaría involucrada, Sandra Patricia Caro Pérez, quien aparece con el alias de ‘La Cacica’. La lista la completa la abuela de Tabares Caro, Dámaris Estela Pérez Escalante; Robinson Arboleda Ramírez, alias Orejas, identificado como discípulo; esa misma condición la compartirían Fabián Monsalve y Susana Ceballos Zapata.

La desaparición y posterior investigación

Ésta es la historia de Maximiliano, el niño de 6 años que habría desaparecido tras un acto satánico en Antioquia, tal como la resume Semana. Aunque la mamá del niño aseguró que se le perdió de vista cuando lo envió a una tienda del corregimiento de La Cruzada, las autoridades tienen una hipótesis escalofriante. Presuntamente, estas personas habrían utilizado el cuerpo de Maximiliano Tabares Caro para librarse de un peso que tendría la secta satánica de ‘Los Carneros’.

Esa posición la habría asumido el padrastro. Los miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía tienen la certeza de que, supuestamente, este hombre habría convencido al resto de la familia de soltar el cadáver a razón de que estaba poseído por un espíritu. Ellos habrían aceptado esa información y gestionado la desaparición.

Frente al material que se recopiló en el terreno durante los últimos 30 días, cuya información aportada sería beneficiada con 60 millones de pesos, el ente de acusación considera imputar los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada agravada, tortura agravada, encubrimiento por tortura y lesiones personales.

El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, reveló en la tarde del 20 de octubre que la investigación cambió de rumbo inesperadamente una semana antes. Hasta su despecho llegó la extraña hipótesis de la Fiscalía y Policía: los propios familiares habrían protagonizado la desaparición de la víctima de seis años, impulsados por deseos satánicos.

“Había una sospecha en los vecinos de esta familia. Una cosa que horroriza y que nos debe llamar a la reflexión. Un caso que merece el rechazo más contundente. Nosotros hemos venido acompañando toda la acción de los investigadores. Esta investigación la teníamos, pero queríamos ser prudentes”, afirmó el mandatario departamental.

Ahora bien, el cadáver no había sido encontrado todavía. Las autoridades lo habían buscado por cielo y tierra. Los habitantes de Segovia y Remedios también se unieron a las labores de rescate sin éxito: destaparon fosas e inspeccionaron cada rincón de las residencias de los familiares. Incluso integrantes de un grupo armado ilegal se sumaron a las inspecciones.

De Maximiliano Tabares Caro no se tiene esclarecido el último día que lo observaron. Su madre cita el 21 de septiembre, cuando lo envió a comprar un producto a las 7 de la mañana. Pero nadie da certeza de esa hipótesis. Unas semanas antes, la comunidad de Remedios trató de lincharla por las inconsistencias que habría en su relato.

Se esperaba que entre los días 20 y 21 de octubre avanzaran las audiencias de la legalización de la captura. El procedimiento se realizaría en la capital de Antioquia. Mientras que en Bogotá se revelaría a tempranas horas del 21 de octubre el material probatorio que recopiló la Fiscalía, en conjunto con las unidades judiciales de la Policía Nacional.

Se declaran inocentes

En la audiencia de imputación de cargos en su contra, llevada a cabo el 24 de octubre, los seis implicados en la desaparición de Maximiliano Tabares se declararon inocentes. Según leemos en Infobae, la diligencia, que terminó sobre las 7 de la noche, comenzó a las 4 en punto de la tarde con la imputación por los delitos por desaparición forzada agravada y tortura en contra de Fabio Andrés Carmona Ramírez, alias el Líder, bajo el argumento de que la última vez que se vio a Maximiliano estaba en compañía de él y la madre del menor en un motocarro; el cargo de tortura se debió al testimonio de un exintegrante de la secta en su contra.

A la madre, Sandra Patricia Caro Pérez, alias La Cacica, se le imputaron los cargos de desaparición forzada agravada a título de autora y tortura a título de cómplice. La Fiscalía argumentó que la mujer había denunciado que su hijo desapareció el 21 de septiembre al ser enviado a una tienda a comprar unas arepas a las siete de la mañana; no obstante, el ente acusador aseguró que el establecimiento abre a las ocho de la mañana y que ni los vecinos ni las cámaras vieron al menor, por lo cual su testimonio fue desvirtuado.

Robinson Smith, alias Orejas y su esposa, Susana Ceballos, alias La Sumisa, fueron imputados también por los cargos de desaparición forzada agravada y tortura a título de cómplices. A la abuela de Maximiliano, Damaris Estela Pérez Escalante, alias Mary, se le acusa del delito de tortura en calidad de cómplice, así como a su compañero sentimental, Fabian Alberto Monsalve, alias el Meditador.

La defensa solicitó un habeas corpus para que se deje en libertad al Líder y a la madre del menor, argumentando que las audiencias de legalización de captura contra ambos no se realizaron de forma consecutiva debido a que fueron interrumpidas a finales de la semana anterior para que fueran retomadas aquel lunes. Todos los acusados están señalados de conformar la secta satánica Los Carneros, cuyo propósito sería identificar guacas de oro. Para ellos, Maximiliano tendría un espíritu o un demonio en su interior que les dificultaba realizar su labor, según las pesquisas de las autoridades.

En la última versión de la madre se detalla que supuestamente el niño se encuentra en un socavón de oro, según “los espíritus” con los que ella se comunica. De acuerdo con uno de los investigadores del caso, “dentro de lo que manifiesta la misma progenitora en algunas de sus versiones es que algunos brujos le han manifestado que el niño está dentro de un socavón, pero que no han dado el sitio especifico”, dijo el investigador.

Maximiliano fue visto por última vez en la noche del 20 de septiembre en el barrio Gaitán, de Segovia, entrando con su madre a la casa de su abuela, en donde se encontraron muñecos vudú junto con libros de esoterismo y varios cuadernos, utilizados supuestamente para realizar rituales después de la medianoche. A la mañana siguiente, la madre lo reportó como desaparecido.

 

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2. “Los Carneros”, la secta que habría asesinado al niño Maximiliano Tabares.

FUENTE: Varios medios

 

 

La búsqueda de Maximiliano Tabares Caro, un niño de 6 años que desapareció en septiembre en Remedios, un municipio del nordeste de Antioquia (Colombia), ha dado un giro. El día 20 de octubre, la Policía de Infancia y Adolescencia capturó a su madre, padrastro, abuela y a otras tres personas como presuntos responsables de la desaparición del menor (véase noticia anterior). Así lo cuenta Luisa Maestre en el diario español El País.

La Policía ha dicho que todos hacían parte de una “secta satánica” llamada Los Carneros. La madre de Maximiliano, Sandra Patricia Caro Pérez, era conocida en ese grupo como La cacica. Las autoridades dijeron que la mujer dio declaraciones contradictorias sobre lo ocurrido con su hijo y por eso enfilaron la investigación hacia ella. Según la madre, ella envió al niño a comprar unas arepas a las siete de la mañana de ese miércoles y nunca volvió.

Pero el testimonio de la mujer generó sospechas entre los familiares paternos del niño y los habitantes del municipio. “Nos dijeron que esa gente hacía rituales en la casa y que el niño estaba ahí”, narra Elkin Tabares, tío paterno de Maximiliano. Tabares fue a verificar a la vivienda, pero no encontró nada. Al parecer la mujer había escondido las evidencias.

Sin embargo, un mes después, la Policía sí halló evidencias de los rituales. Hicieron allanamientos en Remedios y también en Bello, al norte de Medellín, la capital de Antioquia. Encontraron libros de brujería y magia, un muñeco que parece ser de vudú y un arma blanca. Determinaron que tres familiares del niño, junto a otras tres personas de Remedios, integraban la secta. El padrastro del pequeño, Fabio Carmona, era el líder. Además de la madre y el padrastro, formaban parte del grupo Damaris Pérez, la abuela del niño; así como Susana Ceballos, alias Discípula; Fabián Alberto Monsalve, conocido como El Meditador; y Robinson Esmit Arboleda, alias Orejas.

Según las autoridades, todos ellos buscaban oro en Remedios y la vecina Segovia, en el nordeste de Antioquia, una zona que ha vivido de la minería desde tiempos coloniales. Lo hacían a través de rituales en los que Orejas actuaba como médium para encontrar guacas (entierros indígenas) con piezas de oro. Uno de los hombres habría convencido a la madre de que el menor estaba “poseído” y por eso no hallaban guacas. Luego lo habrían torturado, asesinado y desaparecido.

Ante las sospechas de la comunidad, la policía interceptó comunicaciones e hizo entrevistas y reconocimiento fotográfico para la captura que ocurrió el 20 de octubre. Y tras el anuncio, la madre tuvo que ser trasladada a Medellín para evitar que fuera linchada. El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, afirmó que el caso no merece sino el rechazo “más contundente y unánime de la institucionalidad y la sociedad”.

“Consternación nos generan los detalles que se conocen sobre el caso del niño Maximiliano Caro”, dijo a través de Twitter el mandatario, e insistió en continuar la búsqueda del menor. Los seis detenidos se encuentran en Medellín. La Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada, tortura agravada, encubrimiento por tortura y agresiones personales, mientras continúa la búsqueda del cuerpo del niño.

El testimonio de un exadepto

El relato de un exintegrante de la supuesta secta satánica de Los Carneros es la pieza clave que tienen las autoridades para esclarecer la desaparición de Maximiliano Tabares Caro, el niño de 6 años que se perdió en el municipio de Remedios. La Fiscalía señala a la agrupación como la presunta responsable. Entre las personas acusadas está su madre, tal como recuerda el medio colombiano Semana.

El principal testigo se unió al grupo en 2021. Ingresó por invitación del padrastro de la víctima. Él le describió que la tribu tenía como objetivo principal encontrar guacas en la región. Es decir, tesoros escondidos bajo la tierra, para hallar piezas valoradas en los mercados. Sin embargo, se retiró en el camino por la crueldad de los encuentros.

Alcanzó a vivir en carne propia los sacrificios que hacían para encontrar las señales que les enviaban supuestos espíritus con el fin de ir a los puntos exactos donde estaba el oro. Esa tarea estaría siendo obstaculizada por el hijo de una de las integrantes y compañera sentimental del sujeto que llevaba la batuta en la secta, Maximiliano Tabares Caro.

Este hombre habría recibido un mensaje de sus dioses donde le advirtieron sobre un mal que estaba dentro del cuerpo del niño, y que no estaría dejando prosperar el negocio. En consecuencia, citaría a sus súbditos para sacarle el espíritu al menor de edad. Ese encuentro estaba agendado para el 20 de septiembre, y al día siguiente se reportó la desaparición.

“El líder me abordó y me dice que yo debo volver a la tribu. Me citó para que en la noche de ese mismo 20 de septiembre fuera a la casa de Damaris (abuela de la víctima), que allí nos reuniríamos porque el espíritu le dijo que Maximiliano lo estaba obstaculizando para que no encontraran las guacas. Yo no asistí”, detalló el testigo ante la Fiscalía.

Pero las revelaciones fueron más allá. Este sujeto explicó que duró varios meses dentro de la secta satánica. Dio un paso al costado recientemente por los dolores que le estaba imponiendo el líder. Supuestamente, para llamar a los dioses a los que veneraban con el propósito de recibir las guías del camino, debían soportar tratos humillantes.

En siete oportunidades sufrió quemaduras por las marcaciones que le hacían con cuchillos, calentados previamente con el soplete con el que funden el oro. Con base en sus palabras, el arma blanca la habrían puesto en el fuego y luego dibujaban sobre su cuerpo un signo de cruz. También recibió varias filtraciones de agujas en sus testículos.

“En una ocasión me obligó, en medio del culto, a tener relaciones sexuales. Me retiré porque los tratos que recibía por parte del líder no me gustaban, eran tratos crueles. Me parecía que no concordaban con lo que él, inicialmente, me había dicho, que era para buscar guacas”, afirmó el exintegrante de Los Carneros frente a las autoridades.

Este relato habría sido confrontado con el material probatorio que las unidades de inteligencia del CTI y la Fiscalía hallaron en las residencias de los capturados. En las viviendas tenían documentos satánicos y muñecos vudú que habrían sido utilizados en sus prácticas. No obstante, el cadáver de Maximiliano Tabares Caro no fue hallado. “La Dirección de Protección y Servicios Especiales y las unidades que apoyan esta investigación, continúan con el proceso hasta dar con el paradero del menor de edad”, informó la Policía Nacional.

Divulgación de un vídeo

En un impactante video quedó en evidencia la situación de uno de los integrantes del grupo que está detrás del crimen del pequeño Maximiliano Tabares, según informaba Semana. En las imágenes quedó grabado el momento en el que dos personas fueron capturadas por uniformados del CTI de la Policía. Allí, el hombre se mostraba con indicios de estar poseído por algún espíritu; los tres policías, en medio del susto de no saber cómo manejar la situación, luchaban para que este sujeto no huyera del lugar y atentara contra la vida de alguno de ellos.

“¡No le peguen, que se pone más agresivo!”, fueron algunas de las palabras que la mamá de Maximiliano Tabares les decía a los uniformados para que lo dejaran quieto y no le siguieran pegando. Sin embargo, era casi imposible. El hombre se veía con un comportamiento de una persona poseída por algún espíritu, o con algunas acciones paranormales que impedían a los policías atarle las manos para ingresarlo a uno de los calabozos.

 

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3. La población y las autoridades de Antioquía homenajean al niño asesinado en un ritual.

FUENTE: Infobae

 

 

El caso de Maximiliano, el niño colombiano de 6 años que habría sido sacrificado en medio de un ritual satánico por miembros de su propia familia, incluyendo a su mamá, ha conmovido al país entero. La desaparición del menor de edad ha sido altamente rechazada por los colombianos, que piden todo el peso de la justicia para los responsables, según leemos en Infobae.

Con el ánimo de rendir homenaje al niño que habría sido asesinado, los habitantes del nordeste de Antioquia convocaron una marcha para el 1 de noviembre, cuando se cumplían 40 días desde la desaparición del menor de edad. Ciudadanos que rechazan contundentemente este tipo de actos se reunieron para marchar con globos y camisetas blancas. Las calles de Remedios, Antioquia, se llenaron de una multitud de personas que exige justicia.

En la marcha participó el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, que ha usado sus redes sociales para informar detalles de este caso y además para mostrar su preocupación y rechazo ante casos como el del niño Maximiliano. El mandatario departamental solicitó parar la violencia que deja cómo víctimas a niños, niñas y jóvenes no sólo de ese territorio, sino de todo el país. “Hoy las gentes del Nordeste se abrazan solidariamente en un enérgico rechazo frente al inadmisible caso de Maximiliano. ¡No más violencia contra nuestras niñas, niños y jóvenes! #UnidosPorLaVida”, escribió en su perfil de Twitter.

Así mismo, aprovechó para hacer un llamamiento a las autoridades competentes. Aníbal Gaviria solicitó que caiga todo el peso de la ley contra los responsables de este macabro caso que enluta no solo a Remedios y Antioquia, sino al país entero. “La desaparición y posible muerte del pequeño Maximiliano en la horrorosa tragedia ocurrida en el Nordeste antioqueño hoy enluta a toda Colombia. ¡Todo el peso de la ley contra los responsables, no dejaremos que haya impunidad! #UnidosPorLaVida”, agregó el gobernador de Antioquia en sus redes sociales.

Cientos de personas en todo el país se han sumado a este llamado para que se haga justicia y los responsables paguen por sus actos. De esa manera también se busca que este tipo de hechos no sigan ocurriendo en el territorio nacional.

 

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4. Colombia: encuentran el cadáver del niño que fue víctima de un ritual de Los Carneros.

FUENTE: Varios medios

 

 

Después de que a finales de octubre fueran hallados los restos de un menor enterrados en zona rural del municipio de Segovia (Antioquia), Medicina Legal confirmó que corresponden a los del niño de 6 años de edad Maximiliano Tabares, quien habría fallecido en un macabro rito con el que supuestamente su propia familia pretendía ubicar guacas de oro, tal como publicó Infobae el pasado 6 de noviembre.

En el informativo de televisión Noticias RCN obtuvieron el documento en el que se establece que, tras la prueba de ADN, el cuerpo que ubicaron los miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación coincide con el de la progenitora del pequeño, Sandra Patricia Caro Pérez, quien está privada de la libertad al estar también implicada en el crimen.

Los investigadores llegaron el pasado jueves 27 de octubre al punto en que enterraron al niño gracias a la información que entregaron tanto la madre como Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias Orejas, quien también está respondiendo por este caso. Aunque los indicios de que se trataba del menor eran muy importantes y se tenían pocas dudas al respecto, por la información que proporcionó el mismo ‘Orejas’, se estaba a la espera de la confirmación de las pruebas genéticas.

“Nosotros estábamos en este trabajo de búsqueda. En la investigación con Fiscalía estaba también el CTI. Ellos lograron movilizar un guía y están en este momento en el proceso de exhumación”, informó en aquel momento en la emisora RCN Radio el coronel Daniel Mazo. De esta manera, se tendría el principal material probatorio para demostrar que el niño fue víctima de un rito que practicó su propia familia, que conformaba una secta que se denominó como Los Carneros y que a través de ritos, supuestamente, hallaban guacas de oro.

El crimen se conoció después de que la propia madre del menor denunciara que el pasado 21 de septiembre su hijo estaba desaparecido, según ella, tras haber ido a comprar lo del desayuno en una tienda cercana a la vivienda en la que habitaban en Segovia, pero conforme fueron avanzando las indagaciones, la versión de la mujer se fue haciendo contradictoria por lo que poco a poco surgió la hipótesis de que la familia del niño sería la responsable de su desaparición.

“Afirmó que su hijo no había regresado a la casa después de salir a una tienda ubicada en el corregimiento La Cruzada en Remedios (Antioquia). Sin embargo, la evidencia indica que, el 20 de septiembre, el menor de edad era transportado en un motocarro por alias Orejas, y viajaba en compañía de la mamá y el padrastro por el sector de Loma del Hueso, en Segovia”, señaló el fiscal del caso durante la audiencia de imputación de cargos de estas personas.

Estas personas están respondiendo por los delitos de tortura y desaparición forzada agravada, y por las pruebas que lograron recolectar en la investigación del caso, el operador judicial los envió a la cárcel.”Le impuso medida de aseguramiento privativa de libertad a seis presuntos integrantes de ‘Los Carneros’. Estarían involucrados en desaparición de un niño de seis años en Remedios”, señalaron en el ente acusador.

A ellos se sumó el relato de un hombre, que perteneció a la secta que conformaba la propia de familia del niño víctima, quien los acusó de que le perpetraron torturas en esos rituales. “Los elementos de prueba indican que los carneros de prueba indican que ‘Los Carneros’ estarían involucrados en actos violentos y desmedidos contra otro señalado integrante del grupo a quien, presuntamente, le propinaron quemaduras, y lesiones en sus genitales y distintas partes del cuerpo”, agregaron en el ente acusador. Esta información les permitió a los investigadores deducir que el menor desaparecido habría corrido con esa suerte y habría sido utilizado en una de esas irracionales prácticas.

La recepción del cadáver

En la mañana del sábado 19 de noviembre, casi dos meses después de la desaparición de Maximiliano, el cuerpo del menor regresó al municipio, pero de la forma más inimaginable posible, en un ataúd color blanco. Los pobladores lo recibieron con calle de honor, motocicletas, pancartas y canciones que decían “que no callen su voz”. Según informó El Tiempo, el cuerpo del menor fue velado en el municipio donde la abuela paterna encabezaba a los familiares que lo rodeaban.

Aquel día, el cuerpo del niño fue trasladado desde la sede de Medicina Legal ubicada en Medellín hacia Segovia, Antioquia, según lo publicado por Infobae. Allí se realizarían los actos fúnebres y el sepelio, que estaría a cargo de la familia paterna de Maximiliano, pues es de recordar que su madre y abuela materna estuvieron involucradas en la desaparición y homicidio del menor de edad.

Según lo revelado por la abuela paterna de Maximiliano, hacia las 4:00 p. m. se realizaría una misa y el sepelio se llevaría a cabo el domingo 20 de noviembre, un día antes de completar los dos meses desde que la progenitora del niño reportara la desaparición. “Lo trasladan a la 3:00 de la mañana, el sepelio va hacer aquí en la casa mía y el cuerpo lo van a esperar en el barrio Otún y van a llegar hasta la casa mía”, informó la abuela paterna, Carmen Bernal, citada por la emisora Blu Radio. “Aquí se va a celebrar una misa a las 4:00 de la tarde. El domingo sale para ir al cementerio y allá se le va a celebrar otra misa”, añadió la familiar del niño asesinado.

 

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5. Así fue el entierro y despedida de Maximiliano, el niño sacrificado por la búsqueda de tesoros.

FUENTE: Varios medios

 

 

Familiares, vecinos, conocidos y las autoridades locales le dieron el último adiós el pasado domingo 20 de noviembre a Maximiliano Tabares Cano, el niño de 6 años que fue asesinado por una secta satánica en Remedios, Antioquia, aproximadamente dos meses antes. Tal como afirma Infobae, el cuerpo del pequeño Maximiliano finalmente fue entregado a su abuela paterna, que se encargó de realizar todos los trámites necesarios para darle sepultura bajo sus creencias religiosas.

Después de varias semanas de espera, mientras el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses adelantaba todas las diligencias para verificar la identidad del niño, así como la forma en que falleció. Al sepelio de Maximiliano no solo asistieron sus familiares paternos, sino todos los habitantes de Segovia y Remedios, Antioquia. El gobernador Aníbal Gaviria también hizo presencia en el lugar donde se llevó a cabo la misa y posteriormente se sepultó el cuerpo.

“Descansa en paz, pequeño Maximiliano Tabares. Una vez más volvemos a Segovia para orar por tu descanso eterno y rechazar a los violentos”, expresó el gobernador de Antioquia a través de sus redes sociales. Asimismo, una vez más se aprovechó para pedir a las autoridades correspondientes que se haga justicia por este insólito hecho, en el que un menor de edad fue sacrificado por las creencias satánicas de su mamá, su abuela materna y su padrastro.

“Con el corazón partido acompañamos a la comunidad del Nordeste en el sepelio del pequeño Maximiliano Tabares. Oramos por su descanso eterno, pedimos justicia y una condena ejemplar por su caso”, añadió la Gobernación de Antioquia en sus redes sociales. Con una asistencia masiva, miembros de los organismos de socorro y la banda marcial local, se le dio el último adiós al niño que fue víctima de las creencias de la secta satánica ‘Los Carneros’. La comunidad entera pide justicia y acciones para evitar que los niños sigan siendo víctimas de la violencia.

Antes de las honras fúnebres hubo una caravana donde grandes y chicos tenían camisetas con la imagen de Maximiliano, globos blancos y pancartas que decían: “No más”. Mientras un grupo de compañeros de colegio cantaban pidiendo que cese la violencia contra los niños, el sacerdote que presidió la misa aseguró que Maximiliano será intercesor para los demás menores que viven en esta población del Nordeste de Antioquia. “Ese angelito será quien cuide a los demás niños de Segovia, será quien los defiende desde el cielo”, afirmó, tal como recoge Blu Radio.

Berta Inés Bernal Isaza, familiar de Maximiliano, afirmó que descansa el alma y que simplemente espera que quienes cometieron este acto atroz en contra del pequeño paguen. “Quienes tuvieron la fortuna de conocer en sus seis años de edad a Maximiliano afirmaron que era un niño destacado en su barrio. Era feliz, alegre, muy divertido, diría que único, un pequeño que no era si no alegría”, aseguró. En Remedios señalaron que es “un caso muy horrible el que se vivió”.

“Segovia de luto”

Fue la familia paterna de Maximiliano Tabares la que recibió el cadáver. Su abuela, María del Carmen Tabares, encabezó el desfile de despedida que estuvo adornado por flores de varios colores y carteles en los que se leían mensajes asociados a la inocencia de los menores de edad, según leemos en Semana. “Maxi, eres un ángel tan puro que este mundo no te merecía, por eso regresaste al cielo donde pertenecías, pero aun así, nos duele tu partida. En Segovia eres eterno. Para los niños, tú eres rayo de luz. Segovia de luto”, quedó registrado en una cartulina que estuvo decorada con varias fotografías en las que se ve su rostro.

También se rechazó ampliamente la extraña desaparición del menor que, según el material probatorio que ha podido recopilar la Fiscalía y la Policía Nacional, podría estar enmarcado en un homicidio agravado. Sin embargo, las personas que están detenidas sólo cargan con los delitos de desaparición forzada y tortura. En medio de las audiencias que se adelantaron en el mes de octubre, los seis sujetos se declararon inocentes del crimen que les fue atribuido preliminarmente. No obstante, un juez de la República decidió enviarlos a un centro de reclusión del departamento de Antioquia mientras avanzan las investigaciones en su contra.

El gobernador de esta región del país, Aníbal Gaviria, asistió a las honras fúnebres de Tabares y anticipó que su muerte no quedará en la impunidad a razón de que todos los organismos del Estado están haciendo esfuerzos máximos con el objetivo de encontrar a los responsables de este crimen que conmocionó a Colombia. “Producido el hecho doloroso de la desaparición del niño, se avanzó en la investigación y de ahí la Fiscalía produjo la captura de los presuntos responsables y luego el hallazgo doloroso del cuerpo de Maximiliano. Es un crimen que no quedará impune, y que mostró la fortaleza de las instituciones”, afirmó.

El alcalde de Segovia, Didier Alexander Osorio Giraldo, pidió a Dios que “provea inmensa sabiduría a la familia que a partir de hoy comenzará a vivir un luto y un dolor imborrable”. También manifestó que “hoy tenemos un ángel en el cielo, Maximiliano, un ángel al que le rogamos y le pedimos que proteja a su familia paterna y a la niñez. Que esta muerte no quede en vano, no queremos ver más maximilianos sacrificados por la ignorancia y la indolencia de algunos violentos”, finalizó, tal como recoge El Colombiano.

 

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6. El párroco de Segovia (Antioquía) muestra su sorpresa por la maldad sufrida por el niño Maximiliano.

FUENTE: Blu Radio

 

 

El caso de la desaparición de Maximiliano Tabares impactó a muchos sectores que pidieron, desde los primeros días en que no se tuvieron noticias del niño, saber qué pasó con él y esclarecer los hechos. La Iglesia católica no fue la excepción y, en diálogo con Blu Radio, Óscar Fernando Palacio Villa, párroco de Nuestra Señora de los Dolores, en Segovia, Antioquia, expresó también su preocupación sobre el caso, tal como recogía Karen Londoño Muriel el pasado 26 de octubre en esta emisora.

El sacerdote admitió que no es un secreto que tanto en Segovia como en Remedios se conocen y comentan muchos eventos relacionados con brujería, pero indica que, a pesar de ello, nunca esperó que los detalles que envuelven la desaparición de Maximiliano dieran muestra de tanta maldad. “No sabíamos, hasta el caso de Maximiliano, de una secta satánica. Eso sí lo descubrimos en ese momento, no teníamos ningún conocimiento. Sabíamos de la maldad, pero que la maldad humana llegara a ese nivel de usar una secta satánica para hacer tales cosas, eso totalmente lo ignorábamos”, explica el sacerdote.

Desde que se supo de la desaparición del pequeño de 6 años, la parroquia adelantó jornadas de oración y velatones esperando a que esas luces que encendían sirvieran para que el caso se aclarara. Ahora, lo único que piden es que se diga la verdad sobre lo que sucedió con el pequeño. “Por favor, que digan la verdad, que digan cuál fue el fin de Maximiliano, dónde está Maximiliano, hasta dónde llegaron con Maximiliano, eso es lo que estamos esperando”, decía el párroco a los seis implicados en el caso. Además, el padre Óscar Fernando espera que, una vez se sepa la verdad, la ley cumpla su función y haga pagar a los culpables por la desaparición de Maximiliano.

 

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7. Las sospechas de los vecinos sobre los rituales que realizaba la secta de “Los Carneros”.

FUENTE: Blu Radio

 

 

Cuando todavía no se conocía el paradero del niño de 6 años desaparecido en Antioquía (Colombia), en los primeros días al conocerse la detención de sus familiares por un supuesto asesinato ritual, los vecinos aseguraban que sospechaban de esa familia porque hacían constantes rituales y se sentían olores a mortecina en la vivienda de la abuela materna en el barrio Gaitán de Segovia. Por lo que querían que se fueran del barrio. Lo contaba el 22 de octubre Duván Vásquez en Blu Radio.

“Yo le oré a Dios, pedí oración en la iglesia para que esa gente se fuera de ahí o descubrieran algo porque no quería tener más a esos vecinos ahí tan malos al lado”, afirmó un vecino entrevistado por esta emisora. Otra de las vecinas asegura que vieron quemar pertenencias de Maximiliano Tabares. “En un rincón estaban quemando unas pertenencias como del niño porque vimos una chanclita del niño, vimos como varias prendas ahí y ahí una muchacha, sentada al lado de la abuela, estaba escarbando, hablando por celular y quemando todo lo que tenía pues ahí; y la muchacha era dizque llorando”, relató una vecina del barrio Gaitán.

Entre los rituales que horrorizaban a los vecinos es que, cuentan ellos, se veía a personas desnudas, botando babazas y hasta leyendo extrañas oraciones.  “Los veía echando babaza, desnudos, se montaba a ese palo desnudo. Un día cogió una iguana de ahí y le sacó sangre y se la chupó. Luego se la tiró a los perros de los vecinos de abajo”, contó una mujer horrorizada.

Los vecinos ya murmuraban que el niño habría sido asesinado. “Yo decía: muchachas, ahí está ese niño, ellos lo tienen ahí. Aparte, los rituales que hacían ahí que se metían el dedo para vomitar y que parecían como poseídos. Entonces, yo dije, eso fue que ese niño lo sacrificaron”, manifestó otra habitante de Segovia.

De acuerdo con las investigaciones realizadas, al parecer, estas personas practicaban ritos satánicos para ubicar “guacas de oro” y que presuntamente el padrastro habría convencido a los demás familiares de que el pequeño Maximiliano estaría poseído por un espíritu.

 

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8. Colombia: crean un grupo policial para investigar las sectas que puedan hacer rituales criminales.

FUENTE: Varios medios

 

 

El pasado 3 de noviembre, mientras se esperaba el dictamen de Medicina Legal sobre la identificación plena de Maximiliano Tabares Caro, en Antioquia (Colombia) conformaron un grupo especial de la Fiscalía y la Policía para investigar sectas satánicas, después del caso del pequeño que fue sacrificado para un ritual para encontrar una mina de oro, según informaba Duván Vásquez en Blu Radio.

Mientras se desarrollaban las investigaciones, y ante la queja de ciudadanos del Nordeste y las otras subregiones, con este grupo especial se determinará si hay sectas satánicas que cometan delitos como homicidios, torturas o desapariciones en Antioquia, como ocurrió con el pequeño Maximiliano, que fue sacrificado para un ritual de la secta Los Carneros, conformada por su propia madre, la abuela materna y su padrastro.

“Vamos nosotros a avanzar para identificar cual situación que pueda llevar a alguna violación de la ley de cualquier tipo de secta en el departamento de Antioquia”, afirmó el mandatario seccional. Además, se destinó un miembro de policía de infancia y adolescencia para cada municipio de Antioquia para que apoye rápidamente la investigación de casos de violencia contra los menores de edad.

El propio gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, dijo que, si bien no hay investigaciones en curso por este tema en la Fiscalía, “no nos vamos a quedar ahí, continuaremos así no haya denuncias”. En declaraciones a la prensa, el coronel Daniel Mazo, comandante de Policía en Antioquia, señaló que “se ha dado la orden a los comandos de estación para que hagan un control más permanente a los cementerios y estar pendientes de quienes estén practicando hechos de brujería”. Lo leemos en El Tiempo.

Además, agregó que lo que se busca es “invitar a la comunidad para que nos esté informando este tipo de situaciones”. Por otra parte, el gobernador Gaviria confirmó que la Policía Nacional avanza en un plan para que en cada uno de los 125 municipios de Antioquia haya, al menos, un uniformado de Infancia y Adolescencia.

 

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9. Rituales con sacrificios de animales, comunes en Colombia en torno a Halloween.

FUENTE: El Universal

 

 

¿De niño te impidieron salir a pedir dulces el día de las brujitas? Aquí, algunas razones por las que algunos cartageneros les tienen recelo a las fiestas de Halloween. Aunque sean para el entretenimiento y dispersión de los niños, pueden tomarse para realizar otro tipo de actividades, unas con un sentido perturbador y oscuro. Lo contaba el 21 de octubre Juan Sebastián Ramos en El Universal, diario de Cartagena (Colombia), por los mismos días en que se conocía el horror del asesinato de Maximiliano Tabares.

El Universal contactó con un experto en temas esotéricos, quien pidió que no se revelara su identidad, y que explicó cómo operan este tipo de sectas la última semana de octubre en la ciudad de Cartagena. Asegura que este ritual es una novena que hacen durante los días previos a las fiestas de Halloween, y termina a las doce de la madrugada del 31 de octubre. “Se sacrifican animales para dárselos como ofrendas a los iluminados del inframundo”, explicó.

¿Esto viene desde el exterior? “Aquí, en Cartagena, hay una población de venezolanos, ellos tienen la tradición de la Montaña de Sorte, esa montaña es exclusivamente para brujos y hechiceros que suben para pedir ofrendas. En Cartagena han enseñado eso y tienen sectas donde hacen unas peticiones al mundo oscuro”, contó a El Universal.

Cuenta que, aunque sea un tema del que poco se habla, sí está presente de forma silenciosa en la ciudad. “Aquí sí se ven esas cosas, sólo que algunas personas se hacen las de la vista gorda. Yo soy testigo de que han hecho entierros en las playas. Yo encontré una bolsa con flores blancas, la manta de una bebé, y una oración donde le dicen a San Cipriano que, así como le había dado la vida a la niña, se la quitara”, relató.

“El mismo espíritu o entidad pide una ofrenda, no siempre ofrecen animales, les dan granos, frutas, licor, lo más grave puede ser la vida de un animal o persona”, señala. “Hay gente que en Halloween quiere tener el amor de alguien y a cambio dan una botella de Ron Jíbaro, ese es el que más usan para eso, ese y el aguardiente. Se invoca el espíritu del negro Felipe, y este se consume todo el líquido y deja la botella vacía”. Además, “los rituales se hacen con animales que tienen sangre, y cuando la gente ofrece algo y no lo cumple, el espíritu se las cobra con su propia vida”.

El Universal se puso en contacto con Allen Muriel, un miembro de la comunidad Wicca; ella vive en Venezuela y explica que el 31 de octubre para el mundo Wicca se celebra el Samhain: representa la muerte y el renacimiento de Dios, por lo que es considerado el año nuevo en el calendario Wiccano. La Wicca es una religión neopagana vinculada con la brujería y otras religiones antiguas. Constituye una sociedad secreta y exclusiva de brujería a la que se tiene acceso mediante la iniciación por otro miembro.

“Contrario a como lo pinta la gente, es una tradición pacífica y nada peligrosa donde únicamente se hace un recuerdo de todo el año vivido y les dan las gracias a los fallecidos. También se suele encender una vela en la ventana para que los espíritus no pierdan el camino y a veces se dejan comida y bebidas frente a la casa para que los entes se alimenten, pero fuera de eso no hacemos nada peligroso”, explicó a El Universal.

También habló sobre el tema de los sacrificios de sangre. “Contrario a lo que piensan, cuando se trabaja con demonios estas fechas no son relevantes. Tampoco existe algo como sacrificios o pactos de sangre. La realidad es que a la gran mayoría de estas deidades aborrecen la autolesión en los rituales o celebraciones”, concluyó.

 

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