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González Montes, obispo emérito de Almería, se defiende

 

 

 

01/05/24 | ZENÓN DE ELEA


Mons. Adolfo González Montes, obispo emérito de Almería,
con el periodista Antonio Lao.

 

 

 

 

 

 

Mons. Adolfo González Montes, obispo emérito de Almería, ha hablado por fin, o se ha defendido al final, sobre lo que está pasando en su diócesis y sobre las acusaciones que se vertieron contra él.

Y lo hace a través de una entrevista en exclusiva concedida a un medio de comunicación, el Diario de su tierra, el Diario de Almería. Me imagino que esta entrevista no habrá caído muy bien a su sucesor, el actual obispo Antonio Gómez Cantero.

José Beltrán, en Vida Nueva, califica las declaraciones de González Montes de "ataque" a su actual sucesor, es más, de "un ataque público sin precedentes en la Iglesia española".

Supongo que esta entrevista polariza aún más las sensibilidades dentro de la Iglesia, o más bien, también me atrevería a decir que son las opiniones y los titulares de los periodistas los que tensan (tensamos) más las cuerdas. Cada uno que juzgue según su criterio.

Lo cierto es que desde que el pasado 1 de diciembre de 2021 cuando el Papa Francisco aceptó su renuncia como obispo de Almería por razones de edad, se ha dicho de González Montes de todo y ahora "responde a todas y cada una de las cuestiones que en los últimos años han provocado un terremoto de declaraciones, análisis, diatribas y hasta división en la Diócesis de Almería", señala el periodista Antonio Lao.

Reconoce el obispo que la diócesis tiene crédito y tiene deuda, necesaria para acometer algunas reformas que eran importantes, y que este crédito en una práctica habitual en las diócesis españolas, pero este "crédito solicitado contó siempre con los permisos de los consejos consultivos diocesanos y, cuando fue necesario según norma con la autorización expresa de la Santa Sede".

Respecto a la venta del Seminario de su diócesis, emite una triste declaración: "Me parece una mala idea, y me crea, como a la mayoría del clero y de los diocesanos gran preocupación. La deuda se rebaja escalonadamente por sí misma, ya que los créditos van amortizándose. Entre 2025 y 2028 finalizan varias amortizaciones. Vender el Seminario no parece tener en cuenta el bien de la diócesis. Siempre cabe la pregunta de a quién beneficia. El Seminario es el alma de una diócesis y nada lo puede sustituir, salvo en períodos pasajeros, como sin duda es el presente. ¿Es que se piensa que ya no interesa o que sobra un Seminario en Almería?".

Y aquí no quedan sus declaraciones. Es más, dice: "No me parece moral deshacer todo lo que han hecho los demás, una obra que queda descalificada. Tampoco se puede ignorar el derecho de los obispos que vengan a tener Seminario, que es el referente principal para las vocaciones sostenidas".

Y es que al obispo emérito de Almería le afecta personalmente la venta del Seminario "una obra de reconstrucción eclesial muy costosa para los dos obispos que hemos dejado mucha dedicación y vida en ella".

Además, dice que el Seminario tiene un patrimonio cultural muy importante en su interior, con una gran biblioteca histórica y actual, "que ha costado reconstruir, dado el estado de abandono y desidia en que la encontré que había llevado a la pérdida de piezas documentales importantes". Y que es la finca más importante de la diócesis.

Y que si se quiere vender algo, "aunque la deuda va amortizándose conforme a lo previsto, si se considera razonable reducirla, véndanse los inmueble no esenciales que se presentaron al Dicasterio, incluida la finca Aguadulce, si no entera, al menos en parte, porque es posible hacerlo".

Doy mi enhorabuena al periodista Antonio Lao, que ha conseguido esta entrevista. Y me parece correcto que a un obispo emérito, si no le escuchan donde le tienen que escuchar, hable a través de los medios, que para eso estamos.

 

 

Zenón de Elea.