Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 1003

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23 de dic. 2022

 

1. “Suena a secta”: series, películas y novelas que muestran dinámicas comunes en la sociedad.

2. Costa Rica: futbolista no canta el himno nacional por haber sido criado como testigo de Jehová.

3. Los mormones emiten declaraciones de respeto a la ley del matrimonio homosexual en EE.UU.

4. México: condenan a cuatro miembros de una secta mormona fundamentalista por llevar armas.

5. La Iglesia de Unificación y la cultura religiosa de los japoneses.

6. Turquía: el gurú de una secta, condenado a más de 8.000 años de prisión.

7. La estrategia de defensa del chamán Axel Rudin, detenido en España con ayahuasca.

8. El Gobierno de Panamá reconoce a Cienciología como entidad benefactora.

9. España: se cumplen 30 años de las condenas por el caso de la “secta de Mazagón”.

10. Apuntan a un posible móvil satánico tras un asesinato en EE.UU.

 

 

1. “Suena a secta”: series, películas y novelas que muestran dinámicas comunes en la sociedad.

FUENTE: Yorokobu

 

 

Con el título “‘Cultish’: las dinámicas lingüísticas que nos hacen asociarnos a sectas”, el medio digital Yorokobu publicó el pasado mes de noviembre un artículo firmado por Alberto Richart. Lo reproducimos a continuación.

Mantengo una broma recurrente con mis amistades en la que afirmo que toda película, historia o anécdota mejora si introduces un culto de por medio. Sea lo que sea que me estés contando, si termina en una pequeña sociedad secreta venerando a su nuevo líder, dios o creencia atípica, existe el 99% de probabilidades de que me vaya a encantar.

De esta manera, “Hereditary” (2018) de Ari Aster, “La semilla del diablo” (1968) de Roman Polanski, o “Lo que esconde Silver Lake” (2018) de David Robert Mitchell, sin olvidar citar la increíble novela Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez, se han ido convirtiendo en algunas de mis obras favoritas y de las que siempre saco a relucir en casi cualquier conversación.

En mi inconsciente, atañía este gradual interés que fui desarrollando por los cultos a la infinidad de morbosos documentales sobre sectas que han ido poblando las diferentes plataformas de streaming durante los últimos años y que, como en su mayoría acaban realizando auténticas atrocidades, tocan muy de cerca el thriller adictivo y el true crime.

Desde “Wild Wild Country” (C. y M. Way, 2018) hasta “Heaven’s Gate: The Cult of Cults” (J. Clay Tweel, 2020), pasando por “El Palmar de Troya” (I. Del Santo, 2020), la película “Spaceship Earth” (M. Wolf, 2020) u otras ficciones televisivas que circunvalan el tema como “Desde otro lugar” (J. Segel, 2020) o “El Pentavirato” (M. Myers, T. Kirkby, 2022), suponen un estimulante bombardeo de contenidos que hacen sacar a la luz mi placer visual más conspirador y paranoico.

Me interesaba mucho conocer las convicciones que llevaban a un grupo de personas a pensar diferente y a cometer determinados actos o delitos, algunos demasiado sangrientos, otros demasiado mediáticos, por el bien de su comunidad. Hasta que llegó la escritora y lingüista estadounidense Amanda Montell, cocreadora del pódcast “Sounds like a cult”, con su historia de cómo la Cienciología trató de seducirla.

Suena a secta

En su libro Cultos. El lenguaje del fanatismo (editado en España por Tendencias, 2022), reflexiona de manera objetiva pero mordaz, casi divertida, acerca de las herramientas verbales y la influencia de los cultos en nuestra sociedad mucho más allá de sus casos más extremos: desde tu nuevo gurú sobre alimentación saludable hasta el grupo de crossfit de tu vecina, cualquier comunidad online, los fans de Taylor Swift o los sectores negacionistas del COVID-19. Todo es susceptible de estar estructurado como un culto, y no por ello debe ser necesariamente negativo.

Montell divide su estudio según las variantes que definen los cultos modernos que pueblan hoy en día en Norteamérica y que tocan necesidades vitales como la fe, la vida laboral o la salud: los grupos de religión alternativa como la Healthy, Happy, Holly Organization (3HO), las estafas piramidales (renombradas como marketing multinivel) o las clases de spinning de SoulCycle, respectivamente.

Pero también ahonda en las estructuras lingüísticas que se utilizaban en sociedades más turbulentas como la de Heaven’s Gate —un grupo de fanáticos religiosos y ufólogos norteamericanos que a finales de los 90 organizaron un suicidio conjunto esperando que sus cuerpos trascendiesen al plano espiritual en una nave espacial—, o las que todavía siguen vigentes en la iglesia ciencióloga.

«Mi historia favorita es la de cómo me secuestraron los cienciólogos», afirma Montell al inicio de uno de sus capítulos, en el que narra cómo a sus diecinueve años se adentró en la propia sede de la cienciología en Los Ángeles, acompañando a su interesada amiga Mani, bajo la inocente invitación de realizar un «test de personalidad».

La autora y su acompañante acabaron pasando más de tres horas en el edificio, conducidas por diferentes tácticas de persuasión. Atravesaron una exposición sobre el fundador de la Iglesia L. Ron Hubbard, fueron sometidas a una evaluación de la personalidad donde se advertía que la cienciología podía ayudarles con las pequeñas carencias vitales y, por último, las llevaron a una sala donde vendían libros, DVD y cursos de superación personal por unos 35 dólares. «Te atrapan con los cursos pequeños y básicos. Ese es el cebo y el cambio de todo», le comenta a la autora Cathy, una mujer que abandonó la institución después de pasar 20 años en ella.

Las cosas por su nombre

Según Montell, hay indicios lingüísticos que evidencian que nos encontramos ante un culto. Uno de ellos sería el «nosotros contra ellos», una manera de aislar al individuo en una comunidad incomprendida, apartada de la esfera pública y autoproclamada superior por estar cargada de motivos espirituales y «reveladores». Las normas de la Cienciología prohíben consultar información sobre la institución por otros medios. Las sesiones de asesoramiento de Cathy incluían preguntas como «¿Has mirado en internet?», «¿Te ha dicho alguien algo malo sobre la cienciología?», o «¿Has hablado con algún periodista?».

Los cultos, además, se definen lingüísticamente por manejar un vocabulario propio que únicamente captas si formas parte del colectivo, y que, de alguna manera, diferencia al hablante del resto de personas que no lo integran. En una medida menos tóxica, en nuestro día a día es muy sencillo escuchar frases como «Esta barrita de chocolate forma parte de mi 10 % de ultraprocesados» o «el WOD de hoy consiste en 100 burpees, 200 squats y otros tantos de V-ups».

Las iglesias del fitness o de la alimentación saludable, por poner un ejemplo, no dejan de utilizar un lenguaje exclusivo, aunque resulten socialmente menos nocivas. Por su parte, la cienciología comienza abreviando ciertas palabras en sus primeros talleres de captación, como ack (de acknowledgment, conocimiento en inglés), o sec (security, seguridad), hasta que poco a poco se va sustituyendo el lenguaje habitual por siglas y conceptos metafísicos imposibles.

La Dianética consta de diccionarios que explican cada nuevo término que aparece en sus escrituras, y no se puede escalar en el organigrama de la institución hasta que no se haya entendido cada palabra. Si hay un concepto dentro de la definición que tampoco se entiende, también se debe consultar su significado.

No contentos con un cambio lingüístico, en Heaven’s Gate, cuyo motivo principal era prescindir de todo tipo de ataduras familiares y terrenales, también decidieron rebautizar a sus miembros. Fans de la película “Sonrisas y lágrimas” (R. Wise, 1965), sus líderes Bonnie Nettles y Marshall Applewhite pasaron a denominarse como Ti y Do (notas musicales en inglés), mientras que el resto de seguidores adoptaban nombres como Swyody o Crlody, al más puro estilo “El cuento de la criada”, con la finalidad de ser reducidos a la mínima expresión y aislados de cualquier otra comunidad.

En el idioma del culto, o cultish, reside gran parte del poder de atracción, pero también de su peligrosidad. Las palabras que no llegan a entenderse por completo pueden ser malinterpretadas e incluso empleadas bajo el llamado «luz de gas», con la confianza de confundir al interlocutor. Esto, acompañada de lo denominado por Montell «clichés que terminan con el pensamiento», trabaja en el sentido de la manipulación, la convicción y el fin del cuestionamiento racional.

«El lenguaje cargado y los clichés que terminan con el pensamiento (como la frase “¿Por qué no estás de acuerdo con eso?” de Shambhala) pueden hacer que los seguidores hagan caso omiso de sus propios instintos», afirma la escritora. Las respuestas simples o que culpabilizan factores externos como «todo es culpa de los medios de comunicación» son puramente clichés que zanjan todo tipo de debate, echando balones afuera o poniendo en duda tu interés en el progreso personal.

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Pero existe otro factor importante que me atrevería a introducir, que traspasa el lenguaje, aunque está muy vinculado a él, como hemos visto en la visita de Montell a la sede de la Cienciología, y que es una parte indivisible de los procesos de lavado de cerebro. Es el tiempo prolongado: a más horas, mayor atención, mayor separación del mundo exterior y mayor debilitación del cerebro frente al cansancio.

Era 2014. Hacía un año que había terminado la carrera y como muchos jóvenes en aquel momento vital, me encontraba sin trabajo y bastante perdido sobre el enfoque que deseaba darle a mi futuro. Por aquél entonces tenía en mente desarrollarme como guionista, pero las posibilidades económicas y laborales en mi ciudad no soplaban a favor. Mi hermana mayor trabajaba en una tienda de ropa dirigida por una empresaria, y consiguió que uno de los colegas de la mujer me hiciese una entrevista de trabajo como auxiliar administrativo de su propio marido.

Acudí al despacho, situado en uno de los edificios más altos y cercanos al mar. La masiva extensión de agua era todo lo que se apreciaba desde el gran ventanal de la oficina, y recuerdo que de una de sus paredes colgaba una foto de un astronauta enmarcada y firmada con agradecimientos. Me recibió un hombre de mediana edad, que me sentó al otro lado de su mesa, y lo que siguieron durante las siguientes tres o cuatro horas fue un monólogo incesante sobre la empresa de software personalizado que él dirigía, y que era vendido como servicio empaquetado a otras compañías. Mis intervenciones se limitaron a asentir, aunque por dentro me preguntaba qué tendría que ver toda aquella explicación con mis supuestas funciones de secretario del marido de la jefa de mi hermana.

Se hizo tarde y me dio cita para una segunda reunión, a la que todavía a día de hoy no entiendo por qué acepté asistir. Esperaba que por fin hablase de las condiciones laborales del puesto, pero la dinámica fue exactamente la misma, con distintas variantes. Primero me explicó que debía conocer el sistema de software que comercializaban, aunque mi trabajo finalmente se limitase a realizar unos cuantos recados y hacer de chófer. Después, me informó de que era necesario pagar una pequeña licencia anual para poder utilizar aquel software. Es decir, que debía pagar para trabajar.

Y por último me preguntó si conocía la sociedad internacional a la que él y los jefes de mi hermana estaban inscritos —y que aquí no diré cuál es, pero, si no os ha pasado desapercibido, podréis encontrar su logo en las rotondas de entrada de muchas, muchas ciudades—. Conocía la existencia de aquel adinerado colectivo porque mi hermana ya me había hablado de él. No era algo que ocultasen. En realidad, es motivo de orgullo de cada miembro, que tiene como finalidad establecer unas redes de ayuda comunitaria al prójimo.

Mi entrevistador (por llamarlo de algún modo, porque realmente sólo hablaba él), incidió mucho en la idea de todo este proceso de aprendizaje —el software y los recados para aquel empresario— sería un feliz proceso para conseguir lo que más deseaba en el mundo: ejercer de guionista. ¿Cuál era la relación entre una causa y otra? La desconozco, pero ahí residía el cebo: un deseo de progresión personal, y él era plenamente consciente de ello.

Para más inri, sugirió amenizar la charla con «algo» de música. Eligió reproducir Julio Iglesias en su Mac. Quiero creer que se trataba de la canción “La vida sigue igual”, pero lo cierto es que no lo recuerdo con exactitud. El caso es que la canción no dejó de sonar en bucle mientras seguía hablándome de los servicios que ofrecía su empresa y las bondades de su colectivo, lo que le llevó aproximadamente dos horas más.

Mi cerebro estaba colapsando por completo cuando al fin sugirió zanjar la reunión. Me acompañó al ascensor —la bajada se me hizo eterna— y prosiguió con el mismo discurso alentador. Una vez en la calle me preguntó dónde vivía e insistió en acompañarme caminando, en lugar de coger el tranvía, ya que vivía en la misma dirección que yo. En este punto ya estaba convencido de que bajo ningún concepto quería trabajar con esta persona ni en aquel ambiente enrarecido. Podría haberme negado a que me acompañase, haber inventado cualquier excusa e incluso haber salido corriendo. Pero era joven, inseguro y cero asertivo.

No deseaba defraudar a la persona que me estaba ofreciendo un puesto de trabajo, así que acepté y el hombre todavía tuvo la oportunidad de asegurarse, durante media hora más, cuán importante era que yo pagase aquella licencia. Llegué de noche a casa y me derrumbé. Al día siguiente ni siquiera me atrevía a darle la oportunidad de que siguiese hablándome por teléfono, así que le envié un email mostrando mi desinterés en el puesto y no lo volví a ver nunca más.

Más cerca de lo que piensas

Desconozco si aquello fue una puesta de gala para recibirme en el seno de aquella sociedad no-tan-secreta, o si simplemente me consideraba como la siguiente pieza de su empresa multinivel. Lo cierto es que no había reflexionado demasiado en todo aquel asunto desde que sucedió. Quise pasar página y asumir que yo no me había encontrado ante tal situación de manipulación. Entonces reconocí cada una de las fases lingüísticas descritas por Montell en los fragmentos de palabrería que a día de hoy recuerdo. El «nosotros contra ellos», la luz de gas —dando por sentado que entendía todo lo que explicaba—, el vocabulario técnico y las promesas de superación personal. Nada de todo aquello me resultaba ajeno.

Quizás mi sumo interés por las películas de cultos viniese de aquella experiencia cercana. O quizás es demasiado sencillo reconocer la omnipresencia de comunidades cerradas y, en definitiva, el reflejo de la vida cotidiana en la cultura popular. Tampoco es cuestión de demonizar cada gesto cultish: nuestra sociedad está plagada de ellos y nos hace conectar unos o con otros en busca de un sentido de la pertenencia. El relativismo lingüístico laxo indica que el lenguaje puede influir en nuestra manera de concebir el mundo, pero no determinarla. Para ello existen otras herramientas, y como dice Montell, «el cultish sólo es una pastilla de placebo» que eliges digerir.

 

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2. Costa Rica: futbolista no canta el himno nacional por haber sido criado como testigo de Jehová.

FUENTE: La Teja

 

 

Los ciudadanos de Costa Rica han notado al inicio de las transmisiones deportivas de los partidos de la Selección Nacional de aquel país que el arquero Esteban Alvarado no canta el Himno Nacional y muchos se han preguntado el porqué, según informa Karen Fernández en La Teja. Esto se debe a que el guardameta nacional fue criado bajo la religión de los testigos de Jehová, y ésta no apoya ningún tipo de nacionalismo.

“Él ha sido educado bajo el concepto de los testigos de Jehová porque la familia de él lo es. Él en sí no lo es, pero ha sido educado bajo ese criterio. Cada persona toma su decisión, como en el caso del portero que ha aprendido de su madre y su familia y ha adoptado como suyos esos conceptos”, explicó Pedro José Novoa, portavoz para Costa Rica de los testigos de Jehová.

Novoa aclaró que ellos fomentan un respeto por todos los símbolos nacionales de cualquier país, pero no participan en ceremonias de índole patriótica porque, entre otras cosas, no fomentan el nacionalismo al sentir que es una fuerza divisiva. “Sin embargo, está muy bien que uno sienta amor, cariño por su cultura o su país y todo eso, pero cuando algo ya raya en un concepto religioso o de fervor, que es en lo que desemboca ese tipo de actividad. Pensamos que hay una línea que nos divide entre nuestra devoción a Dios y lo demás”, agregó la autoridad religiosa.

Agregó que si ellos sienten que parte de lo que la letra de un himno dice no armoniza con sus principios como, por ejemplo, la parte que dice “Cuando alguno pretenda tu gloria manchar, verás a tu pueblo valiente y viril, la tosca herramienta en arma trocar”, que sería contrario a lo que manda la Biblia. “Ahí tenemos un conflicto de principios, entonces si cantamos eso, estaríamos siendo hipócritas porque estamos cantando algo que no sentimos y, por otra parte, estamos fallando a lo que realmente valoramos que es el pacifismo. Nosotros promovemos la paz en todas sus formas”, añadió Novoa.

Eso sí, aclaró que cuando están en un acto cívico o patriótico como en el caso de la entonación de los himnos nacionales de parte de cada uno de los equipos al inicio de un partido, el siquirreño, al igual que todos los de su creencia religiosa, muestran respeto poniéndose de pie, serios y en silencio. “No hacemos una reverencia a un símbolo patrio porque sentimos que eso es un acto de adoración, y para nosotros nuestra adoración sólo debe ser para Dios; eso no implica que somos desleales o estamos faltando al respeto, pero hay una línea divisoria entre lo que nosotros consideramos que son nuestros valores más profundos”, continuó explicando don Pedro.

Según el portavoz, en Costa Rica hay poco más de 30.000 miembros activos de los testigos de Jehová y tienen presencia desde principios de los años 1900, aunque cerca del doble simpatizan con sus creencias y asisten a las actividades que realizan, pero sin el compromiso necesario. Pero no sólo lo relacionado con los símbolos patrios es una de las limitantes que tienen los testigos de Jehová.

“Nosotros no rendimos servicio militar. Por ejemplo, en Corea del Sur por muchas décadas, la mayoría de nuestros jóvenes tuvieron que sufrir condenas de varios años de prisión por negarse a prestar servicio militar obligatorio. Hasta hace muy poco la Constitución de Corea cambió y se reconoce que se puede dar un servicio comunitario alternativo y se respeta la libertad de conciencia como sucede en otras naciones. Ni siquiera recibimos un entrenamiento militar, no nos ponemos un uniforme militar, ni usamos ropa de camuflaje, porque sentimos que eso se identifica con una ideología que no es la nuestra”, añadió Novoa.

Y ahora que la Navidad está tan cerca, ¿celebran esta fecha? La respuesta es no, porque para ellos esa no es la verdadera fecha de nacimiento de Jesús y fue una fiesta pagana que se adoptó con el tiempo. “En realidad Jesús nunca mandó a celebrar su nacimiento, sino su muerte y una tercera razón es que es más un concepto comercial disfrazado de religioso o espiritual. Entendemos que hay personas que lo hacen con toda la solemnidad. Nosotros sí celebramos su muerte”, contó don Pedro.

Y aunque celebran la muerte de Jesús, tampoco el Viernes Santo sea el día de respeto para ellos, sino que esta fecha la celebran cuando cae el 14 de Nisan en el calendario lunar judío (día de la Última Cena). “Tenemos una reunión muy especial, hacemos como una réplica de la cena del Señor, utilizamos los emblemas que Él utilizó como el pan y la levadura. Nos reunimos, tenemos un discurso especial. Es la fecha más importante de todo el año”.

Y, finalmente tampoco participan en las elecciones o campañas políticas. “Nosotros somos estrictamente neutrales, no estamos ni a favor, ni en contra. Respetamos la autoridad, cumplimos nuestros deberes 100 %, respetamos las leyes, pagamos nuestros impuestos, pero no nos postulamos a ningún puesto político”, añadió el religioso. Esto, según ellos, basados en la Biblia, que indica que Jesús dijo que ustedes no son parte del mundo.

 

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3. Los mormones emiten declaraciones de respeto a la ley del matrimonio homosexual en EE.UU.

FUENTE: Telemundo Utah

 

 

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) emitió el pasado mes de noviembre una declaración de apoyo y respeto al proyecto de ley bipartidista en Washington D.C. que codificaría el matrimonio entre personas del mismo sexo como legal en Estados Unidos, según publicó el 16 de noviembre Telemundo Utah.

“La doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días relacionada con el matrimonio entre un hombre y una mujer es bien conocida y permanecerá sin cambios. Estamos agradecidos por los continuos esfuerzos de aquellos que trabajan para asegurar que la Ley de Respeto al Matrimonio incluya protecciones apropiadas de libertad religiosa mientras se respeta la ley y se preservan los derechos de nuestros hermanos y hermanas LGBTQ”, dijeron en un comunicado.

La IJSUD agregó el mes pasado que sus líderes creen que ese enfoque es el camino a seguir y que trabajarán para preservar los principios y prácticas de la libertad religiosa junto con los derechos de las personas LGBTQ+, y fomentar una mayor comprensión.

Tras la aprobación

Como informó Telemundo Utah el pasado 13 de diciembre, la IJSUD emitió otra declaración de apoyo al matrimonio igualitario tras la firma del presidente Joe Biden. “Extendemos un sincero agradecimiento y nuestras felicitaciones a todos los que jugaron un papel en la aprobación de la Ley de Respeto al Matrimonio enmendada. Sus esfuerzos para proteger la libertad religiosa mientras el Congreso buscaba codificar la decisión de matrimonio entre personas del mismo sexo de la Corte Suprema son históricos y encomiables”, dijo la IJSUD en un comunicado.

La Ley de Respeto por el Matrimonio enmendada reconoce específicamente que “personas razonables y sinceras sostienen diversas creencias sobre el papel del género en el matrimonio sobre la base de premisas religiosas o filosóficas decentes y honorables”. Como se reafirmó el mes pasado, “la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días relacionada con el matrimonio entre un hombre y una mujer es bien conocida y permanecerá sin cambios”. El Congreso ahora ha reafirmado que nuestras creencias “son debidamente respetadas”, dijeron.

La nueva ley demuestra ese respeto, dijo la IJSUD. “Establece que no se puede utilizar para dañar los derechos religiosos o de conciencia de las instituciones basadas en la fe. Protege el estatus de exención de impuestos de las organizaciones religiosas. Protege las concesiones, licencias, contratos y acreditaciones de las escuelas religiosas. Y asegura que las organizaciones religiosas, las escuelas religiosas y sus empleados no tengan que realizar u organizar matrimonios o celebraciones entre personas del mismo sexo. Ninguna ley es perfecta. Pero poner tales protecciones en el código federal es un gran paso adelante”, agregó la IJSUD.

 

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4. México: condenan a cuatro miembros de una secta mormona fundamentalista por llevar armas.

FUENTE: La Jornada

 

 

Cuatro integrantes de la familia LeBarón (una comunidad mormona cismática que practica la poligamia y está asentada en el estado mexicano de Chihuahua) fueron sentenciados el pasado mes de noviembre a cuatro años de trabajo comunitario y a pagar una fianza no revelada, tras declararse culpables del delito de portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, según relata el diario La Jornada.

Los cuatro varones aceptaron su responsabilidad y se acogieron a un juicio reducido en el que se cambió la pena de prisión por la de trabajo comunitario, además de una sanción económica individual, tal como informó Esteban Barrios Correa, abogado defensor de los mormones fundamentalistas. Los LeBarón, identificados como Maximiliano P., Antonio S., Floyd O. y Jared Daniel L., recibieron sentencia en una audiencia encabezada por el juez de distrito especializado en el sistema penal acusatorio Víctor Hernández Calderón, en los tribunales del Poder Judicial de la Federación ubicados en la avenida Tecnológico de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Los cuatro jóvenes deberán cumplir cuatro años de trabajo comunitario luego de que en la negociación se logró una reducción de año y medio en el castigo, además del pago de una multa, explicó la defensa. “Después de la audiencia de vinculación que se realizó el sábado, en el litigio abreviado se aceptaron los cargos, y en la negociación logramos reducir las penas; les quedan cuatro años y cada imputado pagó su fianza, que fue saldada pocas horas después y por tanto fueron puestos en libertad”, dijo Barrios Correa.

Los cuatro mormones fueron detenidos por la policía municipal de Casas Grandes el pasado 12 de noviembre, tras lo cual permanecieron recluidos en el Centro de Reinserción Social estatal número 3 en Ciudad Juárez. Según los reportes policiales, en el vehículo donde viajaban fue hallado un rifle de cacería calibre .308, una carabina .22 y un fusil .22 Magnum, además de una pistola calibre nueve milímetros.

Durante la audiencia, al menos un centenar de miembros de la comunidad protestaron con pancartas y fotografías de los cuatro detenidos en los alrededores de los tribunales del Poder Judicial de la Federación. La marcha fue encabezada por el activista Adrián LeBarón. “Estos chavos fueron detenidos en el pueblo donde están las colonias mormonas y en Paquimé (en el municipio de Casas Grandes). Andaban de cacería y los detuvieron unos policías municipales. Somos gente que se adapta a la ley”, aseguró LeBarón. Comentó que los jóvenes se dedican a las labores del campo y “portaban las armas mientras se dirigían a trabajar al rancho”.

 

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5. La Iglesia de Unificación y la cultura religiosa de los japoneses.

FUENTE: Nippon.com

 

 

El asesinato del ex primer ministro Abe Shinzō se produjo a manos de Yamagami Tetsuya, un hombre que actuaba cegado por el odio a la Federación Familiar para la Paz y la Unificación Mundial (antigua Iglesia de Unificación). Ahora el debate se centra en los problemáticos lazos establecidos entre esta entidad y ciertos políticos, principalmente diputados del Partido Liberal Democrático. En el portal Nippon.com, su redactor Itakura Kimie ha hablado con el experto en religiones Sakurai Yoshihide para elaborar este reportaje en profundidad.

Sakurai Yoshihide, experto en sociología de la religión, es profesor de la Escuela de Posgrado de Humanidades y Ciencias Humanas de la Universidad de Hokkaidō. Durante su carrera docente, ha atendido a muchos alumnos atrapados en sectas religiosas, así como a sus padres. Entre sus obras destacan Rei to kane: supirichuaru bijinesu no kōzō (Espíritu y dinero: estructura de los negocios espirituales; Shinchō Sensho, 2009) y Higashi Ajia shūkyō no katachi: hikaku shūkyō shakai e no shōtai (Las religiones en Asia Oriental: una invitación a la sociología comparada de la religión; Hōzōkan, 2022). Es coautor de Tōitsu Kyōkai (La Iglesia de la Unificación; Hokkaidō Daigaku Shuppan, 2010).

¿Es la Iglesia de Unificación una secta?

¿Qué es una secta religiosa? Según el profesor Sakurai, no existe un concepto de secta común a todo el mundo. En Estados Unidos, caen en esa calificación los grupos que no pertenecen a la tradición de las religiones principales, en especial las formas heréticas de cristianismo. A partir de los años 60, comenzó a utilizarse profusamente la expresión new religion o secta para denominar a cualquier grupo de pequeñas dimensiones que se mostrase especialmente activo. Suelen distinguirse, dentro de estos grupos, aquellos que causan daños a la sociedad, que son entonces tachados de sectas destructivas.

En Japón, la idea de que una secta (japonés: karuto, del inglés cult) es un grupo antisocial y fanático está extendida desde 1995, cuando se revelaron los crímenes cometidos por el grupo Aum Shinrikyō, también conocido como La Verdad Suprema. Mientras que los expertos suelen hablar de minorías religiosas, los medios de comunicación se fijan en si dichos grupos han cometido algún delito sin que, por el momento, haya unidad de criterios ni se haya encontrado una definición clara de la palabra secta.

La antigua Iglesia de Unificación (en adelante, Iglesia de Unificación) no sería, según Sakurai, una secta en el sentido de minoría religiosa. “Desde su fundación han pasado ya cerca de setenta años y el número de fieles en Japón se sitúa entre los 50.000 y los 70.000. Por sus dimensiones como grupo y por su duración en el tiempo, excede lo que se considera una secta”. Aunque nació en Corea del Sur, en su país de origen no ha conseguido ni la mitad de los fieles que tiene en Japón. La organización tiene sucursales en otros muchos países y Sakurai estima que el total de fieles debe de situarse varias decenas de miles por encima de los 100.000.

“Una de sus características es que actúa en estrecha complicidad con la política. Nunca ocupa el primer plano. Por ejemplo, Aum Shinrikyō partía de la quimera de que ellos se bastarían para dominar Japón. Creían que el número de sus fieles iría aumentando y que si se presentaban a las elecciones acabarían ganándolas. La Iglesia de Unificación, por el contrario, demuestra tener más juicio. Saben que presentando sus propios candidatos no podrán ganar, pero que conectando con ciertos políticos y ofreciéndose el voto de la organización en bloque, podrán ganar influencia a nivel nacional”.

Un “pseudohogar” que ofrece un ambiente acogedor

Desde la antigüedad, en Japón se ha hecho objeto de adoración a muchos seres, como revela la expresión yaorozu no kami (“literalmente, los ocho millones de dioses”). En el siglo VI, cuando penetró el budismo, la nueva religión quedó enfrentada al sintoísmo, pero ya en el periodo Nara (710-784) surgió la idea de que los dioses japoneses no eran otra cosa que encarnaciones o avatares de los budas, una forma de sincretismo religioso conocida como shinbutsu shūgō.

“Desde su transmisión a Japón, el budismo ha experimentado una transformación tras otra. A partir de la era Meiji (1868-1912) adopta un carácter muy especial que lo diferencia del budismo de otros países, pues los monjes pueden casarse y tener hijos, y los templos se heredan. De estos esquemas mentales es de donde han ido surgiendo, sufriendo más y más alteraciones, las nuevas religiones de cuño budista, que no exigen celibato ni apartamiento de la vida secular”.

Por otra parte, el cristianismo ha tenido un gran influjo en la visión religiosa de los japoneses a partir de la era Meiji. “Cundió la idea de que la religión exige tener un objeto de fe claro, pertenecer a una organización y seguir una liturgia determinada. En la mentalidad japonesa, ser un danka (fiel adscrito a un templo budista) o un ujiko (nacido en un vecindario situado bajo la protección de algún dios local sintoísta) no implicaba tener fe. En su mayoría, los japoneses hacen la acostumbrada visita de Año Nuevo a un templo budista o santuario sintoísta, visitan las tumbas de sus antepasados y participan en ciertas ceremonias religiosas sin por ello considerarse creyentes”.

En el Estudio sobre el Carácter Nacional de los Japoneses, realizado cada cinco años por el Instituto de Matemáticas Estadísticas, quienes afirman no creer en ninguna religión, grupo mayoritario desde 1953, llegaron en 2018 al 74 % de la población. La pregunta sería, entonces, por qué proliferan las nuevas religiones en un país en que tantas personas se declaran arreligiosas. “La mayor proliferación se dio en las décadas de 1950 y 1960, sobre un trasfondo social de rápido crecimiento económico y grandes masas de población que se desplazaban del campo a la ciudad, donde buscaban su lugar en el mundo”.

“Fueron las nuevas religiones de cuño budista las que dieron a esas personas que trabajaban en pequeños talleres y comercios urbanos ese lugar en la vida, y las que las organizaron hábilmente. La Sōka Gakkai captó en ese periodo entre seis y siete millones de socios. Con sus reuniones una vez al mes a nivel de barrio y una actitud de compromiso entre los miembros para permanecer siempre en contacto, funcionó como un pseudohogar que suplantaba a la aldea que aquellas personas habían dejado atrás”.

Ocultaciones y métodos fraudulentos

Por su parte, la Iglesia de Unificación comenzó a expandirse entre los universitarios. Fue fundada en Seúl en 1954 por el fallecido Moon Sun-Myung. En 1964 obtuvo el reconocimiento como entidad religiosa en Japón. Entre los años 60 y 70 fue muy activa en ambientes universitarios, donde propagó sus ideas bajo el nombre de Genri kenkyūkai (“Sociedad de Estudios de los Principios”). En 1968 estableció la Federación Internacional para la Victoria sobre el Comunismo, desde la que luchó para derrotar a esa ideología.

En los años 80, comenzó a vender a domicilio ciertos productos, entre ellos té de ginseng importado de Corea del Sur y vasijas de mármol, pero estas prácticas, que combinaba con la adivinación a partir de la grafía del nombre (seimei handan) y el peritaje o valoración del árbol genealógico familiar (kakeizu kantei) pronto llamaron la atención de la sociedad como negocios fraudulentos, y fueron denunciados varias veces ante los tribunales.

“Desde la segunda mitad de la década de 1980, la Iglesia de Unificación se vio obligada a predicar sin revelar públicamente su nombre. Como métodos de entrada, siguieron utilizando supuestas artes adivinatorias como la quiromancia o la onomancia, pero dirigiéndose ahora tanto a los jóvenes como a los adultos, para quienes comenzaron a organizar seminarios. En vez de tratar de embaucar con prácticas fraudulentas al público en general, se concentraron en conseguir donaciones de sus fieles”. La madre de Yamagami Tetsuya, el hombre detenido por el asesinato del ex primer ministro de Japón Abe Shinzō, arruinó a su familia canalizando a la Iglesia de Unificación todo el dinero que cobró del seguro de vida de su marido y el resto de su patrimonio, hasta caer en la insolvencia.

“Hay una limitación inherente a la libertad de credo. Cada cual es libre de creer en lo que quiera. Lo que no puede hacerse es vulnerar la libertad de credo de los demás. No puede permitirse hacer proselitismo ocultándose bajo otros nombres, exhortar a hacer donaciones con promesas de liberar al donante de supuestos errores o pecados cometidos por sus antepasados, privar a la gente de su autonomía mental alentando en ella temores, o pedirle que done cantidades exorbitantes de dinero”.

De las consultas realizadas al Centro Nacional de Defensa del Consumidor se desprende que los fieles de la Iglesia de Unificación donan un promedio cercano a los 2,7 millones de yenes. Entre quienes llamaron a la línea telefónica de asistencia a las víctimas establecida por el Gobierno en septiembre, algunos preguntaron si sería posible recuperar el dinero que habían entregado en relación con ciertas creencias que la iglesia difundía sobre los antepasados fallecidos, para lo que habían hecho muchos pagos a lo largo de 10 años, con cuantías de entre 100.000 y varios millones de yenes.

Moon, segundo intento de Dios después del fracaso de Jesucristo

Según la doctrina de la Iglesia de Unificación, Eva cometió adulterio con Lucifer, un ángel caído que luego se convertiría en Satán, y todo el género humano ha heredado, a través de Adán, esa sangre rebelde a Dios. Posteriormente, Dios envió a la tierra a Jesús con la idea de hacer que tomase por esposa a una mujer y que entre ambos dejasen descendientes libres de aquel pecado original, pero sus planes se frustraron, por lo que tuvo que idear un “segundo advenimiento” protagonizado por Moon Sun-Myung.

Corea del Sur sería el “País de Adán”, mientras que Japón sería el “País de Eva”, y puesto que Eva fue la culpable de la corrupción de Adán, es lógico que a Japón le corresponda el papel de “prestar servicios” a Corea del Sur. En las multitudinarias ceremonias de boda en las que se casan parejas formadas por el “advenido” Moon, se forman hogares centrados en Dios y en los que nacen niños libres del pecado original. Hasta hoy, son aproximadamente 7.000 las mujeres japonesas que se han casado de este modo y residen en Corea del Sur.

“En su país de origen, muchos ven la Iglesia de Unificación como un zaibatsu (gran consorcio empresarial). La función de la Iglesia de Unificación de Japón es reunir fondos y enviarlos a Corea del Sur”. En Estados Unidos, es propietaria del periódico conservador Washington Times y actúa como lobby o grupo de presión. Desarrolla abiertamente otros grandes negocios, siendo propietaria, por ejemplo, del grupo empresarial True World Foods, que vende pescado a muchos restaurantes de sushi del país.

“¿Cómo se las arregla una entidad religiosa de doctrina tan antijaponesa para conseguir tantos fieles en Japón? Es una pregunta que se oye a menudo en los medios de comunicación extranjeros. Una de las principales razones es que los japoneses no tienen conocimientos que los prevengan frente a las religiones. Por eso, aunque oigan cosas como el segundo advenimiento del mesías o boda colectiva, no se extrañan. Acaban aceptando cosas como que sus antepasados están sufriendo en el infierno, y que no será posible salvarlos si no hacen buenas obras (donaciones). Si tuvieran un mejor conocimiento de las principales formas de cristianismo o de las formas tradicionales de culto a los antepasados existentes en Japón no se harían fieles”.

Aum Shinrikyō, un capítulo por cerrar

En la época anterior a la Segunda Guerra Mundial prevalecía en Japón una forma estatal de sintoísmo cuyas consecuencias exigieron una profunda reflexión. La Constitución de Japón promulgada tras la guerra estableció la separación de Estado y religión, y la libertad de credo. Lo único que se prohíbe en la educación pública es enseñar una determinada religión, pero en la práctica los alumnos apenas tienen oportunidad de adquirir conocimientos generales sobre las religiones.

“Entre los conocimientos impartidos en la escuela, desde la educación primaria deberían incluirse algunos conocimientos básicos sobre la religión, por ejemplo, sobre la diversidad religiosa del mundo. De esa forma, sería posible conseguir ciertos criterios comunes, cultivar un sentido común social sobre el tema. La gente estaría más precavida frente a los grupos que se desvían claramente de ese sentido común. Sin esa cultura religiosa, aunque nos vengan con cosas sin fundamento tratando de convencernos de ellas, no nos damos cuenta de que son absurdas. Estamos en una situación de total indefensión”.

Durante muchos años, Sakurai ha recibido consultas de alumnos angustiados por su relación con alguna secta, así como de sus padres. “Lo que se puede conseguir atendiendo estas consultas no es mucho. Por ejemplo, en Sapporo, donde está el campus de la Universidad de Hokkaidō, hay dos centros de Aleph, la entidad sucesora de Aum Shinrikyō. Algunos alumnos de la universidad que ingresaron en Aleph seguían dentro al graduarse de la universidad. Aleph sigue teniendo fe en el líder de Aum Shinrikyō, Asahara Shōkō, y sigue haciendo proselitismo entre los estudiantes de todo el país. El problema de Aum no ha sido resuelto”.

Últimamente, Aleph y otros muchos grupos religiosos están usando las redes sociales. “Las primeras comunicaciones las hacen a distancia y sin identificarse. Solo cuando creen que pueden sintonizar con alguien lo invitan a una cafetería o a algún otro lugar para tratar de ganárselo. Se toman todo el tiempo necesario para ir atrayéndolo poco a poco. Muchos jóvenes que durante la pandemia no han podido hacer amigos aceptan la invitación sin sospechar nada”.

La orden de disolución como forma de forzar la apertura informativa

El principio de separación entre la religión y el Gobierno supone que al Estado se le prohíbe tener una relación especial con una religión determinada, pero no implica la prohibición de que las entidades religiosas participen en las elecciones o en otros asuntos políticos. Además de la citada Sōka Gakkai, otras muchas entidades religiosas colaboran en las elecciones con los partidos.

“En el caso de la Iglesia de Unificación, el problema es que los políticos habían ocultado sus vínculos con ella. Reconocer en público que habían recibido ayuda organizativa de una entidad que está causado daños a la ciudadanía con sus prácticas comerciales fraudulentas y sus exigencias de grandes donaciones sería como reconocer que están anteponiendo su beneficio personal a los intereses de los ciudadanos o del país”.

¿Y qué puede hacer la Administración ahora que todo se ha sacado a relucir? “Lo más realista es emitir una orden de disolución, con fundamento en el Punto 1 del Artículo 81 de la Ley de Entidades Religiosas. Esa posibilidad debería ser debatida primero en un consejo consultivo en el que participen juristas, expertos en religiones y representantes de grupos religiosos, y las conclusiones a que se llegue deberían ser comunicadas a la ciudadanía”.

Según dicho artículo, si se comprueba que una entidad religiosa ha hecho algo que causa graves daños al bienestar público, el organismo gubernamental con jurisdicción, en este caso la Agencia de Cultura, o la propia Fiscalía están facultadas para solicitar a los tribunales que emitan una orden de disolución. La primera vez en que se emitió una orden de disolución en Japón siguiendo este procedimiento fue en 1995 y recayó sobre Aum Shinrikyō. Después solo se ha emitido una orden más, en 2002, contra la entidad Myōkakuji, que vendía objetos alegando que podían contrarrestar ciertos influjos maléficos.

Debido a que ningún responsable de la antigua Iglesia de Unificación ha sido detenido ni enjuiciado hasta ahora, en el Gobierno predomina la idea de que hay que ser muy prudentes a la hora de iniciar el trámite de disolución y esta actitud, considerada demasiado tibia, está provocando muchas críticas. El 17 de octubre el primer ministro Kishida Fumio anunció que iniciaría una investigación sobre la base de la Ley de Entidades Religiosas. Esto se ha visto como una puerta abierta hacia la posibilidad de emitir una orden de disolución.

“Si ocurriera eso, este grupo religioso se vería también obligado a revelar muchas informaciones para defenderse y se daría una apertura informativa sobre su gestión. Si queda claro que, como entidad religiosa, ha hecho cosas que ameritan la apertura del procedimiento de disolución, van a ser muy pocos los políticos que deseen seguir teniendo tratos con ella. Es una forma muy sencilla y eficaz de revisar las relaciones entre política y religión. Y como la alerta se extenderá entre toda la población, los efectos van a ser considerables”.

De todos modos, aunque el grupo pierda el reconocimiento oficial como entidad religiosa con personalidad jurídica, podrá seguir existiendo como un simple grupo religioso. “Podrían, por ejemplo, reconvertirse organizativamente y proseguir sus actividades utilizando las organizaciones no gubernamentales del grupo, como la Federación para la Paz Universal o la Federación de Mujeres por la Paz Mundial. Las regulaciones que pueden hacerse dentro del marco legal son limitadas. Por eso tenemos que ser capaces de defendernos por nosotros mismos, profundizando nuestra cultura religiosa”.

 

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6. Turquía: el gurú de una secta, condenado a más de 8.000 años de prisión.

FUENTE: Efe

 

 

El tele predicador turco Adnan Oktar, líder de una secta islamista y conocido por su programa televisivo en el que aparecía rodeado de apuestos chicos y chicas, ha sido condenado el pasado mes de noviembre a un total de 8.658 años de cárcel por abuso sexual, tortura, fraude, secuestro y creación de una organización criminal. Según recuerda la agencia Efe, Oktar ya fue sentenciado en enero de 2021 a 1.075 años de cárcel por esos delitos.

Tras anularse la sentencia por defecto de forma, un tribunal de Estambul ha rebajado ahora ligeramente la pena hasta 891 años, pero ha decidido sumar otras trece sentencias contra subordinados de Oktar, al considerar al telepredicador como responsable último de esos delitos, con lo que pena total es de 8.658 años de cárcel. En total, el tribunal ha juzgado a 215 personas del entorno de la secta, de las que 72 estaban en prisión preventiva.

Adnan Oktar, de 66 años, que permanece en prisión desde 2018, es conocido por sus numerosos escritos, publicados bajo el seudónimo de Harun Yahya, que defienden el creacionismo contra la teoría de la evolución de Charles Darwin. En su programa, en un canal televisivo de su propiedad, Oktar aparecía siempre acompañado de chicos y chicas jóvenes, que realizaban bailes provocativos y a los que el predicador se refería como “gatitos”. El telepredicador estaba acusado por haber utilizado a las afiliadas a su secta para ofrecer servicios sexuales a personajes de perfil público, desde políticos a periodistas, a la vez que recogía información privada de estos clientes con fines delictivos, señala el diario turco Sabah.

 

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7. La estrategia de defensa del chamán Axel Rudin, detenido en España con ayahuasca.

FUENTE: Varios medios

 

 

Björn Axel Rudín sigue esperando con su esposa y sus dos hijos a que el juzgado decida sobre la nulidad de las actuaciones policiales que el pasado 30 de septiembre acabaron con su detención, y la de otras tres personas, por su supuesta participación en la reunión de una secta neochamánica para consumir ayahuasca y yopo en una propiedad de La Braña, a poca distancia de Tuilla (Langreo, Asturias). Así comienza el artículo que escribió David Orihuela en La Nueva España el pasado 18 de noviembre.

El chamán sueco Axel Rudín, conocido en los círculos espirituales como Bunkwanu, nació el 17 de junio de 1973 en Umeå, cerca del Círculo Polar, pero lleva décadas trabajando en lugares más cálidos, principalmente en países sudamericanos. Él mismo asegura que ha realizado cerca de 180.000 sanaciones en 25 años. En su opinión, ese supuesto “éxito”, levanta odios y cree que eso fue la causa de que decenas de agentes de la Policía Nacional se desplegasen en Tuilla en un operativo tan espectacular que dejó más que sorprendidos a los vecinos.

La Policía reconoció que la intervención se puso en marcha tras una denuncia por correo electrónico. El abogado del chamán, Óscar Palet Santandreu, ya había insistido en esto en su petición de nulidad, explicando que la denuncia podría tener tras ella una cierta animadversión personal. En declaraciones a un diario digital nacional, Rudín apunta al círculo de una iglesia evangélica y de una antigua “paciente” suya, pero va más allá y apunta a la supuesta condición sexual de quien él cree que fue el autor de la denuncia.

“Como portador oficial de los arahuacos y en virtud del poder de sanación que me otorga mi condición de ‘hombre medicina’, yo entiendo que la homosexualidad es una enfermedad. Se trata de demonios, energías oscuras que podemos sanar. Es evidente que los gays pueden ofenderse cuando digo que la homosexualidad puede ser curada. No quieren escuchar esa certeza porque la verdad duele”, se despacha el chamán en sus declaraciones. La Nueva España intentó ponerse en contacto con él, pero fuentes cercanas a Axel Rudín aseguraron que no haría ningún tipo de declaración más. El procedimiento judicial sigue abierto y afirmaciones de este tipo podrían complicar el trabajo de su defensa.

“Un par de porros y unos honguitos”

Una de las acusaciones que llevaron a la detención y puesta a disposición judicial del chamán es un delito contra la salud pública. “Ni había ayahuasca ni cristales de DMT. Sólo semillas trituradas de un árbol junto a cenizas de otro árbol. Es decir, yopo y kapi, que son como la alfombra roja previa, algo que se come antes de yopear. Alguno tenía un par de porros de marihuana, otro había traído un par de honguitos como regalo y yo tenía mi yopo”, afirma Rudín. Su abogado explicó a La Nueva España que “en el atestado hablan de ayahuasca y yopo, que son dos sustancias no fiscalizables (y por tanto no ilegales en España), lo que encontraron fue la enredadera, pero sin el componente psicoactivo dimetiltriptamina (DMT)”.

Este es uno de los pilares que utiliza la defensa, pero también quieren desmontar la propia legitimidad de la actuación Policial. Palet afirma que en la orden judicial que portaban los policías que acudieron por decenas a la casa de Tuilla, había una referencia catastral “pero entraron en otra propiedad, que es donde estaban los niños”. Respecto a los menores que supuestamente presenciaban el ritual, “la Policía dice que estaban presentes en la ceremonia, cuando estaban en otro lugar y fue la propia Policía quienes los llevó a la sala donde estaban los mayores”.

El abogado, “a título personal”, cree que “la operación responde a objetivos mayores”, dejando entrever un cierto interés ejemplarizante en la lucha contra las sectas. Este es otro punto que rebate. Asegura en su defensa que “no hay ni secta ni organización”, ya que el supuesto chamán había venido a España por última vez hace tres años y las personas presentes en la vivienda ni siquiera se conocían. En este mismo aspecto ha incidido Rudín: “Nos han acusado de secta y de ser un grupo organizado, pero, aunque siento decirlo porque me obliga a reírme de mí mismo, no hay nada más desorganizado que mi grupo. Carecemos de organización o de estructura. No hay ninguna membresía, lista de miembros ni obligaciones de ningún tipo. El trasfondo de todo esto es que los fármacos de toda la vida están perdiendo terreno y la gente está buscando alternativas porque la gente está enferma”.

El chamán, al igual que el abogado, aunque con distintas formas de contarlo, consideran desproporcionada la actuación policial. “El trato fue horripilante porque esa gente está especializada en la agresión”, asegura el sueco, que relata cómo los agentes “entraron en torno a las ocho de la tarde y me dejaron esposado en la cocina al lado de mis hijos hasta las tres de la mañana. De allí me condujeron junto a tres personas más a un calabozo de Oviedo, donde el trato tampoco fue muy elegante. Subían y bajaban la temperatura. Yo me puse a entonar mis cantos chamánicos, pero me hicieron callar porque sospecho que los asusté. Estuvimos dos noches y ¿qué quiere que le diga? Yo no veo la justificación de una operación con 60 o 70 policías”.

Su abogado, más diplomático, entiende que se realizó “una operación desmedida” sin justificación alguna y tan solo por una denuncia personal. Óscar Palet ha pedido también que se devuelva el dinero incautado, 5.000 euros en metálico y monedas extranjeras. “Es el dinero que tenía la familia (matrimonio y dos hijos) para volver a casa, a Colombia, y ahora no pueden hacerlo”.

Sus primeras declaraciones

“Ni somos una secta ni estábamos consumiendo ayahuasca en presencia de menores cuando irrumpió la Policía”, dice el sueco Axel Rudin, tal como recoge Ferrán Barber en El Confidencial. Es la primera vez que el chamán habla para la prensa desde que, a última hora de la tarde del pasado 30 de septiembre, 60 miembros de la Policía Nacional desplazados desde Madrid irrumpieron en dos casas de La Braña (Asturias) justamente en el momento en el que se aprestaba a oficiar un ritual de sanación junto a un puñado de sus seguidores.

Pocas horas después, se supo que los agentes habían organizado el operativo a instancias de un chivatazo de alguien que sugería que “los miembros de un grupo sectario estaban consumiendo sustancias sicotrópicas” en la citada aldea, situada a unos ocho kilómetros de Langreo, la capital del municipio. En el transcurso de la operación policial, fueron arrestadas cuatro de las 25 personas presentes, entre ellas, Rosario Hernández, una concejala de Podemos que residía en una de las dos viviendas donde irrumpió la Policía. A excepción de Axel Rudin, todas fueron liberadas sin cargos. Al sueco se le imputa, sin embargo, un delito contra la salud pública. Se le ha retirado el pasaporte y tiene prohibido abandonar nuestro país.

Tras el operativo, los miembros de la Nueva Tribu Ancestral —nombre con el que se autodesigna el grupo— fueron acusados reiteradamente de consumir ayahuasca y otros alucinógenos en compañía de menores. Mientras se resuelve la petición de nulidad de las actuaciones policiales presentada por el abogado catalán del acusado, Óscar Palet Santandreu, el chamán se ha decidido finalmente a romper su silencio para contar su versión de lo ocurrido y desmentir lo sostenido hasta la fecha por la Policía y, en paralelo, por la prensa.

“Es cierto que intervinieron a raíz de la denuncia de alguien”, confiesa a El Confidencial en la primera entrevista que concede a un medio español de comunicación. “Tal y como yo lo he entendido, fue una paciente española que había acudido a mí para vencer su adicción a los sicofármacos. Le dimos yopo una o dos veces, pero carecía de la fuerza interior para enderezar su vida con las pautas que le proporcionamos, así que buscó un culpable. Tanto ella como su hermana son lesbianas. Tienen también un hermano gay que es miembro de una Iglesia evangelista para homosexuales”.

A su vez, añade, “los arahuacos cuya sabiduría porto están permanentemente amenazados por los evangelistas. Así que la chica que menciono hizo una denuncia con la ayuda de su hermano y aseguró que había estado presente en una de nuestras ceremonias y que yo usaba a mis hijos en los rituales. Me acusó de lavar el cerebro de la gente. Lo que a mí me asusta de todo esto es que la denuncia de una persona emocionalmente inestable pueda dar lugar a una operación policial donde han intervenido 70 policías y que ha costado muchos miles de euros a los contribuyentes españoles”.

Sanación para una sociedad enferma

El yopo al que se refiere Rudin y en el que se basaba el ritual que interrumpió la Policía Nacional es un preparado elaborado a partir de un gran árbol leguminoso presente en el Caribe y América del Sur cuyo nombre científico es Anadenanthera peregrina. Al igual que la ayahuasca, elaborado de la forma apropiada, es también una potente sustancia psicodélica que los chamanes usan con presuntos fines curativos para “expandir la mente”. Con frecuencia, la cohoba o rapé de yopo es soplada por otra persona en las fosas nasales del consumidor a través de una especie de cerbatana. Sus principios activos son diversas sustancias de la familia de la dimetiltriptolina o DMT. A veces, el efecto puede potenciarse combinándose con Banisteriopsis caapi u otras plantas.

En el momento en que Rudin atendió esta entrevista, se hallaba en el País Vasco. Aunque suele pasar todo el año viajando por países latinoamericanos como Ecuador, Colombia y Venezuela, tiene su residencia fija en La Azulita (Mérida, Venezuela). “El yopo se elabora a partir de al menos cuatro ingredientes: el principal es una semilla de acacia muy especial que hay en la selva”, afirma el sueco. “Aquí lo llaman psicotrópico, pero nosotros lo consideramos una medicina que ayuda a entender qué está pasando en nuestras vidas. Yo soy sanador ante todo. He realizado cerca de 180.000 sanaciones en 25 años. La mayoría de mi trabajo se ha desarrollado en Suramérica. Junto al yopo, uso en mis rituales hoja de tabaco porque es muy pegajosa y ayuda a que se adhieran los pensamientos negativos. Cuando estaba abriendo el camino para que fluyera la conciencia, irrumpió la Policía en nuestra casa; nos obligaron a tumbarnos en el suelo y pusieron sus rodillas contra nuestras espaldas, a pesar de que nuestra actitud fue completamente pacífica”.

“Oficialmente, solo hay 10 personas autorizadas a usar esta medicina [el yopo] y yo me siento ultrabendecido por poder repartirla, dado que es la corona de todos los remedios espirituales”. El líder de la Nueva Tribu Ancestral no descarta que detrás de lo ocurrido se halle el resquemor de los gais que “no acaban de entender por qué su grupo entiende que la homosexualidad debe ser tratada como una enfermedad. Antes, la homosexualidad era una blasfemia total y ahora los maricas están hasta en los dibujos animados. Hay un plan de los poderosos de este mundo para reducir la población planetaria hasta los 800 millones de habitantes y eso explica que ayuden a propagar la relación entre gente del mismo sexo. Los homosexuales no se reproducen y, por lo tanto, contribuyen a ejecutar su plan. Pero que quede claro, yo no intento curar a nadie de su homosexualidad y mucho menos los juzgo o los margino. Uno debe sanarse con nuestra ayuda por su propia voluntad”.

Según el sueco, antes de ejecutar la operación, la Policía Nacional infiltró a dos miembros encubiertos entre los suyos. “Ni había ayahuasca ni cristales de DMT. Solo semillas trituradas de un árbol junto a cenizas de otro árbol. Es decir, yopo y kapi, que son como la alfombra roja previa, algo que se come antes de yopear”, sostiene. “Nos han acusado de secta y de ser un grupo organizado, pero, aunque siento decirlo porque me obliga a reírme de mí mismo, no hay nada más desorganizado que mi grupo. Carecemos de organización o de estructura. No hay ninguna membresía, lista de miembros ni obligaciones de ningún tipo. El trasfondo de todo esto es que los fármacos de toda la vida están perdiendo terreno y la gente está buscando alternativas porque la gente está enferma”.

El otro caso en España

La Policía Nacional detuvo asimismo el 5 de noviembre en la localidad barcelonesa de Gironella a una argentina y un español a quienes acusó, al igual que a Rudin, de un delito contra la salud pública. En este caso, tuvieron conocimiento de las supuestas actividades de ese grupo a través de un e-mail anónimo remitido a la cuenta que habilitó la Policía para combatir las sectas. A los dos detenidos se les acusa de servirse de ayahuasca. Exactamente igual que sucedió en Asturias, los agentes irrumpieron justo en el momento en el que se disponían a comenzar el ritual oficiado por la sacerdotisa latina.

Durante el registro de la masía donde se organizaba la ceremonia, los agentes hallaron una botella de sangre menstrual que los chamanes planeaban enterrar como símbolo del retorno de la vida a la naturaleza. La Policía sostiene que el empleo de sustancias psicotrópicas es solo un reclamo para captar clientela, además de la principal fuente de financiación de los “gurús” que se dedican a estas prácticas sustitutivas de la medicina convencional. A los implicados en la operación policial de Gironella se les incautó dinero en metálico, además de ayahuasca, setas alucinógenas y 700 gramos de marihuana.

“Conozco personalmente a los de Gironella”, asegura Axel Rudin. “Al igual que nos sucedió a nosotros, se infiltraron dos policías que se fueron poco antes de la operación y retornaron luego con el resto de los agentes. Se trata de más de lo mismo. No ignoro que los cristales de DMT sintéticamente preparados están prohibidos en Europa, pero no sucede lo mismo con las decocciones naturales. Es igualmente incierto que realizáramos los rituales en presencia de menores. Los chiquillos estaban en una segunda casa leyendo cuentos en el momento en el que irrumpieron los agentes. Tengo un hijo que aún no ha superado el trauma por lo sucedido aquella noche”.

En su petición de nulidad de las actuaciones, el abogado de Rudin sostiene justamente que la Policía Nacional cometió distintas irregularidades durante el registro, la más notoria de las cuales es, a su juicio, que solo solicitó la orden de registro para una de las dos viviendas en las que irrumpieron. “La finca a la que accedieron tiene dos referencias catastrales y propietarios distintos, y solo la pidieron para una de ellas”, asegura Palet.

“Fue precisamente en esa segunda finca para la que la Policía no tenía permiso de registro donde se encontraban los menores de los que se hablaba en las noticias de la prensa regional: los dos hijos del principal investigado y el de la dueña de la casa”. En opinión del letrado, esto podría constituir “un allanamiento de morada ilegal y por sí mismo ya justifica la nulidad de actuaciones y la apertura de diligencias contra los responsables por el exceso en el ejercicio de la autoridad, con infracción del derecho a la inviolabilidad del domicilio”.

Sustancias y negocio

El caso del yopo es semejante al del también llamado “daime”, un preparado indígena que combina la ayahuasca propiamente dicha (Banisteriopsis caapi) con una segunda planta que puede ser “chacruna” (Psychotria viridis) o, en el caso del “yagé”, la chaliponga (Diplopterys cabrerana). Es la interacción de los principios que contienen los distintos preparados lo que origina los efectos psicotrópicos, de los que es culpable el DMT.

En el contexto de ciertos rituales como los que organiza el chamán sueco, se conviene en que su uso no es recreativo dado que sus consumidores no se sirven de las decocciones con fines lúdicos. Más al contrario, su ingesta produce a menudo ciertos efectos adversos como vómitos o alguna clase de disforia. Tanto en su contexto original como en el de los rituales de los grupos espirituales y las iglesias ayahuasqueras presentes en España, su consumo es defendido por sus usuarios como una experiencia transcendente a la que se atribuye cualidades curativas.

Por el contrario, sus enemigos creen que toda la retórica acerca de sus propiedades taumatúrgicas son falsedades propagadas para legitimar su uso fuera de su contexto original y hacer caja. Además, la supuesta ampliación de la conciencia que provoca el DMT presente en las plantas es para sus censores un delirio lisérgico semejante al del LSD que origina eventualmente psicosis reactivas breves o, mucho más raramente, daños irreversibles. El problema que hay de fondo es que el uso y el consumo de estas plantas son una ciénaga de alegalidad.

El DMT está incluido en el listado de la Convención sobre sustancias psicotrópicas de las Naciones Unidas y, por ende, es objeto de fiscalización internacional. Sin embargo, ese no es el caso de los preparados que contienen el alcaloide, según establece una carta específica del secretario del Consejo de la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) del 2000. Existe, no obstante, un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de los Estupefacientes que recomienda a los gobiernos adoptar medidas apropiadas y da por hecho que su uso lleva parejos riesgos físicos y psicológicos.

En España se aprobó en 2004 una orden que prohibía la venta de una serie de plantas entre las que se hallaban incluidas, por ejemplo, la ayahuasca. Sin embargo, esta fue anulada con posterioridad. El pasado año, un juzgado madrileño ordenó devolver a su propietario los cerca de 20 kilos de ayahuasca que se le incautaron en 2019, atendiendo la petición de la fiscal María Paz Iglesias Escalera, quien no halló fundamentos jurídicos que justificasen tampoco su enjuiciamiento.

Se han producido varias devoluciones semejantes más hasta la fecha y no existe una sola sentencia condenatoria por posesión o venta de estas hierbas con efectos psicotrópicos. Es justamente el abogado de Rudin, el citado Óscar Palet Santandreu, el único letrado de nuestro país que se ha especializado en convertir las actuaciones de las fuerzas de seguridad en caldo de borrajas y en recuperar las hierbas incautadas. Hasta el momento, la Policía pierde mucho a cero.

Es en los resquicios de esa “alegalidad” donde se mueven los consumidores de esos preparados y quienes han convertido su venta en un lucrativo chiringuito. Una sesión suele costar entre 60 y 120 euros, a menudo más cuando se acompaña de un retiro. Rudin dice haber obtenido menos de 6.000 euros por sus rituales en los cerca de dos meses que lleva trabajando en España y en Suecia.

“A eso hay que restarle todos nuestros gastos de billetes de avión y de mantenimiento, que son cuantiosos para una familia. ¿Que si se producen abusos en torno al uso de estas sustancias? Por supuesto. A mí me ofreció trabajo Ayahuasca Internacional y ni para el coño trabajo con ellos porque es lo más bajo, lo más hambriento y menos respetuoso que hay en la medicina tradicional. Si le hubieran montado este follón a Varela, que es un tipo que no para de ordeñar, lo entendería, ¿pero a mí que soy solo un 'hombre medicina' a quien le importa un pito la plata?”.

El grupo que menciona Rudin, igualmente conocido como Inner Mastery, es el más abiertamente cuestionado por organizaciones como RedUNE por su supuesta orientación sectaria, en el peor de los sentidos. Al frente del mismo se halla el argentino Alberto José Varela. Ayahuasca Internacional sale siempre a relucir cuando se habla de sectas destructivas de la ayahuasca y malas praxis. El presidente de la organización Redune, Juantxo Domínguez, también pone en entredicho a la iglesia ayahuasquera del Santo Daime, un culto sincrético que surgió en el estado brasileño de Acre, en la Amazonia, en los años 30 del pasado siglo.

En opinión del abogado Carlos Bardavío, asesor legal de RedUNE, “la ayahuasca puede ser legal o no dependiendo de las circunstancias. Consumirla no es sancionable, pero el tema aquí es quién la provee, promociona o favorece”. “Lo que sucede es que, a veces, la Policía no sabe cómo conducirse en estos casos porque les falta información”, apostilla Juantxo Domínguez. “No todos los grupos de consumo de estas hierbas son sectarios, pero es cierto que a menudo se sirven de ellas para encorsetar la libertad de las personas. Se da también la circunstancia de que hay grupos por todo el país de gente supuestamente dedicada a la sanación que, o no son profesionales de la salud, o que sí lo son y se sirven de sus títulos para legitimar prácticas no profesionales. Me refiero a gente que mueve dinero a manta y que, con la excusa de que son terapeutas, utilizan hierbas como la ayahuasca al modo de un señuelo para captar clientes. Soy consciente de que la Policía a veces da palos de ciego. Podría contarte anécdotas disparatadas de las fuerzas autonómicas de seguridad. Pero hay un problema grave de fondo en el sentido de que todo ese mercado de las pseudoterapias y de los curanderos debería ser regulado de algún modo”.

 

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8. El Gobierno de Panamá reconoce a Cienciología como entidad benefactora.

FUENTE: Panamá América

 

 

Los scientologists de Panamá tienen mucho que celebrar. No sólo Scientology está reconocida como religión, sino que ahora también ha sido registrada ante la Dirección General de Ingresos como una organización que funciona y trabaja en beneficio de la comunidad, y por lo tanto, las donaciones que reciba sean deducibles de Impuesto sobre la Renta para sus donantes. Así comienza un reportaje publicitario elaborado por la misma Iglesia de Cienciología y que ha sido publicado recientemente por Panamá América.

Además, después de haberse levantado todas las restricciones de COVID, la Iglesia de Scientology de Panamá ahora puede proporcionar su gama completa de servicios religiosos a sus feligreses, así como ayudar a la comunidad con sus programas humanitarios. La Iglesia de Scientology de Panamá fue reconocida y registrada como una organización sin fines de lucro con propósitos religiosos en 2019 y celebró su gran inauguración en octubre de ese año, pero sólo cinco meses después la pandemia sobrevino, y todo cambió.

Los scientologists locales entraron en acción para ayudar a los servicios sociales a hacer frente a la tremenda necesidad de asistencia del país. En los primeros días del confinamiento, se ofrecieron como voluntarios con el Ministerio de Desarrollo Social entregando alimentos a los más vulnerables. Trabajaron con el servicio de protección civil del país, organizando, empaquetando y distribuyendo suministros.

La Iglesia de Scientology Internacional publicó una serie de folletos ilustrados en 21 idiomas, incluido el español, lo que facilita que cualquiera entienda cómo aplicar los protocolos más efectivos para permitir que las personas se mantengan sanas. Los voluntarios de la Iglesia de Scientology de Panamá entregaron estos folletos a tiendas y negocios para sus clientes y los llevaron de puerta en puerta a las familias de toda la comunidad.

Los Ministros Voluntarios de Scientology se capacitaron en los protocolos más exigentes de desinfección y se encargaron de desinfectar hogares infantiles, orfanatos, centros de cumplimiento juveniles, albergues y hogares de ancianos para garantizar la salud y la seguridad de los miembros vulnerables de la comunidad. Luego, los voluntarios se acercaron a los lugares de culto para garantizar la salud y la seguridad de sus congregaciones, desinfectando iglesias y catedrales católicas y evangélicas, así como el Templo Baha'i.

A medida que el país comenzó a reabrir, la Iglesia organizó equipos de voluntarios para propagar sus programas humanitarios seculares y así empoderar a la comunidad con iniciativas para crear conciencia sobre los Derechos Humanos, promover valores de sentido común y decencia, y una iniciativa de educación y prevención de drogas basada en hechos para proteger a los jóvenes del abuso y la adicción a las drogas. Los voluntarios proporcionaron seminarios en escuelas, centros comunitarios y grupos deportivos. Participaron en desfiles, marchas y otras actividades comunitarias.

Pero ahora, con todas las restricciones levantadas, la Iglesia puede cumplir su propósito principal: proporcionar servicios de Scientology. Al abrir la Iglesia en 2019, su directora Rev. Giselle Lima anunció que la Iglesia está aquí para servir al individuo y a toda la comunidad. “A través de esta nueva Iglesia de Scientology en Panamá, espero ver a cada uno de ustedes descubrir las soluciones que esta nueva Iglesia tiene para ofrecer a ustedes y a la sociedad en general”, dijo.

“Como L. Ronald Hubbard declaró: 'Una civilización sin demencia, sin criminales y sin guerra, donde el capaz pueda prosperar y los seres honestos puedan tener derechos, y donde el Hombre sea libre para elevarse a mayores alturas, son las metas de Scientology'. Juntos podemos hacer de esto una realidad, en este vibrante e importante país”.

 

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9. España: se cumplen 30 años de las condenas por el caso de la “secta de Mazagón”.

FUENTE: Huelva Información

 

 

Bucear en el emblemático archivo de los casi 40 años de trayectoria del diario Huelva Información nos lleva a recordar momentos históricos que marcaron una época. Un 23 de noviembre de 1992, por ejemplo, la portada del periódico onubense estuvo dedicada a las últimas novedades de un caso que mantuvo en vilo a toda la provincia. Se trata de 'la peligrosa secta de Mazagón'. Una trama que dejó una víctima mortal y que todavía hoy muchos de la época recuerdan.

¿Qué pasó hace 30 años? 'La sentencia de la secta de Mazagón se hará pública hoy', rezaba el titular de Huelva Información un 23 de noviembre de 1992. La Audiencia Provincial de Huelva, que juzgó entre el 22 y el 31 de octubre de ese año a los siete procesados en el polémico caso, hacía pública ese día, a las 11:00 de la mañana, la sentencia. El fiscal solicitó una pena total para los siete procesados de 185 años de prisión.

¿Qué ocurrió? La historia tuvo como protagonista a Ana María Camacho Carrasco, guía espiritual del grupo y componente de la secta para la que el fiscal pidió 69 años de cárcel por considerarla responsable de los delitos de asesinato, detención ilegal, estafa, falsedad en documento oficial, favorecimiento del consumo de sustancias psicotrópicas y lesiones.

Ana comenzó a organizar reuniones semanales orbitando en torno a lo espiritual. Algunos de aquellos asistentes pasarían a la triste historia de este caso: Fernando Asanza, Emilia Gallego, María Soledad Loma, María Rosa Lima o José Manuel Sánchez fueron los primeros adoctrinados por la líder de este grupo sectario. Pronto abandonaron sus hogares, sus relaciones, sus amistades y se unieron a Ana Camacho, quien les adoctrinó con su supuesta capacidad de contactar con el mundo de los espíritus.

Aquella comunicación con el más allá transformó sus vidas, ya que aquellos espíritus ordenaban incluso castigos físicos y Ana Camacho entraba en diferentes estados en los que predominaba el odio, la ira y todo aquello que podía ocasionar daños a sus semejantes. Los castigos llegaron a ser tales que aquellos adeptos eran azotados, heridos, quemados, cortados.

Con el paso del tiempo, Ana incluso les llegó a administrar psicotrópicos (centramina), que conseguía gracias a Fernando Asanza. Éste declaró sobre las maldades de Ana Camacho que: “Solía pegarnos con unas fusta e incluso una vez me dio cuarenta latigazos. En otra ocasión, diciendo estar poseída por el espíritu de Juan, uno muy cruel, me cogió con unas tenazas el prepucio hasta hacerlo sangrar. En otra ocasión apagó un cigarrillo en mi lengua o con una pinza me cogió la lengua hasta dejarla colgando y con graves heridas”.

Otra de las adeptas, María Rosa Lima, escapó del infierno de Mazagón visiblemente disminuida y con las secuelas en su cuerpo de la estancia en la secta. Fue capturada junto a la estación de tren cuando esperaba al que la llevaría a Huelva y así regresaba al hogar junto a Ana Camacho. En los días sucesivos fue torturada mientras estaba atada a la cama, se le administró mepivacaína –un anestésico tóxico- y prosiguieron las torturas y las palizas hasta que entró en un coma del que jamás salió, falleciendo en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla.

Tras esto, todos los miembros de El Espíritu del Gran Águila (nombre de la secta) fueron detenidos y juzgados: Ana Camacho Carrasco fue finalmente condenada a 26 años de prisión; María Camacho Carrasco fue condenada a un año de prisión; José Manuel Sánchez Palancar a siete años; María Asunción Muñoz Álvarez a dos años de prisión; Concepción González a dos años; Emilio Gallego Vargas a dos años; y Fernando Asanza Fernaud a 310.000 pesetas por encubrimiento de un delito de homicidio, falsedad de documento oficial y por favorecer del consumo de sustancias psicotrópicas.

El perfil de la secta de Mazagón se ajustaba al de una secta destructiva, es decir, un grupo de personas que seguía un determinado movimiento ideológico o religioso en la cual se practicaba el control mental, bajo una apariencia inofensiva, siendo muy peligrosa y destructiva hacia sus miembros entrando en acciones violenta con tintes, suicidas, homicidas y hasta genocidas. Entre sus adeptos personas que tenían problemas sociales y de relación con otras personas, problemas emocionales, frágiles de carácter, pasivos, con necesidad de protección, nivel cultural medio o bajo y provenientes de familias rotas... Todo un caldo de cultivo.

 

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10. Apuntan a un posible móvil satánico tras un asesinato en EE.UU.

FUENTE: La Noticia

 

 

El asesinato de una mujer en Texas dejó al descubierto un culto satánico en el estado, pues, tras una investigación, se supo de la existencia de esta secta. Lo cuenta Apolo Valdés en La Noticia, medio hispano de Carolina del Norte. Sarah Hopson, de 36 años, fue encontrada muerta en su casa. Según la información de la policía, la mujer tenía señales de haber recibido golpes con una piedra en la cabeza, además, le cortaron los dedos de manos y pies, así como las orejas.

Después de una investigación se detuvo a Ethan Myers, de 26 años, el 17 de noviembre, y posteriormente Allen Price y Teresa Louviere fueron arrestados por manipulación y fabricación de pruebas con la intención de dañar el cadáver. Los detenidos son acusados también de asesinato: el primero posiblemente habría sido el autor material y los otros sus cómplices.

Price y Louviere aseguraron que Myers se alojaba en su casa y que había “actuado de forma extraña” y que el día del asesinato salió del lugar cubierto de sangre. Además, aseguraron que Prince había estado involucrado en actividades de “culto”. Posteriormente, la madre de Myers confirmó que su hijo llevaba tiempo actuando raro, pues “oía voces” y se consideraba como “satánico”. Pero en un giro inesperado, la mujer aseguró que Hopson pidió ser “sacrificada” a Myers, pues ella también formaría parte del culto.

La policía está investigando sobre si los tres detenidos eran parte de un culto satánico, pues según el medio Daily Beast Report, Myers sí era integrante de la Iglesia de Satán, aunque ésta no es catalogada como violenta. Además, se está investigando si alguien más está involucrado en el crimen y la responsabilidad de cada uno de los arrestados. Myeres tiene una fianza de 1,25 millones de dólares y los otros inculpados de 250.000. De pagarla, podrían enfrentar su proceso en libertad.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.