Diócesis
Argüello inaugura el Encuentro Nacional de Cofradías: "Debemos evangelizar la cultura del siglo XXI"
Ante aproximadamente 500 cofrades de toda España, el arzobispo de Valladolid recordó que la religiosidad popular refuerza la cultura de la fe en una sociedad secularizada
20/09/24 | Marta Santín
- "Evangelizar la cultura del siglo XXI"
- Las hermandades, más allá de asociaciones culturales
- Cultura de fe
- La fuerza de las imágenes
- Acción misionera de las cofradías
Argüello inaugura el XXXV Encuentro Nacional de Cofradias 2024.
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha inaugurado "XXXV Encuentro Nacional de Cofradías 2024" que se celebra en Medina del Campo del 20 al 22 de septiembre, ciudad vallisoletana cuya Semana Santa está declarada como de Interés Turístico Internacional.
"Evangelizar la cultura del siglo XXI"
Argüello ha realizado una defensa encendida de las procesiones de la Semana Santa española, sustentada por cofrades y hermanos, `por cofradías y hermandades, una propuesta de devoción y religiosidad popular que tiene un reto: "Evangelizar la cultura y culturas del siglo XXI".
Ante aproximadamente 500 cofrades de toda España, subrayó que "la cofradía y la hermandad no representa solo unos valores culturales o de fraternidad". Aprovechó su conferencia para recordar a todos los congresistas el punto esencial y teológico por el que se fundaron las hermandades.
Se crearon y subsisten por la fe "porque creemos en Dios Padre y creemos en Jesucristo. Aquí nos preside la imagen del resucitado, un recordatorio de que es el Salvador. La Semana Santa nos recuerda que Él ha dado la vida por nosotros pero ha vencido a la muerte. Y creemos en el Espíritu Santo que nos ilumina para vivir un encuentro", dijo.
Las hermandades, más allá de asociaciones culturales
En esta línea, ofreció tres propuestas para afianzar el compromiso de los cofrades con la sociedad, la cultura y la fe, para renovar la esencia de una cofradía penitencial y para reflexionar sobre el papel de los cofrades y de las cofradías, constituidas esencialmente por laicos.
En primer lugar las hermandades son asociaciones culturales, entidades muy interesantes de cara a evangelizar una sociedad secularizada. Sin embargo, estas asociaciones deben transcender, porque las hermandades forman parte de la cultura de nuestro país y de otros muchos como por ejemplo, de Iberoamérica. "La Iglesia del siglo XXI pretende vivir una dimensión misionera en todas las áreas. Y para ello tenemos un reto: "Debemos evangelizar las culturas del siglo XXI", dijo.
Cultura de fe
Para Argüello, la cultura no son solo los pasos, imágenes y procesiones de Semana Santa: "Decir juntos Padre Nuestro genera cultura. Asumir los diez mandamientos como propuesta ética genera cultura. Celebrar el culto genera la propuesta cultural básica. Todo ello general una cultura de fe que es mucho más valioso que contribuir al Producto Interior Bruto".
La segunda propuesta para la reflexión se refiere a lo que supone para los hermanos, los cofrades y los miles de devotos y no tan devotos que acuden y siguen con devoción las procesiones. La salida del templo, por ejemplo, de todas las procesiones, supone una manifestación antropológica y de religiosidad imponente que conmueve a todos.
La fuerza de las imágenes
Insistió sobre las imágenes de los pasos, del Cristo del Calvario, del Cristo de la Muerte, de la Virgen de la Soledad, de la Macarena..., esa imágenes que cuando uno clava su mirada en ellas, se produce un asombro porque "la imagen lleva al imaginado y al representado".
Y precisamente en este tiempo postsecular en el que vivimos, en que mucha gente se encuentra vacía y busca nuevas formas de espiritualidad, la emoción religiosa de los pasos de Semana Santa pueden despertar un deseo de Dios.
Sin embargo, "la emoción religiosa popular corre el riesgo de ser barrida", dijo Argüello, y no precisamente por esta sociedad alejada de Dios, sino en ocasiones por quien forman parte de las hermandades. Porque para el arzobispo de Valladolid, la cofradía "exige convicciones firmes. La religión popular supone decir Dios".
Y como tercera propuesta volvió a insistir en las imágenes del Señor y de la Virgen que forman la esencia de los pasos de Semana Santa. Y es que la "imagen indica a quién hemos de mirar, evoca una presencia, nos habla de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía", dijo.
Acción misionera de las cofradías
Por último, el presidente de la Conferencia Episcopal recordó a todos los cofrades la dimensión misionera de las cofradías. Hizo un llamamiento a los equipos directivos para dar testimonio de lo que significa ser cofrade y para crear una cultura de fe.
Alabó a todos aquellos incondicionales de las cofradías, sobre todo las mujeres, que siempre están allí, arrimando el hombro. Y por último hizo referencia al gran círculo de hermanos incluso los que aparecen por la hermandad una vez al año. Sin embargo, insistió en que vivir esta religiosidad popular es imponente pero exige también conocer la fe, conocer a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
"Una procesión de Semana Santa anuncia a Jesucristo y trabaja en obras de misericordia. Pero el cofrade del siglo XXI debe redescubrir el significado de su fe: El Evangelio, la Eucaristía, el sacramento del perdón, la fraternidad y las obras de misericordia.