Tribunas

Una Fe siempre revivida

 

 

Ernesto Juliá


La Anunciación.

 

 

 

 

 

En algún momento el pesimismo, y con él la desesperanza, pueden hacer mecha en nuestro corazón, en nuestra alma, y animarnos a caer en la tentación de dejarnos postrados en nuestro vivir cristiano y contemplar con un cierto pesimismo el ambiente en el que nos ha tocado vivir, y olvidarnos de la llamada a la santidad que Cristo nos dirige a todos nosotros.

No hemos de darle demasiada importancia a esos instantes. Basta elevar la mente hacia el Cielo, hacer un acto de amor ante Cristo crucificado, o una petición de ayuda a Nuestra Madre la Virgen María, para que pierdan su poder de influir en nuestro corazón. Cristo ha resucitado y con Él, la vida eterna está siempre ante nosotros, con nosotros, en nosotros.

Tres noticias de estos días nos ayudan a abrir los horizontes de nuestro espíritu y pueden traer consigo esa voz de Dios que nos invita a levantarnos, a tomar nuestras camillas, y a seguir caminando con Él en el andar nuestro de cada día. Y a dar un testimonio de su Vida en nuestro vivir de cada día.

Renovando una tradición viva desde hace un buen número de años, en estos días de Pascua unos 15.000 militares de unos cuarenta países y de diversa graduación, se han concentrado en Lourdes a los pies de Nuestra Señora.

En 2023, se bautizaron 120. Este año la Virgen ha tenido la alegría de ver nacer 180 nuevos cristianos, hijos suyos, en las aguas de las fuentes de su Santuario.

La segunda noticia se refiere a toda España: 75 iglesias abiertas las 24 horas del día en Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento. Quizá a algunas personas no les llame mucho la atención, pero si nos paramos un momento para pensar un poco, nos daremos cuenta y descubriremos los actos de Fe, de Esperanza y de Caridad, que mantienen vivas esas horas de adoración a Cristo Eucaristía. Y que esos actos de Fe, de Esperanza y de Caridad, mantienen viva en el corazón y en el alma de tantas personas, la presencia viva de Cristo, Dios y hombre verdadero. Debo confesar que me alegraría mucho que 75 se multiplicara por al menos 10. Todo se andará.

¿Un revivir de la Fe? Sin la menor duda. En medio de tanto abandono de la práctica religiosa, de la piedad popular y personal, de la moral en el abandono, parcial o total, de los Diez Mandamientos; el arrodillarse ante Cristo Eucaristía es una luz que alumbra la oscuridad más grande que se pueda anidar en el corazón del hombre.

Y la tercera noticia se refiere a la Macroboda que una parroquia de San Sebastián de los Reyes, Madrid, ha organizado el próximo día 29 de agosto.

La familia es semilla no solo de la sociedad que trate de vivir en paz y en concordia; es también, y de manera muy especial, el campo donde crece y se robustece la Fe y la Moral. El ser humano descubre su vinculación directa con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en comunión de amor con sus padres, que le abren los horizontes de su inteligencia y de su corazón para que conozcan, traten y amen a Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Los sacerdotes que ejercen su ministerio en la parroquia de San Sebastián Mártir, se dieron cuenta enseguida que el deseo de bautizar a sus hijos podría remover el alma de padres bautizados que llevaban años formando civilmente pareja, o conviviendo sin más. Y se pusieron manos a la obra.

Ya tienen 15 parejas, y esperan llegar a 20, que el 29 de agosto celebrarán su matrimonio en la Iglesia acompañados de sus hijos, y después de asistir a reuniones preparatorias vivir el Sacramento de la Confesión, y conscientes de que el Sacramento que van a recibir les convierte en esposo y esposa, delante de Dios y para toda la vida: “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”.

Reconozco que uno mis oraciones a la Virgen María, Reina de la Familia, para que esta labor pastoral se extienda a muchas otras parroquias de nuestro país, de Europa y del mundo.

 

 

Ernesto Juliá Díaz
ernesto.julia@gmail.com