CATÓLICOS

 

El filósofo Hadjadj, en Madrid invitado por Neos: "En el espacio político debemos hacernos presentes con la moral humana"

 

"El compromiso de los cristianos no es primeramente un compromiso político, es un compromiso en el espacio público"

 

 

 

30/04/24


 

 

 

  1. Invitado por NEOS
  2. Otra política es posible
  3. Reconstruir una cultura
  4. Compromiso político y cristiano
  5. Llegando a un callejón sin salida
  6. Época de “desencarnación”

 

 

 


Fabrice Hadjadj, en Madrid para participar
en la Jornada, organizada por NEOS,
“Nos jugamos la vida. El alma de Europa”.

 

 

 

¿Quién no conoce a Fabrice Hadjajd? ¿Quién no ha leído alguno de sus exitosos libros? ¿Quién no ha disfrutado con la agilidad de su verbo, con la sugerente sinuosidad de sus recursos retóricos, con su capacidad de hacer viable la experiencia cristiana en un mundo, cultural, filosófico, que marca distancias? ¿Quién no se ha sentido interpelado por una frase suya, por una cita al socaire del argumento?

Es un despertador de la conciencia cristiana, un alentador de lo auténtico, al fin y al cabo.

 

Invitado por NEOS

Fabrice Hadjadj, filósofo, director del Instituto Philanthropos, estuvo ayer en Madrid para participar en la Jornada, organizada por NEOS, “Nos jugamos la vida. El alma de Europa”.

Pero antes, a mediodía, se reunió con algo más de medio centenar de intelectuales, profesores de Universidad, destacados profesionales y empresarios, algún que otro político de tapadillo, en una animada conversación que fue una interpelación constante.

Allí estaban Federico Trillo, Juan Carlos Corvera, Juan Ignacio de los Mozos, Agustín Domingo Moratalla, Carmen Giussani, Jorge Soley, José Carlos González-Hurtado, Luis Zayas, entre otros muchos.

También había un nutrido grupo de sacerdotes madrileños, con el cardenal Antonio M. Rouco y el obispo auxiliar, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, a la cabeza, sentados y silentes en la mesa, junto a Jaime Mayor Oreja. Vino de Asturias Jorge Juan Fernández Sangrador incluso.

 

Otra política es posible

Así es el NEOS de Jaime Mayor Oreja, una iniciativa pre-política, cultural y social, que tiene el santo empeño de hacer red para sembrar, la esperanza de regeneración que nunca se pierde y que es posible como proyecto de construcción civilizatoria basado en los valores del humanismo cristiano.

Ideas no faltan, hacen falta hombres y mujeres, medios, plataformas, instituciones, y también partidos políticos permeables a otra política que es posible.

A los postres, Fabrice Hadjadj fue asaeteado por todos los flancos de la inquietud cultural, política y eclesial.

 

Reconstruir una cultura

A Fabrice no le gusta hablar de “batalla cultural”, está más “en reconstruir una cultura desde la comunión con un bien que comunica”.

El origen de esta pretensión, y así explica si lo que hace es una vocación o una misión, está en que “Cristo vino a buscarme. Él fue quien me escogió. Continúo siendo un miserable, un egoísta “en Cristo”. Estoy obligado a testificarlo”.

Fabrice Hadjadj, de estatura media, de cuerpo tímido, de tipo espíritu puro, lleva una barba intelectual que acompaña los gestos cuando habla. Inevitablemente su voz sonaba distinta a su escritura, aunque no perdiera la fuerza y la agudeza de lo que ya ha dicho.

 

Compromiso político y cristiano

Primera pregunta en la línea de flotación. Hay muchos jóvenes comprometidos con la fe, que dan un magnífico testimonio de vida, con una expresión quizá emotivista de su experiencia religiosa, “¿por qué les cuesta tanto dar un paso hacia el compromiso político?”.

“El cristianismo –contestó- no es una fuerza política, es la fuerza de la vida. Cristo no fundó un partido político, no vino a crear un partido político, no vino a decir lo que tenía que hacer el Imperio romano para aumentar la calidad de vida. El compromiso público de los cristianos no es primeramente un compromiso político, es un compromiso en el espacio público, en la calle, con la gente que conozco, con la gente con la que hablo. Ahí debo ser testigo de mi existencia. En el espacio político debemos hacernos presentes con la moral humana, lo que defendemos es lo humano y cristiano, la razón y la justicia”.

La razón y el cuerpo, dos de sus argumentos principales, de los que se siente a gusto hablando.

 

Llegando a un callejón sin salida

“Hoy en día – insistió- lo que está en tela de juicio es la razón, la naturaleza. Ya no estamos en la modernidad, que es la época del racionalismo político que creía en el progreso. Hoy ya nadie cree en el progreso, vemos que las cosas no avanzan, estamos llegando a un callejón sin salida. Apostamos por un progreso sectorial, selectivo, que nos habla de nuevos derechos, es un progreso negación del progreso. Nuestro problema es con la razón y con la carne. Para creer en la carne y en la razón hay que creer en un Dios que se ha hecho carne”.

Se podría decir que su filosofía es la del racio-carnalismo, muy en la línea, por citar algún autor, de Ireneo de Lyon.

 

Época de “desencarnación”

“El acontecimiento cristiano –apuntó- es la afirmación de la dignidad de la carne, estamos en tiempos de resentimiento profundo contra la carne, en una época de “desencarnación”. Tenemos la idea de que el cuerpo no es más que un material que podemos transformar a nuestro capricho, se nos impide una relación positiva con nuestro cuerpo. A una relación adecuada es a lo que llamo la resurrección de la carne antes de la resurrección de la carne”.

Fabrice Hadjajd se ha convertido en un filósofo de la razón carnal, de la razón cristiana, de su viabilidad histórica. Conviene seguirlo.